jueves, 3 de junio de 2021

HISTORIA DE ESPAÑA

 SIGLO XII - LITERATURA

Judá o Yehudá ben Selomó al-Harizi, en hebreo original יהודה בן שלמה אלחריזי‬, en árabe يحيا بن سليمان بن شاؤل أبو زكريا الحريزي اليهودي من أهل طليطلة‎ (c. 1170-Alepoc. 1230) fue un rabino, escritor, crítico literario y traductor hispanojudío en hebreo y árabe.

Nació en la España cristiana, es difícil saber si en Toledo o en Barcelona. Durante sus primeros veinticinco años de vida acumuló considerables conocimientos. Llegó a dominar el árabe, el arameo, el francés, el latín y el griego. Viajó mucho buscando mecenazgo y padeciendo ocasionalmente la pobreza y la necesidad: estuvo en Provenza, Italia, Grecia, Siria, Palestina, Mesopotamia y Egipto. Dejó constancia de esos viajes en sus obras, celebrando también a quienes lo acogieron. Defendió con ardor la obra de exégesis racionalista de Maimónides contra los que la discutían, e incluso tradujo su Guía de perplejos al hebreo y algunas de sus otras obras. Cultivó la poesía (Sefer ha-Canaq / Libro del collar, 257 estrofas breves paranomásticas) y tradujo algunos textos del árabe. Contribuyó a la prosa rimada traduciendo hábilmente las ingeniosas y elaboradas maqamas de Al-Hariri de Basora haciendo un alarde de las posibilidades de la lengua hebrea. En hebreo escribió además su propia colección original de maqamas entre 1218 y 1220, el Tahkemoni. Se trata de cincuenta historias protagonizadas por una especie de pícaro que al mismo tiempo se muestra sabio y erudito y solo es reconocido al final de cada historia. Esta obra tiene a la vez la función de entretener e instruir, y en dos de estos relatos se hace una pequeña historia de la poesía andalusí. Existe traducción española de Carlos del Valle RodríguezLas asambleas de los sabios (Murcia: Univ. de Murcia, 1988).1​ También tradujo la Ética y la Política de Aristóteles y varios tratados médicos de escasa importancia. Él mismo escribió también un tratado médico: Refuath Geviyah / La curación del cuerpo. Otra obra menor es Sefer Anak, una imitación de los poemas del rabino Moses ibn Ezra y el Sefer Goraloth de Ibn Gabirol.


Sefer Refu' at ha Geviyah, Judah Al Harizi.jpg
Información personal
Nacimiento1165 Ver y modificar los datos en Wikidata
Toledo (España) o Barcelona (España) Ver y modificar los datos en Wikidata
Fallecimiento1225 Ver y modificar los datos en Wikidata
Alepo (Siria) Ver y modificar los datos en Wikidata
ReligiónJudaísmo Ver y modificar los datos en Wikidata
Información profesional
OcupaciónPoeta y traductor Ver y modificar los datos en Wikidata






Abū Madyan, Šu‛ayb b. al-Husayn al-Ansari fue un sufí de origen andalusí nacido en Cantillanaprovincia de Sevilla circa 1116. Fallecido en TlemecénArgelia, en el 1198.
Mezquita de Abu Madyan
Tlemecén, Argelia

Biografía[editar]

Nacido en Cantillana (Sevilla) en 1116, en el seno de una familia modesta en al-Ándalus. Huérfano, cuando aún era un niño, trabajó para sus hermanos como pastor de ovejas, pero desde muy joven sintió el deseo del conocimiento, por lo que huyó de su casa, y tras pasar por Sevilla y Jerez, se embarcó en Algeciras hacia la otra orilla del Mediterráneo. Trabajó en Ceuta como pescador y en Marrakech fue obligado a enrolarse en la guardia personal del sultán. En cuanto pudo marchó a Fez donde se inició en los estudios coránicos. Allí se formó con grandes eruditos de las ciencias islámicas exotéricas y esotéricas como Ibn Hirzihim o Abu Galib. Posteriormente conoció a Abu Ya'za, con el que, después de un largo periodo de su vida, alcanzó la plena realización espiritual y se convirtió en maestro de otros sufíes. En el periodo de su formación estudió las obras de los sufíes orientales como al-Muhasibi o al-Ghazali. Al morir su maestro Abu Ya'za partió hacia Oriente, pero se estableció en Bugía hacia 1177, donde habitaba una importante comunidad de emigrantes andalusíes y donde derramó su sabiduría y santidad entre sus numerosos discípulos y el pueblo en general, especialmente entre aquellos que se acercaban a sus "sesiones de admonición", en las que trataba asuntos de diversa índole, incluyendo los temas doctrinales o políticos. Nunca fue bien visto por las autoridades locales (religiosas y políticas), sobre todo por su defensa de la justicia social y de la necesidad de la sinceridad para los que ejercieran el liderazgo social o político. Para él los verdaderos sultanes, señores o príncipes eran los fuqara (los pobres o sufíes). Su fama se extendía por todo el Magreb y al-Ándalus.

De diferentes partes del occidente islámico acudían numerosos buscadores (salik). Cuentan las narraciones que de su mano alcanzaron la estación de la certeza (o realización espiritual) más de trescientos santos, que se distribuyeron por diferentes zonas del mundo islámico. Entre ellos destacan Abu Ya'far Sidibuna, Abd-l-Salam Ibn Mashish, maestro - a su vez- de Abu Hasan al-Shadhili (m. 1258), Ibn Qunfudal-MahdawiMuhammad ibn al-Hayyay,... Ibn Arabi siempre se consideró discípulo de Abu Madyan: era su "maestro por excelencia", aunque no llegó a conocerlo físicamente. Lo consideraba "el Heraldo del camino espiritual de Occidente".

Abu Madyan realizó una singular síntesis de todo el sufismo de su época (oriental, andalusí y magrebí) y le dio una nueva orientación. Para él, que se consideraba un faquir (pobre, que solo necesita a Dios), “el sufismo no es la (mera) observancia de reglas, ni consiste (sólo) en el progreso a través de los estados. En su lugar, el sufismo supone integridad personal, generosidad de espíritu, la emulación de lo que ha sido revelado, conocimiento del Mensaje (y seguimiento del Camino de los Profetas)”.Puso énfasis en la ortopraxis, en la conducta moral, aunque su vía espiritual también estaba orientada al conocimiento, a la doctrina esotérica y la iluminación gnóstica. El objetivo fundamental de su enseñanza era llegar a Dios, vivir su proximidad y su Presencia. A ello está encaminado su método espiritual, a la vez que dio gran importancia a la proyección social de sus discípulos: a la generosidad y solidaridad con los demás por medio de la ética de la fraternidad (futuwwa) y el compromiso con los demás. Abu Madyan veía que la sociedad humana debería estar presidida por la sinceridad, en la que los fuqara “debían actuar como guías de la sociedad, alegres, con clemencia de corazón y compasivos con las criaturas de Dios”. Se puede afirmar que Abu Madyan fue un hombre libre (desapegado del mundo), que se esforzó durante toda su vida en buscar la Verdad y cumplir la Voluntad de Dios, como buen musulmán. "No eres plenamente libre mientras quede en ti un ápice de tu egoismo", nos dice en uno de sus aforismos.

Falleció en 1198 en Tlemecén, camino de Marrakech, pues había sido llamado por el califa almohade (Abu Yusuf Yaqub al-Mansur) para responder de las muchas acusaciones que pesaban contra él (hereje, heterodoxo, blasfemo y de quererse convertir en el Mahdí). Su tumba, localizada a las afueras de esta ciudad argelina (en al-'Ubbad) se mantiene hoy en día, siendo un lugar de visita piadosa. Allí se erigió en su memoria un mausoleo, una mezquita, una madraza y un hammam: un conjunto arquitectónico, que es joya del arte islámico universal de estilo hispano-magrebí. Tlemecén lo considera desde su muerte su santo patrón.

Abu Madyan forma parte indisoluble de la cultura argelina y magrebí, por extensión, y es un andalusí de renombre universal.

Obras[editar]

Abu Madyan no dejó ninguna obra escrita, pero sus enseñanzas fueron recogidas por sus seguidores. Se conservan:

  • Sus aforismos (hikam), de los que existen numerosos manuscritos. Han sido editados por V. Cornell en su The Way of Abu Madyan. Existe una edición en árabe (véase bibliografía) y el Shaij Mustafa al-'Alawi les ha dedicado un comentario a sus 180 aforismos: "El fruto de las palabras inspiradas", editada por Almuzara, 2007.
  • Su Diwan o poemario. Ha sido editado en Damasco como recopilación de la tradición oral que existe de sus poemas.
  • La tradición oral, que ha sido recogida en la obra de su alumno Ibn QunfudUns al-faqir y por Abu Ya'far Sidibuna en su Kitab al-shihab.






Ponç de la Guàrdia (1154?-1188?) fue un caballero del linaje de Saguàrdia, señores de un castillo cerca de Ripoll. No era un trovador profesional, sino un caballero al cual, según dice el mismo, le gustaba que las damas occitanas celebrasen sus composiciones. Se sabe que participó en el sitio de Cuenca (1177) bajo las órdenes del rey Alfonso I y, más tarde, en la expedición del rey contra el conde Raimundo V de Tolosa.


Su obra la forman nueve composiciones amorosas, cuatro de las cuales forman un pequeño ciclo dedicado a una dama que nombraba con el senhal de On-tot-mi-platz. Aunque como todos los trovadores escriben en occitano, se pueden detectar, algunas palabras en catalán en sus poemas (de hecho eso pasa frecuentemente en los trovadores catalanes, sobre todo en Cerverí de Gerona).


En la siguiente canción, Ponç de la Guàrdia, a punto de emprender una expedición de resultados dudosos hacia Tolosa, se dirigió a su dama para recordarle cómo la quiere y cómo la recuerda, y cómo todo aquello que podían ser pequeños malentendidos ya no tienen ninguna importancia. Se trata de un breve testamento amoroso.


I
Farai chanzo ans que veinha.l laig tems,
pus en Tolsa non n'anam tuit essems.
A Deu coman tot cant reman de zay:
ploran m'en part, car las domnas ams nems.
Tot lo pais, de Salsas tro a Trems,
salv Deus, e plus cel on midons estai

II
Tot n'o am mais car ma dona i sai;
qu'el'es mos jois et el'es tot cant ai,
e res no.m am mas leys cui amar suel
ni de mos jorns autra non amarai;
e sai e cre que leis aman morai,
pus a leis platz qu'enaixi m'o acuill,

III
Cant e leis plaitz que.m fay tort ni orguil,
sitot m'o vey, conoixer non o vul.
Mas ben conosc tot cant me fai de be:
lo be.l graesc e.l mal, sitot m'en duil.
C'om peitz me fai, can m'esgaran sey oil,
ai tant de yoy que del mal no.m sove.

IV
Non es nuils joys lo desir que me'n ve,
que si.m destreinh, non ay poder de me,
mas sol d'aitan can tot soletz m'estau
e pes de leis ab lo cor que la ve:
aquel douz pes me sojorn'e .m reve
et ai n'aut pessan mant bon jornau.

V
Domna, vos etz manenta de bon lau
e, ses mentir, la gencer c'om mentau:
per qu'eu sofer totz mos mals e deport
que trac per vos soletz e mon cabau,
e n'ai dolor, mas vos estatz suau:
d'aizo m'es vis que faitz alques de tort.

VI
Us lauzengiers me vol far paitz de mort;
mas no m'en clam, que mout n'ai bon conort
e no.y ay dan, et il fai que vilans.
Ja no s'en lais, que pesari.m fort:
que esters son grat auray joy e deport
merces midons, a cui baissei les mans.
I
Haré una canción antes de que venga el mal tiempo,
ya que en Tolosa vamos de pronto.
A Dios encomiendo todo cuanto queda aquí:
llorando me voy, porque las damas amo mucho.
Todo el país, desde Salses hasta Tremp,
guarde Dios, y mas allá donde mi señora está.

II
La amo aún mas porque mi dama está;
que ella es mi gozo y ella es todo lo que tengo,
y nada amo sino a ella a la cual siempre he amado
y en mis días ninguna otra amaré;
y se y creo que moriré amándola,
porque si a ella le place que así me lo conceda.

III
Cuando a ella le place ofenderme y mostrarse orgullosa,
aunque lo veo, no quiero reconocerlo.
Mas bien reconozco todo el bien que me hace:
el bien le agradezco y el mal, aunque me duele.
Como peor me trata, cuando sus ojos me miran,
tengo tanto gozo que no me acuerdo.

IV
No es ninguna joya el deseo que me domina,
que se me apodera, que no tengo poder sobre mi,
solamente cuando me encuentro solo
y pienso en ella con el corazón que la ve:
este dulce pensamiento me descansa y me resarce
y pensando en ella he tenido muy buenos días.

V
Señora, vos sois famosa de buen nombre
y, sin mentir, la mas gentil que uno puede nombrar;
por la cual cosa yo soporto todos mis males y esfuerzos
que pierdo la razón por vos,
y tengo dolor, pero vos estáis tranquila:
en eso creo que sois un poco injusta.

VI
Un maldiciente me quiere peor que muerto;
pero no me quejo, que tengo un buen consuelo
y no tengo daño, y ella actúa como un villano.
Ya no se cansa que pesaría mucho:
que pese a el tener gozo y placer
gracias a ''midons'', a quien besé las manos.

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