SIGLO XV DE ESPAÑA
La torre de doña Ochanda es una casa fuerte situada en el casco viejo de Vitoria (España) datada en el siglo XV, que defendía desde su fachada exterior la muralla de la ciudad. En origen servía para defender el Portal de Aldave, zona oeste de la muralla, donde se encontraba la Torre de los Iruña.
Es un edificio de mampostería en sus dos primeras plantas y madera y ladrillo en las superiores. Andrés Martínez de Iruña reconstruyó el edificio en el siglo XVI y le dio el nombre de su hija, doña Ochanda.
A finales de los años 60, debido al estado de deterioro del edificio, se encarga su reconstrucción a los arquitectos vitorianos Emilio de Apraiz y Buesa y Luis Ángel de Apraiz Oar, expertos en este tipo de obras en edificios históricos. 1 La reconstrucción, finalizada en 1971, se llevó a cabo con criterios historicistas y se hizo al estilo de las torres segovianas o italianas del Bajo Medievo, ya que sobre la base de la torre no sobresalía el tejado. Se remató con una corona de almenas de voladizo sobre modillones de triple curva. 2
En el año 1984 se acondicionó como Museo de Ciencias Naturales de Álava.

Torre de doña Ochanda en la actualidad tras restauración de 1971, la torre original se situaba sobre el edificio que se ve a la izquierda en la fotografía.
La Torre Ercilla (en euskera Ertzila dorretxea) es una casa torre del siglo XV que se ubica en el municipio vizcaíno de Bermeo en el País Vasco en España. Este edificio alberga el Museo del Pescador.
Esta casa-torre es la única que se mantiene en pie en el municipio, a pesar de haber contado con muchas otras. Está situada en la zona alta del puerto viejo. La fachada mantiene elementos de defensa debido a la función que desempeñó durante años, albergando la seguridad de la villa. Perteneció a la familia del poeta Alonso de Ercilla, autor de La Araucana. En el año 1944 fue declarada Monumento Histórico Artístico y desde 1947 es propiedad de la Diputación Foral de Vizcaya.
Reformas realizadas[editar]
- En el año 1948, fue reformada.
- Desde el año 1948 alberga el Museo del Pescador.
- En el año 1985 se realizaron mejoras en el tejado y el espacio interior de la mano de la Diputación Foral de Vizcaya, con el fin de aprovechar mejor su espacio.
- Entre los años 1994 y 1995 se renovó la fachada.
- Año 2015 se renovó el interior del edificio.
![]() Torre Ercilla | ||
Localización | ||
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País | España | |
Ubicación | ![]() | |
Coordenadas | 43°25′13″N 2°43′16″OCoordenadas: 43°25′13″N 2°43′16″O (mapa) | |
Información general | ||
Estado | Completa | |
Usos | Museo del Pescador | |
Declaración | 27 de septiembre de 1943 | |
Código | RI-51-0001139 | |
Parte de | Conjunto monumental de Bermeo | |
Inicio | Siglo XV |

![]() | ||
Ubicación | ||
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País | España | |
Localización | ![]() | |
Coordenadas | 37°53′30″N 4°46′40″OCoordenadas: 37°53′30″N 4°46′40″O (mapa) | |
Características | ||
Tipo | Torre albarrana | |
Construcción | 1404-1408 | |
Construido por | Enrique III de Castilla |
Historia[editar]
Se comenzó a edificar en 1404, terminándose en 1408, y se construyó sobre los restos de una torre musulmana. Su misión consistía en defender las puertas del Rincón y del Colodro. Su construcción fue encargada por el rey Enrique III de Castilla al primer corregidor de la ciudad de Córdoba, Penedro Sánchez. Bajo el arco se pueden observar las armas reales y una inscripción que ya se leía con dificultad en 1873, y que aparecía recogida en el libro Paseos por Córdoba, dice así:1
En el nombre de Dios: porque los buenos fechos de los Reyes no se olviden, esta torre mandó facer el muy poderoso Rey Don Henrique, é comenzóse á sentar en el año de nuestro Señor Jeso Christo de M.CCCCVI años, é sendo Obispo Don Fernando Deza, é oficiales por el Rey Diego Fernández, Mariscal, Alguacil Mayor, el Doctor Luis Sánchez, Corregidor, é regidores Fernando Díaz de Cabrera é Ruy Gutiérrez... é Ruy Alfonso... de Albolafia, é Fernan Gómez, é acabose en el año de M.CCCCVIII años.
Perdida su función defensiva, se utilizó como prisión para nobles. Después, en el siglo XVIII, el sabio cordobés Gonzalo Antonio Serrano realizaba sus observaciones astronómicas desde ella. Durante algún tiempo a finales del siglo XX fue sede de la Federación de Ajedrez.
Descripción[editar]
De planta octogonal u ochavada, la torre se apoya en un arco que corta la muralla que va a descansar en la Puerta del Rincón. Bajo el arco se pueden observar las armas reales y una inscripción casi borrada que ha dado pie a una de las leyendas existentes sobre esta torre. Está construida con piedra de cantería.
Es maciza hasta la altura del arco pero a partir de él es hueca, albergando unas estancias desde las que parte una escalera de acceso a la plataforma.
Leyendas[editar]
La leyenda de la torre de la Malmuerta, también conocida como leyenda de los comendadores de Córdoba, está basada en un hecho histórico ocurrido en 1448 en la ciudad de Córdoba. El protagonista fue Fernando Alfonso de Córdoba, caballero Veinticuatro de la ciudad, quién asesinó a su esposa, Beatriz de Hinestrosa, y a Jorge de Córdoba y Solier, comendador de Cabeza del Buey, que la había seducido. Además asesinó a Fernando Alfonso de Córdoba y Solier, hermano del anterior y comendador de Moral, siendo ambos hermanos caballeros de la Orden de Calatrava y primos del asesino. La venganza de Fernando Alfonso también alcanzó a otros individuos, entre otros a varios criados y familiares suyos.2
No obstante lo anterior, la leyenda de la torre de la Malmuerta señala, sin fundamento alguno, que Fernando Alfonso de Córdoba mató a su esposa, creyéndola erróneamente adúltera, por lo que, arrepentido, solicitó perdón al rey Juan II de Castilla, quien según la leyenda le ordenó construir una torre en Córdoba como expiación por su crimen, llamándose desde entonces dicha torre la Mal-muerta. No obstante, la torre de la Malmuerta fue construida en realidad entre 1404 y 1408, durante el reinado de Enrique III de Castilla. El protagonista de la leyenda, Fernando Alfonso de Córdoba, falleció en la ciudad de Córdoba en 1478 y fue sepultado en la capilla de San Antonio Abad de la Mezquita-Catedral de Córdoba. En ella descansan también los restos mortales de su segunda esposa, Constanza de Baeza y Haro.3
Otra leyenda, independiente de la anterior, afirmaba que si un jinete, pasando bajo el arco de la torre al galope fuera capaz de leer toda la inscripción, en ese preciso instante la torre se derrumbaría y de sus entrañas saldría un fabuloso tesoro que sería propiedad del afortunado lector.
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