SIGLO XII - LITERATURA
Judá ben Saúl ibn Tibbón (1120 – fallecido hacia 1190) fue un traductor judío, médico, filósofo y poeta granadino. Nacido en la ciudad de Granada, abandonó la península ibérica hacia el año 1150, posiblemente debido a la persecución de los almohades contra los judíos y viajó a Lunel, en el sur de Francia. Benjamín de Tudela menciona su presencia allí en 1160. Murió alrededor del año 1190 en Marsella. Judá convivió con Meshullam ben Jacob y con los dos hijos de Meshullam, Asher y Aarón, a quienes en su testamento recomienda como amigos a su único hijo, Samuel. Fue también amigo de Abraham ben David de Posquières y de Zerahiah ha-Levi, quien reconoció que Judá era un sabio más grande que yo mismo. Además de su hijo Samuel, tuvo dos hijas, cuyo matrimonio le causó muchas preocupaciones.
Información personal | ||
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Nombre en francés | Juda ibn Tibbon | |
Nacimiento | 1120 Granada (España) | |
Fallecimiento | c. 1190 Marsella (Francia) | |
Nacionalidad | Española y francesa | |
Religión | Judaísmo | |
Información profesional | ||
Ocupación | Traductor, rabino, escritor, poeta y médico | |
Género | Poesía |
Traducciones[editar]
Las obras de Judá ben Saúl ibn Tibbón incluyen las siguientes traducciones al hebreo:
- La obra Chovot ha-Levavot de Bahya ibn Paquda. El título de esta obra es (en árabe: كتاب الهداية الى فرائض القلوب) (en español: Guía de los deberes del corazón). Judá fue animado a traducir esta obra por Meshulam ben Jacob y su hijo Asher, por lo que tradujo el primer tratado en 1161. Tras completarlo, José Kimhi tradujo los otros nueve tratados.
- Tikkun Middot ha-Nefesh de Salomón ibn Gabirol.
- Kitab al-Ḥujjah, de Judah ha-Levi (1167).
- Dos obras de Ibn Janah:
- Su gramática, Kitab al-Luma, bajo el título de Sefer ha-Rikmah (1171; editado por B. Goldberg, con notas de R. Kirchheim, Frankfort-on-the-Main, 1856). El prefacio del traductor es interesante como análisis de la historia de la literatura y ofrece las opiniones de Judá sobre el arte de la traducción hebrea.
- Kitab al-Uṣul, bajo el título de Sefer ha-Shorashim (editado por Bacher, Berlín, 1896). Isaac al-Barceloni e Isaac ha-Levi ya habían traducido este diccionario y Judá finalizó su traducción en 1171.
- Kitab al-Amanat wal-I'tiḳadat de Saadia Gaon, bajo el título de Emunot ve-Deot (1186; primera ed. Constantinopla, 1562).
Testamento[editar]
El testamento ético de Judá, con su estilo hogareño y franqueza, es uno de los más interesantes de este tipo de documentos. Proporciona una reflexión sobre el alma humana y la relación del autor con su hijo Samuel, también erudito y traductor. Le reprocha no haberle pedido consejo y haberle ocultado muchas cosas.
Recomienda a Samuel que practique la escritura árabe, ya que judíos como Samuel ha-Nagid, por ejemplo, obtuvieron rango y posición simplemente por ser capaces de escribir en esa lengua. Le ordena que sea un hombre moral y que estudie la Torá, así como ciencias profanas, incluyendo la medicina. Que lea obras gramáticas en el Sabbat y otras fiestas sagradas, y que no olvide leer el "Mishle" y el "Ben Mishle". Con respecto a la práctica médica ofrece consejo a su hijo, observando rigurosas leyes dietéticas para no caer enfermo como ocurre a otros con frecuencia debido a comidas desordenadas y que no genere desconfianza como médico. Resulta interesante la referencia de Judá a su biblioteca como su "mayor tesoro", su "mejor compañero" y a sus estantes "los jardines más placenteros y hermosos." Añade:
He reunido una gran biblioteca para tu beneficio para que nunca necesites pedir prestado un libro a nadie. Como tú mismo has visto, la mayoría de los estudiantes no dejan de buscar libros que no son capaces de encontrar...revisa tus libros hebreos cada mes, los libros árabes cada dos meses, los demás cada tres meses. Mantén tu biblioteca ordenada, para que no necesites buscar un libro. Prepara un listado de los libros de cada estante, y coloca cada libro en su estante correcto. Ten cuidado con las hojas sueltas y separadas de tus libros, porque contienen cosas importantes que yo mismo he recogido y anotado. No pierdas ningún escrito ni ninguna carta de lo que te dejo...cubre los estantes con hermosas cortinas, protégelos del agua del techo, de los ratones y de todo daño, porque son tu mayor tesoro.
Su delicado estilo lingüístico y su concepción del arte de la traducción también aparecen en sus consejos sobre este tema.
Ibnat Muhammad B. Fierro fue una poetisa árabe-andalusí del siglo XII.1
Biografía[editar]
Aunque nació en Toledo vivía en Marrakech.2
Era una mujer virtuosa, inteligente y noble, llevaba una vida recatada, la cual se aplicaba a la lectura del Corán.2
Solo menciona a esta poetisa Ibn`Abd Al-Malik, que recoge una breve noticia biográfica sobre ella y su hermana Sa`Ida.1
Obra[editar]
Los únicos versos que se conservan son de Sa`Ida, que se los escribe a su hermana, y hablan acerca de un pariente suyo que había dado muestras de avaricia.
Ibn Jafaya o Hafaya (Alzira, provincia de Valencia, 1058-1138) fue un poeta andalusí de esta ciudad de la Taifa de Valencia. Fue uno de los más importantes poetas del periodo almorávide. Cultivó un estilo manierista con el que recreaba ambientes exquisitos, como en las descripciones de jardines que le valieron el apodo de Al-Yannan ("el jardinero"). Además era llamado al-Jazirí, es decir el de Alcira, y ax-Xuqrí, el del Júcar
Nació en época de los reinos de Taifas y vivió la época almorávide. Estuvo al servicio del segundo gobernador almorávide de Zaragoza, Ibn Tifilwit (1115-1117), el cual volvió, como en un canto de cisne, a rodearse de literatos y científicos tras el primer gobierno almorávide zaragozano (1110-1115), que se preocupó más por las armas que por las letras. Ibn Tifilwit consiguió resucitar en los salones de la Aljafería una corte de poetas y filósofos donde destacaron el propio Ibn Jafaya e Ibn Bayyá, esto es, el gran filósofo andalusí Avempace, que fue incluso nombrado gran visir.
Tras la conquista cristiana de Zaragoza por parte de Alfonso I el Batallador en 1118, Ibn Jafaya se retiró a sus fincas levantinas, donde llevó una vida alejada de la política y dedicada a explotar sus huertas y a componer poesía. Su estilo ejerció tal influencia en los poetas andalusíes posteriores que fue el modelo de todos ellos hasta el final del Reino de Granada.
Ibn Jafaya disfrutó de la fama en vida y sus versos fueron reproducidos enseguida por los arabófonos. Fue considerado el poeta andalusí por excelencia, según Al-Maqqari de Tremecén (1591-1631), uno de los más famosos historiadores y recopiladores del mundo árabe, que proclamó en su obra la admiración que sentía por él, comparándolo con otro famoso poeta, el oriental As-Sanawbarí, también cantor y amante de los jardines.
La prosa y poesía de Ibn Jafaya destaca por su naturalidad, sensualidad y sofisticación, resultando de interés la descripción de los paisajes, río, jardines y casas de su ciudad natal de Alcira que consideraba la flor de Al-Ándalus.
Aún hoy, Ibn Jafaya esta presente en las antologías de poetas que escribieron en árabe y los libros escolares contienen extractos de su poesía, lo que lo sitúa entre los más grandes poetas de Al-Ándalus y de todos los tiempos. También le llaman el poeta de la noche, de los jardines valencianos, amante del vino y de sus amantes. Su espíritu libre y temperamento orgulloso le obligaron a solicitar en alguna ocasión la protección de su soberano. A pesar de su fama, eligió vivir en su ciudad natal, sin dejarse seducir por las ventajas que habría podido obtener como poeta de corte.
Abu Bakr ibn Isa al-Dani, llamado Ibn al-Labbana ('el hijo de la lechera') fue un poeta andalusí nacido en Benisadevi (ahora Jesús Pobre) (Taifa de Denia) a mediados del siglo XI y fallecido en la Taifa de Mallorca en 1113.
Ibn al-Labbana viajó por todo Al-Ándalus ofreciendo sus servicios como poeta áulico a distintos reyes de taifas. De su primera época data una moaxaja compuesta en honor de Al-Mamún de Toledo. También escribió panegíricos dedicados a los hudíes de Zaragoza y al monarca Mubassir Nasr al-Dawla de Mallorca, donde acabó sus días. Pero sin duda ha pasado a la historia por formar parte de la Academia de poetas de la corte de Al-Mutámid de Sevilla, de la que sólo eran miembros los líricos que habían superado unas difíciles pruebas de destreza en el arte poético. En Sevilla coincidió con Abenamar y Abenzaidún, dos de los mejores poetas de la época. Se ha elogiado la fidelidad de Ibn al-Labbana para con el poeta rey de Sevilla, pues le acompañó al exilio en la cárcel de Agmat (próxima a Marrakech) hasta la muerte de Al-Mutámid en 1090.
Su más célebre composición poética es la casida en la que expresa el dolor por la partida de la corte taifal de Al-Mutámid de Sevilla desde el puerto de Triana al destierro tras la conquista almorávide de la ciudad. El poema refleja el canto del cisne de la refinada cultura de los primeros reinos de taifas:
Todo lo olvidaré menos aquella madrugada junto al Guadalquivir, cuando estaban en las naves como muertos en sus fosas.
Las gentes se agolpaban en las dos orillas, mirando cómo flotaban aquellas perlas sobre las espumas del río (...)
Lope de Moros fue un copista o, tal vez, un poeta y trovador aragonés de entre los siglos XII y XIII, posible copista o autor del poema amoroso-alegórico Razón de amor con los denuestos del agua y del vino, de hacia 1205.
Muy poco se sabe sobre él, y mucho es conjetural. Al final del poema aparece un explicit que indica: "Lupus me fecit de Moros". Su nombre y la lengua predominante en el texto parece indicar que era un aragonés nacido en la aldea de Moros (Zaragoza), situada en la comarca de Calatayud. Si no fue el copista o refundidor de uno o dos textos más antiguos escritos en castellano, pueden ser autobiográficos estos versos incluidos en el poema:
- Un escolar la rimó / que siempre dueñas amó; / mas siempre hobo triança / en Alemania y en Françia, / moró mucho en Lombardía / pora aprender cortesía (vv. 5-10).
Habría tenido, pues, una formación cosmopolita, y tal vez goliardesca. Nada más se puede afirmar con seguridad.
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