domingo, 21 de julio de 2024

HISTORIA DE ESPAÑA

 ESCULTURAS DE ESPAÑA


Figura de joven Neptuno proveniente del castro de Pico Cueto, depositada en el Museo de Prehistoria y Arqueología de Cantabria.

El Neptuno cántabro es una estatuilla prerromana encontrada en el término municipal de Castro-Urdiales (Cantabria), que muestra a una divinidad con un delfín sostenido sobre su mano izquierda, algo sobre la derecha, abierta y alzada, que no se ha encontrado (probablemente un tridente) y un collar de oro en forma de media luna cerrada. El dios es un hombre joven, desnudo, sin barba y con bastante cabello. La escultura mide 12,6 cm de altura y está realizada en bronce. Se data entre los siglos I y III de nuestra era.

Se cree que pertenece a los amanos, un supuesto pueblo de cierto avance cultural, prerromano e indígena de Cantabria, descrito por Plinio el Viejo en su Historia Natural.

Descubrimiento

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La escultura fue hallada en 1955 cerca de la cumbre del Monte Cueto, donde se enclava un castro de finales del Bronce o principios del Hierro. La estatuilla se presta a dos teorías: la primera dice que es romana y represente a un Neptuno, mientras que la segunda sugiere que se trata de una divinidad local identificada, sólo más tarde, con Neptuno, lo que vendría avalado por el descubrimiento de Portus Amanos. Por otro lado, los cántabros, afianzados a la tierra y a las montañas, apenas se adentraron en el mar, de modo que hay una gran falta de dioses y mitos relacionados con el océano, de los cuales el Neptuno cántabro es una gran excepción.

Actualmente la estatua se encuentra en el MUPAC, en Santander.

Diferencias con el Neptuno latino

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La figura cántabra es joven, imberbe y con el cabello, aunque abundante, corto, mientras que las representaciones romanas presentan a un hombre de edad avanzada con cabello y barba largos. Estas diferencias sugieren una tercera teoría: que la estatua representa al dios Apolo, y no a Neptuno.







Pátera de Otañes

Réplica a escala de la pátera de Otañes del MUPAC.
MaterialPlato de oro y plata
Anchoca. 21 cm de diámetro
PeríodoCronología incierta (entre el siglo i d. C. y el siglo iv d. C.)
CivilizaciónCultura romana
DescubrimientoEntre 1788 y 1800
DescubridorAntonio María de Otañes
ProcedenciaPico del CastilloCastro-Urdiales
Ubicación actualActualmente está custodiada en un banco y no se exhibe

La pátera de Otañes es una pátera de plata y oro, de cronología incierta (entre el siglo i d. C. y el siglo iv d. C.), que fue elaborada por orfebres del Imperio romano.

Fue hallada junto a otras piezas de plata por Antonio María de Otañes, entre los años 1798 y 1800 en los alrededores de las ruinas del pico del Castillo, situadas en Otañes, una localidad perteneciente al municipio de Castro-Urdiales (CantabriaEspaña).1

Simbología

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Se trata de una pátera de carácter votivo, plato de poco fondo que se usaba en ceremonias y ritos religiosos de la Antigüedad, como la libación, y que en este caso reúne elementos del culto a una diosa o ninfa del agua.

Características

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  • Forma: pátera.
  • Material: plata y oro.
  • Contexto/Estilo: romano.
  • Técnica: orfebrería.
  • Iconografía: En el anverso aparecen seis escenas en bajorrelieve relacionadas con la Salus Umeritana y en la parte superior aparece una diosa de la salud o ninfa de la fuente situada entre dos árboles y diversas escenas relacionadas con el transporte de agua.1
  • Peso: 974,5 gramos.
  • Diámetro: 21,1 centímetros.
  • Profundidad: 2,3 centímetros.

Conservación

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La pieza es propiedad de la familia Otañes, y está custodiada en una caja fuerte de una entidad bancaria española. Fue expuesta por primera al público en el año 1999 en una exposición realizada en Santillana del Mar, promovida por la entidad bancaria Caja Cantabria llamada Cántabros. Génesis de un pueblo; además, en el año 2000, fue declarada bien de interés cultural.







Virgen de la Bien Aparecida
273px
Origen
PaísBandera de España España
SantuarioSantuario de la Bien Aparecida
Datos generales
VeneraciónIglesia católica
Festividad15 de septiembre
Patrona deDiócesis de Santander y comunidad autónoma de Cantabria
Fecha de la imagenSiglo xv
EstiloGótico

La Virgen de la Bien Aparecida es la patrona de la diócesis de Santander y de la comunidad autónoma de Cantabria desde 1905 cuando el papa Pío X la declara como patrona.1​Se encuentra en el municipio cántabro de Ampuero, ubicado en la comarca de Asón-Agüera, en la parte oriental de la comunidad.

Historia[editar]

La aparición de su pequeña imagen de 21 cm, tuvo lugar el año 16051​ en la ventana de una ermita situada en el alto de Marrón (cerca de Hoz de Marrón), en el municipio de Ampuero, y desde 1905 es patrona de la diócesis y región, habiendo sido coronada canónicamente por el obispo de Cantabria en 1955.1

En el año 1752, los cántabros o montañeses, siendo conocidos por esta última denominación por el resto de españoles y en América, residentes en Madrid fundan la Congregación de Nacionales de las Montañas de Burgos, también llamada Congregación de Nacionales de la Montaña, bajo el patronazgo de la Bien Aparecida, imagen que veneraban en la iglesia de San Felipe el Real.

La Bien Aparecida era ya tratada por los cántabros como su patrona, mucho antes de que fuera declarada oficialmente. Así vemos como en el "Diario curioso, erudito, económico y comercial" de Madrid - Página 292- con fecha 8 de septiembre de 1786-, se dice:

Igualmente se celebra fiesta á María Santísima por su Real Congregación de Nacionales de las Montañas de Burgos , Provincia de Cantabria, que con el título de Bien Aparecida se venera en la Iglesia del Convento de S. Felipe el Real.
Diario curioso, erudito, económico y comercial. 8 de septiembre de 1786

Años más tarde, en el "Diario de Madrid" - página 291 - con fecha 7 de septiembre de 1807, también se habla de la Bien Aparecida:

La Real Congregación de Nacionales de las Montañas de Burgos y Santander, Provincia de Cantabria, dedicada a María Santísima, que se venera con el título de Bien-Aparecida en la iglesia del convento de San Felipe el Real de esta corte, celebra su fiesta a esta señora el día 8 del corriente mes, en cuyo día y el 9 siguiente el jubileo de las quarenta horas en dicha iglesia.
Diario de Madrid. 7 de septiembre de 1807

Un año siguiente, y nuevamente en el "Diario de Madrid" - página 171 - con fecha 7 de septiembre de 1808, también se habla de la Bien Aparecida:

La Real Congregación de Nacionales de las Montañas de Burgos y Santander, Provincia de Cantabria, dedicada a María Santísima, que se venera con el título de Bien-Aparecida en la iglesia del convento de San Felipe el Real de esta corte, celebra su fiesta a esta señora el día 8 del presente, en cuyo día y el 7 anterior está el jubileo de la Quarenta horas en dicha iglesia.
Diario de Madrid. 7 de septiembre de 1808

Por tanto, aunque oficialmente la Bien Aparecida es patrona de Cantabria desde 1906, ya en el siglo xviii lo era de forma popular.

Festividad[editar]

Su fiesta se celebra el 15 de septiembre con una gran concentración en su santuario.

Cabe destacar que la localidad de Ampuero también acoge los únicos encierros de toda Cantabria, lo cual hace que este sea un lugar aún más señalado si cabe.

Cercano a esa fecha, el 9 de septiembre de 2005, finalizó en el Santuario de la Bien Aparecida una etapa de la Vuelta a España.2

Patrona de Cantabria
La Bien Aparecida es la patrona de los Montañeses

Imagen[editar]

La imagen de la Virgen Bien Aparecida es una talla de reducidas dimensiones: 21,6 centímetros (incluido el pedestal). Las facciones del rostro y de la cabellera tienen un delicado barniz. Su parte delantera está estofada y la de detrás es plana. Tiene el manto levemente recogido con la mano derecha y el vestido es dorado con los pliegues en azul. El pedestal consta de cuatro franjas: la superior verde, las dos centrales doradas y la inferior negra. Los vestidos del Niño son de color mate. No se sabe quién modeló la imagen y se desconoce su origen. Su antigüedad no es anterior al siglo xv y actualmente se conserva intacta, cubierta con vestiduras de gran belleza.

Himno[editar]

¡Oh Virgen querida, Bien Aparecida! Reina nuestra eres, danos tu favor. En la cumbre alzaste tu trono de gloria, alza en nuestros pechos un trono de amor.

Tienes nuestro cielo para Ti doseles. Tienes por alfombra campos de verdor: Hacia a Ti subiendo miles de hijos fieles, cantan como alondras cánticos de amor.

¡Oh Virgen querida, Bien Aparecida!

Oye si gemimos nuestro acerbo llanto. Trueca los lamentos en triunfal clamor. Oye complacida nuestro alegre canto, si del pecho brotan himnos en tu honor.

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