SIGLO X EN ESPAÑA
Abu ʿAmir Muhammad ben Abi ʿAmir al-Maʿafirí1nota 1 (en árabe, أبو عامر محمد بن أبي عامر ابن عبد الله المعافري), llamado al-Manṣūr (المنصور), «el Victorioso»,1 más conocido como Almanzor (c. 939-Medinaceli, 9 de agosto del 1002),3 fue un militar y político andalusí, canciller del Califato de Córdoba y hayib o chambelán del califa Hisham II.
Nacido en una alquería en las afueras de Torrox en el seno de una familia de origen árabe yemení con algunos antepasados jurisconsultos, marchó joven a Córdoba a formarse como alfaquí.4 Después de unos comienzos humildes, ingresó en la Administración y pronto se ganó la confianza de la favorita del califa, Subh, madre de sus hijos.5 Gracias a esta protección y a su eficiencia, acumuló rápidamente numerosos cargos.6
Durante el califato de Alhakén II,nota 2 ocupó importantes cargos administrativos, como los de director de la ceca (967), administrador de la favorita del califa y de sus hijos y de las herencias intestadas o intendente del ejército del general Gálib (973).78 La muerte de este califa en el 976 marcó el comienzo de la época califal dominada por su figura, que continuó más allá de su muerte con el gobierno de dos de sus hijos, primero Abd al-Málik al-Muzáffar y luego Abd al-Rahman Ibn Sanchul, hasta 1009.9 Como chambelán del califato (desde el 978), ejerció un poder extraordinario en el Estado andalusí, en toda la península ibérica y en parte del Magreb, mientras el califa Hisham quedaba relegado por Almanzor.10
Su «portentosa» ascensión al poder ha sido explicada por una insaciable «sed de dominio», pero el historiador Eduardo Manzano Moreno advierte que «debe entenderse en el marco de las complejas luchas internas que se desarrollaban en el seno de la administración omeya».11
Recibió el apoyo pragmático de las autoridades religiosas a su control del poder político, sin que ello evitase tensiones periódicas entre el caudillo y aquellas.12 La base de su poder estaba en la defensa de la yihad que,13 al no ser califa, debía proclamar en nombre de este.14 Su imagen de paladín del islam servía para justificar su asunción de la autoridad gubernamental.13 Habiendo acaparado el dominio político en el califato, llevó a cabo profundas reformas tanto en la política exterior como en la interior.15
Realizó numerosas y victoriosas campañas tanto en el Magreb como en la península ibérica.16 En la Península sus incursiones contra los reinos cristianos, conocidas como aceifas, solo lograron detener temporalmente el avance de estos hacia el sur. A pesar de sus abundantes triunfos militares, apenas recuperó territorio.
Almanzor | ||
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![]() Estatua de Almanzor colocada en Algeciras en verano de 2002, en conmemoración de los mil años de su fallecimiento. | ||
Información personal | ||
Nombre de nacimiento | Abu ʿAmir Muhammad ben Abi ʿAmir al-Maʿafirí أبو عامر محمد بن أبي عامر ابن عبد الله المعافري | |
Nombre en árabe | الحاجب المنصور محمد بن أبي عامر | |
Nacimiento | c. 939 Turrush | |
Fallecimiento | 9 de agosto del 1002 Medinaceli | |
Sepultura | Medinaceli | |
Residencia | Medina Alzahiran | |
Religión | Musulmán suní |
Orígenes y juventud[editar]
Aunque existen dudas acerca de la fecha exacta de su nacimiento, todo parece indicar que este se produjo hacia el año 939.171819nota 3 Vino al mundo en el seno de una familia terrateniente árabe1 de origen yemení,202122 de la tribu Maʿafir,1922 establecida desde la conquista de la Hispania visigoda en Torrox, una alquería perteneciente a la cora de al-Yazírat,2119 junto a la desembocadura del río Guadiaro.2324252218 En este lugar había recibido su familia de manos de Táriq ibn Ziyad unas tierras como premio a la destacada actuación de un antepasado, de nombre Abd al-Málik, en la conquista de Al-Ándalus, que se había distinguido en la toma de Carteya.25242218 La abundancia de topónimos derivados del árabe Turrux en Andalucía —principalmente en las provincias de Málaga y Granada— ha propiciado que varias ciudades hayan sido señaladas equivocadamente como cuna del militar andalusí.26
Algunos amiríes habían desempeñado funciones de cadíes y de juristas.122 La posición de la familia mejoró notablemente con el nombramiento del abuelo paterno de Almanzor como cadí de Sevilla y con su casamiento con una hija de un visir, gobernador de Badajoz y médico del califa Abderramán III.27 Al padre del Almanzor, Abd Allah, se le describe como un hombre piadoso, bondadoso y ascético,28 que murió en Trípoli22 cuando regresaba de su peregrinación a La Meca.2930 Su madre, Burayha, también pertenecía a una familia árabe.22 Aun así, la familia era de rango medio, modesta31 y provinciana.32
Ascenso en la corte califal[editar]
Muy joven, Ibn Abi ʿAmir se trasladó a Córdoba,33 donde desarrolló sus estudios de Derecho y de Letras bajo la tutela de su tío materno.28213422 Esta formación debía facilitarle ingresar en la Administración estatal,21 ya que las oportunidades de ascenso en las fuerzas armadas eran limitadas para los árabes.31 Recibió, como muchos otros jóvenes de familia acomodada, formación en interpretación del Corán, tradición profética y aplicación de la ley islámica, completando así su educación como alfaquí,35 con intención de convertirse en juez.33 De esta época, conservó su gusto por la literatura.30 Instruido por renombrados maestros de la tradición legal islámica y las letras, mostró talento en estos estudios.36
La muerte de su padre y la mala situación familiar le llevaron a abandonar los estudios y tomar la profesión de escribano.5 Después de ocupar un modesto puesto de memorialista junto al alcázar y a la mezquita de Córdoba —cerca de las oficinas de la Administración— para ganarse el sustento,21 el joven pronto destacó por sus cualidades211 y ambición21 e inició su fulgurante carrera política como escribano de la sala de audiencias del cadí jefe de la capital,21 Muhámmad ibn al-Salim.536 Este era un importante consejero del califa Al-Hákam II, a pesar de que sus cargos eran exclusivamente religiosos y no políticos.5 Pronto llamó la atención del visir37 Yaáfar al-Mushafi, amo de la administración civil, que le introduciría en la corte califal, probablemente recomendado por38 Ibn al-Salim.392140 Para entonces ya destacaba por sus conocimientos y competencia profesional, que volvería a demostrar en los cargos que pronto comenzó a acumular en la Administración.41 Almanzor, con unos treinta años,34 fue uno de los jóvenes funcionarios que tomaron parte en el relevo generacional de la corte al comienzo del reinado de Al-Hákam.39
A finales de febrero del 967,2142 se convirtió en intendente del príncipe Abderramán, hijo y heredero del califa Alhakén II y de su favorita,314344 la vascona45 Subh (Aurora),461nota 4 con la cual estableció una relación privilegiada sumamente beneficiosa47 para su carrera.48495038 A pesar de que su cometido era probablemente secundario,49 su responsabilidad de gestor de los bienes del heredero al trono califal y los de su madre le otorgaba una gran cercanía a la familia reinante.48 Rápidamente, comenzó a acumular importantes cargos.5152 Siete meses después de su primer nombramiento y gracias a la intercesión de la favorita real,50 se convirtió en director de la ceca515053 y, en diciembre53 del 968, fue nombrado tesorero de las herencias53 vacantes.5438nota 5 Al año siguiente, fue promovido a cadí de5055 Sevilla y de Niebla —uno de los más importantes del Estado— y en el 970,49 a la muerte del príncipe Abderramán, pasó a ser el administrador del joven heredero,43 Hisham.54494438 Por esta época contrajo matrimonio con la hermana del jefe de la guardia califal y cliente del nuevo heredero al trono.56 Comenzó a enriquecerse, se hizo construir una residencia en al-Rusafa,57 cerca del antiguo palacio de Abderramán I, y empezó a realizar suntuosos regalos58 al harén califal y se le acusó de malversación5057 tras ser destituido de su cargo como responsable de la ceca en marzo del 972.59 Ayudado financieramente para cubrir el supuesto desfalco,5857 obtuvo el mando de la shurta media (policía)57nota 6 y mantuvo el resto de cargos, incluido el de administrador del heredero y de las herencias vacantes.61
En el 973, se le encargaron los aspectos logísticos, administrativos y diplomáticos de la campaña califal contra los idrisíes en el Magreb,6249 con el puesto oficial de gran cadí de las posesiones omeyas en el Magreb.57 La importancia de la flota en la campaña y su dependencia de Sevilla, de donde Almanzor era cadí y por tanto responsable de sus instalaciones, y la confianza63 del propio califa y de su chambelán le facilitaron obtener esta responsabilidad.62 El encargo traía consigo autoridad sobre civiles y militares y,63 en la práctica, la supervisión de la campaña.64 Entre sus tareas se encontraba la fundamental de obtener el sometimiento de los notables de la región mediante la entrega de regalos formalesnota 7 que indicaban la lealtad de estos al califa y que,496557 junto con las victorias militares, minaron la posición del enemigo.6266 Conseguida la victoria contra los idrisíes, regresó enfermo a la corte cordobesa en septiembre del 974,65 con la intención de recuperarse y retomar sus funciones.67 Nunca volvió al norte de África.65 Su experiencia como supervisor de las tropas enroladas para la campaña magrebí le brindó la oportunidad de apreciar la posible utilidad política de estas si lograba su control.67 Le permitió asimismo establecer relaciones68 con los jefes tribales de la zona y con su futuro y poderoso suegro, Gálib,4937 quien había dirigido69 los aspectos militares de la operación.67657057 Su habilidad para gestionar los aspectos organizativos y económicos de la campaña,497057 ampliamente reconocida y premiada meses antes con su nombramiento nuevamente como jefe de la ceca70 califal, supuso el comienzo de su éxito político.67 En los últimos meses de enfermedad de Al-Hákam, este le nombró inspector de las tropas profesionales,57 en las que se habían incluido el grueso de los bereberes traídos del Magreb por el califa para tratar de formar una fuerza leal a su persona que garantizase el acceso al trono de su joven hijo.71
La conquista del poder[editar]
Eliminación de los pretendientes y triunvirato[editar]
El fallecimiento del califa Al-Hákam II el 1 de octubre726873nota 8 del 976 y la proclamación de su hijo Hisham inauguraron un nuevo periodo ascendente en la carrera política de Almanzor.764937 Supuso asimismo un acontecimiento crucial en la historia del califato, que, a partir de entonces, quedó marcada por su figura77 y por el arrinconamiento paulatino del tercer califa andalusí.78 Al-Ándalus atravesaba en aquel momento una grave crisis de sucesión, porque el sucesor designado, Hisham, nacido en el 965, era demasiado joven79 para reinar,77 pues contaba con apenas ocho o nueve años cuando su padre le asoció al gobierno en el 974 y era,80 por tanto, menor de edad cuando su padre falleció.81nota 9 Esta era una situación extraordinaria pues nunca antes el emirato o el califato habían quedado en manos de un menor.4984 Algunas escuelas de jurisprudencia islámicas rechazaban la posibilidad de que un menor alcanzase el puesto de califa,77 pero la tradición omeya andalusí había afianzado la herencia de padres a hijos85 y el caso de Abderramán III suponía un precedente.86 Ante esta situación, y a pesar de los esfuerzos de Al-Hákam durante los últimos años de reinado para asegurar la sucesión de su hijo asociándole a las tareas de gobierno,8049878889 el entorno del difunto se dividió.8290 Había quienes eran partidarios de designar un regente, el chambelán al-Mushafi, mientras que otros preferían dar el título califal a uno de los hermanos del difunto, al-Mughira,919293nota 10 de veintisiete años.86
A la muerte de Al-Hákam, dos destacados esclavones92 —uno, tío del nuevo califa—95 con importantes puestos en la corte trataron de proclamar califa a al-Mughira9674 —obligándole, no obstante, a nombrar a Hisham como su heredero—97 y de desembarazarse98 del chambelán Al-Mushafi.76997573nota 11 Los dos —que más tarde ocuparían los lugares más destacados en la ceremonia de proclamación de Hisham una vez frustrado su plan—95101 contaban con el apoyo de los mil esclavones de la corte y con el control de la73 guardia de palacio.99 El chambelán, verdadero centro del poder político83 tras el fallecimiento de al-Hákam e incluso en los últimos años del reinado de este,21 desbarató rápidamente la conjura con la ayuda de Subh y encargó a Almanzor917392102 —por entonces ya destacado funcionario y miembro de la corte, con acceso privilegiado al joven califa y a su madre— el asesinato del pretendiente.7696 El apoyo de Almanzor —mano derecha de Subh—103 al joven califa resultó crucial para su ascenso hacia el poder.32 El chambelán había fingido apoyar a los confabulados para, a continuación, frustrar su plan gracias al apoyo de tropas bereberes.99 9710473
Almanzor, obediente, pero reacio,83 rodeó la residencia de al-Mughira con un destacamento de cien soldados,105 irrumpió en él y notificó a al-Mughira la muerte de al-Hákam y la entronización de Hisam II.9810673 El joven tío de Hisham manifestó su lealtad a este; ante las dudas de Almanzor, al-Mushafi exigió el cumplimiento de la orden de asesinar al pretendiente.10710510610273 Al-Mughira fue estrangulado ante su familia105101 en el salón de su casa y colgado de una viga de la techumbre de una estancia aneja, como si se hubiera suicidado.107106 Al-Mushafi garantizó así los deseos de su difunto señor de asegurar el acceso al trono de Hisham.102 Los partidarios del joven califa se apoyaron en la guardia bereber, creada por al-Hákam para su hijo,71 para enfrentarse a los esclavones; más de ochocientos de estos fueron expulsados de palacio como resultado de la crisis.103
Hisham II fue investido califa el lunes 1 de octubre del 97692nota 12 con el título de al-Mu'ayyad bi-llah,77 es decir, «el que recibe la asistencia de Dios».108 Almanzor participó en la ceremonia recogiendo en las actas los juramentos de fidelidad de los asistentes, después de que estos se hiciesen ante el cadí.10998108101 Seis días después de su investidura, el 8 de octubre de 976, Hisham nombró hayib —chambelán o primer ministro— a al-Mushafi72 y visir1109889 y delegado del hayib a Almanzor, que tenía entonces 36 años.7691111101 Este mantuvo una posición de singular importancia como vínculo entre la madre del nuevo califa —en la práctica rectora del Gobierno ante la minoría de Hisham— y la Administración encabezada por al-Mushafi.111 El poder había quedado en realidad en manos de un triunvirato formado por el chambelán al-Mushafi, el visir Almanzor y el general Gálib.1 Para aumentar el favor de la población hacia el nuevo califa niño y reforzar su posición, estos abolieron el impopular impuesto sobre el aceite.101
Ruina de al-Mushafi[editar]
Si bien la alianza entre al-Mushafi y Almanzor había minado el tradicional poder de los esclavones en la corte,105103112 las relaciones entre los dos se deterioraron al poco tiempo.113 La incapacidad del chambelán para enfrentarse a la crisis de prestigio exterior, causada por las intrigas sucesorias y las incursiones114115116112 cristianas que en el 976 casi alcanzaron la capital,91 permitió a Almanzor hacerse con el mando117110105118 de las tropas del ejército de la capital49119 del califato tras asegurar112 a Subh su capacidad para restaurar el prestigio militar que al-Mushafi no había conseguido recuperar.113 Almanzor, al contrario que el chambelán, se inclinaba por la respuesta militar a las correrías cristianas y se mostró dispuesto a comandar la aceifa de represalia.91119116 Al-Mushafi, por el contrario, había abogado por una estrategia defensiva que,116 en la práctica y a pesar del poderío militar cordobés, hubiese entregado a los Estados cristianos los territorios al norte del Guadiana.114115 Gracias también a la influencia de Subh, Gálib obtuvo al mismo tiempo el gobierno de la Marca Inferior y el mando de los ejércitos fronterizos.110
En febrero de 977,120121105122118112 partió de la capital para realizar su primera campaña en Salamanca, siguiendo aún simplemente la estrategia de contención de los Estados cristianos mantenida durante el reinado anterior.113 Su nombramiento como alcaide —jefe de un ejército— de las tropas capitalinas supuso el acercamiento a Gálib —alcaide de los ejércitos fronterizos— y el fin del triunvirato que los dos formaban con al-Mushafi.123122 La primera campaña, de casi dos meses de duración,120124 le llevó a saquear los arrabales de los salmantinos Baños de Ledesma37125114124nota 13 y capturar dos mil prisioneras que trajo a Córdoba, aunque no logró tomar fortaleza alguna.91122 En el otoño, atacaba Salamanca.12712837
El nuevo prestigio militar de Almanzor ganado gracias a su capacidad de rechazar a las fuerzas cristianas y atacar Cuéllar122 —durante la segunda aceifa del 977—129121 y Salamanca130 —en el otoño del mismo año,131 nuevamente no con objetivos de conquista sino de debilitamiento del enemigo y ganancia de renombre—129 le permitió solicitar el puesto de prefecto de Córdoba, que hasta entonces había desempeñado un hijo105 de al-Mushafi.123132133 La nueva reputación militar de Almanzor, el respaldo del harén y el de Gálib le permitieron obtener el puesto sin el consentimiento del chambelán.123132133134 Ésta acción supuso el enfrentamiento abierto entre Almanzor, hasta entonces aparente servidor fiel y eficiente del chambelán, y al-Mushafi.135134 Este —que debía su poder al respaldo del anterior califa,136124 carecía de apoyos firmes y era considerado un advenedizo por las familias más destacadas de la Administración cordobesa—105124 trató de contrarrestar la alianza entre los otros dos triunviros mediante el casamiento137135 de otro de sus hijos con la hija de Gálib, Asma.123138110132 Almanzor —que se había ganado con astucia el favor de la madre del califa, de Gálib y de las principales familias del funcionariado califal—116 intervino con habilidad, utilizando la intercesión de Subh y dirigiéndose directamente a Gálib para lograr que este retirase su beneplácito inicial y ser él139110136135 mismo el que desposase a la hija de este.140129137141134 La fastuosa141 boda se celebró en la primavera142 de 978, ocho meses después de la firma del contrato matrimonial, selló la alianza entre Gálib y Almanzor y marcó la decadencia del poder del chambelán.140129 Pocos días después de la boda, Gálib y Almanzor partieron142143 a realizar una nueva aceifa que alcanzó Salamanca.140141 Los éxitos militares aumentaron el poder de los dos aliados y minaron aún más el del chambelán en la corte.140 Los alcaides recibieron nuevos títulos para recompensar sus victorias y se nombró a Almanzor «visir doble»,141143144 de Interior y Defensa, los dos visiratos más importantes.145 Gálib obtuvo el título de chambelán —situación inaudita pues nunca habían existido dos chambelanes al mismo tiempo— lo que privó a al-Mushafi de la mayoría de sus funciones;141 a finales de 977,nota 14 se le destituyó129139137143 y encarceló.145 Sus familiares y partidarios en puestos de la Administración fueron arrestados y sus posesiones, confiscadas.145146143 Almanzor sucedió al derrotado al-Mushafi como segundo chambelán142143 del califato.147 Los cargos más importantes quedaron en manos de personas de su confianza, en algunos casos, de familiares.146 La eliminación del antiguo chambelán hizo que el califa fuese visto cada vez menos y que Almanzor se convirtiese paulatinamente en el intermediario entre su señor y el resto del mundo.148146 Consciente de que su poder emanaba de Hisham, Almanzor se cuidó, sin embargo, de seguir manteniendo las apariencias de soberanía del menor.149
El descontento con la minoría real y la regencia alimentó una nueva rebelión organizada por destacados miembros de la corte a finales del 978.150151 Los confabulados pretendían sustituir a Hisham por uno de sus primos,150151 nieto de Abderramán III.107152143 Un improvisado intento de matar a puñaladas151152 al califa fracasó y condujo a la brutal represión de los conjurados por insistencia de Subh y Almanzor —no sin vencer la resistencia153 de importantes jurisconsultos—.154nota 15 Esta puso fin a los intentos de sustituir al califa por otro miembro de la dinastía omeya,156 produjo la huida de la capital de cualquier posible pretendiente y la vigilancia157 estrecha de los miembros de la familia omeya y llevó a la construcción137 el año siguiente158 de una nueva residencia fortificada para Almanzor, Medina Alzahira159nota 16 (la «Ciudad Resplandeciente»)160 —la obra se prolongó hasta el161 989—.154 En esta nueva residencia, situada al este de la ciudad,137158 residían las tropas que le eran fieles y parte de la Administración137162158 estatal y fue donde formó una suntuosa corte a su alrededor.163 Además y para calmar el malestar entre los alfaquíes por la represión de los conjurados contra Hisham y su valido —confabulación en la que algunos habían estado envueltos—, estableció una comisión para expurgar la biblioteca de Alhakén.164
Ya como chambelán, en el verano había dirigido una nueva aceifa, esta vez en el noreste, contra Pamplona y Barcelona, de más de dos meses de duración.147165166 En el otoño realizó una nueva incursión, esta vez hacia Ledesma, de poco más de un mes de duración.147131 En mayo del año siguiente, dirigió una nueva campaña en esta región.167131 La siguiente incursión, durante el verano, se encaminó a Sepúlveda.147168 En septiembre del 979,168 mandó desde Algeciras el auxilio de Ceuta, amenazada por la victoriosa campaña de Buluggin ibn Ziri, favorable a los fatimíes, contra los clientes omeyas en el Magreb occidental.169 Más tarde, la ciudad se convirtió en centro de la política magrebí del Almanzor.170
Enfrentamiento con Gálib[editar]
Aplastada la oposición en la corte, pronto los dos duunviros se enfrentaron.163171 El viejo general se oponía a la postración a la que Almanzor, que se dedicó a reforzar su poder y a controlar el acceso al califa,172 sometía a este.173174175 Para Gálib, las maniobras de su aliado —que incluían la construcción de su nueva residencia palaciega y el reforzamiento de las unidades bereberes además del control del califa—172175 acabarían por dañar a la dinastía.173 Por su parte, para Almanzor el continuo prestigio militar de su suegro oscurecía sus hazañas militares, a pesar de las sucesivas campañas victoriosas.171 Tras diversas algaradas conjuntas en territorio cristiano, dirigidas principalmente por el veterano Gálib a pesar de la creciente experiencia militar de su yerno, el enfrentamiento estalló en la primavera del 980,176177 durante una campaña en178179175 Atienza.173174 Almanzor, herido, salvó la vida sólo gracias a la intercesión del cadí de Medinaceli,178 pero reaccionó de inmediato atacando esta fortaleza,174180 donde se hallaba la familia177 de su suegro y que entregó al pillaje una vez tomada.173179181 Almanzor continuó su camino hacia el norte, aunque el enfrentamiento con Gálib, fortificado en Atienza, acortó la campaña,176177 la segunda contra Castilla desde el 975.174 Gálib se vio obligado a exiliarse en territorio cristiano.173179 En el otoño, Almanzor dirigió una nueva ofensiva, cuyo objetivo, «Almunia», se desconoce.182183 En el 981, año de gran actividad guerrera para Almanzor, mandó cinco campañas militares, las primeras en febrero y en marzo.182
Tras varios choques entre los duunviros favorables a Almanzor,183 en abril del 981, Gálib, aliado con castellanos y navarros, lo derrotó.173179 En mayo Almanzor contraatacó tras haber reunido tropas bereberes, las suyas propias cordobesas y algunas de las unidades de frontera que su enemigo había mandado durante largo tiempo.184185179181 Gálib, por su parte, contaba con el respaldo de otra parte de las fuerzas fronterizas del califato y las de sus aliados castellanos y navarros.184185186187188 A punto de lograr la victoria sobre su yerno el 10 de julio del 981,189186172 se le halló muerto190 en un barranco sin señales de violencia,191 posiblemente fallecido de forma natural —contaba casi ochenta años—,188 lo que selló19037 el poderío de Almanzor.184 Las tropas de su rival, desconcertadas por la muerte de su caudillo,172 se pasaron en gran parte a su bandera.191186 El cadáver de Gálib fue brutalmente mutilado187 —primero por sus propias tropas, instigadas por Almanzor, que deseaba probar la muerte de su enemigo—186 y expuesto192193 en Córdoba; varios de sus principales aliados perdieron también la vida en la batalla,172 que le otorgó a Almanzor su sobrenombre194195 de «el Victorioso»32192172187 por el que es conocido.196197nota 17 Sus títulos honoríficos y los de su familia no contenían referencia a Alá, pues estos se reservaban al califa.196 La desaparición de Gálib le convirtió en chambelán único y le permitió eliminar cualquier posible opositor198 cortesano, aunque su legitimidad provenía únicamente de su cargo como regente del califa198 y de la tolerancia de la madre de este.199 Desde la eliminación de Gálib, concentró el poder del califa en su persona.198
Ese mismo año, saqueó Zamora y sus alrededores en una campaña otoñal en septiembre.200201 Un mes más tarde, atacó tierras portuguesas, probablemente Viseo.200202
Alianza con la reina madre y problemas de gobierno[editar]
Durante veinte años y hasta la ruptura de su alianza en el 996,203 Almanzor actuó en parte como representante de la poderosa madre del califa, su informante y comandante de los ejércitos y de la policía.204 Era ella la que tomaba gran parte de las decisiones, consultada por los regentes de su hijo.204 La mayoría de edad del califa no cambió la situación ya que no reclamó el poder,204 posiblemente por algún tipo de enfermedad o incapacidad para desempeñar las responsabilidades del cargo.205 En realidad, Almanzor no actuaba solo como usurpador del poder califal, sino también como tutor del califa incapacitado y garante del poder dinástico.205 Su puesto como mero controlador de la Administración y del Ejército en nombre de Hisham, sin embargo, le hacía sustituible, por lo que tomó medidas para reforzar su posición.206 La capital quedó en manos de un primo suyo, que la controló férreamente.206 Ascendió a una serie de partidarios, generalmente mal vistos y considerados despóticos,207 que tras la disgregación del califato consiguieron hacerse con el dominio de diversas taifas.208 Se alió además con importantes señores fronterizos.207
En el 988 y 989 tuvo que enfrentarse a una doble amenaza: una larga sequía209 que produjo carestía y le obligó a aplicar algunas medidas sociales para aliviar la penuria (entrega de pan o rescisión de impuestos, entre otros) y el surgimiento de una nueva rebelión contra él en la que participó su hijo210211195212152 mayor.213 Logró desbaratar la conjura para convertirlo en soberano214 —en la que participaban también el gobernador de Zaragoza, ʿAbd al-Raḥmān ben al-Muțarrif,214 y el de Toledo,212 un omeya215 descendiente lejano de Alhakén I, ʿAbd Allāh ben ʿAbd al-ʿAzīz al-Marwānī214 o Abdalá «Piedra Seca»—,216211195152217 pero no218 someter a su hijo a pesar de sus esfuerzos.219220 Refugiado este con los castellanos tras el arresto de sus compañeros de confabulación,221222220 Almanzor solicitó finalmente y obtuvo su entrega tras una victoriosa campaña por Castilla y lo mandó ajusticiar.219210211223224225226 En el amanecer del 8 de septiembre de 990 era decapitado.214 La muerte de su primogénito le supuso un duro golpe e hizo que presentase su rebelión como el acto de un hijo falso,225 al que repudió al tiempo que mandaba ejecutar a los que le habían dado muerte por orden suya.219227215 El gobernador de Zaragoza sería ejecutado en su presencia mientras que «Piedra Seca» salvaría la vida, quizás porque Almanzor no quería mancharse las manos con sangre omeya.214
También tuvo Almanzor encontronazos con algunos poetas satíricos enemigos suyos: Abu Yafar al Mushafi (m. 982); Yûsuf ibn Hârûn al-Ramâdî (m. 1012-3), conocido como Abû Ceniza, que fue enemigo de al-Hakam y Almanzor y escribía también moaxajas. Perseguido y, posteriormente, perdonado, marchó a Barcelona en 986. También Ibrahim ibn Idrís al-Hassaní pagó su sátira a Almanzor con el exilio en África. Prisionero de Almanzor fue el poeta Abû Marwân al-Yazîri, que murió en la cárcel en 1003.228
Almanzor, caudillo de al-Ándalus[editar]
Ruptura con Subh y concentración del poder político[editar]
Eliminado Gálib, incapaz Hisham de desempeñar sus obligaciones como califa y ya mayor, Almanzor comenzó a sopesar el preparar su sucesión y el tomar oficialmente el poder, sustituyendo incluso al califa incapaz.229 En el 989, trató infructuosamente de que los alfaquíes aceptasen como mezquita aljama la de Medina Alzahira.161 Desde el 991, asoció a su hijo Abd al-Málik de manera similar a como Alhaken había hecho con Hisham: le nombró chambelán194 y alcaide supremo de los ejércitos califales, aunque sin apartarse él mismo del poder.229 Al mismo tiempo, presentó discretamente ante los alfaquíes que asesoraban al cadí mayor la posibilidad de que él mismo sustituyese230 al califa pues este era incapaz y nadie en ese estado podía mantener el cargo.229 La regencia, antes justificada por la minoría de edad de Hisham, no podía ya justificarse por la mera ineptitud de este para llevar a cabo sus funciones.229 El dictamen, sin embargo, fue negativo:230 el relevo de Hisham, según los juristas consultados, debía recaer en otro miembro de la19 tribu del profeta.231 Almanzor aceptó la decisión a regañadientes y en los años siguientes fue arrogándose mayor poder e incluso competencias que correspondían al califa: confirmó con su sello —y no con el del califa, a pesar de obrar en su poder— los nombramientos oficiales,232 nombró un nuevo responsable de la ceca, se apropió nuevos títulos233 y mantuvo parte de la Administración en su residencia fortificada de Medina Alzahira.231 Hizo también que su nombre se mencionase tras el del califa en los rezos del viernes y mantuvo una corte paralela a la del soberano en su nueva residencia de al-Zahira.32 En el 991, por presión del chambelán, el consejo de alfaquíes cambió su dictamen desfavorable a la conversión de la mezquita de Medina Alzahira en mezquita mayor,234 aunque su uso siguió estando mal visto por muchos notables cordobeses.235
Los intentos de acaparar el poder pusieron fin a la larga alianza entre Almanzor y Subh en el 996.236237223232 Tras veinte años como representante de Subh, Almanzor se enfrentó a la madre del califa y sus partidarios.236237 El choque entre ambas camarillas se desencadenó por la sustracción por parte de Subh de ochenta mil dinares del tesoro real para financiar un levantamiento contra el chambelán,238239 que este descubrió gracias a sus agentes217 en el alcázar.236240 Almanzor reaccionó solicitando y logrando el traslado del tesoro califal a su residencia de Medina Alzahira tras plantear la sustracción como un robo por parte del harén, transferencia que aprobó el consejo de visires y alfaquíes.236241217 Enfermo Almanzor, Subh sublevó el alcázar, que trató en vano de oponerse al traslado del dinero.242241 Abd al-Málik logró el respaldo de los visires, el repudio del califa a la rebelión de su madre a finales de mayo del 996 y la custodia del tesoro califal.242243244 Descabezada la rebelión en la península por la pérdida de financiación y la rápida derrota de sus escasos partidarios,245 el dinero anteriormente sustraído permitió a Subh fomentarla en el Magreb.242237246 Aunque en el otoño del 997 Almanzor no había logrado aún sofocar la revuelta en el Magreb, esta tampoco había conseguido apoyos en la península.247
Para reforzar su imagen y la de su hijo y sucesor, Almanzor organizó un desfile217 con el califa y su madre.247237248249 El gesto servía para disipar cualquier duda sobre el apoyo del califa a Almanzor y para rechazar así las acusaciones de Ziri ibn Atiyya lanzadas desde el Magreb.249 Acabada la procesión, Hisham quedó encerrado —con todas las comodidades, pero carente de poder— en Medina Alzahira,247 donde probablemente también quedó presa su madre.203 Esta había perdido su enfrentamiento con su antiguo aliado y murió poco después, en el 999.203 Almanzor, que había renovado su juramento de fidelidad al califa con la condición de que este delegase233217 sus poderes en su familia,250 salió reforzado, envió a su hijo250249 a combatir la rebelión magrebí y acaparó todo19251 el poder administrativo.247 Contó para ello con el beneplácito de la cúpula religiosa del califato que, temiendo una posible guerra civil, respaldaba la posición de Almanzor como garante de la estabilidad y del trono del impotente Hisham.203 El poder estatal se dividió en dos: el simbólico y legítimo del califa, arrinconado por Almanzor del ejercicio de este, y el del chambelán y sus sucesores, carentes de legitimidad —por ser yemeníes y no de la tribu del profeta—, pero detentadores del dominio de la política califal.19
Reforma del Ejército y de la Administración[editar]
La separación entre el poder temporal, ostentado por Almanzor, y el espiritual, en manos de Hisham como califa, aumentó la importancia de la fuerza militar, símbolo —junto con el nuevo ceremonial de la corte del chambelán, rival de la del propio califa— del poder del primero e instrumento para garantizar el pago de los tributos.252
Almanzor continuó con éxito las reformas militares que comenzaron Alhaken253 y sus predecesores254 y que englobaron diversos aspectos.255 Por un lado, aumentó la profesionalización del Ejército regular,254 necesaria tanto para garantizar en todo momento su poder militar en la capital como para hacer frente con más garantías a las numerosas aceifas, que eran una de las fuentes de la legitimidad de su poder político.255 Esto conllevó una pérdida de importancia de las levas y de las tropas no profesionales, que sustituyó con impuestos que servían para sostener los contingentes de tropas profesionales, a menudo esclavones254 o magrebíes al tiempo que libraban a los andalusíes del servicio militar.25516256 El reclutamiento de esclavones y bereberes no era nuevo y databa de reinados anteriores, pero Almanzor lo amplió.254257258 Por otro lado, creó nuevas unidades que, a diferencia de las del Ejército regular califal, le eran fieles primordialmente a él mismo257 y servían para controlar la capital.255 Ya el emir Abderramán I las había utilizado, logrando organizar un ejército permanente de cuarenta mil bereberes y esclavones que usó para acabar con los conflictos que hasta entonces asolaban el emirato.259 En tiempos del emir Muhammad I de Córdoba el ejército alcanzaba los treinta y cinco a cuarenta mil combatientes, la mitad de ellos ŷundíes sirios.260 Esta contratación masiva de mercenarios y esclavones hacía que, según los cronistas cristianos, «de ordinario los ejércitos sarracenos ascienden a 30, 40, 50, o 60 000 hombres, bien que en las graves ocasiones llegan a 100, 160, 300 y aun 600 000 combatientes».261 De hecho, se había llegado a afirmar que, en tiempos de Almanzor, los ejércitos cordobeses podían reunir seiscientos mil peones y doscientos mil caballos «sacados de todas las provincias del imperio».262
Con el fin de acabar con una posible amenaza a su poder así como de mejorar la eficacia militar, abolió32263264 el sistema tribal de unidades —en decadencia por la falta de árabes y por la formación de pseudofeudos fronterizos—,265 en el que las distintas tribus quedaban a cargo de un jefe y que había causado continuos choques, y lo sustituyó por unidades mixtas,266 sin lealtad clara y mandadas por funcionarios de la Administración.267 El nuevo núcleo del Ejército, sin embargo, lo formaban las crecientes fuerzas bereberes magrebíes.265258256 Las rivalidades étnicas entre árabes, bereberes y eslavos dentro del ejército andalusí eran utilizadas hábilmente por Almanzor para mantener su propio poder,258 por ejemplo, ordenando que toda unidad del ejército estuviera formada por diversas etnias para que no se unieran en su contra;268 impidiendo así el surgimiento de posibles rivales.269 Sin embargo, una vez desaparecida su figura centralizadora, fueron una de las causas principales de la guerra civil.269 A las fuerzas bereberes se unieron asimismo contingentes de mercenarios cristianos,270 bien remunerados, que formaban el grueso de la guardia personal de Almanzor y participaban en sus algazúas en territorios cristianos.271 Esta reforma, finalizada, pero no iniciada por Almanzor, dividió a la población fundamentalmente en dos grupos desiguales: una gran masa de contribuyentes ajenos al servicio de armas y una pequeña casta de militares profesionales, en general de fuera de la península.272
El aumento de las fuerzas militares y su profesionalización parcial conllevaron el aumento254 de los gastos financieros para sostenerlas y estos supusieron un incentivo más para realizar campañas, que producían botín y tierras con las que pagar a las tropas.271 Estas tierras, cuando se entregaban a los soldados como pago, quedaron a partir de entonces sometidas a tributo y dejaron de suponer un sistema de colonización de las fronteras.273274 El ejército andalusí estaba financiado por el impuesto que pagaban los campesinos para eximirse de combatir y lo formaban reclutas locales, mercenarios extranjeros —milicias bereberes, esclavos eslavos o negros y compañías cristianas a sueldo— y voluntarios de la yihad.275 En esos tiempos al-Ándalus era conocida como Dar Yihad o «país de la yihad»; lo que atraía muchos voluntarios, relativamente escasos en comparación al total del ejército, lo compensaban con su celo a la hora de combatir.276
Según estudios modernos, estos contingentes de mercenarios permitieron aumentar el tamaño total del ejército califal de treinta o cincuenta mil efectivos en tiempos de Abderramán III a cincuenta o noventa mil.277278260 Otros, como Évariste Lévi-Provençal, sostienen que los ejércitos cordobeses en campaña pasaron con el dictador amirí de treinta y cinco mil hasta setenta o setenta y cinco mil soldados.275279 Las cifras de la época son a lo menos discutibles, algunas crónicas afirman que sus ejércitos campales sumaban doscientos mil jinetes y seiscientos mil infantes, mientras que otras hablan de doce mil jinetes, tres mil bereberes montados y dos mil sūdān, infantes ligeros africanos.208 Según las crónicas, en la campaña que arrasó Astorga y León el caudillo llevó doce mil jinetes africanos, cinco mil andaluces y cuarenta mil infantes.280 También se dice que, en su última aceifa, movilizó a cuarenta y seis mil jinetes, mientras otros seiscientos vigilaban la impedimenta, veintiséis mil infantes, doscientos exploradores o «policías» y ciento treinta atabaleros281 o que la guarnición de Córdoba se constituía de diez mil quinientos jinetes y otros tantos guardaban la frontera norte en destacamentos dispersos.282 Sin embargo, es mucho más probable que los ejércitos del caudillo, aun en sus aceifas más ambiciosas, posiblemente no pasaran de los veinte mil hombres.270 Pues puede admitirse que hasta el siglo XI ningún ejército musulmán en campaña superó los treinta mil efectivos, mientras que durante el siglo VIII las expediciones ultrapirenaicas sumaban diez mil unidades y las que se realizaban contra los cristianos del norte de la península eran menores.260
En tiempos del emir Alhakén I se creó una guardia palatina de 3000 jinetes y 2000 infantes, todos ellos esclavos eslavos.283 Esta proporción entre ambos tipos de tropas se mantuvo hasta las reformas de Almanzor, la incorporación masiva de jinetes norteafricanos relegó a la infantería hasta solo ser usada en asedios y como guarniciones de fortalezas.284 Esa importación de infantes y sobre todo de jinetes bereberes llegó a traer incluso tribus completas para instalarlas en la península.285
La principal arma de las campañas peninsulares, que requerían velocidad y sorpresa, era la caballería ligera.264 Para tratar de contrarrestarlas, los castellanos crearon la figura de los «caballeros villanos» —ennobleciendo a aquellos hombres libres que se aviniesen a mantener un caballo para aumentar las unidades montadas— mediante el Fuero de Castrojeriz del 974.264 Por motivos similares, el conde barcelonés Borrell creó la figura de los homes de paratge —que obtenían estatuto militar privilegiado por acudir a la lucha contra los cordobeses armados a caballo— después de perder su capital en el descalabro del 985.286 Por el contrario, la Armada, que había tenido un papel destacado en décadas anteriores bajo Abderramán III,287 durante la época de Almanzor sirvió únicamente como medio de transporte de las tropas terrestres.288 Ejemplos de este uso de las flotas fueron el continuo transporte de tropas entre el Magreb y la península ibérica o el uso de las naves de Alcácer do Sal en la campaña contra Santiago en el 997.288
Durante esa época también floreció la industria militar en fábricas alrededor de Córdoba.276 Se decía que podían producir mil arcos y veinte mil flechas mensuales278276 y mil trescientos escudos276 y tres mil tiendas de campaña anuales.276278
En cuanto a la flota, reforzó su red de puertos con una nueva base en el Atlántico, en Alcácer do Sal, que protegía la zona de Coímbra, recuperada en la década de 980, y sirvió de origen de las unidades que participaron en la campaña contra Santiago de Compostela.273 En la orilla mediterránea, la defensa naval estaba centrada en la base de al-Mariya, actual Almería.289 Las atarazanas de la flota habían sido construidas en Tortosa en el 944.290
Inicialmente la defensa marítima del califato estuvo a cargo de Abd al-Rahman ibn Muhammad ibn Rumahis, veterano jejfi o «almirante» que sirvió a Alhakén II y fue cadí de Elvira y156 Pechina.289 Entre su currículo destacaban acciones como el rechazo de las incursiones de los al-Magus («idólatras») o al-Urdumaniyun («hombres del norte» o «vikingos»),291 en el occidente de al-Ándalus a mediados de 971;292 finalmente, a finales de ese año, cuando estos intentaban invadir Andalucía,293 el almirante partió de Almería y los derrotó frente a las costas de Algarve;294 en abril de 973, transportó al ejército de Gálib desde Algeciras295 para someter a las rebeldes tribus del Magreb y terminar con las ambiciones fatimíes.296 Al igual que en el 997, cuando la flota andalusí azotó las costas gallegas, en 985 había asolado las catalanas.297 Durante la campaña catalana, el conde Gausfredo I de Ampurias y Rosellón, intentó reunir un ejército para ayudar a los barceloneses, pero entonces varias flotillas de piratas berberiscos amenazaron sus costas, debiendo quedarse a defender sus tierras.298
Para asegurarse el control militar, eliminó a las principales figuras que podían haberse opuesto a sus reformas:273 además de la muerte de Gálib, la participación del gobernador zaragozano en la conjura de su hijo mayor le sirvió como justificación para sustituirlo152 por otro más afín del mismo clan, Banu Tuyib.299220 El almirante300 de la flota —que gestionaba un importantísimo presupuesto— fue envenenado301 en enero302 de 980 y sustituido por un hombre fiel a Almanzor.299156
Si en el Ejército fomentó la llegada de bereberes fieles a su persona, en la Administración favoreció a los eslavos en detrimento de los funcionarios andalusíes, de nuevo con el objetivo de rodearse de personal leal solo a él.16
Las rutas de transporte terrestres estaban salpicadas de plazas fuertes,276 ya que desde antaño los dignatarios andalusíes procuraron controlar las comunicaciones.303 Sus correos eran transmitidos por mensajeros comprados en Sudán y entrenados especialmente para ese propósito; en ellos iban los informes oficiales que sus cancillerías redactaban sobre las campañas anuales.303
El califato gobernado por Almanzor era un Estado rico y poderoso. Según Colmeiro, de acuerdo a la estimación de que por cada millón de habitantes se podían extraer diez mil soldados en una sociedad preindustrial, y considerando a las crónicas exageradas diez veces en los números reales —estas hablan de ochocientos mil soldados—, el califato podría tener ocho millones de habitantes.262 Los que utilizan un criterio alcista, estiman entre siete304 y diez305 millones, pero probablemente fueran muchos menos.304262 Tradicionalmente se habla que, en torno al año 1000, el califato ocupaba cuatrocientos mil kilómetros cuadrados y estaba poblado por tres millones de almas306 —en comparación, los Estados cristianos reunían ciento sesenta mil kilómetros cuadrados y medio millón de personas—.307 Para el siglo X el 75 % de la población bajo dominio omeya se había convertido al Islam —se alcanzó el 80 % dos centurias después—.308 En comparación, al momento de la invasión musulmana España tenía unos cuatro millones de habitantes —aunque no faltan quienes los elevan a siete u ocho—.308
También poseía grandes ciudades como Córdoba, que pasaba los cien mil habitantes; Toledo, Almería y Granada, que rondaban los treinta mil; Zaragoza, Valencia y Málaga, todas por encima de los quince mil.304 Había un fuerte contraste con la civilización cristiana, que prácticamente carecía de grandes núcleos urbanos en España.
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