SIGLO X EN ESPAÑA
El Capitel de los músicos es una pieza única de mármol blanco ubicada en el Museo Arqueológico de Córdoba. Data de finales del siglo x, quizás en el reinado de Hisham II, en pleno Califato de Córdoba, y destaca por su decoración figurativa en sus cuatro caras. Formó parte de la Colección Carbonell, conjunto de obras artísticas que entraron a formar parte de la colección del museo como depósito en 1980.
Descripción[editar]
Su figuración indica que estaría situado en un ámbito privado, como algunas de las almunias que rodeaban la ciudad, debido a que nunca se presentaban imágenes en lugares religiosos como mezquitas o madrazas.
La pieza muestra a cuatro músicos representados de pie, en cada una de las caras del típico capitel de avispero, reflejando el gusto por el lujo y la música que caracterizaba a la corte omeya cordobesa, muy influenciada desde la llegada del bagdadí Ziryab en el siglo ix. Los instrumentos representados, según el especialista Faustino Porras, son un rubab, precedente del violín, dos se corresponden con el laúd árabe, precedente del actual laúd y el cuarto, desaparecido, probablemente sea otro laúd árabe. La coincidencia que sus rostros hayan sido destrozados se debe, probablemente, al afán iconoclasta que surgió tras la invasión de almorávides y, sobre todo, los almohades en el siglo xii.1
En el Museo se puede observar un precedente visigodo, el Capitel de los Evangelistas, que muestra a los cuatro evangelistas en cada una de las caras del capitel. Asimismo, se puede tomar conciencia de que el tema musical en el Califato es primordial con la Botella de los Músicos.
Capitel de los músicos | ||
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Material | Mármol blanco | |
Tamaño | 43 cm de altura 26 cm de diámetro | |
Período | Siglo X |
Historia[editar]
La cruz de la Victoria fue donada a la Catedral de San Salvador de Oviedo por el rey Alfonso III el Magno y por su esposa, la reina Jimena de Asturias, en el año 908, según consta en una inscripción colocada en el reverso de la cruz. Fue realizada, según consta en la misma inscripción, en el castillo de Gauzón, emplazado en el Peñón de Raíces (Castrillón), en las inmediaciones de la ría de Avilés. Dicho castillo, que contaba con un taller de orfebrería, había sido donado en el año 905, junto con varias iglesias, a la iglesia de San Salvador de Oviedo, por el rey Alfonso III el Magno.
Según refiere la tradición, la cruz de madera que se encuentra en el interior de la cruz de la Victoria fue la que el rey don Pelayo enarboló en la batalla de Covadonga, librada en el año 722, en la que las tropas asturianas derrotaron a las musulmanas. No obstante, dicha tradición, que no fue recogida por los eruditos hasta el siglo XVI, ha sido desmentida recientemente por los arqueólogos César García de Castro Valdés y Alejandro García-Álvarez del Busto, que han demostrado, basándose en la prueba del Carbono 14, que la cruz de madera que se encuentra en el interior de la cruz de la Victoria procede de un árbol talado durante el reinado de Alfonso III el Magno, y no de la época de don Pelayo, primer rey de Asturias.12
Diversos autores señalan que la cruz pudo tener en el pasado un carácter ceremonial, sirviendo de guion en procesiones solemnes. Existen testimonios de época moderna de que en tiempos de guerra la cruz era sacada de la Cámara Santa de Oviedo y depositada en el altar mayor de la Catedral ovetense, a fin de impetrar la paz y la victoria frente a los enemigos.3
En 1934, durante la Revolución de Asturias, la Cámara Santa de Oviedo fue dinamitada por los revolucionarios, y las reliquias y objetos allí conservados, incluidas la Cruz de los Ángeles, el Arca Santa y la Caja de las Ágatas, sufrieron graves desperfectos y hubieron de ser restauradas en 1942, aunque la cruz de la Victoria apenas sufrió daños. No obstante, la restauración de 1942, a la que también fue sometida la cruz de la Victoria, ha sido considerada por diversos historiadores como una violación de los principios arqueológicos, artísticos e históricos, pues en algunos casos los daños fueron reparados sin tomar precauciones que permitieran posteriormente diferenciar los elementos originales de los añadidos.4
En 1977 se cometió un robo en la Catedral de Oviedo. La cruz de la Victoria fue sustraída y posteriormente recuperada. No obstante, y debido a los graves desperfectos que sufrió, hubo de ser restaurada por la Comisión para la restauración de las Joyas Históricas de la Cámara Santa de la Catedral de Oviedo, presidida por el presidente del cabildo catedralicio ovetense, y creada para reparar los daños causados por el robo de 1977. La comisión entregó la cruz de la Victoria a la catedral, después de haber sido restaurada en el taller de Pedro Álvarez, en 1982, y la cruz volvió entonces a la Cámara Santa de Oviedo.4
La cruz de la Victoria se convirtió en el emblema heráldico del Principado de Asturias, debido, en parte, a la intervención del ilustrado Gaspar Melchor de Jovellanos. El actual escudo del Principado de Asturias fue aprobado por ley de 27 de abril de 1984, y está basado en el que la Diputación Provincial de Oviedo adoptó en el año 1857, en el que aparecía la imagen de la cruz de la Victoria.
Descripción[editar]
La cruz de la Victoria es de tipo latino, y está formada por dos piezas de madera unidas en el centro de la cruz, donde se encuentra un compartimento para albergar reliquias. Dicho compartimento contuvo en el pasado, según refieren diversos autores, un fragmento del Lignum Crucis. Los brazos de la cruz, que parten de un medallón central, se ensanchan ligeramente desde el medallón conforme avanzan hacia los extremos, que acaban en tres medios círculos rematados a su vez por otros tres círculos casi cerrados. No obstante, el extremo inferior de la cruz, que le sirve de base, termina en dos círculos casi cerrados y no en tres, a fin de dejar espacio al astil que permite mantener la cruz en posición vertical.
La cruz mide 920 mm de alto por 720 mm de ancho, y el diámetro de su medallón central mide 140 mm. Los brazos laterales de la cruz miden 230 mm cada uno. El brazo superior mide 350 mm y el inferior 430 mm. El grosor de la mayor parte de la cruz alcanza los 25 milímetros, aunque el grosor del medallón central llega a los 40 mm. La cruz de la Victoria pesaba 4.967 gramos.5
La cruz está recubierta con oro, esmaltes y pedrería tallada o en forma de cabujón, y su estilo muestra ciertas semejanzas, en opinión de diversos autores, con la orfebrería carolingia del siglo IX.6 En el reverso de la cruz, que es liso y contiene escasas labores de orfebrería, hay incrustadas cuatro gemas en forma de cabujón en cada uno de los extremos. Otras gemas más pequeñas están incrustadas en los bordes, y los clavos que fijan la lámina de oro a la cruz de madera están ocultos por florecillas, esferitas y formas amigdaloides soldadas.
Inscripciones del reverso[editar]
En el reverso de la cruz de la Victoria se encuentran soldadas las siguientes leyendas, compuestas a partir de letras de oro:7
- Brazo superior:
"SVSCEPTVM PLACIDE MANEAT HOC IN HONORE DI QVOD OFFERVNT / FAMVLI XPI ADEFONSVS PRINCES ET SCEMENE REGINA"
- Brazo derecho (brazo izquierdo del observador):
"QVISQVIS AVFERRE HOC DONARIA NOSTRA PRESVMSERIT FVLMINE DIVINO INTEREAT IPSE"
- Brazo izquierdo (brazo derecho del observador):
"HOC OPVS PERFECTVM ET CONCESSVM EST SANTO SALVATORI OVETENSE SEDIS"
- Brazo inferior:
"HOC SIGNO TVETVR PIVS HOC SIGNO VINCITVR INIMICVS / ET OPERATVM ES IN CASTELLO GAVZON AGNO REGNI NSI XLII DISCVRRENTE ERA DCCCCXLVIA"
Las inscripciones latinas colocadas en el reverso de la cruz de la Victoria, vienen a decir traducidas al castellano:8
"Recibido complacientemente, permanezca esto en honor de Dios, que ofrecen los servidores de Cristo Alfonso príncipe y Jimena reina. Quienquiera que pretendiera arrebatar este don nuestro, así perezca por el rayo divino. Esta obra se terminó y concedió a la sede ovetense de San Salvador. Por este signo es protegido el piadoso. Por este signo es vencido el enemigo. Y se fabricó en el castillo de Gauzón el año 42 de nuestro reinado, transcurriendo la Era 946 (año 908)."
La Cruz de Peñalba1 es una cruz votiva regalada en el siglo X por el rey leonés Ramiro II a Genadio, abad del desaparecido monasterio de Santiago de Peñalba, en agradecimiento al auxilio recibido del Apóstol Santiago en la batalla de Simancas (año 939) contra Abderraman III. De dicho monasterio, fundado por el obispo Salomón hacia 937, y situado en el valle del Oza, centro de la Tebaida leonesa y no muy alejado del Camino de Santiago, solo se conserva la iglesia mozárabe de Santiago de Peñalba, situada en el pueblo de Peñalba de Santiago, vecino al municipio de Ponferrada, en la comarca del Bierzo.
Descripción y simbología[editar]
Es una pieza de orfebrería mozárabe con forma de cruz griega, equilátera (49 x 49 cm x 0,4 cm de grosor), realizada en un material no noble, azófar u oricalco; es decir: latón. Los chatones 2de pedrería que la adornan, treinta en total, son de poco valor y no tienen carácter simbólico. Fueron añadidos posteriormente, al igual las letras alpha y omega que cuelgan de los brazos horizontales; si bien estas pudieron complementarla inicialmente y remitir al Apocalipsis de san Juan cuyo comentario iluminado, que tan amplia difusión tuvo en esa época, los conocidos Beatos, reproducen la imagen de este tipo de cruz en nueve de los ejemplares conservados.
Los brazos de láminas de latón se insertan en un disco central compuesto de dos chapas claveteadas. El anverso se orla de una cinta cincelada a base de tallos ondulados, alrededor de sus brazos, sólo interrumpida en el extremo inferior: La monarquía asturleonesa recupera sin complejos la parafernalia asociada al poder real e imperial desarrollada por los reyes visigodos, de marcada influencia bizantina. Esto puede hacernos suponer que fue concebida, dada su simplicidad original, para uso procesional y como insignia real y emblema de batalla más que eclesiástico; al modo del vexillum cruciforme bizantino. Aunque también su uso como exvoto colgante deriva de estas dos fuentes. No es muy diferente por tanto de otras cruces de la época como la Cruz de los Ángeles, custodiada en la Cámara Santa de Oviedo. La Cruz de Peñalba es considerada la más antigua pieza del culto a Santiago del arte mozárabe; culto y patronazgo, este, que los reyes asturleoneses fomentaron, asociándolo a la dignidad real y al éxito militar de sus campañas contra el califato de Córdoba.
En el anverso de la cruz, repartido entre los cuatro brazos, está burilado con grafía mozárabe el lema:
"IN NOMINE DOMINI NSI / IHU XPI OBONOREM / SANCT IACOBI / APLOSTOLI RANEMIRUS REX OFRT": En nombre de Nuestro Señor / Jesucristo para honra de / Santiago / Apóstol el Rey Ramiro (la) ofrece.
Donación al museo de León[editar]
La Cruz de Peñalba fue donada en 1879 por Mariano Brezmes y Arredondo, obispo de Astorga (1875-1885), al Museo de León. El Cáliz y Patena de Santiago de Peñalba,3 contemporáneos, fueron llevados a Astorga y acabaron, vendidos a un anticuario por los familiares de un arzobispo de Valladolid, en el Museo del Louvre, en 1886. El erudito Ramón Álvarez de la Braña,4Cronista Oficial de León, escritor y Archivero del Museo Arqueológico de León; menciona esta cesión:
"De ella [de la iglesia de Santiago de Peñalba] procede la cruz votiva de estilo bizantino, que posee el Museo Arqueológico Provincial de León y que le fue donada hace pocos meses por el Ilustrísimo Señor Obispo de Astorga".
Probablemente el propio Ramón Álvarez de la Braña participase en la adquisición a tenor de lo reflejado en el prólogo de su libro "Galicia, León y Asturias" 5
“Ni debe tampoco omitirse, que el rico Museo arqueológico, establecido en León e instalado en el magnífico edificio de San Marcos, es en gran parte debido a la valiosa cooperación del Sr. Álvarez de la Braña. Que [...] Lo enriqueció con interesantes adquisiciones realizadas en varios puntos del territorio legionense."
Fue expuesta por primera vez fuera de la provincia en la Exposición Internacional de Barcelona en 1929.6 Para posteriores muestras, ya a finales del siglo XX, se realizó un facsímil que actualmente se exhibe en el Museo del Bierzo.
La Cruz de Peñalba como icono del Bierzo[editar]
La Cruz de Peñalba es revindicada, hoy en día, como uno de los principales símbolos de identidad de la comarca del Bierzo, figurando en el centro de su escudo y de la bandera. Es utilizada como icono identitario7 por distintas asociaciones,8 instituciones9e, incluso, empresas.
Desde distintos grupos políticos y asociaciones culturales se han realizado numerosas campañas en pro de su retorno y en defensa de su valor como símbolo del territorio berciano.10
El 27 de julio de 2016 el Pleno de la Diputación Provincial de León aprobó por unanimidad reclamar al Museo de León la cesión de la Cruz de Peñalba y su retorno al Bierzo.
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