SIGLO XV EN ESPAÑA
El santuario de Nuestra Señora de la Encarnación y Ermita del Cristo de la Antigua se ubica en el municipio de Tobarra, provincia de Albacete (España), en la comunidad autónoma de Castilla-La Mancha.
Declarado Bien de Interés Cultural en 1981 por el Ministerio de Cultura de España, siendo ministro don Íñigo Cavero, podría tener sus orígenes en la Ermita de Santa María, citada en las Relaciones Topográficas de Felipe II de 1587, aunque no se detalla su ubicación. Aledañas se hallan, así mismo, las ruinas del antiguo castillo de Tobarra. Se menciona la Parroquia citada como la “antigua”, al afirmar que en ella predicó San Vicente Ferrer el día 24 de abril de 1411, levantándose, no obstante, entre los siglos XV y XVIII. La reciente restauración ha puesto al descubierto toda la riqueza artística que albergaba en su interior.
Consta de tres naves, dos de ellas cubiertas con bóveda de crucería y la tercera un artesonado mudéjar con decoración de lazo y piña en mocárabe, que pudiera ser la parte correspondiente de la primitiva mezquita.
En su interior destacan pinturas murales del siglo XV referentes a la pasión y santos protectores, un artesonado mudéjar con piña mocárabe central y decorados con motivos vegetales, castillos y leones lampantes, el camarín de la Virgen de la Encarnación (Patrona de Tobarra), decorado con pinturas murales del siglo Siglo XVIII, referente a la vida gozosa y dolorosa de la Virgen y que cuyos mecenas fueron los nobles de Tobarra y, sobre todo, otro rococó refinado, que alberga la imagen del Cristo de la Antigua (Patrón de Tobarra), camarín de estilo barroco - rococó, decorado con cúpula sobre tambor y pechinas con los cuatro evangelistas y unos azulejos de Manises de finales del siglo XVIII y principios del XIX.
Alberga el Santuario, en su interior, dos tronos que participan en la Semana Santa de Tobarra: el Cristo Resucitado y la Caída de Jesús, conocido este último popularmente como Paso Gordo (por sus más de 3.000 kilos de peso) y que se baja a hombros del Santuario, el Jueves Santo por la tarde. Además también se encuentran la imagen de Santa Mujer Verónica y la Soledad de María.
Recientemente se ha documentado que en el siglo XVIII y el siglo XIX el Santuario tuvo cementerio propio, en donde recibían sepultura fundamentalmente, los vecinos más humildes de la localidad.
![]() Camarín del Cristo de la Antigua | ||
Tipo | iglesia, santuario y monumento | |
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Catalogación | Bien de Interés Cultural | |
Localización | Tobarra (España) |
El santuario de Nuestra Señora de la Fuensanta, en Córdoba (España), fue construido en la segunda mitad del siglo XV, a las afueras de la ciudad, junto al río Guadalquivir, en el lugar donde la tradición sitúa la aparición de la Virgen y del manantial con poderes curativos de donde deriva la denominación para el sitio y la advocación de la imagen de la «Fuensanta», objeto de culto desde entonces.
El conjunto patrimonial, que destaca por sus relevantes valores históricos, artísticos y etnológicos, es de primitiva factura gótico-mudéjar aunque con importantes intervenciones posteriores, según los estilos barroco y neogótico fundamentalmente. Está conformado por la iglesia, a la que se adosan un patio con atrio, la antigua hospedería, la casa del santero, el templete humilladero que alberga la fuente o pocito milagroso y la explanada delantera, donde tienen lugar los principales rituales del ocho de septiembre, festividad de la Virgen de la Fuensanta. El interior del inmueble alberga una significativa colección de bienes muebles, entre los que cabe señalar la imagen de la Virgen de la Fuensanta, copatrona de la ciudad, y una numerosa e interesante colección de exvotos que evidencian la importancia del santuario a nivel simbólico e histórico.
El Santuario, además de albergar a la Patrona, la Virgen de la Fuensanta, es sede de la Pro-Hermandad de la Bondad.
Historia[editar]
El origen del Santuario hay que situarlo hacia el año 1420, cuando, según la leyenda, vivía en Córdoba un pobre artesano, Gonzalo, que tenía a su mujer enferma y a su hija loca, el hombre sólo vivía para cuidarlas y alimentarlas. Una calurosa tarde de verano, Gonzalo se sintió tan desesperado y acosado por la necesidad, que se echó a andar sin saber donde iba. Caminaba por la orilla del río recogiendo moras de las zarzas y se iba olvidando de su amargura. De pronto notó que se le acercaban dos bellas jóvenes y un joven también muy hermoso, una de las jóvenes se le acercó y le dijo " Gonzalo, toma agua de aquella fuente que está bajo los árboles y dásela a tu mujer y a tu hija para que la beban, y sanarán de sus enfermedades . El pobre hombre sin saber qué hacer, pero con esperanza en su corazón, pensó que aquellas mujeres eran la Virgen María, de la que era muy devoto, y los patronos de Córdoba, San Acisclo y Santa Victoria. En eso pensaba sin atreverse a mirarlos , cuando el joven dijo: " Haz lo que te dice la Madre de Jesús, que mi hermana Victoria y yo somos los patronos de esta ciudad". Gonzalo ardía en deseos de cumplir lo mandado cuanto antes. Buscó entre los árboles, y allí estaba el agua, al pie de una higuera , volvió la vista hacia los mensajeros, pero ya no estaban. Corrió en busca de una vasija y con ella llena de agua marchó a su casa, les contó a las mujeres lo que le había ocurrido, y les dio a beber el agua. Al poco tiempo las dos mujeres sanaron, y también todos los que bebían el agua de la sagrada fuente, de la Fuensanta. Muchos años después un ermitaño que estaba al borde de la muerte, fue a la Fuensanta, bebió el agua y curó. Le pidió a Dios que le dijera por qué aquella agua lo había curado. El día 8 de septiembre oyó una voz que le dijo que en el tronco de aquella higuera salvaje que crecía junto a la fuente, había encerrada una imagen de la Virgen, que habían puesto allí antiguos cristianos, y que el árbol había cubierto con su madera para ocultarla de los moros. El ermitaño corrió a contar lo que había escuchado al Obispo. Este hizo cortar la higuera y allí apareció la imagen de la Virgen que se venera en el Santuario. La imagen se trasladó a la Catedral hasta que se construyó el Santuario.
Excitada la devoción, muy pronto le dedicaron un templo y el año 1450 se hizo solemnemente la invención, construyéndose la iglesia en lo que fuera la Huerta de Albacete, disponiendo el cabildo que se hiciese un brocal al pozo para que allí se recogiese el agua de la fuente. En 1455 fue al Santuario la reina Doña María, esposa del rey Don Alonso de Aragón; curada de su enfermedad, donó una gran cantidad de alhajas y oro con destino a la construcción de una hospedería u hospital para los pobres y unas habitaciones para el capellán, lo que incrementó aún más la devoción y por lo que el Obispo de Córdoba acordó labrar un humilladero sobre la fuente. La fama de los milagros fue muy grande, recogiéndose numerosas historias y anécdotas en torno al Santuario de la Fuensanta. Son también muy importantes las numerosas procesiones que con motivo de inundaciones, sequías, temporales, epidemias, etc., se conocen en relación con el mismo y con la historia de la ciudad de Córdoba.
Sobre las obras hay constancia de que ya estaban terminadas en 1494, y efectivamente, las características del humilladero son del último tercio del siglo XV. Con el tiempo el santuario ha sufrido numerosas intervenciones debido en gran parte a su situación junto al río, por las consecuentes inundaciones, que lo han afectado gravemente en muchas ocasiones.
Descripción[editar]
La iglesia es el resultado de varias reedificaciones, una de ellas efectuada en 1646, en la que se alteró la estructura primitiva sustituyéndola por otra de estética barroca, aunque una última intervención, efectuada en 1976, para su adaptación a la nueva función de parroquia del barrio, ha recuperado la imagen mudéjar. Es de planta rectangular de tres naves, con tres tramos de arcos apuntados que apean sobre pilares cruciformes, según el estilo gótico mudéjar. A la capilla mayor, construida en el primer cuarto del siglo XVI, se accede por un arco toral apuntado que descansa sobre pilastrones de perfilería gótica y zócalos maclados, la cubierta es de bóveda de crucería, en las paredes laterales están colocadas sendas lápidas que evocan la milagrosa aparición de la imagen de la Virgen y delante del altar se encuentra la lápida de enterramiento de la familia Corral, patrona de la capilla. La preside un camarín, realizado a fines del siglo XVII, que cobija la imagen de la Virgen de la Fuensanta y al que se accede desde el exterior por una interesante escalera de mármol rojo de Cabra, de dos tramos en «L», cubierta por bóveda con decoración de yeserías, en la que se alberga la importante colección de exvotos.
Dentro del cuerpo de la iglesia se encuentran varias capillas. La situada en la cabecera del lado del Evangelio está presidida por un altar con hornacina de estilo barroco con la imagen de Santa Ana con la Virgen Niña, y a ambos lados los bustos de un «Ecce Homo» y una «Dolorosa» en dos pequeñas urnas, y sobre la mesa del altar un relicario de la Santa Cruz de madera en forma de custodia. Se cierra con una verja de hierro forjado del siglo XVI.
La capilla de la cabecera del lado de la Epístola, denominada del Sagrario o del Cristo de las Mercedes, posee pinturas al fresco que representan ángeles con los símbolos de la Pasión en la bóveda, atribuidas a Antonio del Castillo. La cierra una reja de la segunda mitad del siglo XVI con el escudo del fundador, Fernando Sánchez de Castillejo. Contiene un altar de sencilla decoración de cenefas con el Cristo de la Mercedes, imagen de origen americano donada por el fundador.
A los pies de la iglesia, flanqueando el coro situado sobre el vestíbulo de acceso al templo, se hallan las capillas de San José y del Cristo del Humilladero, construidas a principios del siglo XX. La fachada principal, a los pies de la nave central, está realizada en ladrillo y estructurada sobre la base de una composición escalonada que culmina en la espadaña. En el centro se inscribe la portada, realizada en piedra y ordenada en tres alturas, con frontón triangular partido en el piso inferior, balconcillo y frontón semicircular de quebrada cornisa en el segundo piso y óculo circular en el remate. Corresponde a la restauración de 1647, cuando la ampliación de la iglesia, el añadido de la crujía de los pies de la nave, según las características del estilo barroco. Esta reforma, de gran envergadura, también afectó a la sacristía, nave mayor, capilla de Santa Ana y tejados.
La iglesia tiene además una puerta lateral de estilo gótico, realizada en piedra, con arco apuntado enmarcado por alfiz. A fines del siglo XVII se adosó un pórtico a la fachada lateral que comunica con el patio, con seis arcos de ladrillo sobre columnas pétreas, dedicado a proteger los exvotos y aún permanecen el del caimán, los dientes de grandes peces americanos y la costilla de ballena.
El humilladero o templete, dispuesto ante la fachada del santuario, es de planta cuadrada, con tres lados abiertos por arcos apuntados y el cuarto lado cerrado por un muro en el que se dispone un nicho tras una verja. El interior está cubierto por bóveda de crucería estrellada, con claves en las que se representan los Apóstoles y ménsulas decoradas con los símbolos de los Evangelistas. Es la única construcción totalmente gótica de la ciudad de Córdoba. En principio en la hornacina estaba colocada una imagen de la Virgen, copia de la del interior de la Iglesia, pero al ser objeto de varios actos vandálicos fue sustituida por un lienzo con referencia al milagro de la aparición de la Virgen, pero desde 1949 contiene un «cuadro de cerámica». La imagen pudiera ser la que recientemente ha aparecido enterrada en el atrio, una Virgen con el Niño de piedra de caracteres góticos que, aunque deteriorada, se ha colocado sobre un pedestal en el patio.
El brocal del pozo es de principios del siglo XX, fue realizado por Mateo Inurria, según la estética neogótica, en sustitución de otro anterior.
Ubicadas en el jardín existente junto al lado del Evangelio se encuentran las dependencias parroquiales y la casa del santero; actualmente habilitadas para dependencias parroquiales, todavía conservan algunos vestigios originales como un arco ojival gótico y unos arquillos mudéjares de ladrillo sobre pilares ochavados.
Finalmente cabe señalar la explanada delantera dispuesta ante el santuario, lugar de encuentro de los fieles que se acercan al santuario y al que sirve de acceso. En origen eran los terrenos de la huerta, hasta que en el último tercio del siglo XVIII se dispuso su nivelación y adecentamiento.
La decoración con azulejos del interior de la Iglesia y las capillas de San José y del Santísimo Cristo del Humilladero, de los pies de las naves laterales, se deben a la restauración de 1907. Para la adaptación del templo a la nueva función como parroquia del barrio se realizaron en el mismo importantes obras, entre 1973 y 1996, recuperándose la primitiva imagen mudéjar, añadiéndose nuevas dependencias y urbanizándose los alrededores.
El santuario de Nuestra Señora de las Virtudes, también llamado Monasterio de las Virtudes está situado en la pedanía de Las Virtudes, en el término municipal de Villena (Alicante, España). Se encuentra en un paraje natural junto a una antigua laguna, actualmente desecada, y a unos 5 km de la ciudad, en las cercanías de la Fuente del Chopo.
Santuario de Nuestra Señora de las Virtudes | ||
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Bien de Interés Cultural | ||
![]() | ||
Localización | ||
País | España | |
División | Villena | |
Dirección | ![]() | |
Coordenadas | 38°37′30″N 0°55′59″OCoordenadas: 38°37′30″N 0°55′59″O (mapa) | |
Información religiosa | ||
Culto | Iglesia católica | |
Diócesis | Orihuela-Alicante | |
Advocación | Nuestra Señora de las Virtudes | |
Historia del edificio | ||
Construcción | Siglo XV | |
Datos arquitectónicos | ||
Tipo | Iglesia, Monasterio | |
Estilo | renacentista, barroco |
Historia[editar]
Parece ser que el origen fue una ermita de fines del siglo XIV, de la que hoy quedan restos en la cripta. Según la tradición, en 1474 los vecinos de Villena huyeron a la Fuente del Chopo durante una epidemia de peste y allí proclamaron a la Virgen de las Virtudes como nueva patrona y «abogada contra la peste». La leyenda cuenta lo siguiente:
En 1474 llegó una asoladora peste sobre la villa y gran parte de la población huyó a la Fuente del Chopo, donde levantaron barracas para cobijarse. Como continuaban los estragos de la peste, decidieron elegir un patrón o patrona para confiar en su intercesión. Para ello depositaron en un cántaro los nombres de santos y santas que cada uno prefería y eligieron a un niño para que sacase uno de los nombres. El elegido fue el de Virgen de las Virtudes, que nadie había escrito. Se repitió dos veces más y volvió a salir este nombre, con lo que se dieron cuenta de que la Virgen quería que la veneraran bajo esa advocación. Así pues, encargaron a dos villenenses que partieran a diversos pueblos y ciudades a fin de adquirir una imagen de la patrona. Apenas se habían alejado unos metros cuando vieron a dos jóvenes con un arca que contenía la imagen de la Virgen. Se la entregaron y, antes de poder mediar palabra, desaparecieron. Desde entonces, se levantó un santuario y se hicieron dos votos a la Virgen, que se cumplen cada año en marzo y en septiembre.1nota 1
Sin embargo, no hay constancia histórica de que esta fecha sea la correcta, ya que la primera noticia que se tiene de dicha ermita es en una orden de los Reyes Católicos datada el 30 de julio de 1490 en la que se cuenta que los vecinos huyeron de nuevo allí a causa de otra epidemia de peste. Por tanto, hay que buscar una epidemia de peste que ocurriera cerca de 1474 y antes de 1490, y hay constancia de que ocurriera una en 1476, coincidiendo con la sublevación contra el Marqués de Villena. Así se explica que se eligiera una nueva patrona en sustitución de la antigua, la Virgen de las Nieves, ligada a los odiados marqueses de Villena. Todo esto queda documentado de forma muy clara de una Carta del emperador Carlos V, fechada el 21 de mayo de 1551:
"Sepades que ell liçenciado Martín de Medina, en nombre del Conçejo, justiçia e velación diziendo que la çibdad de Villena nos hizo rrelaçión diziendo que avrá más de sesenta años poco más o menos que por aver avido en la dicha çiudad gran pestelençia se salieron todos o los más vezinos della a vn término que dizen la Fuente el Chopo, en donde por devoçión hizieron e fundaron vna casa y monesterio de que diz que es patrón de la dicha çiudad, en la qual dicha casa de Nuestra Señora de las Virtudes se an hecho munchos milagros y acuden a ella en rromeria de munchas partes y espeçialmente de las comarcas dell rreyno de Balençia,y que en cada vn año la dicha çiudad con la clerezía van en proçesión a ella dos vezes, la vna el día de Nuestra Señora de Março y la otra el día de Nuestra Señora de Setiembre, en donde se haze muy solemne fiesta y proçesión y para ello se traen menestriles, y por que la dicha casa está en vna legua de la dicha çiudad, da de comer el conçejo a los clérigos y menestriles, y les pagan, y ansy sy el dicho gasto no se hiziese no se haría procesiones y se perdería la devoción de la dicha casa[...]".
Posteriormente fue ocupado por los monjes agustinos, si bien el monasterio era de propiedad municipal.2 La imagen que ofrece hoy el santuario data del siglo XVI (1581, según la fecha inscrita en una clave de la iglesia).
Características[editar]
Se accede al conjunto desde el lado este donde se encuentra la portada renacentista. Esta se divide en dos cuerpos; el inferior con un arco de medio punto entre columnas compuestas sobre un basamento. Un friso decorado con elementos figurativos y antropomorfos da paso al cuerpo superior, que tiene en la parte central una hornacina avenerada donde se encuentra la imagen de la virgen de las Virtudes. Está realizada en piedra con decoración en bajorrelieves de guirnaldas y medallones con figuras, característico del estilo renacentista.
El acceso conduce al patio rectangular de dos pisos. La parte baja se ordena mediante arcos carpaneles realizados en ladrillo. El piso superior presenta ventanas balconeras. Las galerías del claustro se cubren con revoltones y vigas de madera cara vista.
La iglesia consta de una nave principal y dos laterales de menor tamaño. Está dividida en tres tramos, con un camarín a la derecha del altar y coro alto a los pies. El acceso se realiza por el claustro al segundo tramo del lado de la Epístola (el de la derecha). Arcos apuntados separan los tramos cubiertos con bóvedas de crucería que apoyan en ménsulas recayentes en pilares cuadrangulares. Al lado del altar se encuentra el camarín de la Virgen, de estilo barroco, realizado en el siglo XVII y de planta cuadrada; está decorado a base de estucos y pinturas que cubren todo el espacio. Las pinturas son del siglo XVIII.
Al exterior se advierten los contrafuertes de la iglesia, el campanario de reducidas dimensiones y la pequeña cúpula del camarín. A la entrada de la Ermita se recogen en azulejos la historia y milagros obrados por La Virgen de las Virtudes. En la explanada de acceso se encuentra situada la fuente con la escultura de La Rana, que data de 1916.
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