ESCULTURAS DE ESPAÑA
Fuente de Hércules | ||
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Fuente de Hércules | ||
Autor | Antoni Gaudí | |
Creación | 1884 | |
Ubicación | Av. Diagonal 686, Distrito de Les Corts, Barcelona, España | |
Estilo | Modernista | |
Material | Hierro forjado y piedra | |
Técnica | Escultura | |
Dimensiones | 3,40 x 5 x 3,08 | |
Coordenadas | 41°23′16″N 2°07′01″E | |
La fuente de Hércules (en catalán: Font d'Hèrcules), también conocida como Fuente Gaudí, se encuentra en el Palacio Real de Pedralbes de Barcelona. Fue construida en 1884 con un diseño del arquitecto Antoni Gaudí y está inscrita como Bien Cultural de Interés Local (BCIL) en el Inventario del Patrimonio Cultural catalán con el código 08019/2050.1
Esta obra pertenece a la etapa orientalista de Gaudí, en la que realizó una serie de obras de marcado gusto oriental, inspiradas en el arte del Próximo y Lejano Oriente (India, Persia, Japón), así como en el arte islámico hispánico, principalmente el mudéjar y nazarí. En esta época Gaudí emplea con gran profusión la decoración en azulejo cerámico, así como los arcos mitrales, cartelas de ladrillo visto y remates en forma de templete o cúpula.2
Historia[editar]
El Palacio tiene su origen en la antigua masía de Can Feliu, del siglo xvii. La finca fue adquirida en 1862 por Eusebi Güell, junto con la vecina Can Cuyàs de la Riera. Juntas formaron la finca Güell, de una extensión de 30 000 m². Güell encargó la reforma de la torre Can Feliu al arquitecto Joan Martorell, que construyó un palacete de aire caribeño, acompañado de una capilla neogótica y rodeado de magníficos jardines.3 Más tarde, se encargó a Antoni Gaudí el encargo de reformar la casa y construir un muro de cerca y los pabellones de portería. Gaudí también se encargó parcialmente del diseño de los jardines de la finca, construyó dos fuentes y una pérgola, y plantó diversos tipos de plantas mediterráneas (pinos, eucaliptos, palmeras, cipreses y magnolias).4
En 1919, los herederos de Güell cedieron la casa y parte de los jardines a la Corona, en agradecimiento por el nombramiento nobiliario como conde a su padre el año anterior, poco antes de fallecer.5 Entonces se acometió una nueva remodelación para convertirla en Palacio Real (1919-1924), a cargo de los arquitectos Eusebi Bona y Francesc Nebot, en estilo novecentista. Los jardines fueron entonces rediseñados por Nicolau Maria Rubió i Tudurí, a partir de un proyecto que integraba, en un trazado geométrico decorativo, gran parte de los árboles ya existentes, con un estanque y diversos elementos decorativos, como la fuente de Gaudí, bancos de bambú, tres fuentes luminosas obra de Carles Buïgas y diversas estatuas.5 Al proclamarse la República en 1931, el palacio pasó a ser propiedad del Ayuntamiento de Barcelona, que decidió instalar el Museo de Artes Decorativas, inaugurado en 1932. Durante el régimen franquista volvió a ser residencia del jefe del estado. Actualmente el palacio es de titularidad de la Generalidad de Cataluña. Los jardines son de acceso público.6
La fuente fue restaurada en 1983.7 En 2021 fue encontrado el busto original en un almacén municipal del Ayuntamiento de Barcelona. Cedido al Museo Nacional de Arte de Cataluña, fue restaurado e incorporado a una exposición temporal titulada Gaudí organizada en el museo. El busto es obra del escultor Rossend Nobas, una pieza de gres rojo de 476 kg. En el casco tiene esculpido el segundo trabajo de Hércules: la muerte de la Hidra de Lerna.8
Descripción[editar]
Dentro del conjunto desarrollado en la finca Güell, Gaudí realizó esta fuente en un paraje algo escondido de los jardines, en medio de un bosquete de bambús que provocó que durante años la obra pasase desapercibida, hasta que fue redescubierta en 1983 por el arquitecto municipal Ignasi Serra Goday.9 La fuente está dedicada al héroe mitológico Hércules, al que está dedicada también la reja de entrada de los pabellones de portería realizados por Gaudí; esta reja, ejecutada en hierro por Joan Oñós, un colaborador de Gaudí, tiene forma de dragón, y representaría a Ladón, el dragón guardián del Jardín de las Hespérides, vencido por Hércules en su undécimo trabajo. Este episodio fue narrado por Jacinto Verdaguer en su poema La Atlántida, dedicado a Antonio López y López, primer marqués de Comillas, que era el suegro de Eusebi Güell; según Verdaguer, Hércules fue el fundador legendario de Barcelona.10
La fuente consta de un banco de piedra de forma elíptica con respaldo de mampostería, en cuya parte central se alza un pedestal sobre el que se encuentra un busto de Hércules —este busto no es el original, y fue colocado en la restauración efectuada en 1983—. De la base de este pedestal surge un caño con forma de dragón chino, que vierte el agua en una pila con el escudo de Cataluña. El conjunto es sobrio pero estético, y se integra de forma armónica con la naturaleza circundante, una de las preocupaciones del arquitecto en su obra, ya que para el genio reusense la naturaleza era su gran maestra.
Fuente de las Tres Gracias | ||
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Fuente de las Tres Gracias | ||
Autor | Antoine Durenne | |
Creación | 1867 | |
Ubicación | Plaza Real, Distrito de Ciutat Vella, Barcelona, España | |
Estilo | Academicismo | |
Material | Hierro colado sobre base de piedra | |
Técnica | Escultura | |
Dimensiones | 5,62 x 8,51 | |
Coordenadas | 41°22′48″N 2°10′31″E | |
La fuente de las Tres Gracias (en catalán: Font de les Tres Gràcies) se encuentra en la plaza Real de Barcelona, en el distrito de Ciutat Vella. Fue creada en 1867 por Antoine Durenne sobre un diseño de Louis-Tullius-Joachim Visconti, e instalada en 1876 con un proyecto arquitectónico de Antoni Rovira i Trias. Esta obra está inscrita como Bien Cultural de Interés Local (BCIL) en el Inventario del Patrimonio Cultural catalán con el código 08019/646.1
Historia y descripción[editar]
La plaza Real, así llamada en honor a los Reyes Católicos, se comenzó a construir en 1850 en el solar dejado por un antiguo convento de capuchinos, con un proyecto de urbanización de Francisco Daniel Molina. En el centro se decidió poner un monumento dedicado a Fernando el Católico, encargado al escultor valenciano Josep Piquer. Pero en 1856, en una visita de la reina Isabel II, como todavía no estaba fundida la estatua en bronce se decidió instalar un primer modelo que tenía hecho el escultor en yeso, que no fue del agrado de los ciudadanos, que poco después lo rompieron a pedradas. Tan solo quedó el pedestal, obra de los hermanos Baratta, que fue derribado en 1868 en el transcurso de la revolución que dio origen a la I República.2
Entonces, en 1876 se planteó la colocación de otro monumento en la plaza, y por iniciativa del arquitecto Antoni Rovira i Trias se decidió la instalación de esta fuente, copiada de un modelo francés elaborado diez años antes por Antoine Durenne sobre un diseño de Louis-Tullius-Joachim Visconti. La fuente está compuesta por un estanque circular en cuyo centro se alza una taza con seis mascarones que arrojan agua, sobre la que se ubican las estatuas de las Cárites, rematadas por otra taza superior. Antiguamente estaba rodeada de un parterre circular de césped cercado por una barandilla baja de hierro, y el estanque de la fuente quedaba a ras de suelo; posteriormente se eliminó este parterre y se circundó el estanque con un muro bajo de piedra.3
Las figuras de Aglaya, Eufrósine y Talía, diosas del encanto, la creatividad y la fertilidad, están representadas en forma de triple Hécate, espalda con espalda y con las manos entrelazadas, como en una danza. Este modelo estaba inspirado en unas estatuas de Germain Pilon elaboradas hacia 1560 para la iglesia parisina de los Celestinos, conservadas actualmente en el Museo del Louvre, que a su vez estaban influidas por un dibujo de Primaticcio. Este modelo tenía un origen neoplatónico, en que las tres Gracias representarían el amor, la belleza y el placer, al tiempo que es una alegoría de las tres acciones liberales de origen estoico: ofrecer, aceptar y devolver los beneficios. De la serie elaborada por Durenne surgió otra fuente homónima instalada en la plaza de la Bolsa de Burdeos.4
Esta fuente fue sustituida en 1892 por un surtidor luminoso y trasladada a la Rambla del Poblenou, pero en 1926 fue retornada a su lugar original por decisión de Nicolás María Rubió Tudurí, director de Parques y jardines de Barcelona.
La fuente fue restaurada en 1983, en el conjunto de una reforma de la plaza en que se eliminó el tráfico de vehículos. Cerca se encuentran las farolas diseñadas por Antoni Gaudí para la plaza.
Fuente de los Niños | ||
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Fuente de los Niños | ||
Autor | Josep Reynés | |
Creación | 1893 | |
Ubicación | Parque de la Ciudadela, distrito de Ciutat Vella, Barcelona, España | |
Estilo | Realista | |
Material | Mármol | |
Técnica | Escultura | |
Dimensiones | 2,76 x3,28 x 3,28 (total), 2,30 x 1,50 x 1,50 (figura), 0,46 x 3,28 x 3,28 (base) | |
Coordenadas | 41°23′17″N 2°11′02″E | |
La fuente de los Niños (en catalán: font dels Nens), también conocida como Jarrón con niños (en catalán: Gerro amb nens), es una fuente escultórica situada en el parque de la Ciudadela de Barcelona, en el distrito de Ciutat Vella. Obra de Josep Reynés de 1893, es una de las esculturas más populares del parque. Esta obra está inscrita como Bien Cultural de Interés Local (BCIL) en el Inventario del Patrimonio Cultural catalán con el código 08019/647.1
La fuente está situada en el paseo de las Magnolias del parque, frente al Museo de Zoología, también conocido como Castillo de los Tres Dragones, edificio que sirvió de restaurante durante la celebración de la Exposición Universal de 1888, obra de Lluís Domènech i Montaner. Para su confección se depositó en el lugar un bloque de mármol de 400 quintales, en mayo de 1891, en la ubicación donde se había situado el pabellón del Círculo del Liceo durante la Exposición Universal. Reynés modeló la obra, que tenía finalizada en julio de ese año, aunque el conjunto de la fuente no se finalizó hasta diciembre, y fue inaugurada ya en 1893.2
En un estanque de forma octogonal y sobre un pedestal de cuatro brazos decorado con volutas se alza la escultura, un gran jarrón sobre el que suben unos niños desnudos, unos subiendo y otros que ya se encuentran arriba. En un lateral, el niño de abajo pone las dos manos para impulsar a otro que se encarama al jarrón, mientras que un tercero se encuentra ya en el borde; arriba, hay un niño de pie, mientras otro está tumbado asomando la cabeza fuera, y un tercero se zambulle en el agua del jarrón, con las piernas por fuera. La obra es de un gran dinamismo y minuciosidad de detalles, de aspecto informal y decorativo, rompiendo con la seria monumentalidad de la mayor parte de obras escultóricas del parque. El autor supo dar a los niños una gran variedad de gestos y expresiones, con un vivo realismo tanto en el movimiento de las figuras como en el trabajo anatómico de los infantes, así como en los múltiples detalles decorativos del jarrón.
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