SIGLO X EN ESPAÑA
Abd al-Rahman ibn Muhammad ibn Rumahis fue un marino, almirante de la flota califal con base en Almería en el siglo X. Hijo de Muhammad ibn Rumahis, le sucedió en el mando de la flota y en el gobierno de la Cora de Bayyana en 971 hasta su muerte en 980.
Biografía[editar]
Abd al-Rahman ibn Muhammad ibn Rumahis nació en Almería y murió envenenado en Algeciras por orden de Almanzor en 980: a principios de ese año se reúnen Yafar ibn Handum y Muhammad ibn Abi Amir (Almanzor), quien nombra jefe de la flota a su sobrino Jald ibn Muhammad ibn Bartal, y envenena a ibn Rumahis durante un banquete.1 Durante las ausencias de su padre se hizo cargo del gobierno de la cora de Pechina.
Acciones militares[editar]
- 971: Sale de Almería con la escuadra hacia el Atlántico para detener una flota vikinga que se dirige a Al-Ándalus para el saqueo. Los normandos son aniquilados cuando intentan llegar de nuevo a Sevilla subiendo el río Guadalquivir. A comienzos de Ramadán de 360 (julio de 971) los machús daneses aparecen en el mar septentrional. Ibn Rumahis parte de Córdoba a Almería el tres de julio y apresta la flota que sale de Almería el día veinticinco en busca de los normandos, dirección al Algarve.2
- 971: Salida de la flota por las costas de Tudmir, Valencia y Tortosa.3
- 972: Envía una expedición contra rebeldes en Marruecos y ocupa Tánger.4
- 973: Obras de fortificación de la ciudad de Tánger. El nueve de julio la escuadra llega a Arcila para tratar con el general Galib. El conflicto con los rebeldes acaba en marzo de 974.
Biografía[editar]
Muhammad ibn Rumahis nació en algún lugar del norte de la península ibérica donde fue hecho cautivo en una razia realizada por el califa Abd al-Rahman III (891-961). Al conocer sus habilidades marineras lo manumitió y lo nombró almirante de la flota califal, participando en diversas acciones desde 940 hasta su muerte en 360 de la Hégira (971).2 En una de sus operaciones de piratería por el Mediterráneo en 960 hizo cautivos a cuatro rabinos de oriente que vendió en algunos puertos. Uno de ellos, Moses ben Hanoch, sería vendido en Córdoba, junto con su hijo, Hanoch ben Moses. Accidentalmente, pues, se revitalizó la escuela talmúdica de aquella ciudad.34
Tuvo a su mando una flota de unos trescientos navíos de guerra y cientos de naves comerciales, muchas construidas en Almería. Se le equiparaba a un califa de la mar por el gran poder que acumulaba.5
En el año 328 de la Hégira (939-940) es nombrado por primera vez gobernador de la cora de Bayyana (Pechina).6 Posteriormente ocuparía al mismo tiempo los cargos de jefe de la flota y gobernador de la cora de Pechina o de Almería hasta su muerte, siendo confirmado por el sucesor de Abd al-Rahman III, su hijo Alhakén II, entonces príncipe, nombrándolo también gobernador de la cora de Elvira o Granada (941).7 Durante estos años el Mediterráneo occidental es un mar islámico debido a las acciones de las armadas fatimíes y califales. Los corsarios del sudeste de España actúan con independencia del qaid de Pechina, Muhammad ibn Rumahis, lo que permite al califa cordobés desentenderse de las quejas que recibe de países europeos.8
Se le supone relacionado con la fundación de la ciudad de Almería en 955, según tesis del arabista Manuel Ocaña Jiménez que recoge en su obra el Padre Tapia, supuestamente es el “Muhammad” que aparece en una posible piedra fundacional en que se cita a Abd al Rahman III. Debieron ser unas obras relacionadas con el puerto, sus defensas o las atarazanas para hacer referencia al almirante.9 Ibn Rumahis convence al califa para que convierta en ciudad el puerto de Almería hasta entonces solo un arrabal marinero de Pechina, en el año 344 (955-956), tras una incursión de la flota siciliana, y la prepare como base naval.7
Ibn Rumahis fallece a comienzos de 971, viendo una nueva ciudad, sus defensas, la mezquita aljama, de época de Al-Hakán II, las atarazanas, siendo la base naval más importante del Califato. Le sucede en el gobierno de la cora de Pechina y en el mando de la flota su hijo Abd al-Rahman ibn Muhammad ibn Rumahis.10
Acciones militares[editar]
- 319 (931-932): Parte como voluntario con otros marinos de Pechina hacia las costas de África con 120 navíos, realizó varias operaciones y volvió a Almería.7
- 940: Dos naves de guerra con tripulación de Almería se asientan en Tortosa y desde allí organiza un ataque contra Barcelona11 con un total de diez naves, llegando a ra’s al-salib (¿cabo de Creus?), al extremo del golfo de Anbawryas (¿Ampurias?) y de allí llegó a Barcelona. Cobrados los tributos pasa de nuevo a Tortosa antes de su vuelta a Córdoba.12
- 943: El lunes día 13 de sawwal de 331 (20 de junio de 943) sale de Almería con treinta naves de guerra y seis galeras para una campaña contra las costas de Francia (Ifranya), donde un temporal las dispersa. Con las nueve embarcaciones supervivientes, saquea algunas poblaciones como al-Qitana (Agda, desembocadura del río Hérault) y vuelve con botín. Atacó Masiniya (¿Marsella?). Después regresaron a Almería. Durante ese tiempo queda como gobernador de Pechina y Almería su hijo Abd al-Rahman.13
- 945: El mes de du-li-hiyya de 333 (julio-agosto de 945) dirige una expedición contra los Banu Muhammad (Idrisíes) de Ceuta. El 25 de octubre de ese año inicia otra campaña en Marruecos. Forman la escuadra quince navíos, dos galeras y un barco explorador. En ambos casos queda su hijo en el gobierno de Pechina y Almería.14
- 966: Una flota de piratas daneses formada por veintiocho navíos ataca Lisboa y son derrotados por la flota califal que había salido de Sevilla en la desembocadura del río de Silves.15
Nombre de la ciudad[editar]
Fundada la ciudad de Almería en 955, hay varias teorías sobre el origen de su nombre. Respecto a sus fundadores, dos posibles significados de al-Mariyat, entre otros. De al-Maryan o María, nombre de la favorita del califa, o de la Virgen María, porque Muhammad ibn Rumahis, mozárabe, colocara una imagen sobre la puerta principal de la ciudad, Puerta de la Imagen.
Hasday ibn Shaprut (Jaén, c. 915-Córdoba, c. 975),1 cuyo nombre completo era Hasday Abu Yusuf ben Yitzhak ben Ezra ibn Shaprut (en hebreo, חסדאי בן יצחק בן עזרא אבן שפרוט, Hasdai ben Yitzhak ben Ezra ibn Shaprut; en árabe, حسداي بن شبروط, Abu Yussuf ibn Shaprut), fue un médico y diplomático judío del califato de al-Ándalus. En ocasiones aparece en las fuentes clásicas nombrado a través del gentilicio Al-Yayaní o Al-Jianí, es decir, natural de Yayyan, nombre árabe de Jaén.
Es la primera personalidad hispanojudía cuya vida y obra se conoce con cierto detalle. Según el historiador Heinrich Graetz, fue el principal impulsor de la conocida como edad de oro de la cultura judía en España.
Hasday ibn Shaprut | ||
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![]() Monumento a Hasday ibn Shaprut en Jaén | ||
Nasi de al-Ándalus | ||
Monarca | Abderramán III Alhakén II | |
Información personal | ||
Nombre en hebreo | חסדאי אבן שפרוט | |
Nombre en árabe | حسداي بن شبروط | |
Apodo | Al-Yayaní/Al-Jianí | |
Nacimiento | c. 915 Jaén | |
Fallecimiento | c. 975 Córdoba | |
Residencia | Córdoba | |
Religión | judaísmo |
Biografía[editar]
Su padre, Ishaq (o Isaac) ben Ezrá ibn Shaprut, también natural de Jaén, fue un hombre rico y piadoso, que incluso ejerció el mecenazgo con artistas judíos de su comunidad local y fundó una sinagoga en la aljama hebrea jiennense. Aunque sus estudios primarios Hasday los cursó en Jaén, todavía siendo joven marchó a Córdoba, seguramente con motivo de las actividades económicas de su padre.
En su juventud, Hasday aprendió hebreo, árabe y latín, lengua esta última que por entonces sólo era conocida en España por la alta jerarquía eclesiástica cristiana y que la aprendió en Córdoba. También dominaba el romance, incipiente castellano. Estudió también medicina, y fue fama que había descubierto un remedio universal o panacea, llamada «Al-Faruk», una especie de antídoto contra el veneno, según algunos autores.
Fue médico del califa Abderramán III (912-961) y gracias a sus cualidades llegó a ser uno de sus principales consejeros, cargos que continuó con su hijo, el califa Alhakén II. Aunque nunca llegó a recibir el título oficial de visir, ejerció funciones similares a las de un ministro de asuntos exteriores actual y supervisaba las aduanas en el puerto de Córdoba. De hecho ostentó el cargo de nasi, una especie de «principado» como máximo responsable de las comunidades judías de al-Ándalus.
Estableció alianzas entre el califato de Córdoba y otras potencias, y se encargó de recibir embajadas como la que en 949 envió a Córdoba el emperador bizantino Constantino VII, que trajo como presente al califa un magnífico códice de la obra botánica de Dioscórides, muy valorado por los médicos y naturalistas árabes. Con la ayuda de un culto monje bizantino llamado Nicolás, Hasday tradujo la obra al árabe.
Actividad diplomática[editar]
Prestó importantes servicios al califa tratando con la embajada que, encabezada por Juan, abad de Gorze, fue enviada a Córdoba en 956 por Otón I. El califa, sabiendo que la carta del emperador germánico contenía palabras ofensivas para el Islam, encargó a Hasday que negociase con los enviados. Hasday pronto comprendió que la carta del emperador no podía entregarse al califa sin antes expurgarla de todo aquello que pudiera resultar ofensivo a la fe musulmana. El embajador Juan de Gorze afirmó:
Nunca visto un hombre de intelecto tan sutil como el judío Hasday.Vita Johannis Gorziensis, ch. cxxi., en GH Pertz, Monumenta Germaniæ, iv. 371
Obtuvo también un brillante triunfo diplomático cuando surgieron dificultades entre los reinos de León y Navarra. Sancho I de León había sido depuesto por los partidarios de Ordoño IV. Gracias a las gestiones de Hasday, la abuela de Sancho, la ambiciosa reina Toda de Pamplona, pidió ayuda a Abderramán III para volver a instalar en el trono a su nieto. Éste, entretanto, fue curado de su obesidad en Córdoba por el médico judío; existe la hipótesis de que para la cura de Sancho de León, Hasday le hizo recorrer el camino de Pamplona a Córdoba a pie. Finalmente las tropas coaligadas de musulmanes y navarros vencieron a Ordoño IV y repusieron a Sancho en el trono. A cambio, el rey de León entregó al califa diez castillos en la zona del Duero. Hasday mantuvo su influencia en la corte del hijo y sucesor de Abderramán, Al-Hakim, que incluso sobrepasó a su padre en su interés por la ciencia y la cultura.
Papel en la cultura judía de al-Ándalus[editar]
Hasday intervino ante la emperatriz Elena Lecapena, hija del emperador bizantino Romano I Lecapeno, en defensa de una comunidad judía del sur de Italia que el emperador quería obligar a convertirse al cristianismo. Desde el siglo XI circuló en las comunidades judías de al-Ándalus una carta en hebreo escrita por él y dirigida al rey de los jázaros, pueblo que habitaba al norte del mar Negro y había abrazado el judaísmo como religión oficial; en la carta, Hasday pedía información acerca del país de los jázaros, e informaba a su vez sobre la situación de los judíos en Occidente. Algunos autores, como Baer, dudan sin embargo de que dicha carta, que fue publicada en el siglo XVI, sea realmente obra de Shaprut.2
Mantuvo relación con varias escuelas rabínicas de Oriente, como las de Kairuán y Constantina, y las de Babilonia. Fomentó los estudios rabínicos, nombrando a Moses ben Hanoch director de una escuela en Córdoba, y consiguiendo que el pensamiento judío de Occidente se independizase de la influencia babilónica y llegara a convertirse en el epicentro del saber judío a nivel internacional. Su figura marca el principio de la floreciente cultura judía andalusí. Estimuló el estudio de la literatura hebrea y apoyó a intelectuales como Menahem ben Saruq de Tortosa, que fue protegido de su padre, y Dunash ben Labrat; ambos dedicaron poemas a su protector.
Inspirador de novelas[editar]
En él se inspiró la novela Los cipreses de Córdoba, de Yael Guiladi, y El calendario de Córdoba, de Ives Ouahnon.3
Además, protagoniza, junto al general Galib, las novelas históricas de los autores Mark Heywood y Peter Dewar (Mark Dewar), Final de partida en Córdoba (2012) y La oración del crepúsculo (2013).4
En 2016, Ediciones B publicó la novela Hasday, el médico del Califa, quinta novela de Carlos Aurensanz, que abarca toda la trayectoria vital del personaje, desde la infancia en Jaén hasta su labor como mano derecha de Abd al Rahman III en la Córdoba califal.
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