SIGLO XIII EN ESPAÑA
El tratado de Alcaraz fue un acuerdo firmado en Alcaraz hacia el 2 de abril de 12431 entre el infante Alfonso de Castilla —futuro Alfonso X— en calidad de representante del rey Fernando III el Santo por parte de la corona de Castilla y varios representantes de linajes señoriales musulmanes del emirato murciano.
El tratado[editar]
Ya hacia los comienzos de 1243 el emir de Murcia, Muhammad ibn Muhammad ibn Hud Baha al-Dawla, apremiado por la amenaza doble de la orden de Santiago y del Reino nazarí de Granada sobre su reino, había propuesto un vasallaje a Castilla, enviando como emisario a Burgos a su hijo.4
El tratado, que se produjo en el contexto de descomposición interna en el que se encontraba el emirato hudí de Murcia tras la muerte en 1238 de Ibn Hud al-Mutawakkil,5 fue firmado en abril de 1243 en Alcaraznota 2 y establecía los términos de un protectorado de Castilla en el emirato murciano: Se procedía a establecer una relación de vasallaje de los gobernantes murcianos con respecto al monarca castellano, se daría pie a la ocupación de las fortalezas del territorio por parte de las tropas castellanas, recaudando Castilla una parte de los tributos, mientras que, en contrapartida, se respetaría el culto y las propiedades de los musulmanes, permitiéndoles mantener sus gobernadores.6
Sucesos posteriores[editar]
Las ciudades de Lorca, Mula y Cartagena no aceptaron el tratado. Las dos primeras fueron conquistadas en 1244;7 mientras que Cartagena fue reconquistada por Alfonso en la primavera de 12458 con la asistencia desde el mar de una flota del Cantábrico.9
La revuelta mudéjar en el reino de Murcia, ocurrida entre 1264 y 1266, anuló cualquier obligación del ya monarca, Alfonso X el Sabio, de respetar los compromisos contraídos en el tratado.
El Tratado de Almizra es un pacto de paz firmado el 26 de marzo de 1244 entre la Corona de Aragón y la Corona de Castilla que fijó los límites del reino de Valencia. Lo acordaron Jaime I de Aragón y quien más tarde sería su yerno, el infante Alfonso de Castilla y futuro rey Alfonso X el Sabio. En el tratado se estipuló que las tierras al sur de la línea Biar-Busot-El Campello (barranç de Aigües) quedarían reservadas a Castilla.
Este nuevo pacto se origina en el constante incumplimiento por ambas partes de los anteriores tratados, el Tratado de Tudilén (1151) y el Tratado de Cazola (1179); concretamente la cláusula que ambas partes vulneran es la siguiente: Que ninguno de los dos quite o disminuya al otro algo de la parte a cada uno asignada, ni de otro modo uno de los dos maquine astutamente algún obstáculo contra la ya dicha división; cláusula con la que reforzaban los acuerdos.
Jaime I vulnera esta cláusula al conquistar Villena en 1240 y, con ella, los sitios de Caudete y Sax, que al estar al otro lado del puerto de Biar, correspondían a Castilla; y el infante D. Alfonso también lo hizo al pretender Játiva en 1244, que correspondía a la Corona de Aragón.
Historia[editar]
La primera constancia que se tiene del Tratado de Almizra aparece en el segundo capítulo de la crónica de Jaime I, el Libro de los hechos, aunque el texto del tratado no fue publicado hasta 1905. Fueron varios medievalistas quienes intentaron atribuirse el hecho, pero fue el presbítero Roque Chabás el descubridor de un legajo sin catalogar, buscando en el Archivo de la Corona de Aragón, que resultó ser una copia del Tratado de Almizra.
El tratado fue firmado en el actual municipio de Campo de Mirra (Alicante), donde desde 1977 hay un monumento que lo conmemora y donde todos los años, el 25 de agosto durante las fiestas de Moros y Cristianos, se hace una representación teatral de su firma.
El lugar quedó definitivamente aclarado en un informe de fecha 8 de julio de 1926 de la Real Academia de la Historia en el cual confirma textualmente:
Excmo. Sr.: El actual ayuntamiento de Campo de Mirra, corresponde en parte por sus términos jurisdiccionales, con la antigua población de Almiçra (...) La sucinta relación que de la historia de este pueblo queda hecha, demuestra ser el acontecimiento más importante ocurrido en el mismo la paz firmada entre Jaime I de Aragón y su yerno el Infante Don Alfonso de Castilla, tratado que fue suscrito y concertado en el castillo de Almizra.
Si se observa la ubicación de los castillos pertenecientes a ambas coronas, se verá que los correspondientes a Castilla se encuentran en elevaciones en llano, mientras que los de Aragón están todos emplazados en zona montañosa: Jijona cierra el paso a la entrada desde Alicante por la hoya de Jijona hacia la Carrasqueta; Castalla domina toda su hoya al pie del puerto de Biar y hasta Sax; Biar defiende el acceso por su puerto; Almizra (actual Campo de Mirra) domina hasta Bocairente, el valle por el que discurre el curso alto del Vinalopó y Villajoyosa, separada de Alicante por una extensión de montañas áridas. Con esto, la Corona de Aragón consigue controlar los accesos naturales hacia el interior de sus territorios, mientras que Alfonso X consigue evitar que le sean conquistadas sus tierras alicantinas y murcianas, frenando el avance aragonés. Este resultado explicaría la extraña pretensión del castellano por Játiva, que ya se había asegurado para Aragón, forzando así Alfonso que se cumplieran las fronteras pactadas en Cazola.
Revisión posterior del tratado[editar]
En 1296 estalló una nueva guerra entre Castilla y Aragón ya que Jaime II de Aragón invadió el Reino de Murcia que ya era reino vasallo de Castilla por el Tratado de Alcaraz de 1243 violando las fronteras del tratado de Almizra. Posteriormente, se dividió el reino en dos partes y las comarcas del Medio y Bajo Vinalopó, el Campo de Alicante y la Vega Baja del Segura quedaron incorporadas al Reino de Valencia tras la firma de los tratados de Torrellas (1304) y Elche (1305).
La Taifa de Baeza fue un reino musulmán que surgió en al-Ándalus después la derrota de los almohades a manos de los ejércitos cristianos en la batalla de las Navas de Tolosa, librada en 1212. El reino taifa de Baeza formó parte cronológicamente de los terceros reinos de taifas. Su único rey fue al-Bayyasi, quien fue ejecutado por traición por los almohades en la localidad cordobesa de Almodóvar del Río en 1226.
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Capital | Bayyasa 37°59′N 3°28′O | |||
Idioma principal | Árabe, Mozárabe, Hebreo | |||
Religión | Islam | |||
Gobierno | Monarquía | |||
Emir de Baeza | ||||
• 1224 – 1226 | Al-Bayyasi | |||
Período histórico | Edad Media | |||
• Independencia de los Almohades | 1224 de 1224 | |||
• Conquista por Castilla | 1226 de 1226 | |||
Moneda | Dirham y Dinar |
Historia[editar]
Este reino taifa, que comprendía un territorio situado entre las actuales provincias de Jaén y Córdoba, se mantuvo entre los años 1224 y 1226. Su único emir fue Abd Allah Ibn Muhammad Al-Bayyasi (el Baezano), quien fue vasallo de Fernando III el Santo, rey de Castilla y León, a quien apoyó en diversas campañas contra otros reyes musulmanes.
En 1225 el emir de Baeza entregó a Fernando III el Santo, entre otros, los castillos de Jaén, Andújar y Martos, aunque algunos autores sostienen que dicha entrega fue realizada en otro momento,1encomendando a continuación el rey la tenencia, cuyas rentas ascendían a 50.000 maravedíes alfonsíes, de las fortalezas de Andújar y Martos a Álvaro Pérez de Castro "el Castellano", al tiempo que en la zona se asentaban tropas de las Órdenes de Santiago y Calatrava,2 pasando a convertirse la localidad de Martos en el centro del dispositivo cristiano de defensa en la zona.3
Desde el momento en que tomó posesión de la tenencia de ambas fortalezas, Álvaro Pérez de Castro "el Castellano" comenzó a realizar incursiones de devastación y saqueo en las tierras que rodeaban sus castillos y que permanecían leales al gobernador almohade de Sevilla, quien reunió un ejército con tropas reclutadas en Córdoba, Sevilla, Jerez de la Frontera y Tejada, y que fue derrotado por Álvaro Pérez de Castro en una batalla campal en la que ocasionó graves pérdidas a los almohades, lo que ocasionó que la mayoría de las villas situadas entre Sevilla y Córdoba, a fin de evitar los ataques cristianos, reconociesen al Al-Bayyasi como a su señor, pues era aliado del rey de Castilla.4
Poco después de su victoria los musulmanes sitiaron y tomaron el castillo de Garcíez, en el que se hallaba un caballero llamado Martín Gordillo, a pesar de que Álvaro Pérez de Castro acudió en su socorro. Pero no llegó a tiempo de impedir que fuera tomada por los almohades, lo que provocó que Fernando III el Santo, acompañado por varios magnates y prelados se dirigiese hacia Andújar, lo que sorprendió a Álvaro Pérez de Castro, que se hallaba en la ciudad de Córdoba en compañía del emir de Baeza.5Una vez reunidos el Al-Bayyasi y Fernando III en Andújar, acordaron que el de Baeza entregaría al soberano castellano otros tres castillos, y que hasta que le fuesen entregados el castillo de Baeza sería ocupado por tropas castellanas, instalándose en él a continuación los Maestres de las Órdenes de Santiago y de Calatrava, y mientras tanto Fernando III sitiaba la localidad de Capilla, situada en la actual provincia de Badajoz, al tiempo que, en el mes de julio de 1226, Al-Bayyasi, conocido como "el Baezano", era ejecutado por traición por los almohades en la localidad cordobesa de Almodóvar del Río.6
La ejecución del Al-Bayyasi provocó que el gobernador de Jaén atacase la guarnición cristiana que se hallaba en el Alcázar de Baeza, la cual resistió en el interior del alcázar, a pesar de que los musulmanes dominaban el resto de la ciudad. A pesar de ello, el gobernador de Jaén, temeroso de que acudiesen a la zona refuerzos cristianos, abandonó la ciudad sin haber sitiado el alcázar, provocando con ello que la población musulmana de las localidades de Baeza, Martos y Andújar, entre otras, abandonasen sus ciudades a finales de 1226, quedando desocupada Baeza de musulmanes en el segundo semestre de ese año.7En 1227 Fernando III el Santo nombró a Lope Díaz de Haro tenente de Baeza, los primeros pobladores cristianos comenzaron a llegar a las localidades de Baeza, Andújar y Martos, al tiempo que en esta última la tenencia de Álvaro Pérez de Castro se vio reforzada por la presencia de Tello Alfonso de Meneses, hijo de Alfonso Téllez de Meneses y sobrino de Tello Téllez de Meneses, obispo de Palencia.
La Concordia de Alcalá es el nombre con que se conoce el acuerdo firmado el 22 de marzo de 1227 en Alcalá del Obispo entre el rey Jaime I de Aragón y la nobleza sublevada, mediante el cual las partes enfrentadas acordaban de someterse a la sentencia arbitral que dictara el arzobispo de Tarragona Espárago de la Barca, el obispo de Lérida Berenguer de Erill, y el maestre de la Orden del Temple Francesc de Montpesat.
El fin de la tercera revuelta nobiliaria[editar]
El 1227, después de la muerte de Pedro de Ahonés a manos de los sirvientes del rey, Jaime I de Aragón se enfrentó a un nuevo alzamiento de la nobleza dirigido por el infante y tío del rey Fernando de Aragón, que contó con el apoyo de los Montcada, de los Cornel y los partidarios del muerto Pedro de Ahones. Después de una campaña accidentada pero finalmente exitosa, el rey consiguió imponerse y recibir la sumisión de la nobleza sublevada. El 22 de marzo del 1227 en Alcalá del Obispo, tras una intervención papal, las partes enfrentadas firmaron el acuerdo de someterse voluntariamente al arbitraje del arzobispo de Tarragona Espárago de la Barca, el obispo de Lérida Berenguer de Erill, y el maestre de la Orden del Temple Francesc de Montpesat.
Importancia histórica[editar]
La Concordia de Alcalá puso fin a las revueltas nobiliarias que caracterizaron los primeros años del reinado de Jaime I de Aragón y significó el triunfo de la monarquía sobre los nobles, hecho que le dio la estabilidad necesaria para iniciar las campañas contra los musulmanes.
Las Cortes generales catalanas de Barcelona de 1228 se celebraron en la ciudad en el mes de diciembre, bajo el reinado de Jaime I de Aragón. Los representantes de los estamentos sociales se reunieron durante tres días hasta fallar en positivo por la conquista de Mallorca, aplicar la paz de Dios para recoger fondos para su conquista.
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