martes, 29 de junio de 2021

HISTORIA DE ESPAÑA

 SIGLO XIII EN ESPAÑA

Fernan Soarez de Quinhones (o Fernan Suarez de Quiñones) fue un trovador leonés del siglo XIII.1

Biografía[editar]

Apenas quedan datos biográficos. Se cree que proviene de una localidad leonesa llamada Quiñones del Río, cerca de Astorga, estaría casado con Maria Guillelmez y sería hermano de Fernan Suarez de Quiñones, que aparece en el documento de las reparticiones tras la conquista de Sevilla. Fernan Suarez figura en un documento de venta de 1259 conservado en la catedral de León en el que también figura Alfonso XCarlos Alvar también encontró un documento de 1271 en el que figura su nombre.2​ Estuvo activo en la corte de Alfonso X y tuvo relaciones con los trovadores Gonçalo Eanes do Vinhal y Johan Airas.






Nuno Fernandez de Mirapeixe fue un trovador gallego de la primera mitad del siglo XIII.

Biografía[editar]

No quedan datos biográficos. Estudiosos como Michaëlis o Tavani le atribuyen origen catalán,1​ sin embargo, António Resende de Oliveira sostiene que procede de la zona de Mirapeixe (situado en Outeiro de Rei) y es hermano de los caballeros Garcia Fernandez y Rui Fernandez de Mirapeixe, vasallos del mecenas de la lírica gallego-portuguesa Rodrigo Gómez de Traba.2

Obra[editar]

Se conservan 2 cantigas de amor3​ y una declaración de amor.






Roi Fernandiz de Santiago (también Roi Fernandiz clérigo)1​ fue un clérigo y trovador gallego del siglo XIII. Existen documentos que lo mencionan por haber frecuentado la corte de Alfonso X.2

Biografía[editar]

Se conservan muy pocos datos biográficos. A pesar de que su obra aparece con 2 firmas distintas (las cantigas de amor como Roi Fernandiz de Santiago y las de amigo como Roi Fernandiz clérigo) hay consenso en creer que son del mismo autor. A esta conclusión se llegó por la colocación de las cantigas en los cancioneros (en el grupo de clérigos y en la misma posición con respecto a las obras de Martin Moxa) y por un testamento de 1273 en el que se refiere a él como natural de Compostela y clérigo.3​ Este documento realizado en Salamanca, junto con otra documentación de los inicios de la Universidad de Salamanca, reflejan su condición de catedrático, se supone que no antes de 1255, desconociendo de qué materia y si impartía clase.3​ Xavier Ron Fernández localizó un documento de 1284 con su nombre referido a él como monje del Monasterio de San Pelayo de Antealtares, si se tratase de la misma persona, tendría fallecido más de una década más tarde de la fecha en la que realizó su testamento.2

Obra[editar]

Se conservan 25 obras, agrupadas en 18 cantigas de amor y 7 cantigas de amigo.






Fernando Esquío (también Fernand' Esquio o Fernand' Esqyo) fue un trovador gallego de finales del siglo XIII y comienzos del siglo XIV. En la localidad coruñesa de Neda existe un instituto de educación secundaria con su nombre.

Biografía[editar]

Apenas existen datos sobre su vida, Nacido en el siglo XIII, puede que en localidades próximas a Ferrol, ya que su apellido era común en localidades como Neda o Jubia, Es posible que fuese de familia noble, puesto que había Esquíos al servicio de los condes de Andrade y como priores del monasterio de San Martín de Juvia. Estudiosos como Ricardo Carballo Calero sostienen que su apellido pudo haber sido Esguío (ardilla en gallego), como otros trovadores medievales que tuvieron o adoptaron como apellido el nombre de un animal.1

También pudo nacer en las ciudades de Lugo o Santiago de Compostela, pues ambas ciudades aparecen en alguna de sus obras.2

Obra[editar]

Se conservan tan sólo nueve cantigas suyas: tres cantigas de escarnio y maldecir, cuatro cantigas de amigo y dos cantigas de amor.3​ Su obra destaca por tener recursos métricos y estróficos muy elaborados.






Fernan Figueira de Lemos fue un trovador gallego del siglo XIII. Su figura literaria está recogida en la Gran Enciclopedia Gallega1​ y goza de reconocimiento en Monforte de Lemos.23

Biografía[editar]

Apenas quedan datos sobre él, por el nombre se cree que nació en la tierra de Lemos y procede de una familia noble que se afinca en Portugal en torno al año 1280, aparece en un documento de 1285 junto con un familiar que ostentaba un cargo en Lisboa. António Resende de Oliveira sostiene que puede ser la misma persona que en 1258 tenía posesiones en Vila Nova de Cerveira.3

Obra[editar]

Se conservan una cantiga de amor y una cantiga de amigo,4​ ambas recogidas en el folio 15v del cancionero de la Biblioteca Nacional de Lisboa.






Diego García de Campos (c., 1140-d. de 1220)1​ fue un clérigo, escritor y humanista castellano, canciller de los reyes Alfonso VIII y Enrique I, aunque su obra fue escrita en tiempos ya de Fernando III el Santo.

Biografía[editar]

Era de noble familia navarra y castellana y pariente lejano del rey Alfonso VIII y del canciller Rodrigo Jiménez de Rada; su padre fue García Fernández Navarro, señor de Zafallos y de Villabellaco, fundador o primer repoblador de Caleruega y abuelo materno de Santo Domingo de Guzmán. Tuvo por hermanos a Fernando, Álvaro, Pedro (también eclesiástico), Urraca y Juana, la madre del citado Santo Domingo. Diego por su parte tuvo tres hijos: Juan Díaz (canciller de Fernando III el Santo), García y Blanca.2

Clérigo de la Catedral de Toledo, recibió una buena formación básica, que aumentó estudiando Teología en París. Al menos desde 1192 fue canciller real de Alfonso VIII, y luego lo fue de Enrique I. Alcanzó el cargo de deán de la catedral de Toledo, y tuvo ciertos roces con el arzobispo de Toledo Martín López de Pisuerga, que Roma falló en su favor. En 1208 fue invitado por el rey inglés Juan Sin Tierra, hermano de la reina Leonor Plantagenet, a Inglaterra, y se desconoce si aceptó.3​ Acompañó sin embargo a Rodrigo Ximénez de Rada al IV Concilio de Letrán (1215) y en 1218 concluyó su obra más famosa, el Planeta, que dedicó precisamente al arzobispo. Se trata de una aparentemente desordenada enciclopedia en latín sobre temas religiosos y eclesiásticos en siete libros, con tanta libertad de temática y estilo que parece casi un antecedente del ensayo moderno; su lenguaje además es rico y ampuloso, y busca deliberadamente el brillo expresivo de los colores retóricos mediante rimas, paronomasiasantítesissimbolismosalegorías y toda suerte de juegos verbales, conceptuales y numéricos.4​ Él mismo declara sobre su estilo que está forjado sobre los modelos de Séneca y Cicerón:

Scribo enim per cola et commata, sepe continuo, persepe gradario stilo utens. Commendo enim Anneum Senecam magistrum meum, sub hiis uerbis Tullium commendantem. Tullius quoque meus gradarius fuit.5

Pero existe una arquitectura alegórica y numérica en este aparente desbarajuste, como ya apercibió Francisco Rico: incluso el abuso de las trimembraciones corresponde a un uso simbólico del número tres.6​ El título lo explica así el autor:

Planeta vocabitur liber iste. Est emim planetis quam similis tum propter eximium fulgorem materie, tum propter librorum numerum congruentem7

Precede a los siete libros un extenso "Prologus" dirigido al arzobispo, en el que declara conocer las materias de Bretaña, Carolingia y Troyana, aunque lamenta que sean obras de entretenimiento más que de formación, y se lamenta de la degeneración de la época actual (scribo itaque quando utique totus mundus degenerat, et a summis principibus usque ad agricolas hydiotas humanum genus), expresa en los cambios que sufre no solo la indumentaria, sino el orden social, las costumbres, la moral... incluso "los caballeros se transforman en juglares".

Escribo, así, en el año de la encarnación del Verbo de 1218... cuando se enfrió la caridad de muchos, si alguna queda. Cuando las siete virtudes están marchitas como rosas o lirios, y por el contrario los siete vicios reverdecen como cicuta o abrojo... La prudencia se disipa. La temperancia delira. La fortaleza titubea, miserablemente debilitada. Escribo, así, cuando la obstinada soberbia se exalta contrariamente de lo que se indicó. La macilenta envidia roe fieramente a los inocentes... Cuando universalmente todo bien se encuentra disminuido y todo mal alzado y aumentado... cuando se comportan los hombres más bestialmente que si fueran semejantes a bestias... cuando las costumbres de los hombres no tienen lugar entre los hombres y peregrinan sin domicilio cierto. Cuando los hijos no hacen patria, sino se expatrian, sin observar ni las costumbres de sus padres ni las de su patria. Cuando algunos cuidan mujerilmente de sus cabelleras como armenios y rutenios y algunos cortan deformemente sus cabellos, como los vascos y los provenzales. Algunos abovedan sus peinados en forma de ventana, y asimilan sus rostros a los de las garcetas, como los hispanos. Algunos se dejan crecer barbas de chivo, como los griegos. Algunos se rapan la barba de raíz, como los franceses y flamencos. Algunos dividen en dos la parte superior con tenazas, cuidando la inferior con peines, como los venecianos y pisanos. Cuando no hay regla en los vestidos ni fin en la diversidad de ropajes. Los vestidos dan a luz a vestidos, tanta variedad sembrada de vestidos renace con fruto centuplicado. Porque algunos con decoraciones doradas en forma de pluma despellejan e incrustan los vestidos en varios lugares.8

Sigue una carta del propio arzobispo, los siete libros (I-III De Christo Rege; IV, De Maria Virgine; V, De angelis et de S. Michaele; VI, De anima religiosa; VII, De Pace), simulando en su estructura numérica los siete planetas, y otra carta del arzobispo. Los epígrafes no responden fielmente al contenido, cuyo discurso, apoyado frecuentemente en textos bíblicos, vacila entre la teología especulativa y la ascético-mística, con mucho de exégesis bíblica y con un enciclopedismo de escolástica temprana a la manera, por ejemplo, de Juan de Salisbury. Entre los textos citados, quitados por supuesto los dominantes bíblicos, litúrgicos y patrísticos, aparecen CicerónVirgilioSénecaLucanoQuinto Curcio y autores griegos tomados indirectamente. También presenta la huella de la escolástica francesa del siglo XII, en especial de la Escuela de San Víctor, pues muy probablemente fue discípulo de Petrus Comestor.9​ Por otra parte, del Planeta se han conservado numerosos manuscritos y en el siglo XV aún fue leído y elogiado por el humanista castellano Fernán Pérez de Guzmán.10

Presenta rasgos reformistas según las normas de los concilios lateranenses: fustiga al alto clero y alaba a los monjes y al clero estudioso y erudito. Es un buen conocedor de las corrientes intelectuales francesas y europeas de su tiempo.

Obras[editar]

  • Diego García natural de Campos, Planeta (obra ascética del siglo XIII). Edición, introducción y notas por el P. Manuel Alonso, S.I. Madrid, CSIC, 1943.







Gómez García o Gómez García de Toledo1​ fue un clérigo y trovador castellano del siglo XIII.

Biografía[editar]

Nació en Toledo y pertenece a la familia de los Sotomayor. Se sabe que tuvo, al menos, 2 hermanos (Alfonso García y María García).2​ Ocupó los cargos de privado del infante Sanchoabad de Valladolid y notario del reino de León. Tomó parte a favor de Sancho IV en sus disputas con su padre Alfonso X en 1282 hasta el fallecimiento del monarca, momento en el que se corona definitivamente a Sancho IV, alcanzando su mayor poder político hasta ser considerado como el auténtico privado del rey por estudiosos como Mercedes Gaibrois.1​ Gómez García también fue propuesto para ser obispo de Mondoñedo en 1286, época en la que parece que ya no gozaba de tanta confianza por parte del rey. Fallece el 29 de julio de ese mismo año.3

Obra[editar]

Se conservan dos cantigas de amor recogidas tanto en el Cancionero de la Biblioteca Nacional de Lisboa como en el Cancionero de la Biblioteca Vaticana.

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