ESCULTURAS RENANCENTISTAS DE ESPAÑA
San Jerónimo es una escultura en barro cocido realizada por el florentino Pietro Torrigiano por encargo de la comunidad del monasterio de San Jerónimo de Buenavista (Sevilla). Es de estilo renacentista italiano, del primer tercio del siglo xvi. Esta obra se encuentra custodiada en el Museo de Bellas Artes de Sevilla.
Historia y descripción[editar]
Esta escultura fue realizada en barro cocido policromado, material muy de moda en la ciudad de Sevilla del siglo xv y xvi. Según cuenta Vasari en la biografía de Torrigiano, el escultor tomó como modelo un viejo criado de los comerciantes florentinos Botti, afincados en Sevilla.1
Fue una obra maestra, admirada y muy valorada por los artistas sevillanos de fines del siglo xvi. En ella aprendieron a esculpir anatomía todos los escultores andaluces de generaciones posteriores. Uno de los grandes admiradores, ya en el siglo xviii, fue el pintor Goya, de quien se cuenta que se detuvo en el monasterio de Buenavista dos veces, con la sola intención de contemplar la escultura. Está documentado que comentó a su amigo Ceán Bermúdez su gran admiración por este San Jerónimo.2
La escultura presenta una anatomía perfecta del cuerpo de un anciano, realizada en tamaño mayor del natural. Con una rodilla en tierra, el santo muestra una cruz con su mano izquierda mientras que la derecha cobija una piedra, instrumento que le servía para mortificarse golpeándose con ella. La policromía aporta realismo y una gran calidad. Torrigiano sentó un precedente con esta imagen; el santo fue representado casi siempre de esta forma a partir de esta iconografía.
Cristo de San Agustín | ||
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Autor | Jacobo Florentino (atribución) | |
Creación | ca. 1520-1525 | |
Ubicación | Convento del Santo Ángel Custodio (Granada, España) | |
Estilo | Renacimiento | |
Material | Madera (nogal) | |
Técnica | Talla en madera | |
Dimensiones | 1,92 m de altura | |
El Cristo de San Agustín es una escultura de madera de carácter devocional, que se conserva en el Convento del Santo Ángel Custodio (Granada, España) y que está atribuida a Jacopo Florentino, quien pudo ejecutarla entre 1520 y 1525.1 Actualmente, la imagen está en usufructo de la Hermandad del Cristo de San Agustín y procesiona cada año durante Semana Santa.
La imagen, por acontecimientos históricos de la ciudad, está considerado como "Sagrado Protector de Granada" desde 1680, cuando se obraron algunos milagros atribuidos a la acción del Cristo ante una epidemia de peste.2
Características[editar]
Esta imagen religiosa, actualmente venerada en el convento del Santo Ángel Custodio de Granada, es una escultura de talla completa y de vestir hecha de madera de nogal, de 1'92 metros de altura, policromada. Se trata de una de las obras más señeras de su autor, Jacopo Florentino. Presenta una melena de cabello natural y nimbo y corona de plata sobrepuesta del siglo xviii. El Cristo reposa sobre una cruz de plata cincelada con motivos florales, del siglo xviii y restaurada recientemente.
Es una obra simétrica, concepto muy propio de la época en que fue realizada, el Renacimiento, salvo por la inclinación diestra que presenta la cabeza, que muestra a Jesús después de expirar. El rostro refleja visiblemente el dolor y cansancio de Cristo, sobrevenido sobre su propio peso. Sobre la zona pectoral vemos tres regueros de sangre y en el costado derecho la herida de la lanza de Longinos, representada con una mancha negruzca y una pequeña perforación del cuerpo. Al estar tallada íntegramente, su anatomía se cubre con un sudario corto de tela, bien con faldilla o tonelete.
A modo anecdótico podemos destacar de esta imagen que es la titular de la Hermandad del Santísimo Cristo de San Agustín de Granada, cuya hermana mayor ad perpetuam es la reina Isabel II a petición propia tras orar frente a la imagen. Debido a los milagros que se le atribuyen, así como favores concedidos al pueblo granadino durante el siglo xvii, ostenta el título de "Sagrado Protector de la Ciudad".
Fuentes bibílicas[editar]
Los pasajes evangélicos a los que corresponden la composición de esta talla son los siguientes:
- "Después de esto, sabiendo Jesús que ya se había cumplido todo, para que se cumpliera la Escritura dijo: Tengo sed"
- "Estaba puesta [allí] una vasija llena de vinagre; así que, poniendo en una caña de hisopo una esponja empapada en el vinagre, se la acercaban a la boca. Y cuando tomó el vinagre, Jesús dijo: "se ha cumplido"."
- "E inclinando la cabeza entregó su espíritu" (Jn. 19, 28-30).
El Santo Entierro de Liatzasolo es un grupo escultórico realizado por Martín Díez de Liatzasolo durante los años 1539 y 1544. Se encuentra en la parte derecha del crucero de la catedral del Espíritu Santo de Tarrasa en la provincia de Barcelona (España).
Durante la guerra civil española del año 1936, sufrió graves destrozos, aunque las piezas fueron recogidas y guardadas, hasta su posterior reconstrucción.
Historia[editar]
El escultor Martín Díez de Liatzasolo, fue uno de los más importantes en la época del Renacimiento en Cataluña. Su origen es algo incierto, aunque se cree de procedencia vasca o Navarra, gracias a su testamento, donde se declara hijo de un maestro de obra de Guipúzcoa llamado Ochavar. El nombre de Liatzasolo hace creer que se debe al de alguna población como Itsasondo al lado de Ordicia o de Lizasoain cerca de Pamplona.1 Su obra se produjo en la región catalana, donde llegó a tener uno de los talleres más productivos de Barcelona.2
Los grupos representando el «Santo Entierro», se introdujeron en España a principios del siglo xvi, bajo la influencia de los construidos en Italia y en Francia. Los más conocidos son los realizados por los maestros italianos Niccolò dell'Arca y Guido Mazzoni y en España, entre otros, el de Juan de Juni.
El Santo Entierro, fue encargado y costeado en el año 1539, por los fieles pertenecientes a la parroquia de San Pedro de Tarrasa, con un coste de 273 libras.3
Los comitentes decidieron en 1540, que el grupo se debía colocar en la capilla de Nuestra Señora del Rosario, de la iglesia del Santo Espíritu, «para que fuera más venerada y honrada y cada uno pudiera cumplir y hacer sus devociones cada día, lo que no se podría hacer si fuese puesto en la iglesia de San Pedro de Tarrasa».4
Descripción[editar]
La obra está realizada en piedra de alabastro y consta de siete imágenes más la de Cristo. La medida del conjunto es de 391 x 162 cm, sus personajes y medidas son:
- Cristo yacente, 167 x 55 cm
- San Juan Evangelista, la Virgen María, María Magdalena, María Cleofé y María Salomé, todos de medio cuerpo con una altura de 105 cm
- San José de Arimatea de 165 cm
- San Nicodemo de 172 cm
En el centro sobre un túmulo parecido a un altar, se encuentra la figura de Cristo yacente, con una anatomía perfectamente estudiada y realizada; está tendido con los brazos a lo largo de su cuerpo y la cabeza girada hacia el lado derecho, colocación que permite su mayor visibilidad por el espectador. En ambos lados del túmulo se encuentran las figuras de San José de Arimatea y de San Nicodemo; el resto de las imágenes se encuentran en un segundo plano tras la figura de Cristo.
El escultor labró las imágenes independientes, con una vida propia y de emoción, por el dolor de la muerte de Cristo; las actitudes se demuestran con las cabezas humilladas y las manos unidas caídas sobre el regazo, es decir, unas posturas de recogimiento dentro de sí mismas.5
La Virgen María es la figura más llamativa y mejor ejecutada; es en el dolor expresivo de su cara donde denota claramente la influencia de Miguel Ángel, así como también se nota el gusto italianizante en los pliegues ricos y abundantes de todas las vestiduras.5 El escultor firmó en el sudario de Cristo con esta inscripción:
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