SIGLO XIII EN ESPAÑA
Abū ‘Abd Allāh Muḥammad ibn al-Abbār o Abdallah ben Abderrahmán Ebn Alabar Alcodai. De nombre completo Abu Abd Al-lah Muhámmad ibn Abd Al-lah ibn Áhmad ibn Abi Bakr al-Quda‘i1 —en árabe أبو عبد الله محمد بن عبد الله بن اﺣمد بن أبي بكر القضاعي, Abū ʿAbd Allāh Muḥammad ibn ʿAbd Allāh ibn Aḥmad ibn Abī-Bakr al-Quḍāʿī— (Onda, al-Ándalus, 1199 – Túnez, 6 de enero de 1260) fue un poeta, historiador, diplomático, político y erudito valenciano de al-Ándalus, de la época árabe.
Biografía[editar]
Muhámmad ibn al-Abbar era originario de una influyente familia yemenita establecida desde antiguo en Onda, ciudad de la taifa de Valencia. Nació en el año 1199. Al-Abbar es el apodo de un antepasado, quizás indicativo de ese oficio, fabricante de agujas. Su padre, Abd Al-lah ibn al-Abbar era un ulema que se trasladó a Valencia para completar sus conocimientos. Ibn al-Abbar recibió la mejor educación de su padre, y tuvo de maestros algunos de los más importantes intelectuales andalusíes, como Abu ul-Jattab ibn Wáyib al-Qaysi o Abu ur-Rabi‘ Sulaymán ibn Musa ibn Sálim al-Kala‘i.2 Fue ulema, historiador de la vida intelectual de al-Ándalus y literato, poeta y prosista, y así se le abrieron las puertas de la administración.3 Comienza trabajando como secretario del gobernador de Valencia Abu Abd Al-lah Muhámmad, y cuando éste se traslada en 1217 a Sevilla, Ibn al-Abbar le acompaña.4 En 1222, estando en Badajoz, supo de la muerte de su padre, y volvió rápidamente a Valencia, donde quedó bajo la tutela de su maestro, Abu ur-Rabi‘ ibn Sálim. Entró en esa época a trabajar de secretario del gobernador Abū Zayd al tiempo se casó con una mujer de la familia de Ibn al-Wazir, originaria de Paterna.
En el año 1229, Zayyán ibn Mardanish se revuelve contra los almohades. Abu Zayd tuvo que huir, con su secretario Ibn al-Abbar, a tierras cristianas y ponerse bajo la protección de Jaime I5 y mediante el convenio de Calatayud obtener ayuda para recuperar Valencia.6 Pronto, el mismo año, Ibn al-Abbar vuelve a tierras andalusíes, primero a Guadix, y más tarde a Játiva, donde vivirá a la sombra del gobernador, su amigo Abu ul-Husáyn al-Jazrayi. En 1235 se encontraba como cadí de Denia (Daniyya),7 ahora reconciliado con Zayyán, que en la época almohade había sido alcaide de Onda, de donde era la familia de Ibn al-Abbar, y Zayyán, en 1236, lo nombra su visir.8
Durante su vida en Valencia fue un destacado poeta y brilló profesionalmente en la secretaría de los gobernadores de Valencia, hasta que, sitiada la ciudad por Jaime I, fue enviado a Túnez a pedir socorro al emir de los hafsíes, Abu Zakariya, ante quien recitó una qasida famosa:
Abierto está el camino. A tus guerreros guía,
¡oh de los oprimidos constante valedor!
Auxilio te demanda la bella Andalucía;
la libertad espera de tu heroico valor...Abū Abd Allāh Muhammad ibn Al-Abbār (traducción al castellano de Juan Valera)
Dicho emir decidió enviar ayuda: doce naves con armas y dinero, pero ningún soldado. Cuando está llegó a Valencia encontraron el puerto bloqueado y tuvieron que desviarse a Denia. La ciudad se rindió a Jaime I poco después. Zayyán lo eligió mediador en las negociaciones y el 29 de septiembre de 1238 firmaron el acta de capitulación. De Valencia fue hacia Denia, de donde volvió a ser expulsado más tarde, ante el avance cristiano. Después de un nuevo viaje a Túnez en 1239 para volver a pedir ayuda para lo que queda de su país, Ibn al-Abbar volvió con Zayyán el año 1240 a Murcia, pero poco después emigró de nuevo con su familia a Túnez, donde permanecerá el resto de su vida, recordando la patria perdida.9
El emir acogió Ibn al-Abbar de manera excelente, haciéndolo su panegirista y el escribano de los documentos oficiales. Pero al ser sustituido en esta última función por un escribano oriental protestó, y el emir lo desterró a Bugía en 1248. En esta ciudad redactó una disculpa, el libro llamado El perdón de los secretarios, en cuya introducción pidió al emir y a su heredero que le perdonaran. Fue perdonado por Abu Zakariyya, que murió poco después.
Su hijo y sucesor al-Mustánsir, que con el tiempo se convirtió en un monarca cruel por cuanto tuvo que sofocar constantes revueltas para consolidar el reino, nombró Ibn al-Abbar su consejero. El año 1252, al-Mustánsir le destierra de nuevo a Bugía como hiciera su padre antes. El 1259 Ibn al-Abbar recibió una carta de perdón, pero un año más tarde sus enemigos traman contra él un complot, que desembocó en su condena a muerte. Se desconoce la causa exacta de su ejecución, pero se barajan varias: que había hecho un horóscopo al príncipe heredero que había desagradado a su padre, que se le acusaba de practicar la astrología y de ser chií, que había hablado o escrito mal de su emir o que estaba implicado en una gran conspiración. El resultado es que el califa mandó hacer un registro de su casa a sus peores enemigos, que encontraron allí un verso en el que insultaba así al-Mustánsir: «En Túnez reina un tirano a quien neciamente dicen califa». Ibn al-Abbar murió alanceado el 6 de enero de 1260, y su cadáver y sus libros fueron quemados.10
Sus obras[editar]
Es considerado como uno de los escritores más ilustres del siglo VI de la hégira. Escribió 45 libros, mucho de los cuales se han perdido. Trató en su obra diversos campos: biografías, crítica literaria, poesía, teoría religiosa, y ensayos.
Sus obras literarias más importantes, Kitab al-hulla as-siyara (Libro de la túnica recamada) y la Takmila, son una colección de biografías de los príncipes y magnates norteafricanos y andalusíes, unas magníficas crónicas que documentan la historia medieval del islam occidental. Se distinguió también como poeta, especialmente por sus qasidas o poesías dedicadas a la pérdida de Balansiyya (Valencia) o la que describe las trágicas circunstancias por las que está pasando al-Ándalus en el siglo XIII.
Biografías
- Mu'ŷam o Mu'ŷam fi ashab Abu ‘Ali as-Sadafi (Diccionario de los discípulos de Abu ‘Ali as-Sadafi). Repertorio biográfico de sus maestros.
- Takmila o at-Takmila fi kitab as-sila (Suplemento a las adiciones biográficas). Repertorio biográfico de los sabios andalusíes.1112
- Kitab al-hulla as-siyara (Libro de la túnica recamada). Repertorio biográfico de personalidades de Al-Ándalus y el Magreb, escrito a Bugía en 1248.13
Crítica literaria
- Tuhfat al-qadim (Regalo del que llega). Crítica literaria y recoge biográfico de los poetas andalusíes.
- Ma'adin al-luyain fi marati al-Husayn (Filón de plata. Estudio sobre las elegías dedicadas a Husáyn).
- Hidaya almu'tarif fi-l-mu'talif wa-l-muẖtalif (Guía provechosa para el inquieto en la armonía y la disensión).
Poesía
- Diwan. Cancionero de sus poesías.14
- Qita’ ar-riad (Recorrido en el parque). Antología poética.
Ensayo
- I'tab al-kuttab (Perdón de los secretarios). Historia de otros funcionarios que cayeron en desgracia, fueron perdonados y rehabilitados, escrito durante su encarcelamiento en Bugía.
Teoría religiosa
- Durar as-simt fi aḫbar as-sibt (La sarta de perlas. Noticias sobre el linaje del profeta). Un libro sobre Alí, primo de Mahoma.
Es estudiado en[editar]
Publicó: Historia de los poetas insignes españoles, insertando en ella sus selectas poesías. Le dio el título de Mannus Hospitii y está comprendida en códice 354 que menciona Casiri, tomo I, página 93.
Habla también de este autor Conde en Historia de los árabes, tomo II, página 174 y tomo III, página 35.
Abul-Abbás Áhmad Al-Xeriri, poeta medieval natural de Jerez de la Frontera, muerto en 1222. Filólogo y gramático, glosó obras arábigo-andalusíes como Nawadir (de al-Cali), Idah (de Farisí) y Sumal (de al-Zarsarsí).
Alfonso X de Castilla y León, llamado «el Sabio» (Toledo, 23 de noviembre de 12211-Sevilla, 4 de abril de 12842), fue rey de Castilla, de León y de los demás reinos con los que se intitulaba entre 1252 y 1284. A la muerte de su padre, Fernando III «el Santo», reanudó la ofensiva contra los musulmanes, y ocupó Jerez (1253), arrasó el puerto de Rabat, Salé (1260) y conquistó Cádiz (c. 1262). En 1264, tuvo que hacer frente a una importante revuelta de los mudéjares de Murcia y del valle del Guadalquivir. Como hijo de Beatriz de Suabia, aspiró al trono del Sacro Imperio Romano Germánico, proyecto al que dedicó más de la mitad de su reinado sin obtener éxito alguno.3
Los últimos años de su reinado fueron especialmente sombríos, debido al conflicto sucesorio provocado por la muerte prematura de su primogénito, Fernando de la Cerda, y la minoridad de sus hijos, lo que desembocó en la rebelión abierta de su hijo el infante Sancho y gran parte de la nobleza y las ciudades del reino.3 Alfonso murió en Sevilla durante el transcurso de esta revuelta, habiendo desheredado a su hijo Sancho.
En cuanto a aspectos administrativos llevó a cabo una activa y beneficiosa política económica, reformando la moneda y la hacienda, concediendo numerosas ferias y reconociendo al Honrado Concejo de la Mesta.4
También es reconocido por la obra literaria, científica, histórica y jurídica realizada por su escritorio real. Alfonso X patrocinó, supervisó y, a menudo, participó con su propia escritura y en colaboración con un conjunto de intelectuales latinos, hebreos e islámicos conocido como Escuela de Traductores de Toledo, en la composición de una ingente obra literaria que inicia en buena medida la prosa en castellano. Elaboró de su pluma las Cantigas de Santa María y otros versos y realizó así un gran aporte a la lengua culta del momento en la corte del reino, el galaicoportugués, que por su noble autor nos ha perdurado.
En 1935, se le reconoció como astrónomo, nombrando en su honor al cráter lunar «Alphonsus».
Alfonso X de Castilla y León | ||
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![]() Alfonso X en una miniatura medieval del Libro de los juegos | ||
Reinado | ||
1 de junio de 1252-4 de abril de 1284 | ||
Predecesor | Fernando III | |
Sucesor | Sancho IV | |
Información personal | ||
Coronación | 1 de junio de 1252 | |
Nacimiento | 23 de noviembre de 12211 Toledo | |
Fallecimiento | 4 de abril de 1284 (62 años) Sevilla | |
Entierro | Capilla Real de la Catedral de Sevilla | |
Familia | ||
Casa real | Casa de Borgoña | |
Padre | Fernando III | |
Madre | Beatriz de Suabia | |
Consorte | Violante de Aragón |
Biografía[editar]
Etapa como infante[editar]
Hijo primogénito de Fernando III el Santo y de Beatriz de Suabia (hija de Felipe, antiguo aspirante al trono imperial alemán, y nieta del emperador Federico I Barbarroja), Alfonso nació en la ciudad de Toledo el 23 de noviembre de 1221, día de la festividad de san Clemente.6 Tuvo tres hermanas y seis hermanos.7 El 21 de marzo de 1222 fue jurado heredero en la ciudad de Burgos.7 Para encargarse de su crianza fue designada ama Urraca Pérez y ayo García Fernández de Villamayor, que había sido mayordomo de la reina Berenguela y cuya segunda esposa era Mayor Arias de Limia.8 Con ambos se crio en Villaldemiro y en Celada del Camino.8a9 Parte de su infancia la pasó en las propiedades que tenían sus cuidadores en Allariz (Galicia), donde aprendería el galaicoportugués10 que utilizó en las Cantigas compuestas en su scriptorium y, al menos diez de ellas, seguramente debidas al mismo rey.118 Ya en la Corte de Toledo, recibió una esmerada educación en múltiples campos, a la vez que empezó a relacionarse con los herederos de las principales familias nobles de los reinos de Castilla y de León.
Campaña en Andalucía y batalla de Jerez (1231)[editar]
En 1231, mientras Fernando III recorría las principales ciudades del reino de León después de haber tomado posesión de él, algunos historiadores señalaron que el soberano envió a su hijo el infante Alfonso, pero para dicho año este contaba con apenas nueve años de edad y se hallaba en Salamanca, por lo que el tal Infante Alfonso era el hermano del rey Alfonso X, a quien sí comisionó para atacar a los reinos musulmanes de Córdoba y Sevilla, siendo acompañado por los magnates Álvaro Pérez de Castro el Castellano y Gil Manrique.12 Su hermano era el infante Alfonso de Molina, hijo del difunto Alfonso IX de León.b Y que debido a la menoridad del hijo del Rey, el infante Alfonso, quien sí habría estado presente en la batalla era en realidad el hijo del rey Fernando III.
Mandó a don Alvar de Castro, el Castellano, que fuese con él, para guardar el infante y por cabdillo de la hueste, ca el infante era muy moço e avn non era tan esfforçado, e don Alvar Pérez era omne deferido e muy esforçado.13
Desde Salamanca y pasando por Toledo, donde se les unieron cuarenta caballeros toledanos, se dirigieron hacia Andújar, y desde allí, se encaminaron a devastar la tierra de Córdoba, y posteriormente, al municipio cordobés de Palma del Río, donde exterminaron a todos los habitantes y tomaron la localidad, dirigiéndose a continuación hacia el reino de Sevilla y hacia Jerez de la Frontera, donde instalaron el campamento cristiano en las cercanías del río Guadalete.14 El emir Ibn Hud, que había reunido un numeroso ejército dividido en siete cuerpos, se interpuso con él entre el ejército cristiano y la ciudad de Jerez de la Frontera, obligando a las tropas de Alfonso a combatir. Durante la batalla que se libró a continuación, conocida como la batalla de Jerez, el ejército de Alfonso derrotó a las tropas musulmanas, a pesar de la superioridad numérica de estos últimos. Alfonso X el Sabio se refirió posteriormente a la batalla de Jerez, librada en el año 1231, y en la que Álvaro Pérez de Castro el Castellano acaudilló las huestes cristianas, del siguiente modo:
Conviene que sepades los que esta estoria oyredes que la cosa del mundo que más quebrantó a los moros, por que el Andaluzía ovieron a perder e la ganaron los christianos dellos, fue esta cabalgada de Xerez, ca de guisa fincaron quebrantados los moros, que non pudieron después auer el atreuimiento nin el esfuerço que ante avíen contra los christianos, tamaño fue el espanto e el miedo que tomaron desa vez.14
Después de su victoria en la batalla de Jerez, Álvaro Pérez de Castro se dirigió al reino de Castilla y entregó al infante Alfonso a su padre el rey, que se hallaba en la ciudad de Palencia.
En 1235 falleció su madre, la reina Beatriz, y en 1240 su padre le puso casa propia, sostenida por rentas leonesas y andaluzas.15 En 1242 participó en el aplastamiento de la rebelión de Diego López de Haro.15
Conquista de los reinos de Murcia y Sevilla[editar]
Cumplida la mayoría de edad a los diecinueve años, Alfonso utiliza oficialmente el título de heredero y comienza a ejercer actividades de gobierno en el reino de León. Poco después, afronta diversas operaciones militares:
- En 1243, debido a la enfermedad que sufría su padre, el infante se hizo cargo de la campaña de conquista del reino de Murcia (1243-1245), con la ayuda de ciertos caudillos musulmanes del territorio.16 La taifa temía ser absorbida por el vecino reino granadino, y su señor decidió solicitar la protección de los castellanoleoneses, que le enviaron tropas y una embajada en abril de 1243.17 La mayoría de los caudillos regionales pactaron con los castellanoleoneses en Alcaraz, pero Mula, Lorca y Cartagena, rehusaron hacerlo y fueron subyugadas, las dos primeras en la primavera del 1244 y la tercera a comienzos de 1245.16 En el transcurso de estas operaciones firmó el Tratado de Almizra (26 de marzo de 1244) con Jaime I de Aragón, su futuro suegro, estableciendo las fronteras entre ambos reinos.18
- En 1246, puede que participase en las largas operaciones de asedio de Jaén, que concluyeron con su conquista.19
- En 1246-1247 participó en la guerra civil portuguesa, apoyando a Sancho II de Portugal frente a su rival y hermano Alfonso de Bolonia.20 Tras vencer a las fuerzas portuguesas cerca de Leiría, abandonó el reino para participar en la conquista de Sevilla.21
- En 1247-1248 colaboró en primera línea en la conquista de Sevilla.19 A causa de la quebrantada salud de su padre, Alfonso se ocupó del reparto entre los miembros de la hueste de los nuevos territorios adquiridos, así como de distintas labores de gobierno.
- En 1248 fue conquistado el castillo Alicante según la tradición, aunque no está documentada la presencia del infante aquel año en el reino de Murcia. Al poco, serían entregadas las villas y fortalezas del Vinalopó, a modo de infantado, a su hermano, el infante Manuel de Castilla, siendo creado el Señorío de Villena.
Dos años antes de la toma de la ciudad de Sevilla se habían celebrado los esponsales del infante Alfonso con la infanta Violante de Aragón, hija de Jaime I de Aragón, aunque hasta el 29 de enero de 1249 no se celebró la boda en la ciudad de Valladolid.17 La reina estuvo a punto de ser repudiada por estéril pero quedó embarazada tras reposar en la ciudad de Alicante tras su conquista en 1248. Matrimonio de Estado, no impidió que Alfonso siguiese manteniendo relaciones con Mayor Guillén de Guzmán, con la que tuvo una hija.17
El 31 de mayo de 1252 falleció Fernando III el Santo, y el 1 de junio fue proclamado rey el infante Alfonso, que reinaría como Alfonso X de Castilla y de León.22
Política interior[editar]
El reinado de Alfonso X fue un reinado reformador, que iniciaría el proceso que desembocaría en el Estado Moderno de época de los Reyes Católicos. Fundamentó, asimismo, la supremacía de Castilla entre los reinos peninsulares.
Medidas económicas[editar]
El principal desarrollo económico en el sector primario se dio en la ganadería ovina trashumante, impulsado por la anexión castellana del valle del Guadalquivir.23 A mediados del siglo se definieron los trazados de las principales cañadas reales (la leonesa, la segoviana, la soriana y la manchega).23 La principal medida económica del reinado fue la creación del Honrado Concejo de la Mesta de pastores, que reunió a todos los pastores de León y de Castilla en una asociación nacional y les otorgó importantes prerrogativas y privilegios tales como eximirles del servicio militar, testificar en los juicios, derechos de paso y pastoreo, etc.24 Se desconoce el año exacto de la fundación, pero debió tener lugar entre 1230 y 1263.25
En las ciudades crecieron las cofradías, antecedentes de los gremios, pese a la oposición del rey.26
Los objetivos económicos principales del rey fueron el fomento del comercio y la homogeneización de los territorios que gobernaba.27 En lo que respecta al primero, trató de allanar las transacciones internas mediante la reducción de los impuestos que las gravaban, al tiempo que establecía aranceles para las importaciones y exportaciones para aumentar los ingresos de la Corona.27 Se fijaron las poblaciones por las que pasaban el comercio exterior.27 Se favoreció la implantación de un sistema común de pesos y medidas.27 Durante el reinado se crearon veinticinco nuevas ferias, que solían durar una semana y coincidían con fiestas religiosas.28
En cuanto a la política fiscal, el objetivo del monarca fue el rápido incremento de los ingresos de la Corona, sumida a finales del reinado de su padre en una quiebra práctica.29 Para ello estableció nuevos impuestos a las actividades económicas pujantes, como el comercio o la ganadería trashumante y trató de obtener frecuentes servicios (contribuciones extraordinarias), en especial a partir de 1264.30 Los servicios, a diferencia de su precedente, el pedido, afectaba a la nobleza y al clero, y suscitaron el descontento de estos.31 El aumento general de la presión fiscal originó oposición también en la oligarquía urbana y fue uno de los motivos de la rebelión nobiliaria de 1272.32
Reformas legislativas[editar]
Alfonso X pretendía renovar y unificar los diversos fueros que regían sus dominios.33 Para lograr ese objetivo, el primer paso fue la redacción del Fuero Real para las ciudades del país. Esta unificación jurídica formaba parte del intento general de homogeneización de los territorios reales que emprendió Alfonso.34
El Espéculo sería la primera redacción de un código legal unificado, en la línea del Fuero Real; fue un compendio legal de Castilla, que se envió a los núcleos urbanos como obra de referencia.35 Sería promulgado en 1255. Sin embargo, al año siguiente llegó una embajada de la ciudad italiana de Pisa ofreciendo a Alfonso su apoyo para optar al trono imperial. El rey castellano decidió entonces que su equipo de juristas elaborara un nuevo código legal ampliado, basado en el Espéculo y en el Derecho romano-canónico. Se trata de las Siete Partidas,35 redactadas entre 1256 y 1265, y de las que se ha llegado a decir36 que son, por su calidad y trascendencia interna y exterior, equiparables en el mundo del Derecho a lo que fue la obra de Santo Tomás de Aquino para la teología.
Alfonso no solo promulgó nuevas leyes, sino que además creó nuevos cargos, como el de adelantado o el de almirante, reflejo de la creciente importancia de la flota castellana.37 El cargo de Adelantado mayor de Andalucía se creó en 1253 para la Andalucía Bética conquistada.38 A continuación se creó el equivalente para Murcia.38 Este nuevo cargo sustituyó además a los merinos mayores en Castilla y León.38 En la década de 1260 se unieron los adelantamientos de Andalucía y Murcia (que volvieron a separarse en la década siguiente) y desaparecieron los adelantados de Castilla y León.38 Se creó también la figura del adelantado de Álava y Guipúzcoa.38 Su función era esencialmente jurídica: eran el juez principal y de apelación del territorio que se les asignaba y representaban al rey en su ausencia en algunos actos como la recepción de castillos o la toma de juramentos.39
Fue el primer monarca castellano que utilizó las Cortes, reunidas por primera vez en León en 1188, como instrumento habitual de gobierno.40 A las sesiones, muy frecuentes en el reinado de Alfonso, acudían los tres estamentos: nobleza, clero y tercer estado (procuradores de villas y ciudades), a diferencia de lo que ocurría con su precedente, la curia regia, de la que estaba excluido este último.41 El objetivo primordial de la convocatoria de Cortes fue la obtención de subsidios extraordinarios, puesto que la consecución de nuevos fondos preocupó constantemente al rey.42
El rey era, en opinión de Alfonso, la «cabeza del reino», «vicario de Dios» aunque independiente en su poder temporal de la Iglesia, y por tanto trató de reforzar todo lo posible el poder de la Corona.43 El rey era el legislador del reino y el juez supremo.44 También el jefe del Ejército y la cabeza de la Administración Pública, así como quien decidía la política exterior del reino.44 Alfonso no se limitó, sin embargo, a aplicar las antiguas leyes y a ejercer sus tradicionales prerrogativas, sino que fue un reformador, un innovador legislativo.44
Las reformas legislativas del rey produjeron el rechazo de elementos ciudadanos y nobiliarios, cuyos privilegios se veían amenazados por la creciente intervención del Estado en las legislaciones privativas.33 Este rechazo fue una de las causas de la gran rebelión nobiliaria de 1272, que obligó al rey a ceder y permitir que algunas localidades recuperasen sus antiguos fueros, desechando el real.
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