ESCULTURAS DE ESPAÑA
El crucifijo de don Fernando y doña Sancha es una obra maestra en el arte de la eboraria, datado alrededor del año 1063 y que se conserva en el Museo Arqueológico Nacional de Madrid. Es una figura exempta.
Fue una ofrenda de los reyes Fernando I de León (1010-1065) y su esposa Sancha de León (1013-1067), que formaba parte del ajuar que regalaron a la colegiata de San Isidoro de León. Se cree que fue el primero en la Edad Media Hispánica con la representación de la imagen de Cristo, ya que era costumbre que las cruces, ya fueran de materiales nobles, como de oro o marfil o simplemente de madera, estuvieran realizadas sin imágenes. En el inventario de la dotación precisamente se aclara este hecho:
...una cruz de marfil con la imagen de nuestro Redentor crucificado.1
Medidas de la cruz: 52 centímetros de alto, 34,5 de brazos, 7 de ancho y 1 de grueso.
Medida del Cristo: 305 milímetros de alto.
La imagen del Cristo está tallada en marfil y es de bulto redondo y representado vivo, con la cabeza ligeramente inclinada hacia la derecha de cara ovalada en la que resaltan los grandes ojos abiertos con las pupilas incrustadas con piedra de azabache y presenta una barba y bigote con el pelo ondulado;2 en el cuerpo tiene señalados los pectorales y las piernas completamente verticales, con los pies traspasados por un clavo individual cada uno; ha perdido los dedos de la mano derecha. El perizonium o falda corta de pudor (o paño de pureza), le cubre hasta las rodillas y está anudado a la cintura con un gran lazo. En la parte trasera del cuerpo, como era común tiene un hueco para usarlo como relicario. La cruz donde está clavado es latina, con una decoración en todo su borde de personajes que representan los bienaventurados ascendiendo al cielo y otros personajes descendiendo a los infiernos. Hay imágenes entremezcladas de animales y vegetales. Sobre la cabeza del Cristo hay grabada la inscripción:
IHCNAZARENUSREX IVDEORV
Y encima también tallado en la cruz la representación de Cristo resucitado portando la cruz.
En la parte inferior del brazo mayor de la cruz debajo de los pies del Cristo crucificado, se puede ver la figura de Adán y otra inscripción:
FREDINANDUSREXSANCIAREGINA
El reverso de la cruz se encuentra totalmente tallado con adornos vegetales, en el centro el Agnus Dei, y en los cuatro extremos de la cruz los símbolos de los cuatro evangelistas.
Bendito Cristo de Santa Marina | ||
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Cristo de Santa Marina en el Retablo de Santa Marina en la Iglesia Parroquial de San Pedro Apóstol. | ||
Autor | Véase Autoría | |
Creación | Siglo xv | |
Ubicación | Iglesia Parroquial de San Pedro Apóstol | |
Estilo | Gótico | |
Material | Escultura en madera policromada. | |
El Bendito Cristo de Santa Marina, conocido simplemente por los coyantinos como el Crucificado o el Cristo, es una imagen venerada en la ciudad de Valencia de Don Juan (León, España) que representa el momento de la crucifixión de Jesús de Nazaret. Es el patrono de esta localidad junto a la Virgen del Castillo Viejo.
Su nombre proviene de que originalmente se encontraba en la desaparecida Iglesia de Santa Marina, la cual se situaba en la actual plaza de Santa Marina hasta su derrumbe en 1926. El Cristo de Santa Marina participa en la Procesión del Santo Entierro el Viernes Santo, en la cual recorre las calles de la ciudad siendo uno de los pasos de la Hermandad de Jesús de Nazaret.
El Bendito Cristo de Santa Marina es una talla del siglo xv con características pertenecientes al gótico tardío y similares a otras diversas obras contemporáneas suyas como algunas de la Catedral de León.
La escultura representa a un Cristo vivo en la Cruz mirando hacia abajo, con la boca entreabierta y marcas del martirio sufrido. Cuenta con una melena tallada con mechones que le caen sobre los hombros y una doble corona de espinas clavada en la cabeza. Como prenda de ropa, cuenta únicamente con un paño de pureza tallado.
En cuanto a la cruz, esta fue sustituida por última vez en 2001 por una de mayor longitud, para añadirle mayor vistosidad procesional.
La figura de este cristo data del siglo xv, aunque poco se sabe de su autor. Por tanto, ha sido atribuida fundamentalmente a los escultores flamencos que se encontraban trabajando por aquel entonces en las reformas de la Catedral de León.
Por un lado, si seguimos la investigación de Agustín Blázquez, académico de Historia, atribuye la obra a Alfonso Ramos. En contraposición, estudios más recientes sostienen la autoría Copín de Holanda o de Juan de Malinas.1Además de los escasas pruebas que se le hicieron a la talla durante sus restauraciones, estos informes están basados principalmente en suposiciones, debido a la carencia de fuentes bibliográficas sobre la obra hasta varios siglos más tarde.2
No se tienen muchos datos de la imagen, salvo varios inventarios de los siglos XVII, XVIII y XIX, hasta el periodo de la guerra civil. Se conoce su localización original en la Iglesia de Santa Marina, la cual se derrumbó en 1926 y las imágenes que no fueron robadas acabaron en la Iglesia Parroquial de San Pedro Apóstol, este fue el caso del retablo de Santa Marina donde se encuentra el propio Cristo, entre otras obras y fue situado en la capilla del Evangelio de la parroquia.
La obra procesionó durante varias décadas en un Vía crucis en el que era la única imagen y también en la Procesión de los Pasos. Tras la desaparición de estas procesiones se mantuvo varios años en su templo hasta 1990, año en que comenzó a participar en el Santo Entierro, por iniciativa, de los que poco después serían los fundadores de la Hermandad de Jesús de Nazaret. Además, participaba tradicionalmente en una procesión en su honor el día de su festividad, el 14 de septiembre.
Esta obra llegó incluso a procesionar más allá de los límites de la antigua villa de Coyanza, ya que, en 1996, participó en la Procesión de Hermandad por las calles de León, organizada por la Real Hermandad de Jesús Divino Obrero de la capital leonesa, la bañezana Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno y la hermandad coyantina.
En la actualidad, la imagen sale en procesión, únicamente, como se mencionó anteriormente, durante la Semana Santa de Valencia de Don Juan en la Procesión del Santo Entierro del Viernes Santo.
El trono del Cristo sufrió grandes modificaciones en los últimos años para adaptarlo a las reformas que trajeron la fundación en la década de los 90 de las dos cofradías penitenciales de la ciudad. Durante estos años todos los tronos de los pasos pasaron de ser tableros sencillos para cuatro o seis portadores, a pasos mucho más complejos y vistosos. Por su parte el que nos ocupa, reformó sus andas en 1994 destacando la creación de una vidriera que simula el monte Gólgota en su tablero y de nuevo en 1997, en la que se mantuvo la mencionada vidriera. Por todo ello, en la actualidad contamos con unas andas con capacidad para 32 braceros con un diseño extraordinario, que además presenta cuatro candelabros de gran tamaño y relieves que representan el escudo local.
Cuando un paso es portado por braceros, lo habitual es que estos lleven la mano con la que no se sujeta la vara apoyada en el hombro del compañero de delante. Esto también ocurre con casi todos los demás pasos de la Semana Santa Coyantina, aunque el que nos ocupa es la excepción. Por lo peculiar de la talla, que se basa en su extraordinaria antigüedad y calidad artística para una obra procesional, los portadores del paso, para resaltar más esto, llevan el brazo que no sujeta la vara paralelo al cuerpo cayendo hacia el suelo, de forma que se destaca más la verticalidad de la obra.
Además, en las salidas del templo, debido a la longitud de la cruz actual, que como ya se mencionó sustituyó a una anterior en 2001, para que la talla ganase en vistosidad, el Cristo debe salir semitumbado mediante un sistema de articulación en la base de la cruz y ser colocado verticalmente ya en la calle por dos hermanos.
La festividad del Cristo de Santa Marina se celebra el 14 de septiembre, la semana siguiente a la de la patrona de la localidad, Nuestra Señora del Castillo Viejo, la cual es el 8 de septiembre. Esto hace de estas fechas, una quincena con gran cantidad de actividades lúdicas, deportivas y culturales.
El último día festivo en la urbe es la festividad del Cristo, en la cual se rinde culto a la tan venerada talla, con una misa en la Iglesia Parroquial de San Pedro Apóstol. Dicha misa solemne hasta hace pocos años se celebraba en el Auditorio Municipal Rodrigo A. de Santiago, tras el traslado procesional de la imagen desde la mencionada parroquia acompañada de los sones de la banda de música municipal.
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