ESCULTURAS DE ESPAÑA
Retablo de la Virgen del Pilar y Santiago | ||
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Autor | anónimo | |
Creación | 1785 | |
Ubicación | Catedral de Orense (Galicia, España) | |
Estilo | rococó | |
Material | madera dorada | |
El retablo de la Virgen del Pilar y Santiago es una obra anónima realizada en 1785. Está ubicado en la Catedral de Orense (Galicia, España).
En el paramento izquierdo del brazo norte del transepto de la catedral, donde se halla el retablo,nota 1 existía un altar dedicado a Santiago desde finales del siglo xvi; en él celebraba la fiesta del santo la Cofradía de Santiago, integrada únicamente por nobles y personas distinguidas, lo que terminó por causar rivalidades con otros sectores de la población, hecho que llevaría a su pronta desaparición. La determinación de no permitir el ingreso más que a personas de alto rango provocó tal nivel de agitación que en una de las festividades uno de los cofrades principales mató a otro asestándole un golpe en la cabeza con un hacha de cera.1: 148
Anteriormente este espacio de la seo estuvo ocupado por la imagen del Santo Cristo, la cual sería trasladada a su actual emplazamiento el 8 de abril de 1573 a las nueve de la noche en una ceremonia a puerta cerrada, con el obispo Fernando Tricio de Aranzana y el cabildo catedralicio como únicos testigos del acontecimiento.2 Tras este cambio de ubicación se instaló el altar de Santiago, el cual se policromó en 1595, disponiéndose sobre el mismo una talla escuestre del santo donada por Álvaro de Oca.1: 148–149 nota 2 El retablo actual fue regalado en 1785 por el deán Antonio Francisco Salgado y Vergara, quien ya en 1778 obsequiara a la seo un retablo con las imágenes de la Inmaculada Concepción y San Francisco de Paula, obra emplazada en la girola. Fallecido en 1791, Salgado dejó en su testamento a la fábrica, entre otras cosas, un cuadro de grandes dimensiones de San Jerónimo1: 148–149 pintado por Diego Polo hacia 1650 (colgado en el muro izquierdo de la Capilla de la Resurrección),3: 46 un lienzo de la Anunciación, otro de la Resurrección, y el escaparate de la Purísima Concepción que guardaba en su oratorio,1: 149 imagen hoy conservada en la sacristía.4: 70 De acuerdo con una noticia registrada en su repertorio por Juan Pérez de Noboa, antaño el retablo estuvo cercado por una reja de hierro cuyo perímetro comprendía también el sepulcro del obispo Vasco Pérez Mariñonota 3 y dos de sus sobrinos, dignidades de la seo.1: 148
Realizado en madera cubierta de pan de oro y de estilo rococó,nota 4 el retablo se compone de un cuerpo de una sola calle con altar, banco y ático. El banco o predela, ornamentado con notables basas cilíndricas a ambos lados y con sencillas pilastras en los extremos, exhibe grabada en la zona central una representación del sepulcro del apóstol acorde a las armas de Compostela. Respecto al cuerpo, este posee en el centro una hornacina avenerada de medio punto apoyada sobre pilastras decoradas con relieves de cuadrilóbulos y flanqueada por columnas abombadas con estrías en vertical las cuales se coronan con capiteles de orden compuesto. Destacan sobre el vano unos relieves en forma de S muy del gusto rococó sobre una cornisa de formas rectas y perfil escalonado que se quiebra en el centro, donde sobresale un voluminoso relieve de rocalla bajo otra cornisa de mayores dimensiones con arco de medio punto en la sección central. Este cornisamento sirve de base al ático, compuesto por una hornacina de medio punto de factura mucho más simple que la del cuerpo y flanqueada por pilastras mixtilíneas de las que parten arcos que dotan al ático de un perfil semicircular a la vez que crean una forma ligeramente similar a un cascarón por el hecho de poseer forma de nicho. Toda la estructura se enmarca con floritura de rocalla, destacando en la parte alta una gran concha de vieira en alusión a uno de los elementos más característicos e identificativos del apóstol. En cuanto a la imaginería, el retablo alberga dos tallas, ambas en madera policromada: una Virgen del Pilar anónima del siglo xvi y estilo manierista, y un Santiago peregrino de influencia compostelana, también anónimo, fechado en la misma época que el retablo y de excelente factura.3: 54
El retablo fue sometido entre mayo y junio de 2010 a un proceso de restauración propuesto por la Asociación de Amigos de la Catedral de Orense con el apoyo de la diputación, órgano que aportó la suma de 7273,20 euros, siendo la labor ejecutada por el Centro Técnico San Martín, de la Fundación Santa María Nai. El equipo, el cual realizó la intervención in situ, estuvo formado por Sandra Padrós, Andrea Flórez y Carmen Jiménez; según declaraciones de Padrós, la estructura se hallaba cubierta de hollín y grasa producto del humo de las velas así como de polvo, si bien la madera se encontraba en buenas condiciones y se conservaba el barniz original aunque oxidado en algunas áreas, indicativo de que la pieza nunca llegó a ser repintada (solo se repolicromó el altar), motivo por el que únicamente se procedió a efectuar una limpieza química.5 La restauración fue presentada oficialmente el 19 de enero de 2011 en un acto social oficiado en la seo en el cual José Luis Baltar, expresidente de la diputación, fue nombrado socio de honor de la asociación.
Retablo de las Candelas | ||
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Autor | Alonso de Freiría | |
Creación | 1645 | |
Ubicación | Catedral de Orense (Galicia, España) | |
Estilo | manierista | |
Material | madera policromada y dorada | |
El retablo de las Candelas es una obra realizada por Alonso de Freiría en 1645. Está ubicado en la Catedral de Orense (Galicia, España).
La construcción del deambulatorio de la seo, en cuyo extremo nororiental se encuentra la capilla que acoge el retablo, supuso la modificación del triple ábside original del testero, obra imprescindible para la yuxtaposición de esta área del templo. El principal cometido de dicha labor fue la instalación de una serie de capillas así como de ventanales en la sección superior para dotar de iluminación a la girola, todo ello acorde a la traza de Simón de Monesterio, cuya muerte en 1624 supuso la paralización de las obras, las cuales serían retomadas en 1626 por los maestros Alonso Rodríguez, Gonzalo Baquero, Juan de Solaeza y Andrés Lorenzo, concluyendo entre 1630 y 1633 con Pedro Gómez de la Sierra y Rodrigo de la Hoz.1: 43 Esta labor, además de variar por completo la primitiva planta de la catedral y de provocar la total e irreparable destrucción de la antigua cabecera (pérdida lamentada por Manuel Sánchez Arteaga), no buscó armonizar la arquitectura manierista con la románica original de los siglos xii y xiii.2: 101 Inicialmente estaba proyectada la construcción en esta parte de un pequeño recinto circunvalado, destinado a atrio o claustro, que se iba a extender un poco más allá de la cabecera; este espacio recibía el nombre del santo patrón de la seo, San Martín, y en él fueron sepultados numerosos prebendados, varios de los cuales contaban con monumentos o sarcófagos, albergando el resto simples lápidas con inscripciones.2: 102
En el cabildo celebrado el 15 de junio de 1615 se acordó la construcción del deambulatorio, disponiéndose cédulas en todas las partes donde hubiese oficiales con el fin de que fuesen convocados para ajustar la obra. El 18 de mayo de 1618, ante el escribano Gregorio López de Cárdenas, se otorgó la escritura de contrato entre el cabildo y Monesterio, fijándose el precio en 7400 ducados. Las obras comenzaron en 1620, año en que fueron demolidas las capillas absidales menores, dedicadas la del norte a los santos Facundo y Primitivo (anteriormente al papa San Eleuterio) y la del sur a Santa Eufemia, la cual fungía como parroquia y fue en consecuencia trasladada a la Capilla de San Juan,nota 1 si bien las reliquias de la mártir permanecieron en el sarcófago original, situado en el paramento exterior sur de la capilla mayor, frente a la sacristía, mientras que las reliquias de los santos Facundo y Primitivo se dejaron en los lucillos correspondientes: uno en lo alto del muro situado junto a la puerta lateral norte de la capilla mayor y el otro en el paramento exterior sur de la Capilla del Santo Cristo (los restos de los tres mártires serían trasladados el 23 de junio de 1720 a su emplazamiento actual por disposición del obispo Juan Muñoz de la Cueva).2: 102 nota 2 Cinco de las siete capillas de la girola fueron levantadas siguiendo un mismo diseño, motivo por el que arquitectónicamente son idénticas y tan solo se diferencian en la decoración; las otras dos, ubicadas en los extremos y dedicadas respectivamente a San José (antes a la Anunciación)nota 3 y a San Antonio,nota 4 constituyen realmente arcosolios, motivo por el que son diferentes de las cinco capillas restantes además de poseer unas dimensiones mucho menores.
En cuanto a la capilla que cobija el retablo, denominada Capilla de Santa Isabel, Capilla de la Visitación y Capilla del Arrojo,nota 5 esta fue enajenada en 1643 por el cabildo a Antonio de Arrojo y Valcárcel, regidor y vecino de Orense, «con las sepulturas y territorio que se halla dentro y delante de ella desde el medio pilar de dicha capilla hasta el otro medio», todo ello junto con su propia sacristía y por un precio de 700 ducados, con la condición de instalar unas rejas de hierro, un retablo y un frontal, además del deber de retejarla y aderezarla. Estas obligaciones recaían no solo en Valcárcel sino también en sus sucesores, quienes debían dotar a la capilla de todo lo imprescindible «siempre que lo necesite»; por razón de la oblata, Valcárcel ofreció ochenta ducados adicionales, mientras que los capellanes de la misma tenían la obligación de asistir a las procesiones de letanías de todas las capas y las demás que salían fuera de la catedral.2: 129 Cabe destacar que la reja actual fue colocada casi dos siglos después, en 1842, tal y como consta en el acta capitular del 28 de septiembre de ese año: en dicha acta se consignó que habiendo desmantelado el ayuntamiento el cementerio anexo a la cara norte de la Iglesia de Santa María Madre con el fin de destinarlo al levantamiento de la actual plaza de la Magdalena, la corporación municipal deshizo también el atrio, compuesto por tres tramos abalaustrados con rejas de hierro que la iglesia poseía rumbo a la plaza mayor, lugar donde se construyó la escalinata que hoy conduce al templo. Esta reja sería destinada por el cabildo a la Capilla de la Resurrección, elaborándose a su vez una nueva para la Capilla de Santa Isabel, obra de Gabriel Pérez; esta costó 1948 reales y 22 maravedíes, suponiendo la instalación de ambas, junto con los zócalos, pinturas, etc., un desembolso de 1366 reales.1: 49 2: 126–127 Respecto al retablo, hay constancia de que fue elaborado en 1645 por el esamblador Alonso de Freiría siguiendo las trazas del platero orensano Isidro de Montanos.1: 49
El retablo se compone de un cuerpo con tres calles, banco y ático. El nicho central, de medio punto, está enmarcado por dos pares de columnas coronadas por capiteles de orden compuesto y decoradas con relieves en el tercio inferior, mostrando el resto fuste estriado en diagonal. Las hornacinas de las calles laterales, de forma rectangular, lucen sobre ellas frontones partidos clásicos rematados por un óvalo dorado en bajorrelieve, mientras que a un lado se halla un pilar idéntico a los que flanquean la hornacina central, coronada esta por un voluminoso frontón curvo. Este frontón se apoya en una prominente cornisa escalonada la cual descansa en la calle central sobre discretas ménsulas (de rocalla las de los extremos), apoyándose los tramos de las calles laterales en pequeñas peanas con forma de trapecio invertido. El ático muestra un Calvario (de no muy esmerada factura por estar situado lejos de la vista del público) flanqueado por pilastras y columnillas, estas últimas similares a las presentes en el cuerpo del retablo, si bien el tercio superior posee fuste estriado en vertical. Rematado con una cornisa escalonada sobre la que se ubica un frontón partido curvo rematado por volutas en el interior, a ambos lados de la escena se disponen discretos aletones rematados también en los extremos por volutas. El banco, decorado con vistosas ménsulas de rocalla y con el símbolo del avemaría en el centro, bajo la imagen titular, presenta una importante mutilación en el extremo derecho, con toda seguridad efectuada con el fin de adaptar el retablo al espacio en el que se encuentra puesto que en la zona donde se halla la sección faltante se ubica una puerta que conduce a la sacristía de la Capilla del Santo Cristo. Bajo el retablo, sin formar parte del mismo, destaca un altar pétreo con superficie de madera decorado en los extremos del frontal con ménsulas.
Respecto a la imaginería, la hornacina principal se encuentra presidida por una talla barroca del siglo xvii realizada en madera policromada de la Virgen de las Candelas. Esta imagen, ataviada con una túnica roja y una capa azul, ambas con estampación dorada, luce corona, un cirio en la mano derecha y al Niño Jesús en la mano izquierda, apoyándose en una peana decorada con las cabezas de tres serafines (destaca el hecho de que esta es la única imagen dedicada a la Virgen de las Candelas en toda la ciudad junto con la talla venerada en la Iglesia de San Pedro). A ambos lados de la hornacina central se encuentran dos tallas anónimas fechadas en el primer cuarto del siglo xviii realizadas también en madera policromada, siendo la de la izquierda San Ramón Nonato, caracterizado por portar una custodia y una palma circundada por tres coronas, y la de la derecha San Rafael, la cual se apoya en un bastón de peregrino del que cuelga una diminuta calabaza a modo de cantimplora, si bien carece del pez que debería llevar en su mano izquierda,1: 49 pese a lo cual responde a la iconografía de pescador, guardando similitudes con la talla homónima presente en el retablo mayor del Monasterio de San Martín Pinario ya que en ambas el arcángel es representado joven, imberbe, vestido con túnica larga, calzado con sandalias, alado y señalando al cielo.3: 190 Por su ejecución y datación, las tallas de San Ramón Nonato y San Rafael podrían ser obra de Francisco de Castro Canseco, quien en el primer cuarto del siglo xviii llevó a cabo varios trabajos para la catedral, como los retablos de la Resurrección, de San Miguel, de Santa Eufemia, de los santos Facundo y Primitivo y de San Sebastián y San Roque.
En lo que respecta a los demás elementos de la capilla, de medio punto con bóveda de casetones policromados, en el muro izquierdo se halla un cuadro de la Divina Misericordia con el lema «JESUS, EN TI CONFIO», obra de Maricarmen Mouronte en 2006, mientras que en el muro de la derecha se encuentra una tabla de madera del coro catedralicio con un bajo relieve de San Pelayo, quien figura representado como un hombre joven en vez de como un niño, como suele ser habitual.1: 49 Esta capilla, a diferencia de las del resto del deambulatorio, presenta la particularidad de ser la única que posee dos puertas: una en la pared de la derecha, la cual conduce a su propia sacristía; y otra en la pared frontal, a la derecha del retablo, la cual lleva directamente a través de un habitáculo al trasaltar de la Capilla del Santo Cristo, siendo en realidad la sacristía de esta última, zona restringida al público frecuentemente utilizada por el personal autorizado de la catedral, motivo por el que la Capilla de Santa Isabel se encuentra abierta y accesible a los visitantes ya que la misma es empleada como zona de paso.
Retablo de los santos Facundo y Primitivo | ||
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Autor | Francisco de Castro Canseco | |
Creación | c. 1720 | |
Ubicación | Catedral de Orense (Galicia, España) | |
Estilo | rococó | |
Material | madera policromada y dorada | |
El retablo de los santos Facundo y Primitivo es una obra realizada por Francisco de Castro Canseco hacia 1720. Está ubicado en la Catedral de Orense (Galicia, España).
La construcción del deambulatorio de la seo, en cuyo extremo norte se encuentra el retablo, supuso la modificación del triple ábside original del testero, obra imprescindible para la yuxtaposición de esta área del templo. El principal cometido de dicha labor fue la instalación de una serie de capillas así como de ventanales en la sección superior para dotar de iluminación a la girola, todo ello acorde a la traza de Simón de Monesterio, cuya muerte en 1624 supuso la paralización de las obras, las cuales serían retomadas en 1626 por los maestros Alonso Rodríguez, Gonzalo Baquero, Juan de Solaeza y Andrés Lorenzo, concluyendo entre 1630 y 1633 con Pedro Gómez de la Sierra y Rodrigo de la Hoz.1: 43 Esta labor, además de variar por completo la primitiva planta de la catedral y de provocar la total e irreparable destrucción de la antigua cabecera (pérdida lamentada por Manuel Sánchez Arteaga), no buscó armonizar la arquitectura manierista con la románica original de los siglos xii y xiii.2: 101 Inicialmente estaba proyectada la construcción en esta parte de un pequeño recinto circunvalado, destinado a atrio o claustro, que se iba a extender un poco más allá de la cabecera; este espacio recibía el nombre del santo patrón de la seo, San Martín, y en él fueron sepultados numerosos prebendados, varios de los cuales contaban con monumentos o sarcófagos, albergando el resto simples lápidas con inscripciones.2: 102
En el cabildo celebrado el 15 de junio de 1615 se acordó la construcción del deambulatorio, disponiéndose cédulas en todas las partes donde hubiese oficiales con el fin de que fuesen convocados para ajustar la obra. El 18 de mayo de 1618, ante el escribano Gregorio López de Cárdenas, se otorgó la escritura de contrato entre el cabildo y Monesterio, fijándose el precio en 7400 ducados. Las obras comenzaron en 1620, año en que fueron demolidas las capillas absidales menores, dedicadas la del norte a los santos Facundo y Primitivo (anteriormente al papa San Eleuterio) y la del sur a Santa Eufemia, la cual fungía como parroquia y fue en consecuencia trasladada a la Capilla de San Juan,nota 1 si bien las reliquias de la mártir permanecieron en el sarcófago original, situado en el paramento exterior sur de la capilla mayor, frente a la sacristía, mientras que las reliquias de los santos Facundo y Primitivo se dejaron en los lucillos correspondientes: uno en lo alto del muro situado junto a la puerta lateral norte de la capilla mayor y el otro en el paramento exterior sur de la Capilla del Santo Cristo (los restos de los tres mártires serían trasladados el 23 de junio de 1720 a su emplazamiento actual por disposición del obispo Juan Muñoz de la Cueva).2: 102 nota 2 Cinco de las siete capillas de la girola fueron levantadas siguiendo un mismo diseño, motivo por el que arquitectónicamente son idénticas y tan solo se diferencian en la decoración; las otras dos, ubicadas en los extremos y dedicadas respectivamente a San José (antes a la Anunciación) y a San Antonio, constituyen realmente arcosolios, motivo por el que son diferentes de las cinco capillas restantes además de poseer unas dimensiones mucho menores.
Para fechar el retablo resultan de vital importancia las cuentas de fábrica de la catedral de comienzos del siglo xviii, hechas públicas en 1932 por José Couselo Bouzas: «En las cuentas de Fábrica de la catedral de 1716 se consignan 7236 reales para cuenta de los dos retablos de la capilla mayor dedicados a los Santos Mártires; y en las de 1717-18, 4774, resto de los 12 000 en que fueron ajustados los retablos de San Facundo y Primitivo. En las de 1718-19 hay una data de 1300 reales por la hechura del altar de la Resurrección; y en la misma fecha aparece hecho el de Santa Eufemia».3: 260 El retablo de los santos Facundo y Primitivo forma pareja con otro retablo dedicado a Santa Eufemia, el cual se halla en la cara sur del deambulatorio, ubicándose el de los santos Facundo y Primitivo en el lado opuesto, directamente frente a la Capilla de San José. Inicialmente se podría pensar que cuando Couselo menciona los dos retablos «dedicados a los Santos Mártires» se está refiriendo a estos dos; no obstante, Couselo indica que los retablos están en la capilla mayor, de modo que las estructuras a las que estaría haciendo alusión serían realmente los dos retablos de idéntica advocación presentes a los lados del retablo mayor, unidos a los retablos ubicados en el deambulatorio a través de los muros de dicha capilla, donde en una oquedad se hallan sendas urnas con las reliquias de los tres mártires, tratándose tanto el retablo de los santos Facundo y Primitivo como el de Santa Eufemia en realidad de retablos relicario con dos partes visibles, una desde la capilla mayor y otra desde el deambulatorio. Sin embargo, el hecho de que Couselo haga referencia a los dos retablos de la capilla mayor como «dedicados a los Santos Mártires» sugiere también la posibilidad de que estuviese aludiendo solo al retablo de los santos Facundo y Primitivo, tanto a la sección de la capilla mayor como a la del deambulatorio, puesto que la suma de 7236 reales y 4774 reales da como resultado 12 010 reales, cifra que salvo por 10 reales se corresponde con la suma que costó el retablo de los santos Facundo y Primitivo.nota 3 No obstante, Concepción Caramés González afirma que esos 12 000 reales (200 doblones de a dos escudos) corresponden exclusivamente a las secciones de la capilla mayor,4: 175 de modo que la cantidad pagada por las secciones del deambulatorio permanece como una incógnita, aunque pudieron haber costado una suma similar.
Resulta complejo por ende determinar tanto el precio como la fecha de ejecución ya que no queda claro en qué año o años fue realizado; pese a que en los libros de fábrica se indica 1716 como la data del pago a cuenta de 7236 reales en concepto de los dos retablos de la capilla mayor, este dato resulta confuso debido al pago posterior de 4774 reales, en el que se estaría dando a entender que estos retablos se corresponden únicamente con los de los santos Facundo y Primitivo pese a que Caramés González atribuye estas cantidades a las secciones de la capilla mayor, de ahí la duda de si se trata de las dos estructuras de ambos retablos, solo de las secciones ubicadas en la capilla mayor, o de las dos secciones del retablo de los santos Facundo y Primitivo, aunque cabe destacar que las secciones de la capilla mayor fueron contratadas el 7 de octubre de 1716 entre Canseco y Andrés Arias de Canaval, abad de la Iglesia de Santa María de Hermisende.5: 464 6: 89 Sánchez Arteaga no fecha la sección del deambulatorio en su registro sobre la catedral, aunque sí comete el error de calificarla como de estilo churrigueresco cuando la misma hace gala de un marcado rococó,2: 131 nota 4 optando los estudiosos actuales por encuadrar tanto su factura como la del retablo de Santa Eufemia en una fecha indeterminada del siglo xviii,1: 42 si bien José Hervella Vázquez sitúa la hechura de este último con seguridad en 1720,6: 89 opción más apropiada puesto que fue en ese año cuando se instaló tanto la urna con las reliquias de la santa como la urna con los restos de los santos Facundo y Primitivo, de modo que lo idóneo sería datar la sección de la capilla mayor en 1716-1718 y la del deambulatorio en o hacia 1720 a tenor de la información disponible.
En lo que atañe al dorado y policromado, se desconoce quién es el autor, aunque lo más probable es que se trate del pintor santiagués Pedro Fernández de Carballal, artífice del dorado y policromado de las secciones de la capilla mayor (incluyendo imágenes de bulto y relieves, todo ello dorado y estofado con colores finos) en virtud del contrato firmado en 1718 con el canónigo de la catedral Antonio de Amoeiro y Sotelo,5: 464 siendo autor a su vez del dorado y policromado de al menos otros dos retablos facturados por Canseco para la seo: el retablo de San Miguel y el retablo de la Resurrección. A mayores, es posible dilucidar a cuánto ascendió el coste de este proceso, el cual se podría estimar en unos 2000 reales puesto que esta es la suma que se pagó a Carballal por su labor en el retablo de la Resurrección,2: 126 mientras que por el dorado y policromado del retablo de San Miguel percibió 2080 reales,2: 118 si bien esta cifra podría aumentar hasta unos 5800 reales puesto que el doble de esta cantidad (11 600 reales) fue la suma pagada por la policromía de las dos secciones de la capilla mayor.3: 111 No obstante, en lo que respecta al frontal del altar, tanto el del retablo de los santos Facundo y Primitivo como el del retablo de Santa Eufemia fueron pintados por José Carabacos en 1722 tal y como consta en el folio 452 del correspondiente libro de fábrica, pagándose por este trabajo la cifra de 480 reales.3: 225
La sección del retablo que da al deambulatorio, de estilo puramente rococó, se compone de un cuerpo con una sola calle, altar y ático. El cuerpo se halla enmarcado por dos pares de columnas abombadas a cada lado sustentadas sobre basas: las exteriores son de mayor tamaño y poseen decoración vegetal además de un anillo en el tercio inferior, mientras que las interiores, idénticas a las exteriores salvo por las dimensiones, se apoyan en netos decorados en el frontal con ménsulas. Estas columnas, coronadas por capiteles corintios con cimacios redondos y filetes, flanquean una hornacina de gran tamaño y medio punto. El nicho presenta una considerable profundidad y el mismo posee en la zona inferior un arco carpanel apoyado en pequeñas pilastras, sobre el que se erige un sencillo entablamento del que parte otro arco de medio punto acristalado que sirve como transparente de las reliquias de los santos,1: 50 ubicadas en una urna situada en una oquedad del muro de la capilla mayor, en cuyo extremo opuesto se halla la otra cara del retablo. Frente al cristal se encuentran imágenes de bulto redondo de San Facundo y San Primitivo vestidos de soldados romanos enmarcadas por un elaborado cortinaje el cual se abre a ambos lados gracias a dos putti (uno de ellos desaparecido), recurso empleado también en el sagrario del retablo de San Juan de la seo orensana y en el ático del retablo de San Andrés de la Catedral de Tuy.7: 191 Sobre la hornacina del cuerpo se erige una muy elaborada decoración la cual parte de los pilares interiores; esta hace gala de las formas en S tan típicas del rococó, destacando en el centro un bello motivo de rocalla. Sobre esta estructura se ubica una cornisa con los extremos en un saliente muy pronunciado que se apoya en las columnas exteriores, todo lo cual sirve de base al entablamento, decorado con relieve de rocalla y coronado por un monumental ornamento también de rocalla flanqueado a ambos lados por medallones de los cuales parten pequeñas columnas rectangulares rematadas con urnas flamígeras, mientras que en el centro se alza otro pilar rectangular de dos cuerpos coronado igualmente por una urna flamígera. En lo que respecta al altar, este posee una elaborada ornamentación a base de rocalla y cuenta a ambos lados con grandes netos que sirven de punto de apoyo tanto a los pilares exteriores como a los interiores.
En lo tocante a la otra cara del retablo, alejada de la estética habitual de Canseco debido a que el escultor tuvo que ceñirse a una traza ajena (carece de columnas salomónicas y follaje, rasgos típicos del artista leonés),4: 175 nota 5 esta cuenta con una altura superior con el fin de ajustarse a las dimensiones del retablo mayor. Esta parte de la estructura, concebida según José Manuel García Iglesias a modo de «horror vacui»,8: 256 posee dos cuerpos y exhibe un marcado barroco churrigueresco el cual combina a la perfección con el estilo gótico del retablo mayor, facturado por Cornielles de Holanda entre 1516 y 1520. La sección inferior muestra un nicho acristalado que, al igual que el del otro extremo, funge de transparente para las reliquias de los santos, si bien en esta ocasión no hay ninguna talla frente al vidrio que impida la visión de la urna ya que las dos imágenes que la decoran se hallan a los lados, siendo estas tallas nuevamente San Facundo y San Primitivo, ambas de bulto redondo y vestidas acorde a la moda del siglo xviii, obra del taller de Canseco dada su tosquedad.5: 464 Sobre ellas un rico coronamiento de rocalla da paso al segundo cuerpo, compuesto por un monumental relieve en el que se representa el martirio de ambos, hallándose el conjunto rematado por un medallón instalado durante la Restauración borbónica en el que se exhiben las armas del cabildo.
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