martes, 1 de junio de 2021

HISTORIA DE ESPAÑA

 SIGLO XII - LITERATUTA

Hiyya al-Daudi (Babilonia, ? - Castilla, 1154) (en hebreo: חייא אלדאודי), poeta judío de Andalucía. Hiyya al-Daudi era tataranieto de Ezequías Gaón. Al parecer llegó desde Babilonia a España, según el historiador Abraham Zacuto. Se destacó como rabino, y además fue poeta litúrgico y, según algunas fuentes, consejero del monarca Alfonso I de Portugal. Dos de sus piyutim (poemas) fueron recogidos por el erudito judío italiano Samuel David Luzzatto en su obra "Betulat bat Yehudah".




El rabí Abraham ben Meir ibn Ezra, conocido también como Aben Ezra o EsraAbraham JudaeusAbendre y Avenara, y calificado como el Sabioel Grandeel Admirable, (Tudela1092 - CalahorraReino de Castilla 1167 también se supone que murió en una aldea de Israel, Kabul1​) fue un destacado intelectual judío andalusí.

Hombre polifacético, destacó en poesíafilosofíagramáticacábalamedicinamatemática y astronomía. Ibn Ezra fue además, a su pesar, un notable viajero; con motivo de la invasión almohade hubo de abandonar al-Ándalus hacia 1140 y viajó por el norte de ÁfricaEgipto, Israel, ItaliaFrancia e Inglaterra antes de intentar regresar a la península, sin que haya constancia de que efectivamente pudiera haberlo conseguido.

Psalterium-Ibn-Ezra.jpeg
Información personal
Nacimiento1089 o 1092
Tudela (España) Ver y modificar los datos en Wikidata
Fallecimiento1167 (75 años?)
Calahorra (España) Ver y modificar los datos en Wikidata
ResidenciaTudela, RomaLuccaMantuaVeronaNarbonaBéziersRuanDreuxLondres y Provenza Ver y modificar los datos en Wikidata

Vida[editar]

Según José María Millás Vallicrosa, Aben Ezra nació en Tudela en 1092, aunque otros consideran 1089. Es en esta ciudad donde permanecerá hasta su juventud. Ubicado en un entorno judío, recibirá allí una enseñanza de los diferentes ámbitos de las culturas judía y árabe.3

Antes de 1119,4​ cuando Alfonso I el Batallador, rey de Aragón y Pamplona, tomó Tudela, Ibn Ezra partió de su localidad, en un errante viajar que le llevaría, primeramente, por diversas zonas de la península, y posteriormente a lugares más alejados.

Pasó por Toledo, por el cual avanzó hacia el sur, donde visitó CórdobaLucenaGranada y Sevilla, conociendo a varios ilustres pensadores judíos con los que mantendría relación, y logrando ocupar algún cargo relevante. Especial relación fue la que tuvo, en Granada, con Yehudah Ben Samuel Halevi.

Más tarde viajaría Ibn Ezra por el norte de África, donde fue testigo del gobierno almohade. También presenciaría las matanzas de judíos que se desarrollarían en Marruecos y Al-Ándalus, así cómo la destrucción de algunas comunidades.

En 1140 (o 1139) se dirigió a Roma, pasando por la península. En bastantes de sus obras refleja las desdichas que le ocurrieron en su paso por la península, y el dolor que sintió al abandonarla. Seguramente fue debido a los acontecimientos que recaían sobre los judíos que tuviera que alejarse del territorio español; como les pasó a otros ilustres judíos (por ejemplo, Yehuda ben Samuel Halevi, que marchó a Oriente, acompañado, precisamente de un hijo de Ibn Ezra).

Permaneció en Roma alrededor de cinco años, y es allí donde redactó los comentarios al libro del Eclesiastés y al de Job. Después se retiró a Lucca, donde continuó dedicándose a la exégesis del libro de Isaías y al Pentateuco. Tras pasar por Pisa, se instaló en Mantua, donde en 1146 escribió su obra considerada hoy más relevante sobre gramática de la lengua hebrea, el Sefer Saḥot. Más adelante lo encontramos en Verona, donde escribiría el Sefer ha-'Ibbur, obra sobre el calendario, el Sefer ha-Mispar, sobre aritmética, y el Safah Berurah, otro tratado gramatical de cierta consideración. Se marchó de Italia hacia los años 1147-1148.

Pasó a Provenza, donde se estableció en Béziers. Aquí escribiría el Sefer ha-Shem. Los viajes que realizó por Francia resultaron muy fructíferos, pues durante los cuales retomó su actividad exegética con el Éxodo, el libro de Daniel, los Salmos, los libros de los Profetas Menores, el libro de Ester, y el Cantar de los Cantares. Fue testigo en esta ocasión de la Segunda Cruzada. Más tarde se quedaría en Ruan, dedicándose a traducir obras árabes.

De Ruan se trasladó a Inglaterra en 1158. Durante su estancia escribiría el Sefer Yesod Mora ve-Sod ha-Tora, que trata sobre los mandamientos de la Biblia, y el Iggeret Shabbat, sobre el Shabat. Se desconoce cuánto tiempo permaneció en Inglaterra. Después volvería a Narbona.

Falleció hacia los años 1165-1167, de nuevo en la Península, en Calahorra según Millás; según otros, en Rodas, según un reciente descubrimiento también se baraja la posibilidad de que falleciera en Safed.5

Obra[editar]

Ibn Ezra fue uno de los más destacados literatos hebreos del medievo, y sus comentarios a la Biblia hebrea o Tanaj se distinguen por su erudición y originalidad; su empleo de métodos gramaticales para la exégesis del sentido del texto preludia la actividad de la crítica textual moderna. Además del comentario completo al Tanaj recogido en el Sefer ha-Yashar, publicado poco antes de su muerte, comentó los Salmos y varios de los libros de los Profetas. Llegaron a imprimirse sus Comentarios sobre los Libros Santos (Venecia, 1526) en 24 libros, que fueron muy leídos y reimpresos después parcialmente en Constantinopla (1532), París (1556, 1563, 1570) y Utrecht (1556), aunque la parte dedicada al Pentateuco fue ya impresa en 1488 de manera independiente en Nápoles, en una edición que hoy es muy rara de encontrar. Realizó también muchas obras sobre diversas materias, entre las que cabría señalar el primer intento de sistematización de la gramática hebrea.

Sus libros fueron muy leídos durante la Edad Media y son objeto de otros comentarios. Sus interpretaciones filosóficas revelan la influencia del neoplatonismo. Otros escritos suyos hablan de temas tan diversos como las matemáticas, la astronomía, la medicina, la filosofía y la astronomía. También escribió poesía, tanto profana como religiosa, en un hebreo de gran belleza.

También fue reconocida su labor astronómica, que incluyó desde tablas de posiciones estelares conocidas como Luhot hasta un Sefer ha-'Ibbur sobre el calendario, el Keli ha-Nejoshet sobre el uso del astrolabio y la traducción de obras astrológicas de Mashallah. Al latín fueron vertidos sus Fundamenta tabularum astronomicarum (1154).

Escribió además una obra moral, Hay ben Meqitz (que se traduce por Vive el hijo que resucitó; el Libro de los seres animados, en el que se prueba la existencia de Dios por la perfección estructural de los vivientes, obra escrita en árabe y traducida al hebreo por Jacob ben Alphander.

Su poesía religiosa es de carácter litúrgico, pero también profana de tema amoroso y burlesco, aunque se le tiene por un poeta bastante frío; sin embargo destaca su poema Maadanne Melech (Delicias del rey), en que analiza en setenta y tres versos el juego del ajedrez. Sus Rimas y poemas fueron traducidos al alemán por Rosín, en 1885.







Moses ben Jacob ibn Ezra (en árabe, أبو هارون موسى بن يعقوب ابن عزرا, en hebreo, משה בן יעקב הסלח אבן עזרא) conocido como ha-Sallah, «escritor de penitencias» (Granada, entre 1055 y 1060 - después de 1138), fue un rabino, filósofo, lingüista y poeta judío andalusí.

Familia[editar]

Vinculado con Abraham ben Meir ibn Ezra, y discípulo de Isaac ibn Ghiyyat, Ibn Ezra pertenecía a una de las familias más prominentes de España. De acuerdo con Isaac Israeli, tenía tres hermanos, Isaac, José, y Zerahiah, quienes fueron todos distinguidos eruditos.

Obras[editar]

Su "Arugat ha-Bosem" está dividida en siete capítulos:

  1. observaciones generales acerca de Dios, el hombre y la filosofía;
  2. la unidad de Dios;
  3. lo inadmisible de aplicar atributos a Dios;
  4. lo inapropiado de dar nombres a Dios;
  5. movimiento;
  6. naturaleza;
  7. intelecto.

Las figuras citadas por Ibn Ezra en su obra son Hermes (identificado con Enoch), PitágorasSócratesAristótelesPlatón, (pseudo-)EmpédoclesAl-FarabiSaadia Gaon, e Ibn Gabirol.

Su retórica[editar]

El "Kitab al-Muḥaḍarah wal-Mudhakarah" llegó a ser mucho más famoso. Se trata de un tratado de retórica y poesía, compuesto según las bases del "adab" árabe, siendo el único de su tipo en la literatura hebrea. Fue escrito a petición de un amigo, el cual le había hecho ocho preguntas acerca de la poesía hebrea, las cuales se corresponden con cada uno de los ocho capítulos de la obra.

Los cuatro primeros tratan de la prosa y sus escritores, de la poesía y sus poetas, y del don natural para la poesía que tienen los árabes, el cual él atribuye al clima de Arabia. Concluye el cuarto capítulo diciendo que, salvo en muy raras excepciones, las partes poéticas de la Biblia no tienen métrica ni ritmo.

El quinto capítulo comienza con la historia del establecimiento de los judíos en España, la cual, de acuerdo con el autor, comienza durante el Éxodo, ya que la palabra, "Sefarad" usada por el profeta Obadiah (verso 20) significa "España". A continuación, la descripción de la actividad literaria de los judíos españoles, nombrando a los autores más importantes y sus obras. En el sexto capítulo, el autor cita varias máximas y describe la condición intelectual general de su época. Desprecia la indiferencia mostrada por el público hacia los eruditos. Esta indiferencia, declara, no afecta a su personalidad; aunque no se cuenta entre aquellos que han sido mal tratados por el destino, ha experimentado la buena y la mala fortuna. Por otra parte, no posee pretensión alguna de reconocimiento público gracias a que ha sido dotado con la virtud de la contención y la moderación.

En el capítulo número siete, el autor discute la cuestión de si es posible componer poesía en sueños, como algunos autores dignos de confianza han hecho. El octavo capítulo está dividido en dos partes, la primera relacionada con todo lo que tiene que ver con la poesía y los poetas, y, la segunda, describe en veinte párrafos, todo aquello que tiene que ver con los tropos, las figuras, y otra formas poéticas.

Su poesía[editar]

Ibn Ezra es considerado por muchos judíos como el mejor poeta hebreo. Sus poemas seculares se recogen en dos obras: en Tarshish, y en la primera parte de su Diwan.

El "Tarshish" está dividido en diez capítulos, cada uno de los cuales se divide siguiendo un orden alfabético. Está escrito siguiendo el estilo árabe de poesía llamado "tajnis," el cual consiste en la repetición de palabras en cada estrofa, pero con un significado distinto en cada repetición. El primer capítulo está dedicado a cierto Abraham (con toda seguridad, no se trata de Abraham Ibn Ezra), cuyos méritos son exaltados siguiendo un estilo oriental. En los nueve capítulos que restan se discierne acerca de: (cap. ii) el vino, el amor y las canciones; (iii.) la belleza de la vida en el campo; (iv., v.) el mal de amores y la separación de los amantes; (vi.) amigos infieles; (vii.) la vejez; (viii.) vicisitudes de la fortuna, y la muerte; (ix.) la fe en Dios; (x.) la gloria de la poesía.

Como otros grandes poetas de su época (entre los que se cuentan grandes rabinos y eruditos de la época, líderes de la comunidad como Ibn GabirolSemuel ibn Nagrella o Yehudah Halevi), ibn Ezra cultivó la poesía homoerótica,1​ género que era habitual tanto entre los poetas hispanohebreos del «Siglo de Oro» de la literatura hispanohebrea como entre sus coetáneos musulmanes.2

Poesía sacra[editar]

La mayor parte de las 220 composiciones sacras de Ibn Ezra se encuentran en el majzor, el tradicional libro de oraciones judío para el Yamim Noraim, el Rosh Hashanah (Año Nuevo judío) y el Yom Kipur (Día del Perdón). Estos poemas de penitencia, o selichot, le valieron el apelativo de HaSallach.

Su intención es invitar al hombre a buscar en su interior, representando la vanidad de la gloria mundana, la desilusión que debe ser experimentada por los hedonistas, y el inevitable juicio divino. Avodah, que forma parte de la obra, ha sido hábilmente elaborada, y, su introducción, es parte del mahzor portugués. A diferencia de sus predecesores, Ibn Ezra comienza su narración de la historia bíblica con la entrega de la Torá, no con la creación de Adán.

El piyyuttim que sigue al texto de la mishná del servicio del Templo, especialmente el piyyut, "Feliz es el ojo que lo contempló", son considerados como piezas de considerable belleza.








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