SIGLO X EN ESPAÑA LITER
La cierva de Medina Azahara es un pequeño surtidor de agua de bronce, que está datado entre los años 950 - 1001 d. C. (siglo X), en época del Califato Omeya en la península ibérica, territorio llamado al-Ándalus.
Cierva de Medina Azahara | ||
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![]() Escultura | ||
Material | Bronce | |
Tamaño | 32 x 31 x 10 cm | |
Civilización | Califato de Córdoba | |
Procedencia | Medina Azahara,![]() | |
Fecha | Siglo X | |
Ubicación actual | Museo Arqueológico Nacional de España, ![]() |
Hallazgo e historia[editar]
La cierva-surtidor fue hallada por los arqueólogos en la antigua ciudad del califato de Córdoba, llamada Medina Azahara, fundada por el califa Abderramán III, y estaba situada a unos 5 km de Córdoba en dirección oeste.
La pieza está relacionada con otras dos similares encontradas en el siglo XVI entre las ruinas de Medina Azahara, una actualmente en el Museo Arqueológico y Etnológico de Córdoba y la otra en el Museo de Arte Islámico de Doha, en Catar.1
Conservación[editar]
La pieza se exhibe en el Museo Arqueológico Nacional de Madrid, con el número de inventario 1943/41/1.
Características[editar]
- Forma: cierva desproporcionada.
- Material: bronce.
- Estilo: fatimí
- Técnica: Sobredorado, fundición a la cera perdida, nielado y grabado.
- Altura: 32,3 centímetros.
- Longitud: 31,5 centímetros.
- Grosor: 10 centímetros.
Historia[editar]
Se supone que en el siglo X un taller de eboraria funcionaba en el monasterio de San Millán de Suso, al mismo tiempo que su scriptorium, el escritorio de San Millán, disfrutaba de gran fama. Los tres fragmentos provienen de este taller et datan entre 984 et 1001, año en que las tropas de Almanzor incendiaron el monasterio. Una cruz semejante está representada en el Codex Aemilianensis,3 un códice ilustrado, conservado en la Real Biblioteca del Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, que fue realizado en el escritorio de San Millán entre 992 y 994.
Descripción[editar]
Los dos brazos superior e inferior conservados en el Museo del Louvre y el brazo lateral del Museo arqueológico de Madrid tienen casi las mismas medidas, una altura de algunos 37 cm et una anchura máxima de 14 cm. Los brazos apartienen a una cruz patada, de estilo mozárabe.
Las perforaciones en las extremidades de los brazos servían possiblemente para fijar un montaje de orfebrería, los huecos del brazo inferior servían a fijar el asta, indicio de que se trataba de una cruz procesional.
Sobre los brazos escultados en marfil son representadas en los lados parejas de animales, enfrentadas y adosadas, de leones, de ciervos, de águilas y de grifos entremezcladas de motivos vegetales. El centro, probablemente dorado en el origen, ya no presenta ningún decoro.
La Fuente del Elefante es un surtidor de agua o aguamanil del siglo X perteneciente al esplendor del Califato de Córdoba. Actualmente se encuentra en el patio del Palacio Episcopal de Córdoba. Realizado en piedra caliza gris, estaba emplazada sobre un pilar cuadrado, del que aún resaltan las marcas de las patas del animal.
Historia[editar]
La ubicación original estaba en los alrededores de Santa María de Trassierra, cerca de los Baños de Popea, por lo que es muy probable que formara parte del acueducto de Valdepuentes o Aqua Vetus, que llevaba agua desde el manantial hasta Medina Azahara. Además, estas teorías apuntarían a que la fuente pudo formar parte de algún complejo palaciego de Abderramán III o de algún noble andalusí de época califal. Por lo tanto, sería un equivalente a la fuente del patio de los Leones o a la cierva de Medina Azahara. Según las pruebas del carbono 14, habría estado en utilización entre los años 982 y 1193.
Documentado ya en las Ordenanzas de 1884 con el nombre de Fuente del Caño-Escaravita.1 En 1988 fue trasladada al Palacio Episcopal de Córdoba para la futura inauguración del Museo Diocesiano un año después, debido a que dichos terrenos pertenecían al Obispado de Córdoba. Además existen dos réplicas: una en su emplazamiento original y otra en Santa María de Trassierra, ubicadas el 1 de diciembre de 2013 y realizadas por el escultor Martín Lagares.23
Leyenda[editar]
Manuel Pimentel en su libro Leyendas de Medina Azahara nos cuenta la leyenda de que siendo pequeño el alarife de Medina Azahara, Maslama ben Abdallah, oyó contar a un ermitaño de la sierra de Córdoba una historia según la cual, al no saber qué hacer los romanos con los elefantes que dejaron los ejércitos cartagineses en su huida, pues no les cabían en sus caballerizas, los subieron a pastar a la sierra. En una época de sequía tremenda el más viejo de los elefantes golpeando con su pata en el actual sitio donde mana el agua la hizo brotar.
Cuando Maslama, el alarife, estando ya al cargo de la construcción de Medina Azahara, subió un día a la sierra a la búsqueda de nuevos materiales para la ciudad palatina, se enteró de la muerte del ermitaño en el lugar cercano a la fuente, y mandó construir el elefante a uno de los escultores que trabajaban para él en Medina Azahara y así lo colocó en el lugar donde actualmente se halla, en memoria del ermitaño y de la leyenda que le oyó contar de pequeño.
Material | Piedra caliza gris | |
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Altura | 70 cm | |
Civilización | Califato de Córdoba | |
Procedencia | Cercanías de Santa María de Trassierra y los Baños de Popea | |
Fecha | Siglo X |
![]() | ||
Material | Marfil | |
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Civilización | Califato de Córdoba | |
Procedencia | Medina Azahara,![]() | |
Fecha | Año 968 |
Contexto[editar]
La urna fue hallada por los arqueólogos en el yacimiento arqueológico de la antigua ciudad del califato de Córdoba, llamada Madínat al-Zahra, (la ciudad de Zahra), fundada por el califa Abderramán III (Abd al-Rahman III al-Násir) en el año 936. La ciudad estaba situada a unos 8 km de Córdoba en dirección oeste. La obra recibe su nombre debido a que fue un regalo para al-Muguira, hijo menor del califa Abderramán III, fundador del Califato de Córdoba.
Abderramán III estuvo en el poder desde el año 912 hasta el 961. Durante los primeros veinticinco años de reinado se dedicará a restablecer el poder omeya en el territorio andalusí, encabezado por campañas, empezando por Córdoba hasta conseguir el restablecimiento del poder omeya en todo al-Ándalus. La victoria de Abderramán III implica que los Omeyas sigan disponiendo de amplios recursos humanos y económicos, pese a la fallida del sistema fiscal en manos de Abd Allah, abuelo de Abderramán III.2
El 15 de octubre de 961, después de cuarenta y nueve años de reinado, muere Abderramán III a los setenta años y lo sucede su hijo al-Hákam II, hermano de al-Muguira. El reinado de al-Hákam II (961-976) fue la época de apogeo de la influencia política, económica y sobre todo cultural de al-Ándalus dentro y fuera de la Península, supone la etapa más brillante de al-Ándalus tanto por la tranquilidad interna como por la protección hacia el exterior y el notable desarrollo cultural, científico y artístico, como la ampliación de la Mezquita de Córdoba.
Al-Hákam II, antes de morir, hizo jurar a los miembros del Estado a Hisham II, su hijo que sería el sucesor, en esos momentos solo tenía once años. Después de su muerte en el 976, se produce una conspiración respecto a la sucesión. Los altos funcionarios dieron apoyo a la elección de al-Muguira, hermano pequeño de al-Hákam II, en estos momentos tenía veintisiete años como sucesor.
Finalmente el primer ministro Hayib Yá‘far ibn Uthmán al-Mushafi, el general Gálib y otros miembros de la corte entre los cuales estaba Muhámmad ibn Abi ‘Ámir (futuro Almanzor) se aliaron, asesinando a al-Muguira, imponiendo así como a sucesor a Hisham II.
Técnica[editar]
La píxide de al-Mughira tiene un gran valor económico debido a que esta elaborada con marfil; es una sustancia de escasa dureza, similar a la consistencia de una madera dura. Es una materia prima obtenida de los colmillos de elefantes mayoritariamente, pero también de otras piezas como huesos de hipopótamos o morsas.3
El marfil permite obtener calidades como la dureza y el brillo, eso hace que sea un material noble, además en el continente europeo había gran dificultad en conseguir este material que se tenía que importar del continente africano, comportando un incremento del valor económico que solo tenían a su alcance las clases altas. Se desconoce el comitente de la pieza, pero se puede intuir que la persona que lo encargó tenía un gran poder adquisitivo.
La píxide fue tallada probablemente por el maestro Halaf, en el año 968, y destaca por su increíble detalle y finura en la ejecución, contiene inscripciones cúficas y dibujos de jinetes a caballo, un músico tocando un laúd, palmeras, flores de loto, cetreros con sus halcones, dos leones etc.; se desconoce el uso concreto que se le dio a esta urna, aunque se cree que pudo contener perfumes, o joyas.
Desde el año 1898, la pieza se exhibe en el Museo del Louvre de París, Francia quien la adquirió de la antigua Colección Riano.
Características[editar]
- Material: marfil de elefante.
- Espesor de la pared: 1,8 cm.
- Inscripciones hechas con incisiones de 1,5 cm de profundidad.
- Se abre y se cierra mediante dos charnelas o bisagras.
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