SIGLO XII - LITERATURA
Ahmed Ben Ibraim Ben Abu Chaled fue un escritor y profesor de medicina español.1
Biografía[editar]
Nació en Alconchel a comienzos del siglo xii.1 Escribió una obra titulada Subsidium itinerum, considerada por algunos autores como un prontuario para la cura de animales.1 Estaba compuesto de siete libros, que versaban sobre diferentes enfermedades, divididas según la parte del cuerpo a la que afectan.1
Se desconoce tanto dónde ejerció la medicina como su fecha y lugar de fallecimiento.
Abu Muhammad Abd Allah b. Isà al-Saybani (Calanda, Teruel-Valencia, 1135) fue un intelectual y religioso andalusí. Entre sus obras, figuran sus estudios sobre el Sahih al-Bujari y el Sunan de Abu Dawud.
Abu l-Salt ibn Umayya al-Dani (Denia, c. 1067 - Mahdiyya (Túnez), 23 de octubre de 1134), conocido comúnmente como Abu Salt de Denia, fue un eminente polígrafo y enciclopedista andalusí.
Vida[editar]
Se formó en diversas disciplinas en Denia bajo el gobierno de Iqbal al-Dawla, según sus biógrafos con maestros de gran erudición, como Abu l-Walid al-Waqqasi. Posteriormente completó sus saberes en otras ciudades de Al-Ándalus, entre las cuales pudo figurar Sevilla.
Hacia 1095 viajó a Oriente buscando ampliar sus conocimientos. Residió alrededor de veinte años en Egipto, donde completó sus estudios en El Cairo y Alejandría y con viajes a Siria e Irak. En esta época profundizaría en el conocimiento de los filósofos griegos, especialmente en el ámbito de la lógica aristotélica. En torno a 1112 se trasladó definitivamente a Mahdiyya, en el este del actual Túnez, donde fue protegido por la dinastía zirí reinante, dedicándose a la medicina y a la música hasta su muerte en 1134.
Obra[editar]
Entre su obra cabe destacar una antología de poemas andalusíes, una obra geográfica sobre Egipto, un tratado médico, el Libro de los medicamentos simples, opúsculos sobre Geometría y Astronomía y un importante escrito sobre lógica: Rectificación de la mente.
En el terreno musical, fue un importante maestro de música andalusí, cuya tradición permanece hasta nuestros días en la música maluf. Destacó como virtuoso del laúd y compositor de letra y música de moaxajas. Como teórico escribió Epístola acerca de la música en Mahdiyya, una obra que influyó intensamente en al-Ándalus, adonde siguió viajando periódicamente.
Numerosas de sus obras, de carácter divulgador y enciclopédico, fueron traducidas al latín y al hebreo por sefardíes inmigrados a Zaragoza y Francia.
Abu Hamid al-Gharnati (árabe: أبو حامد الغرناطي; nombre completo Abu Hamid Muhammad ben Abd al-Rahman (o Abd al-Rahim) ben Sulayman al-Mazini al-Qaysi al-Gharnati) (1080-1170) fue un viajero andalusí y compilador de maravillas del mundo antiguo (adjaib) que vivió en el siglo XII.
Nació en Granada en 1080, donde estudió. Prosiguió sus estudios en Uclés (ár: Uklis) y a los 30 años abandonó al-Ándalus. Estuvo viviendo en Ifriqiya hasta 1117 o 1118, momento en el que marchó a Egipto y estuvo en El Cairo hasta 1123. Viajó a Damasco y Bagdad, donde permaneció cuatro años. En 1130 estaba en Abhar, en Irán, para luego llegar a la zona de la desembocadura del Volga.
Unos años después lo encontramos en Hungría, donde vivió tres años hasta 1153. Narró la vida cotidiana de los húngaros bajo el reinado de Géza II de Hungría. Entre sus anotaciones destacó la belleza de las mujeres húngaras de cabellos y ojos oscuros y piel blanquísima, la abundancia de oro y riquezas naturales, y describió 78 ciudades húngaras y sus asentamientos cercanos. Abu Hamid también dejó sentado que incontables tribus pechenegas y uzbecas vivían en el reino húngaro en sus propios asentamientos, y que el rey Géza II les permitía la práctica libre de su culto musulmán, a cambio de que asistiesen a los húngaros en las guerras contra el Imperio bizantino, gobernado por Manuel I Comneno. Abu Hamid también dejó registro de que los pechenegos fingían ser cristianos, pero en secreto practicaban su fe musulmana, pero que por el contrario los uzbecos no ocultaban su religión. Por esta tolerancia, estas tribus incluso llamaban a Géza II "rey", lo cual provocó la queja del papado, que no estaba de acuerdo con que el monarca húngaro permitiera la permanencia de musulmanes en un reino cristiano. Sin embargo, el Papa no estaba en posición de contradecir al rey húngaro, puesto que éste guerreaba contra los bizantinos, lo cual le convenía al sumo pontífice.1
Tras esto, Abu Hamid viajó a Corasmia, Bujará, Merv, Nishapur, Ray, Isfahán y Basora, para finalmente llegar a La Meca para cumplir el peregrinaje. En 1155 se estableció en Bagdad, pero seis años después se fue a Mosul, y de allí un tiempo a Siria, donde vivió en Alepo y luego en Damasco, donde murió en 1169/1170 a los 90 años.
En los últimos años de sus viajes, escribió en Bagdad K. al Mu'rib an ba'd adja'ib al-Maghrib, dedicado al visir Yahya Ibn Hubayra, y en Mosul escribió Tukfat al-albab wa nukhbat al a'djab. En sus obras describe hechos maravillosos y cosas extrañas vistas en sus viajes. 2
G.Ferrand publicó su segunda obra en 1925. La primera fue traducida al castellano por C.E. Dubler con el título Abu Hamid el Granadino y su relación de viajes por tierras euroasiáticas, en Madrid en 1953.
Moshé Sefardí, posteriormente Petrus Alfonsi o Pedro Alfonso en homenaje a su protector Alfonso I de Aragón (Huesca, ¿1062?-¿1140?), fue un escritor, teólogo y astrónomo español de origen judío y convertido al cristianismo en 1106.
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Información personal | ||
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Nombre de nacimiento | Moshé Sefardì | |
Nacimiento | c. 1062 Huesca | |
Fallecimiento | c. 1140 | |
Religión | Judaísmo y catolicismo | |
Información profesional | ||
Ocupación | Astrónomo, teólogo, escritor, traductor, astrólogo, rabino y médico |
Biografía[editar]
Rabino y versado en matemáticas y astronomía, fue médico personal de Alfonso I de Aragón, quien lo protegió y propició su conversión al cristianismo, siendo bautizado en 1106 en Huesca por el obispo Esteban; posteriormente fue también médico de Enrique I de Inglaterra. Ha llegado hasta la posteridad su retrato grabado del Liber Chronicarum cum figuris, un incunable de 1493 que describe la apariencia física de diversos personajes históricos. Es él mismo quien nos suministra los escasos datos que poseemos sobre su vida en el prólogo que antepuso a su Dialogus contra iudaeos (Diálogo contra los judíos). En él cuenta su conversión al cristianismo y su bautismo, que tuvo lugar en 1106. Alfonso I estuvo presente como padrino; también nos informa de su viaje a Inglaterra, donde enseñó artes liberales y astronomía y adiestró a Walcher, prior de Malvern, en las tablas astronómicas árabes. Tuvo como discípulo a Adelardo de Bath. Se conjetura que volvió a Zaragoza hacia el año 1121 y después de esa fecha se cree que anduvo en Tudela.
- El historiador Pascual de Gayangos cita en su obra Escritores en prosa anteriores al siglo XV, (P.443) la razón del nombre Pedro Alfonso:
«...Rabbi Moseh Sefardí, de Huesca, por otro nombre Pedro Alfonso, que así le mandó llamar en 1106 su padrino de pila Alfonso el Batallador. (...)»
Análisis de su obra literaria y científica[editar]
Diálogo contra los judíos[editar]
Su Dialogus contra iudaeos, traducido con el título de "Diálogos en los cuales se refutan las opiniones impías de los judíos con evidentísimos argumentos de filosofía, tanto natural como divina, y se explican los más difíciles textos de los Profetas", fue escrito después de 1106 y su origen probable es el de responder al clamor surgido en la judería debido a su conversión. En ella se sirvió de sus extensos conocimientos de la Torá y de la literatura judía para polemizar contra sus antiguos correligionarios utilizando sus mismos argumentos, defendiendo su nueva fe cristiana. También ataca, desde un profundo conocimiento de la misma, los postulados de la religión islámica. Otros escritores polemistas de la época (Pedro Abelardo, Pedro el Venerable o Pedro de Blois), a diferencia del de Pedro Alfonso, adolecen de falta de comprensión de las argumentaciones de sus adversarios, pues desconocían el Talmud y el hebreo. Además la obra del oscense responde a una sincera experiencia personal y, frente al tono agresivo de otros polemistas, adopta una actitud conciliadora y didáctica.
Disciplina clericalis[editar]
Pero su obra más difundida es un popularísimo libro de apólogos en latín titulado Disciplina clericalis que fue divulgado y traducido por toda Europa en tal manera que unos sesenta autores de la novelística universal de todos los tiempos y todas las lenguas cultas le deben algo, entre ellos Giovanni Boccaccio, don Juan Manuel, Dante Alighieri, Juan Ruiz, Alfonso Martínez de Toledo, Miguel de Cervantes y Lope de Vega. Este libro supuso la primera fuente de introducción en la Europa cristiana de la narrativa oriental por medio de sus 33 apólogos tomados de fuentes árabes y en última instancia persas e hindúes, así como de gran número de sentencias morales persas, hindúes y de otras procedencias orientales, pues estos son los géneros de que está formado el libro, que compuso «parte de proverbios de los filósofos y sus enseñanzas, parte de proverbios y consejos árabes y de fábulas y versos, y parte sirviéndome de las comparaciones con aves y animales». El material de las fuentes que usa son agrupadas del siguiente modo:
- Prólogo acerca «del temor de Dios» en que se agradece al Todopoderoso la inspiración de componer un libro traduciéndolo al latín
- 1. Vicios y virtudes del hombre como individuo.
- 2. Relaciones humanas: el hombre en sociedad con sus semejantes, mujeres y vecinos.
- 3. Relaciones del hombre con la autoridad terrenal (rey) y divina (Dios) y brevitas vitae.
Termina el texto retomando la idea del prólogo y un epílogo consiste en una invocación a Dios. Muchos de estos apólogos pasaron a El conde Lucanor de Don Juan Manuel. Junto al Sendebar, al Calila e Dimna y al Libro de los enxiemplos por ABC de Clemente Sánchez de Vercial, donde aparece completo, constituye uno de los principales repertorios de la cuentística medieval y fue editada por primera vez en 1824, en Francia; se reimprimió en 1948 y en Londres en 1977.
Obra científica[editar]
Por lo que toca a su obra científica, los testimonios extraídos de sus eruditos discípulos ingleses (Walcher o Adelardo) permiten asociarlo a la composición de dos obras: De Dracone, que estudia el cálculo de los movimientos de los astros, y De Astronomia, unas tablas astronómicas según los calendarios árabe, persa y latino, por medio de las cuales y con la ayuda de un astrolabio era posible averiguar, por primera vez y con exactitud, las posiciones del sol, la luna, los cinco planetas conocidos y los ascendientes y descendientes. La obra va precedida de una Carta a los peripatéticos franceses, compuesta en forma epistolar en 1120 e importante para el llamado Renacimiento del siglo XII porque destaca la importancia de la aritmética, ciencia útil para la geometría, la música, la medicina, la astronomía, y los «negocios del siglo». Su enfoque es racionalista y recupera autoridades como Aristóteles y Ptolomeo.
Pedro Alfonso enseñó el uso del astrolabio y el cuadrante a los franceses y a los ingleses y tradujo además las tablas astronómicas de Al-Juarismi y, junto con otros aragoneses como Abraham Ben Ezra y Abraham bar Hiyya, contribuyó a divulgar la ciencia árabe en Occidente, pues inició a la Europa cristiana en el estudio de la astronomía.
Trascendencia[editar]
Aparte de sus aportaciones científicas y astronómicas a la ignorante Europa de su tiempo, su apología en defensa del cristianismo contra el islam y el judaísmo fue utilizada por teólogos y predicadores en la Cruzada y su colección de exempla Disciplina clericalis introdujo la cuentística de origen oriental en toda Europa.
Obra[editar]
- Dialogus contra iudaeos.
- Disciplina clericalis.
- De dracone.
- De Astronomia, obra que se encuentra en dos manuscritos, el Arundel (270, fol. 40v – 44r, siglo XII) y el núm. 1283 del College Corpus Christi de Oxford, ambos estudiados y publicados por el profesor Millás Vallicrosa.
- Carta a los peripatéticos franceses.
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