SIGLO XIII EN ESPAÑA
El Cantar de Sancho II es un cantar de gesta de la literatura española medieval perdido y reconstruido a partir de su prosificación en la Crónica najerense (último cuarto del siglo XII) y en la Primera Crónica General —es decir, la refundición de la alfonsí Estoria de España (c. 1260-1274), más la llamada Versión crítica (1282-1284) y la Versión amplificada o sanchina (finalizada en 1289 bajo Sancho IV de Castilla)— que narra cómo Sancho II de Castilla se levanta contra sus hermanos (García, monarca de Galicia, Alfonso, rey de León, y Urraca) y muere en el cerco de Zamora a manos de Vellido Dolfos.
Versiones[editar]
Deyermond habla de dos versiones:
- La primera, recogida en la Chronica naierensis, se apoyaría exclusivamente en un poema latino titulado Carmen de morte Sanctii regis; aunque no descarta la existencia de un texto en castellano, «a causa de la narrativa coherente y del acusado tenor épico, que se pueden vislumbrar a través de la prosa latina de los historiadores; una narrativa, por cierto, muy distinta de la que se encuentra en la Estoria de España».1
- El argumento de esta primera versión es «esencialmente una secuencia de venganza y contravenganza en la que se atribuye a la princesa Urraca la responsabilidad principal del asesinato de Sancho y se insinúa que está motivada por su amor incestuoso hacia su hermano Alfonso».1 No cree que el cantar incluyera la Jura de Santa Gadea, sino que terminaría con el reto y los duelos entre los campeones de la ciudad de Zamora y los del rey muerto. Por lo tanto, sus rasgos distintivos la asocian más con el ciclo de los Condes de Castilla que con el del Cid.
- La segunda versión, prosificada en las versiones ampliadas de la Estoria de España, difiere bastante de la resumida en la Chronica naierensis. Así, por ejemplo:
- La cadena de venganzas y contravenganzas es mucho menor.
- Se atenúan las sugerencias de un amor entre Urraca y su hermano Alfonso, sustituidas por las de un romance de juventud entre la princesa y Rodrigo Díaz.
- Es posible que esta segunda versión se compusiera en la primera mitad del siglo XIII, ajustándose al naciente ciclo cidiano.
La prosificación alfonsina se utilizó en obras posteriores como la Crónica de los reyes de Castilla, el Sumario del Despensero de la reina doña Leonor, la Crónica abreviada de Diego de Valera o el Valerio de las historias escolásticas y de España y el Compendio historial, ambas de Diego Rodríguez de Almela.
El Capítulo de Segundo filósofo es una obra de la literatura medieval española fuertemente enraizada con el Diálogo de Epicteto y el emperador Adriano.
Como ocurriera con la Historia de la donzella Teodor y con el Diálogo de Epicteto y el emperador Adriano, el Capítulo de Segundo filósofo también se nos ha transmitido en dos ramas: la oriental, que amplifica el marco narrativo y el número de preguntas, y la occidental, que toma como base la traducción latina llevada a cabo por Willelmus, abad de St. Denis en el siglo XII.1
Partes de la obra[editar]
La obra se divide en tres partes:
En la primera, se nos cuenta cómo Segundo es enviado a Atenas, donde consigue el grado de maestro y aprende que no hay mujer casta. Vuelto a su patria de incógnito, pone a prueba a su madre, quien no la supera. Cuando aquella conoce la verdad, muere. Segundo se impone guardar silencio toda su vida y regresa a Grecia.
En la segunda, el emperador Adriano, conocedor de la sabiduría de Segundo, lo manda llamar. Segundo acude, pero no por ello rompe su voto. El emperador lo pone a prueba fingiendo que va a matarlo, pero el filósofo persiste en su mudez. Finalmente, admirado por tanta perseverancia, Adriano le pide que conteste a sus preguntas escribiendo en una tabla.
La tercera parte es el particular diálogo que es mezcla de voz y escritura.
El Castia gilos es un poema escrito en occitano por el trovador Ramón Vidal de Besalú en el siglo XIII.
La narración parte de un juglar que le explica a Alfonso de Barbastro en su corte aragonesa, en presencia del rey Alfonso VIII de Castilla y su mujer Leonor de Plantagenet, una serie de noticias.
Los personajes centrales de la narración son tres, Alfonso de Barbastro, Elvira (mujer de Alfonso) y Bascol de Cotanda (caballero al servicio de Alfonso).
La historia se desarrolla entre ellos tres. Los lausengiers de Alfonso de Barbastro le comunican que su mujer le es infiel con su mejor caballero, Bascol de Cotanda. Alfonso, desconcertado y aconsejado por los lausengiers decide hacer creer a su mujer que se va a una guerra; lo que pretende en realidad es volver por la noche y comprobar por él mismo si es verdad. Por la noche, Alfonso llama a la puerta de Elvira haciéndose pasar por el presunto amante, Bascol. Elvira que sospecha que su marido la está poniendo a prueba, lo deja entrar y, en medio de la oscuridad, empieza a apalearlo diciéndole que ella es una mujer casada y que lo hará colgar por querer aprovecharse de ella. Finalmente encierra a su propio marido en la habitación y se va a buscar Bascol de Cotanda, quien siempre ha estado enamorado de la esposa de su señor. Elvira, como venganza, decide pasar la noche con él, mientras su marido está encerrado en la otra habitación. Alfonso no se entera nunca de lo que su mujer ha hecho.
El autor de la historia advierte con ella a los cortesanos sobre los celos, actitud que desestabiliza el sistema amoroso en que se basa la ética cortesana. Así, esta obra se podría considerar una burla de la tradición cortesana.

Leonor, Alfonso VIII y el juglar.
Los Castigos de Sancho IV, también conocida incorrectamente como Castigos e documentos del rey don Sancho IV, es una obra en prosa en lengua castellana de finales del siglo XIII. Pertenece al género de los specula principis (espejo de príncipes), tratados que pretendían enseñar o adoctrinar a los príncipes mediante el procedimiento del padre que enseña al hijo, estableciendo simultáneamente las bases de lo que debería ser un estado cristiano. Se trata, pues, de un ejemplo de literatura didáctica y moralizadora, típica del siglo XIII.
La obra se compone de una serie de sermones y apólogos entresacados de diversas fuentes sagradas y profanas, elegidos con la intención prescriptiva antes indicada.
El texto está recogido en dos versiones que tienen extensión diferente y que fueron compuestas también en distintas fechas: la primera en 1292-1293 y la segunda a partir de 1345. La tradición manuscrita es larga y complicada, llena de reelaboraciones y refundiciones.
Hay, en primer lugar, una versión breve, transmitida por tres manuscritos, que está estructurada en cincuenta capítulos; denota influencias orientales y occidentales, y es atribuible a un colectivo supervisado directamente por Sancho IV.
En segundo lugar, existe una versión extensa transmitida por un manuscrito que contiene un total de 90 capítulos. Presenta numerosos ejemplos de la antigüedad y la huella franciscana es perceptible.
De la obra se han hecho dos ediciones modernas: una a cargo de Pascual de Gayangos (1860) y otra debida a Agapito Rey (1952); la de Gayangos se basa en dos manuscritos y está contaminada con los comentarios de fray Juan García de Castrojeriz al Regimiento de príncipes de Egidio Romano (véase Glosa castellana al Regimiento de príncipes); Agapito Rey empeló solo las copias completas.
Castigos y ejemplos de Catón es una obra del mester de clerecía de la segunda mitad del siglo XIII.
Origen y contenido[editar]
Anónima, está escrita en cuaderna vía, y su contenido aparece ligado a la literatura gnómica y sapiencial de la Edad Media, pues se trata en realidad de una refundición de una obra medieval anterior atribuida falsamente al romano Catón, el llamado pseudo-Catón:
- Todo hombre que quisiere ser bien enseñado,
- en aqueste mi romance ponga su cuydado,
- que si él bien guardare lo que aquí es mandado
- puede ser bien dichoso y bien aventurado
Construida a través del tópico literario del puer-senex, la obra fue conocida sobre todo durante los siglos XVI y XVII, en que se divulgó en forma de pliegos sueltos y se hicieron algunas ediciones impresas e íntegras de la misma: la de Medina del Campo (Pedro de Castro, 1543) y la de Barcelona (Miguel de C., 1609).
Chronicon mundi es una crónica historiográfica medieval de León y Castilla, escrita por el canónigo de San Isidoro de León Lucas de Tuy en torno a 1238. Su historia abarca el periodo comprendido desde la Antigüedad hasta la conquista de Córdoba en 1236, durante el reinado de Fernando III. Se percibe en la obra del obispo de Tuy, también conocido como el tudense, (1239-1249) la inspiración en la obra de San Isidoro.
La obra, escrita en latín, fue un encargo de Berenguela de Castilla, la madre del rey Fernando, en la que se reúnen datos extractados de otras crónicas posteriores a las de San Isidoro. Con ella, el tudense mantiene la idea unitaria de los reinos cristianos en la península, identificando a los pobladores de sus días con los visigodos anteriores a la invasión musulmana de 711.1Es de temática similar a la obra contemporánea, escrita por Rodrigo Jiménez de Rada, arzobispo de Toledo, llamada Rerum in Hispania gestarum chronicon. Estas obras fueron básicas en la posterior redacción de la Estoria de España del rey Alfonso X el Sabio.
El autor utilizó como fuentes los relatos de Isidoro de Sevilla, de Hidacio y Paulo Orosio, además de su propio testimonio o el de otros cronistas de su tiempo, (Sampiro y el Silense) para los sucesos coetáneos.2
Hay una edición que fue elaborada por Juan de Mariana, incluida en la Hispania Illustrata que el también jesuita padre Andreas Schott publicó en Frankfurt en 1608;3otra de 1926 en la que Julio Puyol tradujo al castellano la mayor parte de la obra;4otra de 1999, que Olga Valdés García presentó como su tesis doctoral,5y otra más de 2003 obra de Emma Falque, basada en los diecinueve manuscritos conocidos.