SIGLO X EN ESPAÑA
El monasterio de San Salvador, fundado por San Rosendo, en el año 936, es el principal monumento de la villa gallega de Celanova en la provincia de Orense; en la actualidad, y siendo de propiedad pública desde la desamortización del siglo XIX sirve como Ayuntamiento e Instituto.3
Se sitúa en el centro de la Comarca de Tierra de Celanova en la provincia de Orense, comunidad autónoma de Galicia, en la villa de Celanova, capital de la misma, a unos 25 kilómetros de Orense.4
Fue declarado Monumento Nacional en 19311y premio Europa Nostra en el año 1984.
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Declaración | 3 de junio de 1931 |
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El asedio de Lérida (en húngaro: Lerida ostroma) tuvo lugar en 942, cuando un grupo de guerreros húngaros llegaron en una incursión a través de Europa hasta el noreste de Al-Ándalus e intentaron tomar la ciudad de Lérida bajo control musulmán.
El asedio y otras incursiones[editar]
Un importante grupo de húngaros arribaron inesperadamente a los límites de la marca superior de Al-Ándalus en julio de 942. Instalaron su campamento junto al extremo superior de la ciudad de Lérida, desde el cual planificaron sus ataques y saqueos a las otras ciudades y aldeas de la marca superior. Apresaron al caíd musulmán de Barbastro y se aventuraron hasta territorio oscense.1
El asedio a Lérida duró ocho días, pero por falta de alimentos y forraje, así como por considerar difícil la victoria, los húngaros abandonaron el sitio de la ciudad y continuaron saqueando e incendiando aldeas. Entre los guerreros, hubo algunos que se convirtieron al islam, y el califa de Córdoba los empleó como su guardia personal. Alrededor de 943, las tropas musulmanas finalmente derrotaron en varias ocasiones a los merodeadores húngaros y muchos regresaron a su hogar, en las llanuras de Panonia.
El historiador hispanomusulmán Ibn Hayyan narró la razia de los magiares2 y atribuyó a esta incursión y a las dificultades que causó en Al-Ándalus la decisión de Ramiro II de León de romper la tregua que había firmado un año antes con Abd-al-Rahman III, algo que niegan modernos historiadores.
Ramiro III de León (961-Destriana, 26 de junio de 985) fue rey de León entre 966 y 985. Sucedió a su padre Sancho I en el trono a los cinco años de edad. A su muerte, le sucedió su primo Bermudo II con quien llevaba en guerra por la corona desde 981.
Ramiro III de León | ||
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Rey de León | ||
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Reinado | ||
966-985 | ||
Predecesor | Sancho I | |
Sucesor | Bermudo II | |
Información personal | ||
Nacimiento | 961 | |
Fallecimiento | 26 de junio de 985 Destriana, León | |
Entierro | Panteón de Reyes de San Isidoro de León | |
Familia | ||
Dinastía | Astur-leonesa | |
Padre | Sancho I de León | |
Madre | Teresa Ansúrez | |
Consorte | Sancha Gómez | |
Regente |
Biografía[editar]
Después del asesinato de su padre Sancho I de León1 por parte de cierta nobleza gallega —entre el 15 de noviembre de 966, la data de su último diploma, y el primero expedido por Ramiro III en Sahagún el 19 de diciembre del mismo año—,2 la regencia del reino quedó en manos de dos mujeres: su tía la infanta y monja Elvira Ramírez que hizo las veces de reina durante la minoría de edad del monarca,31 y su madre la reina Teresa Ansúrez, que después de enviudar profesó en el monasterio de San Pelayo de Oviedo donde llegó a ser abadesa.
Como rey, ratificó el tratado de paz con el califa al-Hakam II y nombró lugarteniente suyo a San Rosendo, que derrotó a los vikingos que desembarcaron en Galicia en 968.
En 975 tuvo que levantarse el asedio al castillo de San Esteban de Gormaz ante la llegada de refuerzos sarracenos. La grave derrota que supuso la retirada de las tropas leonesas, castellanas y navarras provocó una crisis política en León que llevó a la infanta Elvira a abandonar la regencia y dejarla en manos de la madre del rey.4
En 976 murió al-Hákam II dejando como heredero del califato a Hisham II de tan sólo once años. De la mano del nuevo califa, llegó Almanzor, nombrado visir a los pocos días de la investidura de Hisham. Entre finales de la década de 970 y principios de la de 980, Almanzor lanzó la primera aceifa por tierras del reino de León. Zamora, Rueda, Atienza, Sepúlveda entre otras cayeron en manos del caudillo musulmán.
La desafección de los nobles gallegos y portugueses hacia el rey de León, ya manifestada en tiempos de Sancho I, padre de Ramiro III, no menguó con la mayoría de edad de este. Un carácter difícil y las continuas derrotas sufridas de manos de los musulmanes no hicieron más que aumentar el desafecto. Finalmente, estos nobles, liderados por el conde Gonzalo Menéndez se rebelaron contra Ramiro III y proclamaron nuevo rey a Bermudo Ordóñez en el año 981.5 Bermudo era hijo de Ordoño III de León y, por tanto, primo de Ramiro III. Entre la primavera y el verano de 982, los partidarios de Bermudo ya se habían hecho con el control de Galicia y el 15 de octubre (o el 13 de noviembre)6 era coronado en Santiago de Compostela. El reino de León quedó dividido en dos: el territorio leonés propiamente dicho y Castilla se mantuvieron fieles a Ramiro III, mientras que Galicia y Portugal se pusieron del lado de Bermudo. A principios de 983 el ejército de Ramiro III se enfrentó al de Bermudo en Portilla o Portela de Arenas, cerca de Antas de Ulla, en tierras gallegas.7 El resultado fue incierto. Bermudo permaneció en Galicia y Ramiro III volvió a León, centrándose en defender el reino de los ataques musulmanes. Como muy tarde en la primavera de 984, las tierras del Cea y del condado de Saldaña reconocen a Bermudo como su rey.8 Aunque según el medievalista Justo Pérez de Urbel, García Fernández, conde de Castilla, se pasó al bando de Bermudo, el también medievalista Gonzalo Martínez Díez sostiene que Pérez de Urbel se basa en un documento apócrifo y que el conde castellano se mantuvo siempre fiel al rey Ramiro. La guerra entre ambos pretendientes no terminaría hasta que la muerte de Ramiro III en 985 dejara a Bermudo II como único soberano sobre todo el reino de León.
Muerte y sepultura[editar]
Falleció en Destriana, a unos 15 kilómetros sur de Astorga, el 26 de junio de 9858 y recibió sepultura en el monasterio de San Miguel en la misma localidad.9 Dos siglos más tarde, el rey Fernando II de León ordenó trasladar el cadáver de Ramiro III desde la iglesia de San Miguel de Destriana hasta la catedral de Astorga. En el siglo XVI se había perdido el rastro de su tumba, a pesar de que sospechaban que bien pudiera ser una de las dos que había en la capilla mayor y que se creía que contenían los restos de dos infantes.10
Durante el reinado de Alfonso V de León, los restos mortales del rey Ramiro III fueron trasladados a la iglesia de San Juan Bautista de León, que después pasó a llamarse basílica de San Isidoro de León, y fueron colocados en un rincón de una de las capillas del lado del Evangelio, donde también yacían los restos de otros reyes, como Alfonso IV de León, y no en el panteón de reyes de San Isidoro de León.11
Matrimonio[editar]
Contrajo matrimonio antes del 18 de octubre de 980, cuando aparece por primera vez en un documento fechado regnante rege Ranemiro una cum uxore sua Sanctia regina, con Sancha Gómez, hija de Gómez Díaz, conde de Saldaña, y de su esposa Muniadona Fernández, hija del conde de Castilla Fernán González,12 naciendo un hijo de este matrimonio:
- Ordoño Ramírez el Ciego, esposo de Cristina Bermúdez, hija de Bermudo II de León y la reina Velasquita Ramírez, matrimonio que da origen al más importante linaje de Asturias del siglo XI.
Sitio de Barcelona | ||||
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Parte de Reconquista | ||||
![]() Mapa de las aceifas de Almanzor | ||||
Fecha | 1-6 de julio de 985 | |||
Lugar | Barcelona, actual España | |||
Coordenadas | 41°24′07″N 2°10′00″ECoordenadas: 41°24′07″N 2°10′00″E (mapa) | |||
Resultado | Victoria califal | |||
Beligerantes | ||||
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Comandantes | ||||
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Antecedentes[editar]
El conde barcelonés Suniario I firmó la paz con el califa Abderramán III a cambio de someterse a su autoridad. Su hijo y sucesor, Borrell II, renovó su relación de vasallaje enviando embajadas a Córdoba en 950, 966, 971 y 974 ante este califa y su hijo y sucesor, Alhakén II.1
A diferencia de los arcaicos condados vecinos, Barcelona prosperó al controlar el comercio entre el Califato y el Imperio carolingio2 e incluso avanzó lentamente en la colonización cristiana de su frontera sur al no sufrir los embistes que padecían León o Navarra.3 Esto terminó cuando ascendió al poder el háyib Almanzor en 976.1
Ante el caos desatado por la muerte del anterior califa y el ascenso al trono de un niño, Hisham II, los cristianos aprovecharon para avanzar sobre la frontera musulmana. En Córdoba hubo quienes quisieron establecer una línea defensiva en el Guadiana y abandonar las tierras ubicadas al norte, como el regente visir Yáfar al-Mushafi.4 Pero ante las súplicas de los pobladores de la frontera, hubo quienes optaron por responder con agresividad, encabezados por el háyib.5 La superioridad militar, económica y cultural del Califato pronto se hizo patente6 y le permitió llevar «una auténtica política del terror» contra los Estados cristianos.7
Régimen amirí[editar]
Este se hizo con el poder de facto en el califato tras derrotar a su suegro, el general Gálib, en una breve guerra civil en 981. Por apoyar a su suegro, Almanzor decidió castigar al Reino de León centrando sus ataques contra él entre 981 y 986.8 Se produce una breve guerra civil en dicho reino en 982-985,9 entre el rey Ramiro III y su primo Bermudo II, la que es más una lucha entre «dos influencias»: la castellana de Ramiro y la portuguesa de Bermudo.10 Ramiro demostró ser un rey débil que no puede encarar la sublevación gallega ni la «semi-independencia» castellana.11 Su primo, vencedor y sucesor tampoco resultaría mucho mejor.12 Por estos ataques, la frontera cristiana se repliega hasta el norte del Duero.10
El háyib lanzó tres ataques específicamente al condado barcelonés, en 978, 982 y 984, al parecer allanando el camino para la gran expedición contra Barcelona.1314 Estos se centraron en Tarragona.15 En la primera aceifa hizo 3000 cautivas en Pamplona y la llanura de Barcelona16 y en la segunda devastó Gerona después de vencer a castellanos y navarros.17 De la tercera, la mayoría de los estudiosos dicen que fue hacia Sepúlveda aunque volvió por Barcelona.18
A pesar de esto, el condado siguió manteniéndose abierto al comercio con Córdoba, sin responder, pero el háyib necesitaba constantes campañas para mantener ocupado a su enorme ejército y pagarles con el botín.7
Organización del Califato[editar]
El Califato se dividía usualmente en coras (kuwar, singular kura) administradas por un gobernador civil (wali) nombrado por Córdoba, aunque solía ser miembro de la aristocracia local y formaba «una especie de gobierno califal en miniatura», pudiendo ejercer su gobierno con poca o ninguna interferencia exterior si lo hacía bien, «convirtiendo a su provincia en un pequeño estado autónomo».19 En las fronteras estaban las marcas (tugur, sing. tagr), territorios estaban más lejos de la capital y solían ser más difíciles de controlar.20 Mayores que una cora, pero con menos población y riqueza, sus habitantes vivían en ciudades fortificadas (qala). Sus gobernantes eran generales (qaid) poco sumisos, de ahí las constantes aceifas, no sólo eran para golpear a los cristianos sino también para intimidar a estos militares con capacidad de crear «principados independientes».21 Eran tres en el siglo X: la Marca Superior, con capital en Zaragoza, la Marca Media, con capital en Medinaceli, y la Marca Inferior, con capital en Coímbra o Coria.19
Asedio[editar]
El 5 de mayo de 985, Almanzor salió de Córdoba siguiendo la costa mediterránea con dirección a Tarragona. El conde le sale al paso para intentar detenerlo, pero es vencido.1 El ejército califal era demasiado grande y numeroso.7 Su señor, el rey franco Lotario, no quiso ayudarle, lo que indica la ruptura de la relación entre ambos.3
Las regiones catalanas de Panadés, Llobregat y Vallés fueron asoladas y los monasterios de San Cugat del Vallés, San Pablo del Campo y San Pedro de las Puellas, alrededor de la capital condal, son destruidos y sus comunidades masacradas,1 al parecer por degollamiento.13 En el de San Cugat del Vallés quedaron nueve monjes esperando su embate y todos son asesinados. En el de San Pedro de las Puellas todas las monjas y la madre abadesa son pasadas por las armas.7 Los campesinos de las comarcas vecinas buscaron refugio detrás de los grandes muros barceloneses.13 Venían de Moncada, Ripollet, Sardañola, Vilapicina y San Cugat.7
El 1 de julio Almanzor comienza el asedio.131 La primera embestida es rechazada.7 La reducida guarnición estaba comandada por el vizconde Udalardo.13 No se podía escapar por mar pues la flota califal tenía bloqueado el puerto. Entre tanto, almajaneques tiraban cabezas humanas en lugar de piedras, unas mil diarias según las crónicas de la época.722 Todo acaba el 6 de julio, cuando se produce un feroz asalto. La urbe es saqueada, los habitantes masacrados o llevados como esclavos a Córdoba. En el camino de retorno los musulmanes vuelven a saquear el territorio.13
El 23 de julio Almanzor volvió victorioso a Córdoba.23
Consecuencias[editar]
La invasión fue considerada un acontecimiento apocalíptico por sus contemporáneos.13 Tarragona acaba siendo abandonada.15 La posición procordobesa del conde se había demostrado fallida.24 Este quiso renovar su lealtad al rey franco Luis V a cambio de protección militar. Pero la crisis surgida por la extinción de la dinastía carolingia y su sustitución por los Capetos lo impidió.25 Borrell terminaría por romper su relación de vasallaje con el rey franco Hugo Capeto después que este le negara ayuda, proceso que se daría en los demás condados pirenaicos26 tras vivir sus propios ataques –Aragón en 999–.27
Prueba de la riqueza del condado fue su capacidad de pagar con monedas el rescate de los nobles prisioneros en los años siguientes.13 Entre ellos estaba el vizconde.23 Según las crónicas fueron 70 000 cautivos.2829
Almanzor inmediatamente volvió a centrar su atención en León (986-989) y Castilla (989-995) hasta lograr su sometimiento.30 En 997 destruye Santiago de Compostela.7 Pamplona renovó su vasallaje en 995 pero el háyib, a partir de 998, empezó a centrar su atención en Navarra30 y Aragón,31 saqueando ambos territorios al año siguiente.30 Murió en 1002 tras realizar 56 campañas sin nunca ser vencido.32
...hubo muy pocos lugares, prácticamente sólo la costa cantábrica, que se libraran de las expediciones del ejército cordobés.33
En 1003 el hijo y sucesor de Almanzor, Abd al-Málik al-Muzáffar, nuevamente atacaría las tierras catalanas, donde destruyó fortalezas en Panadés y saqueó Manresa.34 Tres años después devastaba los vecinos condados de Sobrarbe y Ribagorza.
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