SIGLO X EN ESPAÑA
Abd al-Rahmán ibn Muhámmadnota 1 (en árabe, عبد الرحمن بن محمد) (Córdoba (Qurṭuba), 7 de enero de 89142-Medina Azahara, 15 de octubre de 96156), más conocido como Abderramán III, fue el octavo y último7 emir independiente (912-929) y primer8 califa omeya de Córdoba (929-961), con el sobrenombre de al-Nāṣir li-dīn Allah (الناصر لدين الله),6 «aquel que hace triunfar la religión de Dios» ('de Alá'). Mestizo hispanoárabe pues era hijo de la cautiva Muzna o Muzayna (Lluvia o Nube),9 el califa Abderramán vivió setenta años y reinó cincuenta.10 Fundó la ciudad palatina de Medina Azahara, cuya fastuosidad aún es proverbial, y condujo al emirato cordobés de su nadir al esplendor califal. Dedicó gran parte de su reinado a acabar de someter el territorio del emirato, desgarrado por numerosas rebeliones, mediante una mezcla de persuasión, prebendas y fuerza.7
De él dijo su cortesano Ibn Abd Rabbihi que «la unión del Estado rehízo, de él arrancó los velos de tinieblas. El reino que destrozado estaba reparó, firmes y seguras quedaron sus bases (…) Con su luz amaneció el país. Corrupción y desorden acabaron tras un tiempo en que la hipocresía dominaba, tras imperar rebeldes y contumaces». Bajo su mandato, Córdoba se convirtió en un verdadero faro de la civilización y la cultura, que la abadesa germana Hroswitha de Gandersheim llamó «Ornamento del Mundo» y «Perla de Occidente».
La Crónica anónima de al-Nasir resume así su reinado:
Conquistó España ciudad por ciudad, exterminó a sus defensores y los humilló, destruyó sus castillos, impuso pesados tributos a los que dejó con vida y los abatió terriblemente por medio de crueles gobernadores hasta que todas las comarcas entraron en su obediencia y se le sometieron todos los rebeldes.
En el 929 desafió la autoridad religiosa de las dinastías rivales de fatimíes y abasíes y se proclamó califa.7 El periodo califal (929-961) fue el más brillante de su reinado: logró someter a las marcas fronterizas a su autoridad, derrotar en diversas ocasiones a los fatimíes en el Magreb —aunque no eliminar esta amenaza— y dominar a los Estados cristianos del norte de la península, a pesar de los descalabros militares, en especial la grave derrota en Simancas.11 Si durante los veinte primeros años de su reinado mantuvo una intensa actividad militar, tras la derrota de Simancas no volvió a participar en persona en las campañas.12 El califato, convertido en un importante Estado a finales del reinado de Abderramán, mantuvo relaciones diplomáticas con el Imperio bizantino y el Sacro Imperio Romano Germánico.nota 211
Derrotado en la batalla de Simancas por Ramiro II de León (939), fue incapaz de reducir a los reinos cristianos del norte de España. A su muerte dejó por legado un poderoso califato forjado por la fuerza de las armas, uno de los Estados más poderosos del Occidente europeo, que, sin embargo, se derrumbó en poco más de medio siglo.
Abderramán III | ||
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Emir de Córdoba Califa de Córdoba | ||
![]() | ||
Emir de Córdoba | ||
16 de octubre de 9121-16 de enero de 929 | ||
Predecesor | Abd Alláh | |
Sucesor | Proclamación del Califato | |
Califa de Córdoba | ||
16 de enero de 929-15 de octubre de 961 | ||
Predecesor | Él mismo, como Emir de Córdoba | |
Sucesor | Alhakén II | |
Información personal | ||
Nombre secular | ‘Abd al-Rahmān ibn Muḥammad al-Nāṣir li-Dīn Allāh الناصر لدين الله عبد الرحمن بن محمد | |
Nacimiento | 7 de enero de 8912 Córdoba | |
Fallecimiento | 15 de octubre de 961 (70 años) Medina Azahara (Córdoba) | |
Entierro | Rawda del Alcázar andalusí de Córdoba | |
Familia | ||
Casa real | Dinastía Omeya Dinastía Íñiga | |
Consorte |
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Descendencia |
Juventud[editar]
Nacimiento y ascendencia[editar]
El futuro emir Abderramán —en árabe, «siervo de Dios»—, tercero de su nombre y octavo de la dinastía ibérica,13 era nieto de Abdalá I,6714 séptimo emir independiente de Córdoba,6 descendiente de los omeyas que antaño habían regido el Califato de Damasco (661-750) y cuyo poder se había restablecido en la península ibérica.15 Nació el 7 de enero del 891.1617 Era hijo de Mohamed, primogénito de Abdalá,18 y de Muzna2 o Muzayna (que significa lluvia o nube), una concubina cristiana probablemente de origen vascón2 que pasó a ser considerada una umm walad o «madre de infante» por haber dado a su señor un hijo.19202117 Una de sus abuelas, Onneca —compañera de Abdalá—, era también de origen vascón, pues era hija de un caudillo pamplonés, Fortún Garcés.2223217 Así, su origen era principalmente hispanovasco y solo en una cuarta parte árabe.23 Abderramán nació el 7 de enero del 891.1520 Se convirtió pronto en el nieto favorito de su abuelo el emir.1524
Nombre[editar]
El nieto del emir cordobés recibió el nombre de Abderramán y la kunya de Abul-Mutarrif, los mismos que tuvieron su tatarabuelo Abderramán II y el fundador del emirato omeya en al-Ándalus, Abderramán I.32526 El nombre Abd al-Rahman significa «el siervo del Dios misericordioso», y Mutarrif quiere decir, entre otras cosas, «el combatiente o héroe que ataca valientemente a los enemigos y los rechaza», en suma «caballero noble», «distinguido» y «campeón».27 La kunya Abul-Mutarrif, impuesta a un niño que recibía intencionadamente el nombre de Abd al-Rahman podría entenderse como una esperanza de que fuera un campeón al servicio de Dios y restaurara el poder de la declinante dinastía omeya.28
Asesinato de su padre, infancia y juventud[editar]
Veinte días después del nacimiento de Abderramán,2 el infante Muhámmad murió asesinado17 a manos de su propio hermano, Al-Mutarrif.15321 Al parecer, el emir había escogido a Muhámmad como heredero por sus méritos pero,29 sospechando que conspiraba contra él confabulado con el rebelde Omar ibn Hafsún, lo mandó encerrar.33018nota 3 Poco antes o poco después de su liberación, Abd Allah permitió que Mutarrif asesinase a golpes29 a Muhámmad,30 muerte que justificó por la rebeldía de este.331 En el 895 y tras varios años como persona de confianza de Abd Allah, Mutarrif corrió la misma suerte: sospechoso de traición a ojos del emir, fue asesinado.3242932
En cualquier caso, la primera infancia de Abderramán III debió de transcurrir en el harén de su abuelo, el emir Abdalá, conviviendo con su madre y sus tíos menores de edad, con las esposas y concubinas de su abuelo y con un buen número de servidores, esclavas, amas de cría, comadronas y eunucos.3329 Al frente del harén en un momento determinado estuvo su tía, llamada al-Sayyida, es decir, la Señora, hermana uterina del infante Mutarrif, el asesino de su padre.34 Se encargó esta infanta de la crianza y educación de Abderramán; lo trató con bastante rigor, y llegó a maltratarlo.34nota 4 En todo caso, Abderramán llevó una juventud silenciosa, entregado a los estudios.1 Al ascender al trono, su experiencia militar y administrativa era prácticamente nula.1 Pese a esto, su abuelo lo había escogido para sucederle por sus dotes: era inteligente, confiado, tenía temperamento y gusto por las tareas de Estado.717
Características de Abderramán y vida familiar[editar]
Aspecto y temperamento[editar]
Físicamente se lo describió como atractivo, de piel blanca, pelo rubio rojizo y ojos azules oscuros,2317 corpulento y relativamente bajo17 —tenía las piernas cortas—.1520235 Se teñía2 la barba de negro,35 para parecer más árabe.2023
… Y en todo este tiempo, he contado los días de pura y genuina felicidad que he vivido: montan un total de catorce… No cifréis por tanto vuestras esperanzas en las cosas de este mundo. —Abderramán III. |
De carácter cortés, benévolo y generoso,2 inteligente y perspicaz,2 con intensos escrúpulos morales, se lo tachó asimismo de inclinado a los placeres —en especial a la bebida— y dispuesto a usar de extrema crueldad para con sus enemigos.36 Todos los cronistas árabes subrayaron sus virtudes: su sagacidad y diplomacia, su firmeza e intrepidez, su liberalidad y generosidad, sus notabilísimos conocimientos en derecho musulmán y en otras disciplinas.35 Era además un excelente poeta y un orador elocuente.37 Las cronistas relataron minuciosamente sus obras en defensa de la ortodoxia islámica y condena de la herejía, como la persecución de los seguidores de Ibn Masarra y su generosidad con los parientes de un loco que quiso matarlo.38 Según Ibn Idari, Abderramán III redactó una especie de diario en el que hacía constar los días felices y placenteros marcando el día, mes y año.38 Pero en su larga vida tan solo quedaron reflejados en ese diario catorce días felices.38
Adoptó el protocolo y la pompa palaciega de bizantinos y abasíes.3539 Puntilloso en el recargado protocolo que percibía como esencial para la majestad de su cargo de califa era, por otra parte, llano en el trato cotidiano.331 Era poco devoto, nada fanático y fue el omeya cordobés más tolerante en asuntos religiosos de todos los que ocuparon el cargo califal, lo que permitió que algunos cristianos y judíos desempeñasen destacados papeles durante su reinado.331 Ambos grupos religiosos prosperaron durante su reinado y le fueron en general fieles.1
Sin embargo, el califa también tenía numerosos defectos. Apasionado por el lujo y la pompa, fue censurado públicamente por el cadí Mundir ibn Said al-Balluti, porque dejó de cumplir sus deberes religiosos en la mezquita aljama tres viernes seguidos cuando dirigía con entusiasmo las obras del «Gran Salón del Califato» en Medina Azahara, cuyos muros quiso revestir de oro y plata.37 También abusaba de la bebida; en una ocasión, estando borracho, amenazó de muerte a Muhámmad ibn Said ibn al-Salim, que se había enriquecido en el ejercicio de cargos públicos, si no hacía un donativo importante para contribuir a los gastos estatales.37 El atemorizado Ibn al-Salim se turbó tanto que se emborrachó hasta el punto de vomitar junto al califa, el cual, caritativamente, le sujetó la cabeza y le ayudó a limpiarse. Días después de la fiesta entregó a su señor cien mil dinares en monedas de plata.37 Al-Nasir aceptó la prueba de sumisión, y siguió proporcionándole altos cargos y beneficios hasta su muerte.
A veces le gustaba divertirse a costa de sus visires azuzando a unos contra otros, y era capaz de completar espontáneamente los versos en romance empleando el metro y la rima del verso clásico árabe.37 Era bilingüe.37
Cuando tenía un capricho no le importaba pisotear los derechos de sus súbditos. Se sabe que en cierta ocasión quiso comprar un terreno para una de sus favoritas y le gustó la casa que habían heredado unos niños huérfanos, que como tales estaban bajo la tutoría del cadí Mundir ibn Said.35 Abderramán ordenó al albacea que se la tasase a la baja, para adquirirla a menor precio.37 El cadí se opuso a ello, echando en cara a Abderramán su actitud.40
Las mismas fuentes árabes se hacen eco de su crueldad.38 En ocasiones podía ser sanguinario y despiadado.38 Verbigracia, quiso ver con sus propios ojos la muerte de su hijo sublevado Abdalá, y lo mandó ejecutar en el salón del trono, en presencia de todos los dignatarios de la corte, para escarmiento general.38 Según Ibn Hayyan, llegó a hacer colgar a los hijos de unos negros en la noria de su palacio como si fueran arcaduces hasta que murieron ahogados, e hizo cabalgar a la «vieja y desvergonzada bufona Rasis» en su cortejo, con espada y bonete —símbolos del Ejército y de la judicatura— para escarnecer a su gente.4138 Su brutalidad con las mujeres del harén era notoria.4238 Estando borracho un día, a solas con una de sus favoritas de extraordinaria hermosura en los jardines de Medina Azahara, quiso besarla y morderla, pero ella se mostró esquiva e hizo un mal gesto.4338 Esto encolerizó al califa, que mandó llamar a los eunucos para que la sujetaran y quemaran la cara, de modo que perdiera su belleza.4338 Su verdugo Abu Imran, que no se separaba de su amo, fue requerido por Abderramán III cuando pasaba la velada bebiendo con una esclava en el Palacio de la Noria.4338 La hermosa joven estaba sujeta por varios eunucos y pedía clemencia mientras el califa le contestaba con los peores insultos.4338 Siguiendo las órdenes de su señor, el verdugo decapitó a la joven y recibió en premio las perlas que se desparramaron del magnífico collar de la concubina, con cuyo valor se compró una casa.4344 Ibn Hayyan remata los ejemplos de crueldad de Abderramán contando que el califa utilizaba los leones que le habían regalado unos nobles africanos con los condenados a muerte, aunque al final de su vida prescindió de ellos, matándolos.4145
Esposas e hijos[editar]
Tres fueron sus principales esposas: la primera Fátima, libre e hija de un tío abuelo de Abderramán; Maryan, esclava de origen cristiano y madre del sucesor al trono Alhakén II 46; y Mustad, su última favorita una vez fallecidas las dos primeras.47
Fatima al-Qurasiyya era hija de su tío abuelo el emir al-Mundir;48 debido a su rango llevaba el título de al-Sayyida al-Kubra, «la Gran Señora».4945 Fue la primera y única libre de entre sus esposas.48 Su abuelo Abd Allah había sido su tutor,45 por lo que se supone que se conocían desde la infancia, pasada en común en el alcázar cordobés.49 El casamiento se produjo cuando Abderramán fue nombrado emir.49
Maryam, Maryan, Maryana o Muryana era una esclava de origen cristiano, circunspecta e intrigante.50 En las disputas entre Fátima y Maryan por el favor del califa, la segunda se alzó con el triunfo y Abderramán acabó por abandonar a la primera.47 Se afirma que Maryan se ganó el puesto favorita del emir gracias a un ardidː compró a Fátima una noche con Abderramán y, a continuación, le contó a este cómo su esposa había aceptado dinero por permitir que la sustituyese.4951 Convertida en favorita de su señor, recibió grandes cantidades de dinero, que empleó en parte en obras piadosas —entre ellas, la construcción y mantenimiento de una mezquita—.5251 Manumitida al tener hijos con el emir, le dio cinco en total, dos mujeres y tres varones, incluido Alhakén II.5351 Fue la favorita de Abderramán durante gran parte de su reinado y falleció antes que este.54
Mustaq fue la favorita del califa en los últimos años de su vida y le dio el último de sus hijos, al-Mughira —asesinado más tarde durante el ascenso al trono de Hisham II, del que se consideraba podía ser rival—.555345
Se conoce a otra mujer del emir, posible concubina, aunque no su nombre:53 la hermana de Nayda ibn Hussein (un maula que llegó a jefe del ejército gracias al parentesco y a su habilidad),56 de oficio lavandera,56 a la que vio junto a un río; se la conoce con la kunya de Umm Qurays, «la Madre de Qurays», por ser la madre de los qurayshíes —miembros del clan de Mahoma, por serlo el padre, Abderramán—.5745
La célebre historia de la concubina al-Zahra, que presuntamente habría incitado al califa a fundar la ciudad de Madinat al-Zahra, parece pura leyenda creada muy posteriormente, para explicar la etimología de la ciudad residencial de Abderramán III.45nota 5
Abderramán tuvo en total dieciocho o diecinueve hijos varones y dieciséis hijas.5960 De los varones solo once o doce llegaron a adultos.5360 Los varones, por orden de nacimiento eran: su sucesor al-Hakam —nacido el 2046 de enero del 915 y heredero desde el 921—,61 al-Mundir, Abd Allah, Ubayd Allah, Abd al-Yabbar, Sulayman, Abd al-Malik, Marwan, al-Asbag, al-Zubayr y al-Mughira.60nota 6 Cinco de ellos le sobrevivieron: el califa Alhakén II, con cuarenta y seis años, y los infantes Abd al-Aziz, al-Mundir, al-Asbag y al-Mughira.63 Este último tenía entonces unos diez años de edad.63 Entre sus hijas por lo menos le sobrevivió Hind,nota 7 que recibió el sobrenombre de Ayuzal-Mulk «La Anciana del Reino», por su extraordinaria longevidad, pues murió cuarenta y nueve años después de hacerlo su padre.63 Tanto Hind como la infanta Wallada eran hermanas uterinas de Alhakén II.63 Otras dos hijas recibieron los nombres de Saniya y Salama.63
A imitación de su antepasado el emir Muhámmad, no permitió que los hijos varones, a excepción del heredero y del benjamín, residiesen en el alcázar real pasada la infancia, para evitar las conspiraciones.59 Al crecer, se los enviaba a lujosas residencias y se les concedían asignaciones para que pudiesen vivir opulentamente, pero no se les conferían cargos de poder, ni en la capital ni en las provincias.596465
Alhakén aparece ya a los cuatro años designado como heredero —tras la muerte en el 915, el de su nacimiento, del primogénito Hisham—, y quedó en representación de su padre en el Alcázar cordobés cada vez que este salía de campaña en los primeros años de reinado; luego empezó a acompañarlo en sus expediciones militares.616667 A los doce años, llegó a estar al frente de las tropas, por orden paterna.61 En el 941, se le nombró responsable de la recaudación, del Tesoro califal y de la acuñación de moneda.61 La designación de Alhakén como heredero tuvo, sin embargo, penosas consecuencias personales para el joven.66 Durante cuatro décadas, su padre lo obligó a vivir encerrado en el Alcázar y lo mantuvo alejado del trato con mujeres —corrían rumores sobre relaciones con efebos—.6166 Las fuentes vinculan este insólito trató al hecho de que fuera el heredero elegido por su padre para sucederlo.66 Probablemente Abderramán sentía temor ante la posibilidad de que su hijo tuviera trato con mujeres ambiciosas y se formara una camarilla en torno suyo para destronarlo.68 El cronista palatino al-Razi hace la siguiente referencia la desdichada existencia de Alhakén:66
…a quien [su padre] no permitió salir del Alcázar ni un día, ni dicha ocasión de tornar mujer de más o menos edad, llevando al colmo una actitud celosa (…) que al-Hakam soportó con prudencia que le impusiera, aunque ello fue una carga que, al prolongarse el reinado de su padre, agotó los mejores días de su vida, privándole de los placeres íntimos de la vida por mor de la herencia interior del califato, que alcanzó en edad tardía y con escasos apetitos…Ibn Hayyan, Muqtabis V, ed. Zaragoza 1981, pp. 8 y 9
El que Alhakén no tuviese hijos hasta muy entrado en años —ascendió al trono con cuarenta y ocho, aún sin vástagos— conllevó más tarde problemas políticos,66 ya que su hijo Hisham, nacido en el 965, ascendió al trono siendo todavía un niño.6169
Abderramán mandó ejecutar a otro de sus hijos, hermano uterino del heredero Alhakén, Abd Allah, que gozaba de fama de virtuoso, piadoso y culto, acusado de rebelión contra el califa (en el 950 o 951).703871 La misma suerte corrieron los supuestos conspiradores, entre los que se contaba el eminente jurista Abu ibn 'Abd al-Barr.7038 El joven infante era hombre de saber, inteligente, noble de espíritu y piadoso.7038 Según Ibn Hazm, había estudiado la doctrina jurídica shafi'i y no la malikí, vigente en al-Ándalus, y precisa que fue condenado a muerte porque desaprobaba la mala conducta de su padre y sus acciones despóticas y contrarias a la justicia.7038 Parece ser que fue degollado durante la fiesta del sacrificio y, según algunas fuentes hostiles, que lo hizo el propio Abderramán.72
El ascenso al poder[editar]
Abderramán III accede al trono emiral: «Se sentó en el trono para recibir el juramento de fidelidad de los súbditos el jueves 1º del mencionado mes de rabi en el Maylis al-Kamil de Córdoba. Los primeros que le juraron fueron sus tíos paternos, hijos del imam Abd Allah, que eran: Aban, al-Así, Abderramán, Muhámmad y Áhmad; los cuales vinieron a verle con mantos y túnicas exteriores blancas, en señal de luto. Siguieron a éstos los hermanos de su abuelo, que eran al-Así, Sulaymán, Sa'id y Áhmad, de los cuales fue Áhmad el que tomó la palabra y el que, después de jurado, lo alabó diciendo: ¡Por Dios! Sabedor de lo que hacía te escogió Dios para gobernamos a todos, altos y bajos. Yo esperaba esto del favor que Dios nos concede y como prueba de que vela por nosotros. Lo que pido a Dios es que nos inspire la gratitud debida, nos complete sus beneficios y nos enseñe a alabarlo. Tras los miembros de la familia califal se fueron sucediendo los individuos y personajes notables de Qurays, uno por uno, más los mawlas. Luego lo hicieron los personajes más importantes entre los moradores de Córdoba: alfaquíes, gentes de relieve, magnates y miembros de las clases nobles. Terminó la ceremonia de la jura para las clases elevadas a la hora de la oración meridiana de ese día, en la que Aberramán, acompañado de los visires y de los altos funcionarios del Estado, dejó el trono para hacer la oración fúnebre por su abuelo e inhumarlo en su sepulcro de la Rawdat al-julafa de Córdoba». —Una Crónica anónima de Abderramán al-Nasir. Ed. y trad. cits., pp. 91-93. |
Cuando el viejo emir Abd Allah murió a los setenta y dos años de edad,nota 8 la sucesión tomó un cariz inédito, puesto que no recayó en ninguno de los hijos del difunto, sino en su nieto Abderramán.67475 A pesar de los temores de que los tíos de Abderramán pudiesen estorbar su ascenso al trono del emirato, la sucesión se produjo sin problemas el jueves 15-16 de octubre del 912,17 tras morir Abd Allah.7376231 En una serie de ceremonias, tanto la corte como el pueblo juraron fidelidad al nuevo emir; los primeros en hacerlo fueron sus propios tíos, hermanos de su padre fallecido.7377 Aunque las fuentes presentan el hecho como algo normal, dada la preferencia del difunto emir por el hijo de su primogénito, el asunto debió de ser algo más complejo.24 Ibn Hazm señala que el nuevo emir fue designado por una asamblea, aunque omite los detalles, y algunos de sus tíos, que se sometieron sin reservas en un principio según las crónicas, pocos años después conspiraron para derrocarlo.24 Es muy probable, por tanto, que en la designación de Abderramán como heredero desempeñaran un papel importante las intrigas palaciegas urdidas en torno al lecho del emir moribundo.24
En cualquier caso, Abderramán III sucedió a su abuelo el 16 de octubre de 9127879117 cuando tenía poco más de veintiún años.68 Heredaba un emirato al borde de la disolución,679 y su poder no iba mucho más allá de los arrabales de Córdoba.8081 Desde mediados del siglo ix, los conflictos políticos, sociales y entre los distintos grupos culturales minaban la unidad del emirato y la autoridad de los emires apenas cubría la capital y su región.8017 La administración había menguado mucho, así como el ejército, reducido a poco más que una banda armada financiada por correrías anuales.82 De inmediato, el mismo día de su entronización, Abderramán proclamó su intención de recuperar el prestigio y la autoridad perdida por los anteriores emires omeyas.8384
Retos de Abderramán[editar]
El primer paso para recuperar el poder político en al-Ándalus era someter a las regiones que se habían convertido en cuasiindependientes de la autoridad del emir y aplastar la larga rebelión de Omar ibn Hafsún.83848586 Multitud de rebeldes, algunos señores de grandes ciudades y otros con apenas una fortaleza, desobedecían la autoridad del emir.87 A esta tarea dedicó el nuevo emir los primeros treinta años de su largo reinado.85 Para ello, Abderramán puso en marcha casi inmediatamente una enérgica política de campañas militares y perdón a aquellos que se doblegaban sin resistencia.88 Las amenazas para el emirato, sin embargo, eran tres:
- La autonomía o cuasiindependencia de las marcas fronterizas y de otros territorios del emirato, que se regían por sí mismas ante la debilidad del poder cordobés.89 A estas se unía la peligrosa y larga rebelión de Ibn Hafsún.8985
- La presencia en el Magreb de la dinastía fatimí, rival, tanto en lo político como en lo religioso.89
- La amenaza de los Estados cristianos del norte de la península.89
En el norte, el reino asturleonés continuaba la Reconquista, dominando ya la frontera del Duero90 con el concurso de los mozárabes que habían huido del cruel dominio andalusí. En el sur, en Ifriqiya, los fatimíes habían proclamado un califato independiente, susceptible de atraer la lealtad de los muchos musulmanes justificadamente molestos con el yugo omeya. En el interior, por último, los muladíes descontentos continuaban siendo un peligro incesante para el emir cordobés,85 por más que alguno de los focos de rebeldía se hubieran ido debilitando. El más destacado de los rebeldes era Omar ibn Hafsún,91 quien desde su inexpugnable fortaleza de Bobastro,91 en la serranía de Ronda, controlaba gran parte de las coras de Takurunna, Istiyya, Rayyah, Ilbīrah y Jayyān.92
Desde el primer momento, Abderramán mostró la firme decisión y una constante tenacidad para acabar con los rebeldes de al-Ándalus, consolidar el poder central y restablecer el orden interno del emirato.9385 Para ello, una de las medidas que tomó fue introducir en la corte cordobesa a los saqalibah o eslavos, esclavos de origen europeo, con la intención de introducir un tercer grupo étnico y neutralizar así las continuas disputas que enfrentaban a sus súbditos de origen árabe con los de origen bereber.
En un principio, mantuvo en sus cargos a los principales figuras de la administración heredada de su abuelo, entre ellos el zalmedinanota 9 Musa ibn Muhámmad ibn Said ibn Musa ibn Hudayr —chambelán a partir del 921—, el secretario personal y el principal jefe militar Áhmad ibn Muhámmad ibn Abi Abda, soldado veterano.948495 Casi todos ellos sirvieron a Abderramán en distintos puestos a lo largo de su reinado.96
Periodo como emir[editar]
Durante los primeros veinte años de su reinado, Abderramán III emprendió victoriosas aceifas contra Omar ibn Hafsún y sus hijos y aliados en Andalucía, y contra los señores de Extremadura, Levante y Toledo.85 Posteriormente, en la cuarta década del siglo (937), sometió al señor de Zaragoza.9785 Su primer objetivo fue romper la coalición antiomeya formada por los grupos árabes de Sevilla y Elvira y por los muladíes, bereberes y cristianos.85 En esta labor, contó con el apoyo eficaz de su hayib, el eunuco Badr, que se había criado en el alcázar cordobés.8534 En cada circunstancia Abderramán, de acuerdo con sus colaboradores, tanteó la situación, negociando, pactando y ofreciendo privilegios, prebendas y cargos políticos y militares; pero también recurrió a la astucia, al engaño, a la amenaza y a la crueldad más extremada para recuperar el poderío pretérito de la dinastía y proseguir sin descanso su misión pacificadora.85 Si bien hubo casos en los que se encerró e incluso se ajustició a los rebeldes, lo más habitual fue que se sometiesen por la presión de las sucesivas campañas y que recibiesen a cambio cargos y favores de Abderramán, que a menudo los incluía junto a sus hombres en el ejército cordobés.98 En algunos casos, generalmente de territorios fronterizos —Zaragoza, Huesca, Daroca, Albarracín—, los rebeldes continuaron ejerciendo el poder, pero ya como súbditos del califa.99 Abderramán empleó para someter a los rebeldes una mezcla de presión militar, especialmente eficaz en los asedios, y de concesiones a los que se sometían sin resistir.87 Tras veinticinco años de campañas, consiguió someter a todos los rebeldes que habían amenazado el poder cordobés.100
Como parte de los actos para afirmar su poder, en el 921-922 hizo ajusticiar a un tío y a un primo hermano, conjurados en su contra.762
Política interior[editar]
Situación militar y financiera[editar]
La situación del gobierno del emirato había empezado a mejorar ya durante la última década del reinado del abuelo de Abderramán.95 El aumento de los ingresos de la hacienda estatal le permitieron al nuevo emir acrecentar sus fuerzas armadas y, con ello, acometer con mayores visos de éxito el sometimiento de los abundantes rebeldes que desafiaban la autoridad cordobesa y los enfrentamientos con los países vecinos.101 Los territorios recuperados aceleraban el proceso mediante sus contribuciones a las arcas estatales, que permitían reforzar los ejércitos y extender todavía más la autoridad de Abderramán.102 La extensión de la autoridad estatal también favorecía el comercio, al restablecer el contacto entre regiones de nuevo englobadas efectivamente en el emirato.103 El robustecimiento de la autoridad estatal fomentó la prosperidad de al-Ándalus.103
Campañas contra los territorios rebeldes[editar]
Bereberes del Campo de Calatrava y conquista de Écija[editar]
La primera campaña de su reinado tuvo lugar al mes de ascender al trono.10496105 Las fuerzas del emir derrotaron a los bereberes del Campo de Calatrava96105106 y tomaron Caracuel tras un duro combate.10484 A continuación, la siguiente ofensiva de las fuerzas cordobesas se dirigió contra Écija,106 a cincuenta kilómetros al oeste de la capital.104968485105 El 1 de enero del 913,84 el hayib Badr entró en ella, sin que hubiese derramamiento de sangre en la conquista.1049685107 Derribó las murallas de la ciudad y todas las fortificaciones,9684 excepto el alcázar, que reservó para residencia de los gobernadores y guarnición del ejército emiral.10885109 Concedió el amánnota 10 a sus habitantes e integró a sus soldados en el ejército cordobés.10411085109 La ciudad había estado hasta entonces en poder de Omar ibn Hafsún.109106
Andalucía oriental[editar]
En la primavera de ese mismo año y tras sesenta y cinco días de minuciosos preparativos, Abderramán III dirigió personalmente96 la primera aceifa por tierras de Andalucía oriental en abril.11111211385109106 El objetivo fueron Jaén y Granada, regiones controladas parcialmente por Ibn Hafsún y otros rebeldes.96106 Esta campaña es denominada «de Monteleón» en todas las crónicas,114 porque el primer objetivo de ella fue un castillo tal nombre que debía de hallarse cerca de Mancha Real, en la provincia de Jaén.11185 El emir tomó este castillo el 27 de abril, gracias a la rendición de su señor, que recibió el perdón real.115112116 En esta importante expedición las tropas omeyas recorrieron las coras de Jaén y Elvira, donde sometieron a los cabecillas rebeldes de estas regiones; al mismo tiempo, desde Martos tuvo que enviar un destacamento de caballería para liberar Málaga del asedio de Omar ibn Hafsún,112 el mayor enemigo de la dinastía.11185117 En su avance, Abderramán otorgó el perdón a aquellos señores rebeldes que se le sometieron sin oponer resistencia.115112 Aceptó a los vencidos en sus fuerzas pero, para asegurarse su lealtad, dispuso guarniciones en su alcazabas y envió118 a sus familias a Córdoba.119120 Después se someter sin violencia las fortalezas en torno a Baza en la cora de Elvira, marchó hacia el nordeste de Guadix.121 En Fiñana,106 tras incendiar su arrabal, Abderramán III consiguió que sus defensores capitulasen ventajosamente con la condición de entregar a los aliados del rebelde de Bobastro.12285120 En la misma cora de Granada, capturó también Baza y Tijola.115123 Poco después, el 25 de mayo,115 el ejército omeya se dirigió a Juviles,122124106 en las Alpujarras de Granada, y después de arrasar sus campos y destruir todos sus recursos, sitió el castillo, que se defendió eficazmente, porque quedaba fuera del radio de tiro de las catapultas de los sitiadores.85 Entonces el emir de Córdoba hizo construir una plataforma donde instaló un gran almajaneque que bombardeaba sin cesar con sus proyectiles de piedra la fortaleza, además de cortarle el agua.85 Al cabo de quince días, los muladíes consiguieron salvar sus vidas a cambio de entregar a los jefes cristianos y aliados de Omar Ibn Hafsún, unos cincuenta y cinco, que fueron decapitados.125124118 Se dirigió entonces a la costa, donde conquistó Salobreña y regresó desde allí a la capital,106 no sin antes tomar otros dos castillos tenidos por inexpugnables.124126 En esta campaña, que duró noventa y dos días, conquistó o destruyó setenta castillos y cerca de trescientas torres fortificadas.122127124118128 El objetivo de la incursión, acabar con las zonas rebeldes al este del territorio dominado por Ibn Hafsún, se alcanzó.114
Sometimiento de Sevilla[editar]
También en este primer año de su reinado, aprovechó Abderramán III las rivalidades internas existentes entre los Banu Hayyay, señores árabes de Sevillanota 11 y Carmona, para someterlos.122127114118130106 La muerte del señor de Sevilla en agosto hizo que su hijo y sucesor se enfrentase con su tío, que dominaba Carmona; las rencillas familiares favorecían los deseos de Abderramán de recuperar el control de la ciudad.122127 El emir envió en primer lugar al caíd y visir Áhmad ibn Muhámmad ibn Hudayr, que había sido nombrado por Badr gobernador militar de Écija, al frente de un destacamento de tropas especiales (hasam), para tratar de atraerse a los sevillanos sin enfrentarse a ellos.118 Fracasó en sus intentos, pero obtuvo la inesperada y valiosa colaboración, por supuesto interesada, de Muhámmad ibn Ibrahim ibn Hayyach, señor de Carmona y primo de Áhmad ibn Maslama, señor de Sevilla.122131118 Cuando la ciudad hispalense fue cercada por las tropas omeyas, Ibn Maslama recurrió a Ómar ibn Hafsún,127 quien acudió presurosamente y se enfrentó a las tropas del emir y a sus aliados de Carmona en Cabra, pero fue derrotado por los sitiadores y se retiró a Bobastro.132131118 Ante este revés, Áhmad ibn Maslama retomó los intentos de congraciarse con los cordobeses.132131118 Fracasó en las negociaciones que entabló con las autoridades omeyas,132 pero simuló lo contrario, mostrando a sus seguidores más notables un supuesto documento del emir Abderramán III.118 En diciembre de 913, de nuevo negoció con el hayib Badr a través de Omar ibn Abd al-Aziz ibn al-Qutiyya, descendiente de Sara la Goda, nieta del rey Witiza, y padre del célebre historiador Ibn al-Qutiyya.133118 El embajador recurrió a una estratagema que entusiasmó al emir y convenció a medias a su chambelán Badr: el de dejar a Ibn Maslama y a su séquito fuera de la ciudad cuando saliese de ella a recibir a los representantes omeyas.118 El caso es que, finalmente, el señor de Sevilla tuvo que capitular en diciembre127106 y Badr,131 en nombre del emir, concedió el amán a unos mil caballeros del yund o ejército de Sevilla que se habían manifestado hostiles a la dinastía, dándoles a cada uno el grado y soldada que les correspondía en el ejército del emir.132110118 Nombró gobernador de la ciudad hispalense a Said ibn al-Mundir al-Qurays,132 miembro de la familia real, que convenció al hayib de que derribase134 las murallas de la ciudad —construidas por Abderramán II para protegerla134 de los ataques vikingos—.127118 El señor de Carmona, que había colaborado en el sometimiento de Sevilla, rompió pronto la alianza con Abderramán, descontento por no haber conseguido la ciudad,131 pero resultó derrotado en febrero del 914.132127 En abril acudió a Córdoba a someterse nuevamente y Abderramán le concedió el rango de visir; el emir se lo llevó consigo a la expedición primaveral de ese año contra Iban Hafsún, pero luego se probó su deslealtad y connivencia con el gobernador de Carmona, que se había sublevado.135136 Apresado y encerrado en Córdoba, falleció al año siguiente;137 la ciudad, sin embargo, mantuvo su rebeldía hasta finales de septiembre del 917, cuando el chambelán Badr la tomó finalmente al asalto tras un duro asedio.132135138
En el 917, la mayoría del territorio andalusí había vuelto a quedar sometido a la autoridad cordobesa, a excepción de ciertos territorios de las marcas fronterizas y a las zonas bajo control de Ibn Hafsún.139 Aun así, en el 921 tuvo lugar otra campaña en la que se tomó Turrush, Torre Cardela, Esparraguera, Priego y Alhama.140141 De Pechina, gobernada por sus marineros, Abderramán logró el sometimiento gracias a su habilidad diplomática, ese mismo año.140141 Las últimas campañas de recuperación del dominio de al-Ándalus durante su periodo como emir fueron las que Abderramán llevó a cabo en el 924 y 925.140 Durante el primer año, recuperó el control de la cora de Santaver; durante la primavera del segundo, se aplastaron algunos focos de rebeldía que todavía quedaban en las coras de Elvira y Jaén.14014290
La resistencia de Omar ibn Hafsún y sus hijos[editar]
La segunda aceifa omeya contra Ibn Hafsún salió de Córdoba el 8 de mayo114 de 914.143144106 El objetivo de esta segunda campaña eran los territorios rebeldes en las coras de Rayya, Algeciras y Carmona.145106 Unos días después, el ejército cordobés acampó ante los muros de Belda.143144nota 12 Allí la caballería se dedicó a talar sus árboles y a devastar el territorio próximo,146 mientras el resto de las fuerzas se dirigían a Turrus,nota 13 castillo situado en el actual municipio de Algarinejo, Granada, que fue sitiado por espacio de cinco días mientras se devastaban sus alrededores.143144 La alcazaba de la localidad resistió los embates de las fuerzas del emir, que habían derrotado a los defensores en los arrabales.147114144El objetivo del emir era arrasar los territorios rebeldes y privar a su caudillo de sus bases, proteger143 Málaga y aislarlo.146 Los primeros dos asedios, los de Belda y Turrus, sin embargo, no concluyeron con la conquista de las plazas.144
Después, el ejército emiral se trasladó a Bobastro, aunque el cronista no lo cita por su nombre, y desde allí el emir envió a la caballería contra el castillo de Sant Batir (Santopitar),146 cuyos defensores lo abandonaron en manos de los soldados omeyas, que consiguieron un cuantioso botín.143144 A continuación atacaron el castillo de Olías y desde esta fortaleza lanzó Abderramán su caballería contra el castillo de Reina o Rayyina.143144nota 14 Tras reñidos combates,144 cayó el castillo rebelde, que amenazaba a la ciudad de Málaga.143 Seguidamente el emir marchó a la capital de la provincia —dominada casi totalmente desde la aceifa del año anterior—,148 donde acampó unos días para resolver los asuntos de la ciudad antes de retomar la campaña.143 Abderramán emprendió el regreso por la costa pasando por Montemayor, cerca de Benahavís, Suhayl o Fuengirola y otro castillo llamado Turrus o Turrus Jusayn y que Lévi-Provençal identificó con Ojén, para llegar finalmente a Algeciras el jueves 1 de junio de 914.146114143148 Por la costa patrullaban barcos de Omar ibn Hafsún, que se abastecían habitualmente en el norte de África, pero fueron apresados e incendiados en presencia del emir.146147114143148 Ante la presencia del imponente ejército cordobés los castillos rebeldes próximos a Algeciras se sometieron a Adbderramán.149 Este impuso además un bloqueo naval de la costa para evitar que Ibn Hafsún recibiese socorros de África.149150 Con esto puso fin a la campaña, que había durado ochenta y dos días.149 Pese a que el joven emir había conseguido atravesar triunfalmente el núcleo de los territorios de su principal enemigo, desbaratar su amenaza sobre Málaga y bloquearlo por mar, la incursión, como otras del reinado de Abderramán, fue más espectacular que eficaz en cuanto al control de las tierras, que quedaban de nuevo abandonadas tras el paso de sus ejércitos.149
En el verano del 914 y en el 915, el emir no pudo enviar grandes fuerzas contra Ibn Hafsún por la intensa sequía que sufrió el territorio y que impedía el despliegue de grandes unidades, circunstancia que favoreció al rebelde.151152 Las penurias y enfermedades que se extendieron por la región obligaron a los dos bandos a evitar todo combate y parlamentar.149153 Las negociaciones concluyeron con la entrega al emir de ciento sesenta y dos castillos, el sometimiento a autoridad de este de Ibn Hafsún y una liga entre ambos bandos.149154 En virtud de esta, Ibn Hafsún colaboró incluso en el sometimiento de Úbeda, que su hijo Sulaimán arrebató en dos ocasiones al alcaide fiel al emir.155156
Tras diversas campañas el emir consiguió cercar y aislar a Ibn Hafsún en Bobastro donde falleció el 1155 de febrero del 918.157138 Sus hijos, no obstante, continuaron la rebelión paterna.158138106159 Yafar, hijo del difunto y converso al cristianismo,160159 decidió romper la tregua que su padre, del que afirmó que también se había convertido secretamente al cristianismo, había formado con Córdoba.155 Pese a las esperanzas del Gobierno cordobés de que los hijos del difunto rebelde se enzarzarían en disputas que acabarían con la rebelión, esta perduró diez años más,106 obligando al emir a enviar contra ella expediciones anuales.160159
En consecuencia, Abderramán retomó las armas contra la familia en mayo de 919, cercó Belda y taló sus alrededores.155161159 Se tomó Beldanota 15 tras doblegar una tenaz resistencia —los defensores musulmanes aceptaron finalmente el perdón real a cambio de la rendición; los cristianos fueron pasados por las armas después de la toma de la fortaleza—159 y meses después,162 en una ofensiva, se conquistaron Alora y Talyayra.158163164 Las tropas cordobesas habían seguido el curso del Guadalhorce en dirección a Bobastro y se habían apoderado de varias estratégicas fortalezas cercanas a este a principios de junio.165 A continuación tanto los rebeldes como los cordobeses se retiraron, estos para consolidar sus nuevas posesiones de Casarabonela, Ardales y otros lugares.165 Cuando se reanudó la acometida de Abderramán, Yáfar solicitó una tregua al emir a cambio del pago de un tributo;162159 este la concedió y volvió a Córdoba el 24 de junio, tras treinta y ocho días de campaña.164162166 Mientras, otro de los hijos de Ibn Hafsún, tocayo del emir, tuvo que rendirse en Ojén ante la llegada de una columna cordobesa a la que no pudo oponerse; enemistado de Yafar, pactó con Córdoba.158165167168 Adbderramán había aliviado nuevamente la presión rebelde a Málaga en esta campaña y sometido parte de los territorios de los hijos de Ibn Hafsún, procurando acercarse a Bobastro.169
El 29 de octubre de 920,nota 16 Yáfar murió asesinado en Bobastro, quizá por instigación de su hermano Sulaymán o a manos de cristianos locales; Sulaymán marchó a la fortaleza y tomó el mando de la rebelión anticordobesa.170162171172168 Retomó Ojén, pero la volvió a perder en el 921.172168 En el 922, los cordobeses tomaron el castillo de Monterrubio, importante fortaleza fronteriza entre Jaén y Elvira.170171172168 Abderramán dejó el asedio en manos de uno de sus lugartenientes para talar los alrededores de Bobastro en julio; luego volvió a Córdoba pasando por las coras de Ronda, Osuna, Sevilla y Carmona, concluyendo así una campaña de ochenta y cinco días.173 En el 923, el ejército cordobés arrasó las tierras de Bobastro —Sulaimán trató en vano de negociar con el emir— y tomó luego la fortaleza de Cámara, pasó por Jete —sin lograr rendir la alcazaba— y tomó Fuengirola.174142175176 Los cordobeses dañaron varias fortalezas cercanas a Bobastro y estrecharon el cerco en torno a él, si bien no pudieron beneficiarse de una frustrada conjura que estalló contra Sulaimán durante la campaña.142175177 El 29 de junio Abderramán se hallaba de vuelta en Córdoba.175178 El acoso de los rebeldes se retomó en el 926,175 tras un periodo de calma debido a las aceifas contra los cristianos del norte.179180 En el 927 Sulaimán fue capturado por casualidad por un soldado omeya que lo mató y se llevó su cabeza y su dedo anular para demostrarlo;142175 el mando de los rebeldes pasó al benjamín de Ibn Hafsún, Hafs,168 que quedó cercado en Bobastro mientras las fuerzas del emir atacaban los castillos cercanos (Olías, Santopitar, Comares y Jotrón, todos ellos poblados exclusivamente por cristianos) en una campaña de cuatro meses que terminó en agosto.179181182183 Abderramán había dejado el mando de la operación de sometimiento en manos del visir Saíd ibn al-Mundir, y había vuelto a Córdoba.184 El 17 de enero del 928,91 Hafs rindió finalmente su impresionante fortaleza a cambio del perdón en enero del 928.179181182185186 Abderramán visitó en persona la localidad en marzo,187188189 antes de ordenar que fuese completamente arrasada.190188nota 17 El cadáver de Ibn Hasfún fue desenterrado y crucificado en una de las puertas de Córdoba como castigo a su larga rebelión y a su apostasía del islam.192182188189nota 18 Seguidamente recorrió brevemente la comarca malagueña ordenando derribar los castillos que no consideró indispensables.189 Con la conquista de Bobastro concluyó el sometimiento de Andalucía a Abderramán.
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