ESCULTURAS RENANCENTISTAS DE ESPAÑA
El retablo de San Miguel se hizo para la capilla del mismo nombre, en la catedral de Astorga. Capilla y retablo fueron una donación del mecenas Duarte Pérez, protonotario y canónigo de esta catedral, tal y como se informa en la inscripción que está a lo largo de la predela.
Esta capilla dotó el Sr. Duarte Pérez, protonotario y canónigo desta yglesia a servicio de Dios y de Santa María y del señor San Miguel arcángel e acabóse año 1530
Es un retablo renacentista, anónimo de 1530, pintado al óleo sobre tabla. Mide 4,37 x 3,58 x 0,25 m. Consta de banco y dos cuerpos divididos en tres calles. Su arquitectura tiene elementos del gótico (doseletes) y del plateresco (grutescos, medallones, veneras, etc.). La pintura de las tablas narra las escenas de la Pasión de Cristo. En el centro y en el segundo cuerpo se halla una escultura de la Virgen, ocupando el lugar donde estuvo una imagen del arcángel Miguel, titular del retablo.
Descripción del retablo[editar]
La traza arquitectónica es de estilo plateresco con decoración de grutescos, medallones, veneras y candelieri, aunque también presenta un pequeño recuerdo del estilo gótico en los doseletes. La distribución de cuerpos y calles está perfectamente limitada por columnas cuadradas con decoración a candelieri de talla lombarda y capiteles con ornamento vegetal además de los entablamentos y cornisas talladas y doradas. Las tablas pictóricas tienen todas las características de las pinturas hispano-flamencas que se aprecian en la composición del tema, el colorido, los paisajes y otros muchos detalles. Según el profesor Manuel Gómez-Moreno, el autor debió pertenecer a la escuela de Juan de Borgoña. Otros críticos creen ver más la influencia de Juan de Flandes.1
La predela o banco tiene en el centro el tema de la Piedad con cuatro personajes; a su derecha los santos Lorenzo y Santiago y a su izquierda Andrés y Martín en cuya efigie está retratado el donante. La narración de la Pasión de Cristo comienza en el segundo cuerpo, en la calle de la izquierda del espectador. Esta primera tabla muestra la escena del prendimiento con el detalle del beso de Judas y San Pedro rasgando la oreja con su espada a Malco (siervo o esclavo del Sumo Sacerdote).
La segunda tabla, en la calle de la derecha, cuenta la escena del Ecce Homo, apoyándose en una arquitectura especial que muestra un ventanal a través del cual, a lo lejos, se ven las dos cruces de los dos ladrones a la espera de la tercera de Jesús. Es de destacar el detalle del aguamanil y la toalla en alusión a Pilatos, en un ángulo abajo a la izquierda.
El siguiente episodio es Jesús con la Cruz a cuestas, saliendo por la puerta de la muralla (apenas perceptible), cuyo paisaje muestra de nuevo a lo lejos el monte Calvario. A continuación, en el centro, la pintura representa el Descendimiento, con el detalle de José de Arimatea subido ya a la escalera. El último suceso se refiere al Santo Entierro de Jesús. El retablo culmina con tres veneras y dos jarrones entremedias.
El altar de Santa Catalina es un retablo-altar de estilo del primer renacimiento español, realizado por los escultores Juan Rodríguez y Lucas Giraldo para la catedral de Ávila en el año 1529. Ambos escultores eran discípulos y seguidores de Vasco de la Zarza, con el que habían colaborado en la ornamentación de diversas obras realizadas en la misma catedral abulense.1
Descripción[editar]
Se encuentra el altar de Santa Catalina, adosado a un pilar de uno de los arcos torales de la nave central y ejecutado en piedra de alabastro, material más blando que el mármol y que permite una mejor y más rápida talla. Resalta en gran medida el contraste de la calidad cérea o de miel del alabastro junto con la piedra de la arquitectura antigua de la catedral. El retablo consta de tres cuerpos, separados por pedestales y columnas y cerrados por pilastras. Los pedestales contienen hornacinas y entre ellas escenas en relieve. Cada calle lateral muestra dos composiciones. Sobre los capiteles de las columnas hay un amplio entablamento y un remate en semicírculo, estos cuerpos laterales siguen la curva que forma el pilar donde está adosado el altar. Todo está decorado con una exaltada multitud de aves, sátiros, ángeles y grutescos propios del renacimiento.1Ver imagen del altar de Santa Catalina.
En el cuerpo central hay un nicho mayor donde se encuentra la santa (Catalina de Alejandría) con un relieve casi de bulto redondo, con bellos pliegues en movimiento gracias a un ligero contraposto de la imagen. Como es habitual emplean para su descripción iconográfica los atributos clásicos de la misma, vestida con túnica o manto romano; en su parte derecha por detrás de las vestiduras aparece la representación de unas púas pertenecientes a una rueda y con una espada en la mano, siendo ambos los instrumentos de su martirio. Bajo sus pies aparece un busto que representa al emperador Majencio, vencido por la sabiduría de la santa, que sostiene en sus manos un libro como símbolo de su saber.2 El remate de este cuerpo central es más elevado que los laterales y está situado entre pilastras y una arquivolta, con una escena también en relieve con la imagen del Niño Jesús.1
Recibieron por esta obra la cantidad de 633 ducados que, en comparación con el coste de otros trabajos para la misma catedral, está por debajo de lo que era habitual.
El retablo del monasterio de Cañas, es una obra del renacimiento español del siglo xvi realizado por el escultor Guillén de Holanda y el pintor Andrés de Melgar, para la iglesia del monasterio de Santa María del Salvador de la población de Cañas de la comunidad autónoma de La Rioja (España).
Historia[editar]
El monasterio se creó en el año 1169 por el conde Lope Díaz de Haro y Aldonza Ruiz de Castro que donaron las tierras a la orden del Císter, y se establecieron unas monjas benedictinas que se cambiaron a la orden cisterciense.1 En este monasterio ingresó la fundadora cuando se quedó viuda junto con su hija Urraca López de Haro que llegó a ser abadesa. Con ella empezó la construcción de la iglesia, que consta de tres naves con crucero y tres ábsides. Para el ábside central se hizo, por demanda de la abadesa Leonor de Osorio (1523-1570), un retablo en honor de la Virgen María. Para dejar al descubierto los grandes ventanales góticos que fueron tapados con el retablo, se procedió a su traslado a los pies del templo en el año 1975.
Descripción[editar]
El retablo tiene la forma de tríptico y se compone de banco, tres pisos y ático. Consta de siete calles, tres en la parte central y dos en cada lateral, divididas por columnas y pilastras. Dentro de estas divisiones se encuentran imágenes de bulto policromadas, relieves y ornamentos de talla de cabezas de angelitos para separar los pisos, realizados por Guillén de Holanda y tablas de pintura, ejecutadas por Andrés de Melgar.
- Escenas en relieve del banco: De izquierda a derecha, la Última cena, San Pedro y San Pablo con sus atributos de las llaves y la espada; en el centro, lugar para el Sagrario, San Juan y San Andrés con los atributos de una copa con la serpiente alada2 y la cruz en aspa y la Flagelación de Cristo.
- En las tres calles centrales las esculturas son exentas: En el primer piso, las imágenes que se encuentran no son las originales: una Virgen con Niño del siglo xiv, y San Benito y San Bernardo. En el segundo piso, San Juan Bautista, la Epifanía y el arcángel San Miguel. En el tercer piso, Santa Catalina, La Asunción de la Virgen y María Magdalena. En el ático correspondiente a este cuerpo principal se encuentra un Calvario con Cristo en la cruz y a sus lados San Juan y su Madre María.
- En las dos calles de cada parte lateral del tríptico del retablo se encuentran tablas pintadas: En el primer piso, la Misa de San Gregorio, La Anunciación, La Visitación y San Bernardo junto con la representación del retrato de la abadesa Leonor de Osorio comitente del retablo, arrodillados ante la Virgen con Niño. En el segundo piso, San Sebastián, San Joaquín y Santa Ana ante la Puerta Dorada, la Huida a Egipto y San Roque. En el tercer piso, Santiago peregrino, la Dormición de la Virgen, la Natividad de San Juan Bautista y el obispo San Nicolás y en el ático, un Ecce Homo, San Jerónimo, la Trinidad y una Piedad.
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