domingo, 25 de julio de 2021

HISTORIA DE ESPAÑA

 SIGLO XV EN ESPAÑA

El condado de Aguilar de Inestrillas es un título nobiliario español creado el 19 de septiembre de 1475 por los Reyes Católicos, Fernando II de Aragón (V de Castilla) e Isabel I de Castilla a favor de Alonso Ramírez de Arellano y Enríquez de Castilla, señor de Cameros, hijo de Juan Ramírez de Arellano, señor de Aguilar y de Isabel Enríquez de Castilla y Mendoza.

El rey Felipe IV de España le concedió la grandeza de España el 4 de abril de 1640, siendo, a la sazón, Juan Ramírez de Arellano y Manrique, señor de la Casa de Arellano, el VIII conde de Aguilar de Inestrillas.1

Condes de Aguilar de Inestrillas[editar]

TitularPeriodo
Creación por los Reyes Católicos
IAlonso Ramírez de Arellano y Enríquez de Castilla1475-1495
IICarlos Ramírez de Arellano y Mendoza1495-1514
IIIAlonso Ramírez de Arellano y Zúñiga1524-1522
IVAna Ramírez de Arellano y Zúñiga1522-
VFelipe Ramírez de Arellano y Ramírez de Arellano-1590
VIPedro Ramírez de Arellano y Zúñiga1590-1604
VIIFelipe Ramírez de Arellano y Zúñiga1604-1620
VIIIJuan Ramírez de Arellano y Manrique de Lara1620-1643
IXJuan Domingo Ramírez de Arellano y Mendoza1643-
XMaría Antonia Ramírez de Arellano y Guevara
XIÍñigo de la Cruz Manrique de Lara y Ramírez de Arellano-1733
XIIValerio de Zúñiga y Fernández de Córdoba Pimentel1733-
XIIIMaría Vicenta de Zúñiga y Pacheco-1771
XIVMaría de la Portería Osorio de Moscoso Zúñiga y Guzmán1771-1776
XVManuel Bernardino de Carvajal y Zúñiga1776-1783
XVIÁngel María de Carvajal y Gonzaga1783-1793
XVIIManuel Guillermo de Carvajal y Fernández de Córdoba1793-1816
XVIIIÁngel María de Carvajal y Fernández de Córdoba y Gonzaga1816-1839
XIXÁngel María de Carvajal y Téllez-Girón1839-1890
XXAgustín de Carvajal y Fernández de Córdoba1890-1915
XXIAgustín de Carvajal y Quesada1915-1933
XXIIAlfonso Agustín de Carvajal y Guzmán1933-1956
XXIIIAgustín de Carvajal y Fernández de Córdoba1967-actual titular

Historia de los condes de Aguilar de Inestrillas[editar]

  • Alonso Ramírez de Arellano y Enríquez de Castilla (f. 1495), I conde de Aguilar de Inestrillas.
  1. Casó con Catalina de Mendoza. Le sucedió su hijo:
  • Carlos Ramírez de Arellano y Mendoza (f. 1514), II conde de Aguilar de Inestrillas.
  1. Casó con Juana de Zúñiga. Le sucedió su hijo:
  • Alonso Ramírez de Arellano y Zúñiga (f. 1522), III conde de Aguilar de Inestrillas.
  1. Casó con Catalina de Zúñiga. Le sucedió su hija:
  • Ana Ramírez de Arellano y Zúñiga, IV condesa de Aguilar de Inestrillas.
  1. Casó con su tío carnal, Pedro Ramírez de Arellano y Zúñiga, hermano de su padre. Le sucedió su hijo:
  • Felipe Ramírez de Arellano y Ramírez de Arellano (f. 1590), V conde de Aguilar de Inestrillas.
  1. Casó con María de Zúñiga, hija de Pedro de Zúñiga, I marqués de Aguilafuente.
  2. Casó con Luisa Manrique de Lara, hija de Inés Manrique de Lara, VI condesa de Prades. Le sucedió, de su primer matrimonio, su hijo:
  • Pedro Ramírez de Arellano y Zúñiga (f. 1604), VI conde de Aguilar de Inestrillas.
  1. Casó con Luisa de Cárdenas y Carrillo de Albornoz. Sin descendientes. Le sucedió su hermano:
  • Felipe Ramírez de Arellano y Zúñiga (f. 1620), VII conde de Aguilar de Inestrillas.
  1. Casó con Juana Manrique. Le sucedió su hijo:
  1. Casó con María de Mendoza y Velasco, II marquesa de la Hinojosa (desde 1612). Le sucedió su hijo:
  • Juan Domingo Ramírez de Arellano y Mendoza, III marqués de la Hinojosa, IX conde de Aguilar de Inestrillas.
  1. Casó con Mariana de Guevara y Manrique de Lara.
  2. Casó con María Agustina Sarmiento y Sotomayor. Le sucedió, de su primer matrimonio, su hija:
  • María Antonia Ramírez de Arellano y Guevara (n. 1640), IV marquesa de la Hinojosa, X condesa de Aguilar de Inestrillas.
  1. Casó con Rodrigo Manuel Manrique de Lara y Meneses, II conde de Frigiliana. Le sucedió su hijo:
  1. Casó con Rosalaía María Pignatelli. Sin descendientes. Le sucedió:
  1. Casó con María Petronila Pacheco y Téllez-Girón. Le sucedió:
  • María Vicenta de Zúñiga y Pacheco (f. 1771), X marquesa de Aguilafuente, XIII condesa de Aguilar de Inestrillas. Le sucedió:
  • María de la Portería Osorio de Moscoso Zúñiga y Guzmán (f. 1776), XI marquesa de Aguilafuente, XIV condesa de Aguilar de Inestrillas, VI condesa de Villalba. Le sucedió:
  1. Casó con María Micaela Gonzaga y Caracciolo, hija de Francesco Gonzaga, I duque de Solferino. Le sucedió su hijo:
  • Ángel María de Carvajal y Gonzaga (1771-1793), XVI conde de Aguilar de Inestrillas, VI duque de Abrantes, VI duque de Linares, VI marqués de Sardoal, VIII marqués de Valdefuentes, VI marqués de Puerto Seguro, IX marqués de Navamorcuende, V conde de la Quinta de la Enjarada, VII conde de la Mejorada.
  1. Casó con Vicnta Fernández de Córdoba y Pimentel, hija de Pedro de Alcántara Fernández de Córdoba, XII duque de Medina Sidonia. Le sucedió su hijo:
  • Manuel Guillermo de Carvajal y Fernández de Córdoba (1790-1816), XVII conde de Aguilar de Inestrillas, VII duque de Abrantes, VII duque de Linares, VII marqués de Sardoal, IX marqués de Valdefuentes, VII marqués de Puerto Seguro, X marqués de Navamorcuende, VI conde de la Quinta de la Enjarada, XVII conde de Aguilar de Inestrillas, VIII conde de la Mejorada. Le sucedió su hermano:
  1. Casó con Manuela Téllez Girón y Pimentel. Le sucedió su hijo:
  • Ángel María de Carvajal y Téllez-Girón (1815-1890), XIX conde de Aguilar de Inestrillas, IX duque de Abrantes, IX duque de Linares, IX marqués de Sardoal, XI marqués de Valdefuentes, X marqués de Puerto Seguro, XII marqués de Navamorcuende, VIII conde de la Quinta de la Enjarada, XIV conde de Villalba, X conde de la Mejorada.
  1. Casó en primeras núpcias con María de A. Josefa Fernández de Córdoba.
  2. Casó en segundas núpcias con Josefa Jimena de Molina. Del primer matrimonio fue su sucesor, por cesión, su hijo:
  • Agustín de Carvajal y Fernández de Córdoba (1848-1915), XX conde de Aguilar de Inestrillas, XVI conde de Villalba.
  1. Casó con Isidra Quesada y Gutiérrez de los Ríos. Le sucedió su hijo:
  1. Casó con María de las Mercedes Santos Guzmán y O'Farrill. Le sucedió su hijo:
  • Alfonso Agustín de Carvajal y Guzmán (1909-1956), XXII conde de Aguilar de Inestrillas.
  1. Casó con María de los Ángeles Fernández de Córdoba y Parrella. Le sucedió su hijo:
  • Agustín de Carvajal y Fernández de Córdoba (n. 1938), XXIII conde de Aguilar de Inestrillas.
  1. Casó con María José Martínez Andina.

Condado de Aguilar de Inestrillas
Corona de conde.svg
Corona condal
Primer titularAlonso Ramírez de Arellano y Enríquez de Castilla
ConcesiónIsabel I de Castilla y Fernando V de Castilla
19 de septiembre de 1475, Grandeza el 4 de abril de 1640 por Felipe IV
Actual titularAgustín de Carvajal y Fernández de Córdoba






Se llama guerra de Sucesión castellana al conflicto bélico que se produjo de 1475 a 1479 por la sucesión de la Corona de Castilla entre los partidarios de Juana de Trastámara, hija del difunto monarca Enrique IV de Castilla, y los de Isabel, media hermana de este último.

La guerra tuvo un marcado carácter internacional porque Isabel estaba casada con Fernando, heredero de la Corona de Aragón, mientras que Juana se había casado con el rey Alfonso V de PortugalFrancia también intervino, apoyando a Portugal para evitar que Aragón, su rival en Italia, se uniera a Castilla.

A pesar de algunos éxitos iniciales para los partidarios de Juana, la escasa agresividad militar de Alfonso V y las consecuencias políticas de la batalla de Toro12​ llevaron a la desintegración del bando juanista entre 1476 y 1477. El matrimonio de Isabel y Fernando fue reconocido en las Cortes de Madrigal (abril-octubre de 1476) y su hija Isabel jurada heredera de la Corona de Castilla.3

A partir de entonces el conflicto consistió esencialmente en una guerra entre Castilla y Portugal, cobrando gran importancia la guerra naval en el océano Atlántico. Las flotas portuguesas se impusieron a las castellanas en la lucha por el acceso a las riquezas de Guinea (oro y esclavos), 4​ 5​donde se libró la decisiva batalla naval de Guinea.

La guerra concluyó en 1479 con la firma del Tratado de Alcáçovas, que reconocía a Isabel y Fernando como reyes de Castilla y otorgaba a Portugal la hegemonía en el Atlántico, con la excepción de las islas Canarias. Juana perdió su derecho al trono y tuvo que permanecer en Portugal hasta su muerte.

Este conflicto ha sido llamado también guerra civil castellana, pero este nombre induce a confusión con otras guerras civiles que afectaron a Castilla en los siglos xiv y xv. Algunos autores hablan de guerra de Portugal, pero este nombre es parcial (claramente denota un punto de vista castellano) y hace olvidar que el bando juanista también podía considerarse castellano legítimamente. Otras veces se ha utilizado el término guerra peninsular, a no confundir con el nombre inglés y portugués de la guerra de la Independencia Española (1808–1814). Por último, algunos autores prefieren la expresión neutra de guerra de 1475-1479.

Guerra de Sucesión castellana
Parte de los conflictos por la sucesión de Enrique IV de Castilla
IsabelandJuana.JPG
Fecha1474-1479
LugarPenínsula ibérica y océano Atlántico
Casus belliProclamación simultánea de Isabel y Juana como reinas de Castilla
ResultadoIsabel es reconocida reina de Castilla y Portugal logra la hegemonía en el Atlántico
Consecuencias

Tratado de Alcazobas:

  • Portugal reconoce a Isabel y Fernando como reyes de Castilla, los cuales a su vez renuncian al trono de Portugal
  • Castilla reconoce el monopolio de Portugal sobre su área de expansión en el Atlántico con la excepción de las islas Canarias
  • Matrimonio de la infanta Isabel de Aragón con el príncipe heredero Alfonso de Portugal, a cambio de una gran dote
Beligerantes
  • Comandantes


  • Antecedentes[editar]

    El problema de la sucesión al trono[editar]

    Isabel y Fernando.

    En 1462 nace Juana de Trastámara, la primera y única hija del rey Enrique IV de Castilla, que inmediatamente es nombrada princesa de Asturias. Sin embargo, las presiones de una parte de la nobleza obligan al rey a despojarla del título y nombrar en su lugar heredero a su medio hermano Alfonso en 1464. Desde esta época surge un rumor que afirma que la princesa Juana no es realmente hija del rey Enrique sino de su valido, Beltrán de la Cueva, por lo cual se empieza a llamarla «la Beltraneja».

    En 1465 los nobles, reunidos en Ávila, acuerdan destronar a Enrique y nombran rey a Alfonso (de 12 años entonces) en la denominada «farsa de Ávila». Estalla así una guerra que no terminará hasta 1468, con la muerte de Alfonso. Enrique IV recupera plenamente el poder y el título de heredera pasa a ser disputado entre Juana e Isabel, hermana de Alfonso y segunda en la línea de sucesión.

    Isabel rompe con Enrique IV en 1469, fugándose para casarse con su primo Fernando, heredero de la Corona de Aragón en el palacio de los Vivero de Valladolid el 19 de octubre de 1469. Poco a poco la pareja va ganando apoyos, obteniendo el respaldo del legado papal Rodrigo Borgia en 1472 y el de la poderosa Casa de Mendoza en 1473.

    En 1474 muere Enrique IV y cada una de las dos candidatas al trono son proclamadas reina de Castilla por sus respectivos partidarios.

    Los juanistas, conscientes de su posición de debilidad frente al bando isabelino, proponen al rey de PortugalAlfonso V, tío de Juana, que se case con ella a pesar de la consanguinidad y se convierta en rey de Castilla. Alfonso acepta, con lo cual la fuerza de los dos bandos queda más equilibrada y se perfila la guerra como único método para resolver el conflicto.

    Alianzas internacionales[editar]

    Europa occidental en 1470.

    El Reino de Francia y la Corona de Aragón mantenían una antigua rivalidad por el control del Rosellón y, más recientemente, por la hegemonía en Italia. En junio de 1474 las tropas francesas invadieron el Rosellón y los aragoneses tuvieron que replegarse. Fernando intercedió ante su padre Juan II para que no declarase la guerra a Francia, concentrando su atención en los asuntos castellanos. De todas formas, ante la perspectiva de que el heredero del trono aragonés se fuese a convertir también en rey de Castilla, en septiembre de 1475 Luis XI de Francia se puso oficialmente del lado de Juana y de Portugal.

    En ese momento Francia estaba también en guerra con Borgoña. Esto convertía a los borgoñones en aliados teóricos del bando isabelino pero en la práctica siguieron haciendo la guerra por su cuenta, sin coordinar sus acciones con los castellano-aragoneses. También Inglaterra entró brevemente en guerra con Francia al desembarcar su rey Eduardo IV en Calais en junio de 1475 pero, en una rápida respuesta diplomática, Luis XI acordó con Eduardo en agosto la paz de Picquigny. El rey de Inglaterra concedió una tregua de nueve años a cambio de una importante compensación económica y se volvió a su reino.6

    Por su parte, el Reino de Navarra vivía una guerra civil intermitente entre beaumonteses y agramonteses, a la que se superponían los intentos de Francia y de Aragón por controlar el reino.

    Por último, el Reino nazarí de Granada se mantuvo neutral. El 17 de noviembre de 1475 el rey Abu al Hasan Alí firmó un tratado de paz con Isabel y Fernando por el que además se ofreció a prestarles ayuda en la región de Córdoba contra los partidarios de Juana.7

    Rivalidad entre Castilla y Portugal en el Atlántico[editar]

    Reconstrucción actual de una carabela portuguesa.

    A lo largo del siglo xv, los exploradores, comerciantes y pescadores de Portugal y de Castilla habían ido internándose cada vez más profundamente en el océano Atlántico. La posesión de las islas Canarias fue desde el principio un punto de fricción entre las dos coronas. Más tarde, el control de comercio con los territorios de Guinea y la Mina, muy ricos en oro y esclavos, se convirtió en una disputa aún más importante.

    Durante la primera mitad del siglo Castilla organizó la conquista de algunas de las islas Canarias (LanzaroteFuerteventuraHierro y Gomera) mediante pactos de vasallaje primero con caballeros normandos y luego con nobles castellanos. Portugal mantuvo su oposición a la autoridad castellana en las islas y por su parte fue avanzando en la exploración de Guinea, obteniendo grandes beneficios comerciales.

    A partir de 1452 los papas Nicolás V y su sucesor Calixto III modificaron la anterior política de neutralidad de la Santa Sede y otorgaron una serie de bulas favorables a Portugal, reservando a este país el control del comercio y la autoridad religiosa en una amplia zona hasta toda la Guinea y más allá. No arbitraron la cuestión de las Canarias, cuya conquista por otro lado había quedado relativamente estancada. El rey de Portugal adoptó una política comercial abierta, permitiendo a súbditos extranjeros comerciar en las costas africanas a cambio de los correspondientes impuestos. El único perjudicado era así el rey de Castilla.

    En agosto de 1475, tras el estallido de la guerra, Isabel reclamó que las partes de Africa et Guinea pertenecían a Castilla por derecho e incitó a sus comerciantes a navegar a ellas, iniciando la guerra naval en el Atlántico.

    El conflicto[editar]

    Bandos de la guerra en 1475[editar]

    Armas de Alfonso V, entre 1475 y 1479, como rey de Portugal, de Castilla y de León.

    A favor de Juana:

    A favor de Isabel:

    El Ducado de Borgoña y el Reino de Inglaterra estaban en guerra con Francia en 1475 pero no coordinaron sus acciones con los partidarios de Isabel y por ello no se les considera normalmente integrantes del bando isabelino.

    La lucha por el trono (mayo de 1475-septiembre de 1476)[editar]

    En marzo de 1475 se produjo una revuelta en la ciudad de Alcaraz contra Diego Pacheco, Marqués de Villena, decidido partidario de Juana. Inmediatamente los rebeldes se pusieron del lado de Isabel, iniciándose así las hostilidades.10

    Alfonso V entra en Castilla[editar]

    Real castellano acuñado por Alfonso V en Toro en 1475 o 1476.

    Un ejército portugués entró en el territorio de la Corona de Castilla con Alfonso V al frente el 10 de mayo de 1475 y avanzó hasta Plasencia, donde le esperaba Juana.11​ En esa ciudad fueron proclamados Juana y Alfonso reyes de Castilla y de León el 25 de mayo y se desposaron, quedando la boda pendiente de una dispensa papal que obtuvieron unos meses más tarde. De allí marcharon a Arévalo, con intención de dirigirse a Burgos. Tanto el castillo de Burgos como las ciudades de Plasencia y de Arévalo estaban controlados por los Estúñiga (o Zúñiga), partidarios de Juana, aunque la ciudad de Burgos en sí era isabelina. Desde allí Alfonso esperaba poder enlazar con las tropas que enviase su aliado Luis XI de Francia.

    Sin embargo, Alfonso encontró en Castilla menos apoyos de los esperados y cambió de planes, prefiriendo dedicarse a consolidar el control de la zona más cercana a Portugal, en particular Toro, ciudad que le acogió favorablemente aunque la guarnición del castillo se proclamó fiel a Isabel. También aceptaron al rey portugués Zamora y otras villas leonesas del bajo Duero. En la Mancha, el maestre de la Orden de Calatrava, juanista, conquistó Ciudad Real, pero rápidamente el clavero de la misma orden y el maestre de la orden de Santiago recuperaron la ciudad para el bando isabelino.12

    Fernando concentró un gran ejército en Tordesillas y el 15 de julio ordenó ponerse en marcha, buscando el encuentro con Alfonso. Cuatro días después llegó a Toro pero el portugués rehuyó el combate y Fernando, falto de recursos para un asedio prolongado, tuvo que retornar a Tordesillas y disolver su ejército. El castillo de Toro se rindió a Alfonso V, que sin embargo, no aprovechó para avanzar sobre Burgos sino que volvió a Arévalo a la espera de la intervención francesa.

    El duque de Benavente, partidario de Isabel, se situó con una pequeña fuerza en Baltanás para vigilar a los portugueses. Fue atacado el 18 de noviembre de 1475, siendo derrotado y hecho prisionero tras una dura resistencia. A pesar de que esta victoria le abría el camino a Burgos, Alfonso V decidió una vez más retirarse a Zamora. La falta de combatividad del rey de Portugal debilitó al campo juanista en Castilla, que empezó a desintegrarse.13

    Contraataque isabelino[editar]

    Los isabelinos contraatacaron tomando Trujillo y ganando el control de las tierras de la Orden de Alcántara, gran parte de las de Calatrava y del marquesado de Villena. El 4 de diciembre una parte de la guarnición de Zamora se rebeló contra el rey Alfonso, que tuvo que huir a Toro. La guarnición portuguesa mantuvo el control del castillo, pero la ciudad acogió a Fernando el día siguiente.

    En enero de 1476 el castillo de Burgos se rindió a Isabel mediante un pacto que evitó represalias contra los vencidos. En ese mismo mes y alentados por las cartas enviadas por los Reyes Católicos, los cristianos viejos de la ciudad de Villena se alzan contra el marqués, Diego López Pacheco, atacando a su pariente, Pedro Pacheco, en el castillo de la Atalaya. A esta rebelión en la capital del marquesado, le siguieron las del resto de ciudades importantes del mismo, suponiendo la pérdida del poder territorial del Marqués.

    La batalla de Toro[editar]

    En febrero el ejército portugués, reforzado por tropas traídas por el príncipe Juan, salió de su base de Toro y cercó a Fernando en Zamora. Sin embargo, el asedio era menos duro para los cercados que para los portugueses, a la intemperie en el duro invierno zamorano, así que el 1 de marzo Alfonso levantó el campo y se retiró hacia Toro. Las tropas de Fernando se lanzaron en su persecución y le alcanzaron a una legua (unos 5 kilómetros) de esta ciudad,14​ obligándole a entablar combate. Fueron tres horas de lucha muy confusa, interrumpida por la lluvia y por la caída de la noche. El rey portugués se retiró a Castronuño tras la derrota de las tropas bajo su mando,1516​mientras su hijo Juan venció al ala derecha castellana1718192021​y permaneció frente a Toro;222324252627​ replegándose ordenadamente a la mañana siguiente con su ejército al interior de las murallas e incluso haciendo prisioneros a algunos enemigos.2829​ 30

    La batalla de Toro ha sido considerada un empate desde un punto de vista puramente militar 3132​pero una victoria estratégica para los isabelinos.23334​ De hecho, los propagandistas de ambos bandos reclamaron la victoria en sus crónicas. Sin embargo, políticamente la batalla fue decisiva porque a continuación el grueso de las tropas portuguesas se retiró a Portugal junto con la reina Juana, cuyo bando quedó así casi totalmente desvalido en Castilla:35​ 36

    La guerra en el mar[editar]

    Uno de los objetivos de Isabel y Fernando en la guerra era arrebatarle a Portugal el monopolio de los ricos territorios atlánticos que controlaba. El oro y los esclavos de Guinea constituían además una importante fuente de ingresos con los que financiar la guerra, por lo que las expediciones a Guinea constituyeron una prioridad para ambos contendientes.

    Desde el estallido de la guerra barcos portugueses recorrieron las costas andaluzas apresando pesqueros y barcos mercantes. Para poner fin a esta situación, Isabel y Fernando enviaron cuatro galeras al mando de Álvaro de la Nava, el cual logró frenar las incursiones lusas e incluso llegó a saquear la villa portuguesa de Alcoutim, en el Guadiana.11

    Por su parte, los marineros de Palos se lanzaron al saqueo de las costas de Guinea. Alfonso de Palencia, cronista oficial de la reina Isabel, relata una expedición en la que dos carabelas de este puerto onubense capturaron a 120 «azanegas» (africanos de piel clara) y los vendieron como esclavos. A pesar de la protesta de los Reyes, al poco salió otra flotilla de tres carabelas que trajo cautivo nada menos que a un rey azanega y a 140 nobles de su pueblo.37​ En mayo de 1476 la reina Isabel ordenó que le entregasen a este rey de Guinea capturado y a su séquito para liberarlos.38​ La orden fue cumplida solo a medias porque si bien el rey fue liberado y devuelto a su patria unos meses más tarde, sus acompañantes fueron todos vendidos como esclavos.37

    En 1476 una flota portuguesa de 20 barcos comandada por Fernão Gomes partió hacia Guinea para recuperar su control.39​ Los reyes de Castilla ordenaron preparar una flota para apresar a los portugueses y pusieron a su frente a Carlos de Valera.40​ Este tuvo muchas dificultades para preparar la expedición, según Palencia por culpa de la oposición del marqués de Cádiz, del duque de Medina Sidonia y de la familia Estúñiga.41

    Los preparativos también fueron retrasados por una batalla naval que se produjo cuando los castellanos supieron que uno o dos barcos portugueses con un rico cargamento acababan de salir del Mediterráneo rumbo a Portugal y estaban esperando al pirata Alvar Méndez, que venía a escoltarlos.42​ Una flota capitaneada por Carlos de Valera y Andrés Sonier y compuesta por cinco galeras y cinco carabelas les salió al paso desde Sanlúcar, obteniendo la victoria tras una dura batalla.43

    Cuando al fin Valera consiguió juntar 3 barcos vascongados y 9 carabelas andaluzas44​ (25 carabelas según Palencia) todos fuertemente armados, ya no tenían posibilidad de alcanzar a la flota portuguesa y decidieron por ello, tras una escala en Porto Santo, dirigirse a la isla de Antonio de Noli, frente a las costas de Guinea. Saquearon la isla y capturaron a Noli, que en aquel entonces prestaba vasallaje por su territorio al rey de Portugal. A continuación partieron hacia las costas de África, donde capturaron dos carabelas del marqués de Cádiz, con un cargamento de 500 esclavos. Tras esto, los marinos de Palos se separaron de la expedición, con lo que Valera tuvo que retornar a Andalucía, al ser los palermos los marinos más expertos en la navegación a Guinea.41

    Al parecer, esta expedición obtuvo pocos beneficios económicos porque una gran parte de los esclavos fue devuelta al marqués de Cádiz y porque Valera tuvo que indemnizar al duque de Medina Sidonia por los daños causados en la isla de Noli, que el duque reclamaba como suya.4241

    Intervención francesa[editar]

    El 23 de septiembre de 1475 Luis XI de Francia firmó un tratado de alianza con Alfonso V de Portugal.6

    Entre marzo y junio de 1476 las tropas francesas capitaneadas por Alano de Albret trataron de forzar el paso por la estratégica localidad fronteriza de Fuenterrabía pero fueron rechazadas. Fernando aprovechó la situación para asegurar su posición en el convulso Reino de Navarra. En agosto comenzaron en Tudela las negociaciones que culminaron en la firma de un acuerdo por el cual agramonteses y beaumonteses pusieron fin a su enfrentamiento y Fernando obtuvo para Castilla el control de VianaPuente la Reina y otras plazas, así como el derecho a mantener una guarnición de 150 lanzas en Pamplona. De este modo Castilla quedaba protegida militarmente frente a una posible penetración francesa en Navarra.45

    En agosto de 1476 Alfonso V de Portugal partió hacia Francia, tras firmar una tregua con Isabel y Fernando. Allí trató de convencer a Luis XI de implicarse más a fondo en la guerra, pero este rechazó la propuesta porque estaba centrado en derrotar a su principal enemigo, Carlos el Temerario, duque de Borgoña. Tras este severo revés diplomático Alfonso se quedó en Francia y pensó en abdicar.

    Combate del cabo de San Vicente[editar]

    El rey de Francia había enviado como ayuda a Portugal a la flota del pirata normando Coullon. Cuando en agosto de 1476 el rey Alfonso partió hacia Francia, simultáneamente envió dos galeras portuguesas cargadas de soldados junto con los 11 barcos de Coullon a prestar auxilio al castillo de Ceuta. Por el camino, el 7 de agosto, esta armada se cruzó con cinco mercantes armados provenientes de Cádiz con rumbo a Inglaterra: 3 grandes naos genovesas, una galera y una urca flamenca. Coullon trató de apresar los mercantes mediante un ardid pero falló y se entabló un encarnizado combate en el que los franco-lusos se impusieron. Sin embargo, debido al uso de armas incendiarias por parte de los franceses, se desató un incendio que arrasó dos barcos genoveses y la urca flamenca pero también las dos galeras portuguesas y dos de los barcos de Coullon. Según Palencia, unos 2.500 franceses y portugueses murieron en este desastre.

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