ESCULTURAS DE PIEDRA DE ESPAÑA
Toro de Osuna | ||
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Creación | Fines del siglo v a. C. | |
Ubicación | M.A.N., Madrid, España | |
Estilo | Ibero arcaico | |
Material | Piedra caliza | |
Dimensiones | Altura: 64 cm Longitud: 108 cm Anchura: 42,50 cm | |
El Toro de Osuna data de finales del siglo V a. C., es una escultura de la época ibera, concretamente esculpida por el pueblo turdetano, y que fue encontrada en Osuna, Sevilla, en el yacimiento arqueológico de la antigua ciudad ibérica de Urso. Se trata del altorrelieve de un toro echado labrado en un sillar, que formaba parte de un monumento funerario, en el cual tendría función protectora.
La escultura está expuesta en el Museo Arqueológico Nacional de España, en Madrid, junto a diversas esculturas del periodo ibérico, y tiene el número de inventario 38416.
Simbolismo[editar]
Es un toro erguido tratado de forma realista y rígida a la vez. Los ojos están rodeados de profundas incisiones que se prolongan encima de la nariz. La boca está entreabierta y la papada está tratada con incisiones curvas y paralelas. El cuerpo es delgado y con caderas pronunciadas.
Características técnicas[editar]
Tallado en piedra caliza. Las patas están partidas por encima de la rodilla, el rabo, la punta de las orejas y los cuernos están rotos. Altura 56 cm; longitud 121 cm; grosor 31 cm.
Virgen de la Leche | ||
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Autor | anónimo | |
Creación | c. 1308-1320 | |
Ubicación | Catedral de Orense (Galicia, España) | |
Estilo | gótico | |
Material | granito | |
La Virgen de la Leche es una obra anónima realizada aproximadamente entre 1308 y 1320.1: 408 Está ubicada en la Catedral de Orense (Galicia, España).
Historia[editar]
Hacia finales del siglo xiii un grupo de escultores procedentes de la Catedral de Burgos se estableció en Orense para trabajar en la Claustra Nova de la seo, donde estuvo emplazada originalmente la Virgen de la Leche, hoy ubicada en la Capilla de San Juan; este grupo acabaría convirtiéndose en el primer taller en alcanzar un sello de carácter regional y expandiría su estilo por casi toda la geografía gallega mediante piezas talladas en granito, superficie de gran dureza en comparación con otros materiales, como la piedra caliza. Estos artistas impondrían sus modelos en la escultura gallega en la primera mitad del siglo xiv, destacando el resurgir de algunos focos aislados en la segunda mitad de la centuria e incluso a comienzos del siglo xv. Particularmente, el estilo desarrollado en Orense deriva de las imágenes presentes en la portada sur del crucero de la Basílica de Saint-Denis a través de las esculturas ubicadas en el claustro de la catedral burgalesa, piezas fechadas en torno a 1260-1270.2: 584–901 Los escultores trasladaron a Orense el estilo de corte monumental de las imágenes con paños acartonados, pliegues con forma triangular y quebraduras geométricas, aunque cabe destacar que los artistas llegados a la capital auriense no eran los mejores puesto que se aprecian diferencias notables entre las obras burgalesas y las orensanas, dato comprobable si se compara la talla burgalesa de peor calidad (la Sibila profetisa, ubicada en el claustro alto de la catedral) con la imagen orensana más lograda (el Ángel trompetero, conservado en la Capilla de San Juan).3: 108–110
Este elevado descenso de calidad hace suponer que los escultores que se asentaron en Orense aprendieron el oficio mediante el estudio de un libro de modelos donde figurarían textos e imágenes que les servirían de ayuda a la hora de establecer las formas y trazar diagramas geométricos sobre las figuras, lo que daría lugar a esculturas de peor acabado pero dotadas de un estilo muy personal ya que estas tallas vendrían a ser, en palabras de Serafín Moralejo Álvarez, una suerte de «bocetos con su andamiaje incorporado a su resultado final».2: 31 De este modo el taller asentado en la capital orensana pudo satisfacer la demanda artística a lo largo de los años puesto que si en la Catedral de Burgos el estilo del taller pasó de moda al concluir la construcción de las dos plantas del claustro, la Capilla de Santa Catalina y la labra de los sarcófagos del panteón real del Monasterio de las Huelgas, en Orense alcanzó un extenso desarrollo. Sumado a esto, los artistas burgaleses enseñaron su quehacer a sus homólogos gallegos, quienes con el tiempo se irían desplazando en grupos por toda Galicia para ejercer su labor en la construcción de templos y estancias conventuales de órdenes mendicantes, en las obras de ampliación de algunas catedrales, monasterios e iglesias parroquiales; y en la labra de altares, esculturas, etc. Gracias a esto se formarían unas tipologías arquitectónicas innovadoras a nivel regional a la vez que se difundirían unos determinados repertorios iconográficos tanto religiosos como profanos que gozarían de gran popularidad hasta muy avanzado el siglo xv, siendo uno de los más novedosos el concerniente a la iconografía de la Virgen de la Leche. De las tres etapas de producción de este tipo de obras, la escultura orensana se encuadra en la segunda (c. 1300-1325), época en que se labró también el sepulcro episcopal de la capilla mayor de la seo (sepulcro del obispo desconocido), en el que figura otra Virgen de la Leche en el fondo del tímpano.3: 110–111
Cabe destacar que en esta época varios canteros del taller asentado en Orense se trasladaron a Santiago de Compostela para tallar la imagen yacente del abad Fagildo en el Monasterio de San Pelayo de Antealtares, el tímpano de Iglesia de San Félix de Solovio, la Virgen de la Leche pinjante de la Iglesia de Santa María Salomé, las capillas abiertas de los hastiales del crucero de la iglesia del Monasterio de Bonaval y la Virgen de la Leche de Conxo, aparecida en el lecho del río Sar en 2020 y depositada en el Museo de las Peregrinaciones y de Santiago. Otro grupo de artistas de este mismo taller, más capacitado que el anterior, partiría rumbo a Pontevedra para trabajar en el Convento de San Francisco y también a Lugo para ofrecer sus servicios en la catedral, donde reemplazaron la cabecera románica por una gótica de mayores dimensiones con girola además de tallar la famosa Virgen de los Ojos Grandes. De los dos modelos de la Virgen de la Leche introducidos por los canteros en la segunda etapa, tanto la Virgen de la Leche de la Claustra Nova como la Virgen de la Leche del sepulcro de la capilla mayor de la seo orensana pertenecen al primero, fechado hacia la segunda década del siglo xiv; este prototipo se difundiría en Compostela con la Virgen de la Leche de Santa María Salomé y la Virgen de la Leche de Conxo, y en Lugo con la Virgen de los Ojos Grandes. Por su parte, el segundo modelo cuenta con su máximo exponente en la Virgen de la Leche del Monasterio de Santa María la Real de Osera,3: 111 destacando a su vez las imágenes conservadas en la Capilla de San Sebastián de O Formigueiro (Trasalva), la capilla funeraria de los Deza en la Iglesia de San Pedro de Ansemil, la Iglesia de San Pedro Fiz en Hospital (Incio) y el Convento de Santo Domingo de La Coruña.3: 121
Pese a su proliferación en el ámbito escultórico, es en la literatura donde se hallan las primeras referencias en tierras castellanas; una de las más antiguas en mencionar a la Virgen de la Leche se encuentra en la Cantiga 442 de la obra de Alfonso X Cantigas de Santa María (c. 1270-1282):
Esta e de cómo María rogue por nos a seu Fillo eno día do Juyzio.
U verrá na carne / que quis fillar de ti, Madre,
joïgá-lo mundo / cono poder de séu Padre.
Madre de Déus, óra / por nós téu Fill’ essa hóra.
E u el a todos / parecerá mui sannudo,
entôn fas-ll’ enmente / de como foi concebudo.
Madre de Déus, óra / por nós téu Fill’ essa hóra.
E en aquel día, / quand’ ele for mais irado,
fais-lle tu emente / com’ en ti foi enserrado.
Madre de Déus, óra / por nós téu Fill’ essa hóra.
U verás dos santos / as compannas espantadas,
móstra-ll’ as tas tetas / santas que houv’ el mamadas.
Madre de Déus, óra / por nós téu Fill’ essa hora.3: 119–120Esta es de cómo María ruega por nosotros a su Hijo en el día del Juicio.
Cuando vendrá en la carne / que quiso tomar de ti, Madre,
A juzgar al mundo / con el poder de su Padre.
Madre de Dios, ora / por nosotros A tu Hijo en esa hora.
Y cuando a todos / parecerá muy sañudo,
Entonces recuérdale / cómo fue concebido.
Madre de Dios, ora / por nosotros A tu Hijo en esa hora.
Y en aquel día / cuando estuviere más airado,
Recuérdale / cómo en ti fue encerrado.
Madre de Dios, ora / por nosotros A tu Hijo en esa hora.
Cuando verás de los santos / las compañías espantadas,
Muéstrale las tetas / santas que hubo mamado.
Madre de Dios, ora / por nosotros A tu Hijo en esa hora.4
Descripción[editar]
La imagen es de bulto redondo y muestra a María coronada y de pie en una pose frontal mirando al espectador mientras sostiene al niño con su brazo izquierdo. Con la mano derecha descubre la túnica que lleva puesta para dejar al desnudo su seno derecho al tiempo que lo sujeta como si lo estuviese oprimiendo. El infante, cuya cabeza está asusente, figura de perfil al espectador y aparece posando su mano izquierda sobre el pecho de su madre mientras lo aprieta con los dedos pulgar e índice a la vez que bendice con la mano derecha. Los pliegues de los ropajes son ampulosos y crean un juego de dobleces en la caída a la altura del calzado, destacando un cuello robusto, cabellos largos con mechones ondulados asomando por el velo que cubre la cabeza, y la corona, consistente en un aro orlado con cabujones que, aunque mutilada, exhibía probablemente cuatro flores treboladas ya que el taller copió este modelo de las estatuas del rey Fernando III y sus cuatro hijos emplazadas en el claustro alto de la Catedral de Burgos, apreciándose también estas coronas en las Vírgenes de la Leche de Santiago.3: 111 En cuanto a similitudes con otras imágenes, destaca su parecido en las formas, el rostro de María, la pose del niño y la indumentaria con la Virgen de la Leche de Conxo, mientras que en lo relativo a la cercanía entre madre e hijo resulta llamativa su similitud con la Virgen con el Niño del sepulcro de Pedro Yáñez de Novoa,3: 131 ubicado en la nave de la epístola de la catedral orensana, guardando a su vez gran semejanza en los acabados con la talla de Santa Eufemia conservada en el Museo Arqueológico Provincial de Orense.5
En lo tocante a la simbología, íntimamente ligada con la leyenda de la lactatio de San Bernardo,6: 402 el hecho de que la Virgen figure exhibiendo uno de sus senos la convierte en intercesora para implorar a su hijo por la salvación de las almas de los difuntos ya que se considera a María como mediadora en el Juicio Final ante Cristo. Pese a que la imagen se conserva exenta, es altamente probable que estuviese ubicada originalmente en una estancia reservada al enterramiento de dignidades eclesiásticas del mismo modo que la otra Virgen de la Leche ubicada en la seo y las dos imágenes homónimas conservadas en el Museo de Pontevedra además de la custodiada en Conxo. A mayores, este prototipo posiciona a la Virgen como quien alimenta a los cristianos, ofreciendo sus pechos la lactancia mística de los fieles; María se alza como la madre que nutre a los creyentes del mismo modo que una vez alimentó a Cristo, motivo por el que tanto la talla orensana como las demás se dirigen directamente al espectador (esto ha llevado a que la leche de la Virgen, de la que se conservan varias reliquias, sea considerada milagrosa al atribuírsele supuestos poderes curativos).3: 118–119 Por último, la advocación de la Virgen de la Leche era considerada también protectora de los enfermos y desamparados; no muy lejos de la catedral se hallaba el Hospital de la Trinidad, derribado en 1862 y del que hay constancia desde 1194, si bien en este aspecto las más destacadas son las Vírgenes de la Ermita de Nuestra Señora de Oca (hoy en la Iglesia de Santiago Apóstol de Villafranca Montes de Oca) y de Santa María Salomé.
Virgen de Seixalbo | ||
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Autor | anónimo | |
Creación | c. 1230-1250 | |
Ubicación | Museo Catedralicio de Orense (Galicia, España) | |
Estilo | románico y gótico | |
Material | granito | |
Dimensiones | 97 × 39 × 30 cm | |
La Virgen de Seixalbo, anteriormente conocida como Nuestra Señora de la Silla, es una obra anónima realizada aproximadamente entre 1230 y 1250. Está ubicada en el Museo Catedralicio de Orense (Galicia, España).
Historia[editar]
Los únicos datos conocidos de la imagen son los relativos a su descubrimiento, perfectamente documentado en una relación epistolar entre Juan Bautista Rollón, párroco de Seixalbo, y Florencio Cerviño González, obispo de Orense. La aparición de la talla se produjo de manera fortuita en 1927 en el desván de la Iglesia de San Verísimo de Seixalbo, siendo en 1930 emplazada en un pedestal dentro del templo. No obstante, en un principio Rollón no consideró la talla como una obra relevante, llegando incluso al extremo de contemplar la posibilidad de venderla a unos anticuarios de Madrid por un precio de 1000 pesetas, si bien el arquitecto Antonio Palacios logró evitarlo mediante la siguiente carta:nota 1
Señor D. J. Bta. Rollón, Párroco de Sejalvo, 18 de agosto de 1930
Mi respetable y querido amigo: Le agradezco mucho la atención de la consulta sobre la Virgen románica de Sejalvo. Mi opinión es que no se debe vender. Es un ejemplar notabilísimo y excepcional por estar tallado en piedra y no en madera como otras (muy pocas) que existen en Europa. Ya comprenderá que cuando esos anticuarios pagan mil pesetas de primera intención es que valen quince o veinte mil en venta directa. Realmente en esta clase de piezas excepcionales la tasación es imposible.
Sentí no verle cuando estuve ahí, aún cuando su hermana de espíritu despierto, inteligente, me sirvió excelentemente de amable cicerone. Le dije el mérito de la imagen y que debería guardar con mucho cuidado, pues como me dice muy bien no debe continuar en donde está.
¿Qué se debería hacer? A mi juicio lo mejor es trasladarla a la capillita primorosa, verdadera pequeña joya arquitectónica del estilo inglés Tudor, rarísimo en España, y único en Galicia. En el fondo de esa capillita hay un retablito barroco insignificante y detrás de él una arquería exornada de angelitos de un bellísimo estilo que apenas puedo adivinar por la dificultad de ver por la rendija del altar. Este arco parece muy anterior a la capilla cuyo detalle es del más fino renacimiento y aquel debe ser de principios del xiii. Sería extraordinario retirar el altar barroco y colocar sobre un sencillo altar formado con dos piedras (que acaso podrían utilizar de las sobrantes del cementerio) y un dado de otra tosca piedra y sobre ella la Virgen de Sejalvo.
El conjunto será espléndido, de arte. Él solo, merecería que los turistas fuesen especialmente a verlo, aparte del curioso atractivo que ofrecería el pueblo, que es muy característico (me ocuparé de él en un artículo especial, en Faro de Vigo) ¡Si estuviera más limpio!
Claro que esta solución no produce ingresos sino un poquísimo gasto, pero el beneficio que la Religión y el Pueblo de Sejalvo tendrá con ello será importante.
¿No podría hacer una pequeña suscripción para esto? ¿El arreglo de la iglesia? ¿No hay ahí algún americano?
Yo, por mi parte, no tendría inconveniente en pasarme con usted dos ó tres días y dejar instalada la Virgen en el lugar que propongo.
Saldré para Galicia dentro de cuatro o cinco días e iré a Santiago para la inauguración del Hotel Compostela y otros asuntos.nota 2 Luego iré a Vigo para la propaganda de un nuevo templo en construcción en la Guía. Y luego (a primeros de septiembre), a Orense y en ese época podré ir a Sejalvo. Hasta entonces, se ofrece suyo afectísimo amigo, Antonio Palacios.
A fin de que el sr. Obispo quede informado, le ruego le envíe esta carta, croquis a lápiz y recortes de periódico, en cuanto tome usted nota de todo ello. A. P.1: 244–245 nota 3
Meses después de esta misiva, el 31 de enero de 1931, el obispo solicitó fotografías de la talla al párroco, quien se las remitió junto con una carta el 7 de febrero:
Dignísimo y Rvmo. Señor: Según me ha indicado el 31 del pasado mes, le acompaño tres fotografías de la consabida Imagen de piedra que dicen ser de Ntra. Señora de la Silla, y que yo denomino de Belén, por la similitud que tiene con la del altar que existe en el Pórtico de la Gloria de esa S. I. Catedral,nota 4 o de Santa María Madre, y que por ignorar el mérito que ostenta, la tenían mis predecesores relegada al olvido en un esquinal del suelo inmediato al local trastero de esta Iglesia de Sejalvo.
Pero al comprender yo que en ella, además de la antigüedad, contenía especial valor artístico, ordené se pusiera sobre el muro del atrio, arrimada a la pared sur del Templo, a fin de que los fieles transeúntes pudieran dirigirle sus plegarias, y los inteligentes admirar el trazado de la escultura de su época.
Y en verdad, que ha producido sus efectos, pues entre otras personas competentes que le ha llamado la atención, figura el gran Maestro de la Arquitectura Dn. Antonio Palacios y Ramilo, que al venir en septiembre último a examinar a esta Iglesia de mi cargo varios trabajos arqueológicos, se fijó detenidamente en la Imagen de que se trata, sacando su diseño a lápiz y añadiendo: «acaso no habrá un ejemplar como este en la exposición actual de Barcelona», tal es su mérito relativo.
A esta manifestación de tan sabio Presidente de la Real Academia de Bellas Artes siguieron la de más individuos peritos en el asunto, entre los que se encuentran unos anticuarios de Madrid, que ofrecieron espontáneamente por la Imagen mil pesetas, y a quienes dije primeramente tenía que comunicárselo al Ilmo. Sr. Obispo de la Diócesis, para su conocimiento, y disposición de lo que más crea conveniente, noticiándoles después acerca de los que se digne acordar. ≡ Debido a esto envío reporto al Rvmo. Prelado los tres aludidos retratos, el segundo para el Sr. Palacios y el tercero para los miembros de la Comisión de Monumentos, por si tienen a bien dictaminar si vale o hay quien abone más precio, á igual que la resolución de V. S. I. y demás diligencias precisas si acuerdan enajenarla, por cuanto su importe lo reclaman las varias necesidades de este Templo parroquial y de lo que se dará oportunamente conocimiento a nuestro celosísimo Superior Jerárquico al solicitar las licencias que en todos los casos se requieren.
Al saber la suma que por la Imagen de piedra ofrecieron, y a evitar, acaso, su intencionada desaparición, mandé sacarla inmediatamente del supradicho muro y depositarla en lugar seguro, esto es, dentro de la Iglesia parroquial, al lado del altar de la Capilla de San Roque, si bien al fotografiarla hubo que ponerle, por la parte de atrás, la cortinilla que se reconoce.
La Imagen de la Virgen de la Silla está hecha de una sola pieza de piedra que mide de alto un metro y de ancho cuarenta centímetros: carece de la mitad del brazo derecho con su mano, y punta de la nariz; presenta pequeñas faltas al lado de atrás de la cabeza y corona del Niño Jesús, con alguna que otra en los dibujos que la rodean, y se halla sentada sobre un sillón de respaldo cuadrado que, en cada uno de sus cuatro esquinales, aparece un león entre sus adornos. Los Sres. Curas que de Sejalvo fueron, al no incluirla en sus inventarios, prueban la poca importancia, menos valor y escaso mérito que le reconocían, y que el actual ha tratado de subsanar, participándole esto a V. S. I. para su acertada resolución.
Como la cantidad asignada anualmente al Culto de Sejalvo no llegue, y sus atenciones sean mayores, se sigue que no habiendo quien ayuda con sus limosnas los fondos de fábrica para el mejoramiento, cuidado y limpieza de la Casa de Dios, claro es que esto tiene que suplirlo con su celo y desprendimiento el Párroco al llevar a cabo arreglos y reparos precisos en el Templo sin excederse de las sumas que él pueda invertir, y aún a pesar de esto, y de condonar varias partidas anotadas, la Iglesia de Sejalvo debe en la actualidad el Señor Rollón cuatrocientas diez pesetas de las que perdona en las cuentas corrientes doscientas diez pesetas.
Sin embargo, es necesario beneficiar esa Imagen según plazca a V. S. I. a fin de reunir fondos, toda vez hay que hacer la reteja general de esta Iglesia, incluyendo materiales, con revoque de argamasa en el centro y extremidades del tejado, por haber diez años que tal operación no se ha efectuado, aún cuando se reparasen con frecuencia sus goteras: como igualmente la recomposición de la cúpula lucernario, en la que los fuertes vendavales también ocasionaron bastante daño, derribando parte de la cal hidráulica que con sus ventanales le rodea, por lo que se introduce forzosamente el agua en el interior del Templo, aproximándose su coste a trescientas pesetas, sin contar otras atenciones que en su día se indicarán.
Y no molestando más la atención de V. S. I. se halla siempre a sus órdenes este su menor Capellán que respetuosamente le saluda y besa su Pastoral Anillo.
Juan Bta. Rollón.1: 245–247
El 15 de julio de 1931 el párroco volvió a escribir al obispado para insistir en lo urgente de la obtención de fondos con el fin de acometer obras de reparación en la iglesia, ofreciendo la talla de la Virgen de Seixalbo como contraprestación:
Excmo. e Ilmo. Sr. Obispo de Orense
Dn. Juan Bautista Rollón, Cura párroco de San Verísimo de Sejalvo, a V. E. I. respetuosamente
Expone: que a pesar del cuidado que los señores Curas respectivos, se aproxima a doce años que no se ha hecho la reteja general en esta Iglesia, que mide veinte y cuatro metros de largo por once de ancho, como tampoco la reparación del cimborrio-lucernario, hoy tan necesarios, a evitar los notorios daños que las lluvias y vendavales causan en su interior con la introducción de aguas y humedades que perjudican al edificio y su estructura.
El importe de estas reformas y reparos asciende a quinientas pesetas, precio en que se compromete a hacerlas el Maestro Albañil de Rairo, D. Antonio Blanco y Blanco, que también firma, en armonía con los datos aportados, y que a la terminación de la obra especificará en la relación-presupuesto para el ajuste de cuentas: y en cuya suma se hallan comprendidos las reteja general del Templo, incluyendo la parte trasera Norte: sobre cuatro moyos de teja nueva que hacen falta con algún ladrillo; revocación con argamasa de los canalones del borde de sus caras, cuadrados e hilada del centro del tejado, cual venía figurando, y arreglo del cimborrio-lucernario; reforma de sus cuatro ventanales; reposición de cristales; de la Cruz de su Cúpula; de llanos caídos; encintado y pintura de las paredes del mismo y demás trabajos precisos.
Para acometer obras tan urgentes como necesarias, no hay dinero de fondos, toda vez que esta Iglesia tiene un alcance en contra de trescientas cuarenta y cuatro pesetas según aparece del libro de Fábrica últimamente aprobado; debido a lo que a V. E. I.
Suplica se digne anticipar esas quinientas pesetas con destino al asunto de que se trata y autorización para realizar las referidas obras, respondiendo de tal cantidad la Imagen de piedra de Ntra. Señora de la Silla, de relativo mérito artístico, existente en esta parroquial, que desde el momento de la concesión de la supradicha suma queda esa efigie a favor de V. E. I. y Rvmos. Prelados que le sucedan, continuando en el mismo sitio u otro lugar que más conveniente crea custodiarse.
Gracia que espera conseguir de la notoria bondad de V. E. I. cuya vida Dios guarde muchos años.
Sejalvo, Julio quince de mil novecientos treinta y uno.
Antonio Blanco.1: 247–248
La respuesta del obispado llegaría al día siguiente:
SECRETARÍA DE CÁMARA Y GOBIERNO DEL OBISPADO DE ORENSE, 16 de julio de 1931
Sr. Cura de Sejalvo.
Estimado en el Señor: Antes de resolver instancia, es menester que tenga la bondad de enviar a este palacio episcopal, la imagen de piedra a que hace referencia en su escrito. Inmediatamente se decretará el anticipo, para reintegrarse en el día que se vendiere.
Atentamente de Ud. S. y a. q. b. s. m.,1: 247
Al día siguiente, el obispo concedería licencia al párroco de Seixalbo para el acometimiento de las obras:
Excmo. e Ilmo. Señor
Juan Bta. Rollón
Orense, 17 de julio de 1931
Por la presente autorizamos al Sr. Cura párroco de San Verísimo de Sejalvo para hacer en la iglesia parroquial las obras a que se refiere en su instancia de quince de los corrientes, cuyo importe es de quinientas pesetas. Una vez realizadas las obras mandará a nuestra secretaría de Cámara relación de ellas y justificante de los gastos con el Vo Bo del Sr. Arcipreste. Después entregaremos dicha cantidad a condición de reintegro que será a cuenta del valor de la imagen de piedra a que se refiere el Sr. Cura, la cual desde este momento queda de propiedad del Prelado Diocesano y deberá ser traída a la mayor brevedad a nuestro Palacio Episcopal.
Por mandato de S. E. R.
El Obispo, mi señor
Dr. Martín Fernández
Penitenciario Srio.1: 248
En octubre de ese mismo año el obispo recibió la relación de las obras solicitada:
Excmo. e Ilmo. Sr. Obispo de Orense
Sejalvo, octubre 29 de 1931
Excmo. y Rvmo. Señor: Teniendo en cuenta a lo solicitado por el Párroco que suscribe, en 15 de julio último, y a la autorización de V. E. I., con lo demás que se ordena en el superior oficio del 7 del mismo mes, se han ejecutado fielmente en esta parroquial de Sejalvo, las obras y trabajos contenidos en la referida instancia, y todo según documento de compromiso que se archiva y literalmente dice:
«En el pueblo de Sejalvo, Ayuntamiento y provincia de Orense, a veintidós de Julio de mil novecientos treinta y uno, ante el Sr. Cura párroco de la misma y testigos, digo yo Antonio Blanco y Blanco, casado, Maestro Albañil, con residencia en el pueblo de Rairo, que por la presente me obligo a hacer por el precio de quinientas pesetas la reteja general de la Iglesia de Sejalvo—mide veinticuatro metros de largo por once de ancho—incluyendo la parte trasera Norte, la teja nueva que haga falta para la revocación con argamasa de los canalones del borde de sus caras, cuadrados e hilada del centro del tejado, cual venía figurando, y arreglo del lucernario, en la forma convenida, reforma de sus cuatro ventanales, reposición de cristales faltosos, de la Cruz de la Cúpula, a modo de mármol, de llanos caídos, encintado y pintura de las paredes del mismo, y demás trabajos precisos, cuyos materiales presupuestados se numeran:
Para rasilla 30 pesetas. Para cuatro quintales de cal, 12 pesetas y 50 céntimos. Para dos sacos de cal hidráulica 12 pesetas. Para dos sacos de cemento 13 idem. Para cornisas 20 id. Para pedanías 10 id. Para una cruz mármol con destino a la Cúpula 35 id. Para cristales 15 pesetas. Para un ciento de teja 10 id. Ye el resto hasta quinientas pesetas para carretos de arena, materiales de andamios, tapar con cemento algunos agujeros en las escaleras interiores de subida a la torre, y jornales devengados, o sea, mano de obra, etc.
Conforme el Dn. Juan Bta. Rollón con lo propuesto por el Antonio Blanco y Blanco, desde luego queda cerrado el contrato entre ambos provistos en precio de las quinientas pesetas indicadas, debiendo el Blanco proceder, lo más pronto posible, a la realización de las obras las que sean abonadas a su terminación y disponer de su reconocimiento en prueba de lo cual y a los efectos consiguientes, firman este documento con los testigos presenciales Manuel Vázquez Guede y Constantino Rodríguez Santás, casados, mayores de edad y empadronados en esta superdicha parroquia de Sejalvo, según sus cédulas personales,≡ Antonio Blanco y Blanco,≡ Juan Bta. Rollón,≡ Sellado,≡ Manuel Vázquez,≡ Constantino Rodríguez».
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