SIGLO XI EN ESPAÑA
Semuel ibn Nagrella, más conocido como ha-Naguid (en hebreo: שמואל הלוי בן יוסף הנגיד, transliterado: Shmuel ha-Levi ben Yosef ha-Nagid; en árabe, أبو إسحاق إسماعيل بن النغريلة, transliterado: Abu Ishaq Ismail bin Naghrillah), (Mérida, Badajoz, 993 - 1055), fue un poeta y un filósofo judío de Al-Ándalus que llegó a alcanzar el cargo de visir en el reino taifa de Granada, lo que le convirtió en el dirigente efectivo del reino.
Biografía[editar]
Llamado por sus contemporáneos Ha-Naguid, el Príncipe, nace en Mérida y se educa en la ciudad de Córdoba para más tarde, a consecuencia de la invasión de tropas africanas de 1013, emigrar a Málaga, donde enseña caligrafía árabe. En 1020 actuaba de secretario (kátib) del rey zirí de Granada. En 1027 fue investido con el título de Naguid o príncipe de las aljamas judías del reino y en el mismo año fue nombrado visir de del rey Habús ben Maksan de Granada. En 1038 actúa como general de los ejércitos de su hijo mayor, el rey Badis ben Habús, luchando por espacio de veinte años con las taifas vecinas: Sevilla, Málaga, Almería y Carmona.
Protegió incansablemente la ciencia judía y las escuelas talmúdicas y emprendió una ambiciosa tarea erudita y literaria, especialmente interesada por el talmudismo y la gramática; sostuvo polémicas sobre los errores del islamismo.
Tras su muerte debido a un infarto, lo sucedió en el cargo de visir su hijo, Yosef ibn Nagrela.
Obra[editar]
Fue un gran poeta elegíaco, lamentando la ausencia de parientes y amigos y la inestabilidad de las cosas humanas, así como los horrores de la guerra. Casi todas sus composiciones destacan por su elevación moral y filosófica, cercana en ciertos aspectos a la poesía de este género escrita muchos años después por Quevedo. Su obra literaria se recoge, en su mayor parte, en Divan, e incluye composiciones poéticas en hebreo con marcada influencia de temas y formas árabes. Entre sus obras poéticas destacan Ben Tehillim (Nuevos Salmos); Ben Michlé (Nuevos Proverbios) y Ben Qohélet (Nuevo Eclesiastés), todas ellas, como sus títulos indican, de inspiración bíblica. Escribe asimismo en prosa Introducción al Talmud, El libro de la riqueza. Cultiva también la poesía profana, de temática variada que comprende desde composiciones militares y políticas hasta poemas amorosos y elegías. Es la figura principal de la espléndida novela histórica del malogrado Felipe Romero El mar de bronce, donde se reconstruye su rivalidad con Salomón ibn Gabirol.
Como otros grandes poetas de su época (entre los que se cuentan grandes rabinos y eruditos de la época, líderes de la comunidad como Ibn Gabirol, Moses ibn Ezra o Yehudah Halevi), ibn Nagrella cultivó la poesía homoerótica,2 género que era habitual tanto entre los poetas hispanohebreos del «Siglo de Oro» de la literatura hispanohebrea como entre sus coetáneos musulmanes.
Nazhun al-Garnatiyya bint al-Qala'iyya (siglo XI) fue una cortesana y poetisa granadina.
Biografía[editar]
Nazhun fue conocida por sus extravagantes versos, su aprendizaje y su baja condición social (posiblemente fue una esclava). Aunque ha llegado muy poco de su trabajo hasta nuestros días. Entre las poetisas medievales andalusíes, solo es superada por su contemporánea Hafsa bint al-Hajj al-Rakuniyya en la cantidad de su obra conservada; ella sobresale entre los poetas masculinos y aristócratas que la rodeaban por su ingeniosa invectiva. En palabras de Marga Segol "Como regla general, Nazhun representa a su cuerpo de forma que interrumpe las estrategias convencionales para el control de la expresión y de la sexualidad, y las protestas de la comercialización del cuerpo de las mujeres"1
En la traducción de AJ Arberry, una de sus diversas réplicas se describe así:2
Ejemplo[editar]
Esta historia viene de El libro de las banderas de los campeones de Ibn Saʿid al-Magribī:
[LXXXII]34 نزهون بنت القلاعيّ | LXXXII Nazhūn bint al-Qalāʿi.5 |
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لها نَوادِرُ مَشْهورة ؛ وهي الّتي قالت لابن قُزمان الزجّال ؛ وقد رأَتْهُ بِغِفارة صفراء : "أَصْبَحْتَ كبَقَرةِ بَني إِسرائيل ، ولكنْ لا تَسُرُّ النََّاظرين"، | Suyos son muchos célebres rasgos de ingenio, y ella es la que dijo a Ibn Quzmān, el de los zéles, al verle cubierto con una capa amarilla: "Pareces la vaca de los israelitas, sólo que tú no rogocijas a los que te miran." |
وأخبرني والدي أَنّ الكُتنديّ الشاعر دخل يوماً على المَخْزُوميّ الأَعْمى وهي تَقْرأُ عليه ، فقال له: أجزْ | Mi padre me contó que al-Kutandī, el poeta, entró un día a ver a al-Majzūmī el ciego, a la sazón en que Nazhūn estaba dando lección con él; y dijo al-Kutandī al ciego: Termina este verso [kāmil]: |
لَو كُنْتَ تُبْصِرُ مَنْ تُكَلِّمُهُ | [156] Si pudieses ver a la persona con quien estás hablando... |
فأطاَل الفِكر فلم يأت بشيءٍ ، فقالت | El ciego estuvo pensando largo rato sin atinar a completarlo, y entonces Nazhūn lo continuó de este modo: |
لَغَدَوْتَ أَخْرَسَ مِن خَلاخِلِهِ البَحْرُ يَطْلُعُ في أَزِرَّتِهِ * وَالغُصْنُ يَمْرَحُ في غَلَائِلْهِ | ... te quedarías mudo al ver la belleza de las ajorcas que adornan sus tobillos. La luna de su rostro aparece entre sus velos; la rama de su cuerpo se lozanea entre sús túnicas. |
وكتبَ لها أَبو بكر بنُ سَعيد صاحِبُ أَعْمال غَرْنَاطة وهو عَمّ جَدّ المَمْلُوك | Abū Bakr ibn Saʿīd, visir de Granada, tío del abuelo del autor de este libro, escribió a Nazhūn estos versos [muŷatt]: |
يا مَنْ لَهُ ألفُ شَخْصٍ * مِنْ عاشِقٍ وعشيقِْ أَراكَ خلّيتَ للِنَّا....... * ....سِ سَدََّ ذاكِ الطّريقِْ | [157] ¡Oh, tú que tienes un millar de enamorados y de amantes! Veo que has dejado ese camino libre para todo el mundo. |
فأجابتْه | Y ella le respondió [ṭawīl]]: |
حَلْلتَ أَنا بكْرٍ مَحلًّاً مَنَعتُه * سِواكَ وهلْ غَيْرُ الحبيبِ لَهُ صَدْرِي وإن كانَ لِي كمْ من حَبيبٍ فإنَّما * يُقَدِّمُ أَهْلُ الحَقِّ فَضْلَ أَبي بَكْرِ | [158] Tú ocupas, Abū Bakr, un lugar en mi corazón que a todos los demás he negado, porque ¿acaso he de abrir mi pecho a quien no sea amigo? Aun cuando tuviera tantos amantes como dices, ya sabes que los buenos musulmanes ponen siempre en primer lugar la gloria de Abū Bakr. |
Biografía[editar]
De su vida solo sabemos con certeza que su actividad literaria se desarrolló entre 1050 y 1080 en la corte taifal de los reyes de Zaragoza, donde las ideas místicas musulmanas que Al-Kirmani había traído de Oriente, de carácter sincrético y neoplatónico, expuestas en la Enciclopedia de los hermanos de la pureza, tuvieron gran aceptación. Es posible que ejerciera el cargo de dayyan (juez) de la comunidad judía zaragozana. Escribía tanto en árabe como en hebreo, al igual que otros muchos escritores hispano-judíos.
En sus composiciones poéticas, todas de carácter religioso, manifiesta un sentimiento sincero y profundo, pero desde el punto de vista formal, no siempre alcanza gracia y ductilidad poéticas. Compuso sus poesías hebreas ajustándose a la métrica árabe, según la moda impuesta en el s. X por Dunas ben Labrat.
Su fama no se asienta en sus poesías, sino en su obra en prosa, resumida al final en unos pocos versos. No se le conoce más que esta obra, escrita en árabe bajo el título de Kitab al-hidaya 'ila fara'id al.qulüb (Libro de la guía respecto a los deberes de los corazones) conocida como Los deberes de los corazones. En 1161 Yehudah ben Tibbon tradujo al hebreo el primer capítulo y Yosef Qimhi los nueve restantes; después, el mismo ben Tibbon tradujo los nueve que le quedaban y el hijo de Yosef, David Qimhi, el primero. Más tarde la Guía de los deberes de los corazones se tradujo al judeoespañol (ladino), al portugués, al judeoárabe y al yidis, lo que prueba la enorme difusión que tuvo esta obra de ascética entre los judíos.
Si bien se ha comparado a Ibn Paquda con Tomás de Kempis, hay que hacer la distinción de que Paquda no se dirige al monje o al que hace vida apartada del mundo, sino al hombre corriente inmerso en la vida cotidiana. Sus ideas ascéticas deben mucho a la mística musulmana y se asemejan a las de Algazel, pero ello se debe a que ambos se inspiraron en una obra atribuida falsamente al escritor árabe al-Yahiz, en realidad perteneciente a un teólogo cristiano oriental del s. IX que escribía en árabe. La tesis fundamental de la obra es la distinción entre los actos externos religiosos y los internos e íntimos, los de los corazones, que son los que tienen verdadero valor. Aunque cita las autoridades rabínicas, su modelo literario y filosófico está en la literatura ascética musulmana (zuhd). Los deberes de los corazones es obra de carácter práctico y ascético, iniciada con una meditación sobre la unicidad de Dios y terminada en una explosión de amor divino. Pero no hay éxtasis o aniquilamiento de la persona en Dios. Sus vías son sólo, conforme a la tradición judía, la purgativa y la iluminativa.
Hasan Rashid
Hasan Rashid | ||
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![]() Extracto del capítulo sobre Villena de Al-Mugrib fī ḥulā al-Magrib, en el que se habla de Hasan Rashid | ||
Información personal | ||
Nombre en árabe | أبو الحسن راشد بن سليمان البلياني | |
Nombre en árabe | Abū l-Ḥasan Rāxid ibn Sulaymān al-Bilyānī | |
Nacimiento | Siglo XIjuliano Villena (España) | |
Fallecimiento | Siglo XIjuliano Murcia (España) | |
Lengua materna | Árabe | |
Información profesional | ||
Ocupación | Poeta y secretario | |
Abū l-Hasan Rāshid ibn Sulaymān al-Bilyānī (en árabe أبو الحسن راشد بن سليمان البلياني) fue un poeta andalusí del siglo XI. Se considera que nació en Villena (Alicante), aunque no se sabe con total seguridad. Escribió tanto prosa como poesía.1 Asimismo, fue secretario del emir de Murcia, Abu Abd al-Rahman Ibn Tahir,2 que también compuso poesía. Aunque no hay datos respecto a su fallecimiento, se presume que ocurrió en Murcia.
De su obra tenemos estos dos fragmentos, recogidos en Al-Mugrib fī ḥulā al-Magrib de Ibn Sa'īd al-Magribī:3
واصلْ نواكَ فإني
أَغناني اللهُ عَنْكاSigue tu destino pues a nosotros
nos enriqueció Dios por ti
صَوَّرْتُ عنديَ شخصا
فكان آنَسَ منْكاImaginé conmigo a una persona
que fue amable contigo
Romaiquía (nombre españolizado de al-Rumaikiyya) fue una poetisa andalusí del Siglo XI, esposa del rey Motamid de Sevilla (españolización de Al-Mu'tamid).
Biografía[editar]
Al-Rumaikiyya, según las deducciones de Eduardo Saavedra habría nacido entre 1045 y 1047, ya que la fecha de su nacimiento se desconoce, la de su muerte también aunque Saavedra la estima en 1091 a 1095.
Era de humilde condición y servía a un musulmán sevillano llamado Jachach, que la empleaba en conducir bestias de carga. Un día el príncipe Motamid, hijo del rey Al-Mutádid, la vio en la calle y tan prendado quedó de su talento y hermosura, que la rescató en el acto y la hizo su esposa, con gran disgusto su padre el rey, que sin embargo, no tardó en dejarse conquistar por Romaiquía, sobre todo después de haberle dado un nieto.
Romaiquía, a pesar de su humilde cuna, supo ganarse su papel como reina, aun en una corte tan fastuosa como la de Sevilla, cuando su marido sucedió a su padre. Ella correspondió al amor que le tenía su esposo, y éste no hubo capricho de su esposa que no cumpliera, hasta el punto de que los súbditos hubieron de manifestar su descontento. Esta pasión mutua se tradujo en inspirados y sentidos versos que se dirigían los dos esposos, pero de los de Romaiquía no queda más que una poesía. Además de a la poesía, se conserva una inscripción en el Museo Arqueológico de Sevilla acredita que a ella se debe la construcción de la torre de la mezquita que había en el lugar que ocupa hoy la Iglesia de San Juan de la Palma y tal vez fuera obra suya toda la mezquita. Es de suponer que en su largo reinado llevara a cabo otras obras.
Destronado Motamid por Yusuf, fue conducido con su esposa e hijos a una fortaleza de Agmat, en el actual Marruecos, donde se supone que murió Romaiquía, cuya desgraciada suerte fue llorada por sus contemporáneos. De los diversos hijos que se mencionan de este matrimonio se saben los nombres de Abbad, Arradi y Almamaún, muertos en la guerra; Arraxid, designado sucesor al trono después de la muerte de Abbad; Almotab, Arrebí, Abuhaxem y Boteina, quién según los historiadores, se pareció a su madre en la belleza y en la inspiración poética.
Posiblemente fue madre también de Abu Nasr al-Fath al-Ma'mun, casado con Zaida, que tras enviudar fue amante y supuestamente esposa de Alfonso VI de Castilla.
Literatura[editar]
La relación Al-Mutamid y Rumaikiyya fue la fuente de numerosas historias, como la que aparece en el Libro de los ejemplos del Conde Lucanor y de Patronio, cuento XXX, De lo que aconteció al rey Abenabed de Sevilla con su mujer, Ramaiquía, obra de Don Juan Manuel.
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