MONUMENTOS DE ESPAÑA
La casa consistorial de Portugalete es un edificio construido en el año 1883 en el municipio de Portugalete, Vizcaya, País Vasco, España.
Diseñada por el arquitecto Atanasio Anduiza, es una edificación elegante y sobria de estilo neoclásico, de planta rectangular y bajos porticados. En el mismo destacan detalles ornamentales como las barandillas de hierro forjado de sus balcones, las columnas corintias adosadas a su fachada y el escudo de la noble villa en la cornisa.
En 1985 fue reformado y ampliado para satisfacer diversas demandas de espacio.
El palacio Báñez o casa de Báñez de Deva en Guipúzcoa, País Vasco (España), ocupa un solar exento, abriendo sus fachadas principales a las calle Ifarkale (delantera) y a un cantón lateral – hoy entrada a un aparcamiento –(derecha), mientras las dos secundarias se orientan a un jardín zaguero (trasera) y un albañal (izquierda).
Su planta es cuadrangular. Inicialmente fue algo más ancha que profunda, pero tardíamente fue ampliada hacia atrás hasta adquirir su actual regularidad. En efecto, aún puede verse perfectamente la hilada de sillares que definía el ángulo posterior derecho de la casa, a partir de la cual se realizó la prolongación. Su volumen es aproximadamente cúbico.
El aparejo es mampostería, con uso de sillares en las esquinas y cantoneras de los vanos de las dos fachadas principales. En algunas zonas, en la parte superior, la piedra aparece ennegrecida, como si el edificio hubiera sufrido un incendio. La cara principal aparece recorrida por un zócalo de unos 0.70 metros, en placa arenisca muy parcheada. En la ampliación la fábrica es mucho peor: mampostería menuda e irregular, y ausencia de sillares.
Sus dos caras públicas presentan una retícula de vanos muy regular: tres alturas y cuatro ejes en cada una. La planta baja se abría inicialmente al exterior a través de un amplio arco de medio punto, una de cuyas jambas y la mitad de su rosca puede aún verse en el extremo derecho de la pared principal. Este ingreso es del siglo XVI, pero posteriormente fue adintelado, y más tarde parcialmente desmantelado para abrir en su lugar una ventana adintelada. Esta se cierra con una reja de tres registros de vástagos de cuadradillo y torneados, con banco y frontón de roleos.
Un ventanillo adintelado, más elevado que los restantes huecos, serviría para iluminar el zaguán.
Hacia el centro de la fachada, un acceso de dintel monolítico, con los sillares de sus jambas ordenados equilibrada y simétricamente. Sobre él un bloque de sillería luce un escudete de los Sasiola. Se trata de una clave de arco, probablemente extraída del primitivo ingreso al edificio, que ya hemos mencionado.
Por fin, a la izquierda se abre otra ventana de características similares a la primera, pero sus sillares son en realidad de argamasa. posiblemente sustituyen a verdaderas piedras, retiradas por razones desconocidas, ya que su cierre de forja es idéntico al del vano del otro extremo.
En la fachada derecha pueden verse cuatro ventanas que repiten el modelo de las plantas superiores, sobre las que nos extenderemos más adelante, pero están realizadas en argamasa. Son, por tanto, obra moderna (en una de ellas puede apreciarse como se ha desprendido de parte de la argamasa, dejando el muro desnudo), del mismo momento de la ampliación en planta. Pero sobre las tres correspondientes al volumen original asoman unos bloques de sillería que habrá que relacionar con unos vanos allí existentes con anterioridad.
El primer piso cuenta con cuatro ventanas al frente y tres al lateral derecho. Estos huecos, y sus paralelos en la planta superior, son lo más interesante del palacio. Son vanos adintelados que descansan en un entablamiento listelado que en los extremos se quiebra para apear en sendas mensulillas de triglifos con golas; las jambas, que arrancan de los triglifos y el entablamento, repiten los listeles o fascios, y se recercan mediante placas lisas que rematan en orejeras de muy poca salida tanto en el sentido horizontal como en vertical. Por las ménsulas, el empleo de listeles y la escasa salida de las orejas podemos situar estos huecos en la primera mitad del siglo XVII. Debajo de todos estos ventanales el aparejo es de sillería, como es habitual en las construcciones del siglo XVI. Parece, por tanto, que las primitivas ventanas fueron desmanteladas en el siglo XVII para ser sustituidas por las que hoy podemos ver.
Se completa en fenestraje de esta planta con un mirador, diversos ventanucos y un balcón, todos con esquineras de madera, en la prolongación zaguera. Todo ello es de factura contemporánea.
En la cara principal, al centro, luce escudo que por sus cueros recortados, fina labra de la colaboración del yelmo y carnosidad de los lambrequines podemos situar también en el XVII.
El segundo piso repite el mismo sistema de luces, pero en este caso las ventanas presentan un par de variaciones. Por un lado, las orejas son sólo horizontales. Por otro, y esto es lo más llamativo, en la mitad del entablamento se incluyen unas carátulas, tondos circulares que acogen rostros esquemáticos, de factura muy popular, casi naif, rodeados de lo que parecen ser unos rollizos brazos vestidos con jubón de manga larga decorado con bordados, según la moda de los primeros austrias menores.
En estos vanos faltan los asentamientos de sillares, lo que nos hace suponer que inicialmente (en el siglo XVI) no existieron grandes huecos en este segundo piso, sino sólo luceros para iluminar el camarote. La excepción es la última ventana de la cara derecha, pero esta es un caso un tanto especial: situada más baja que las demás, debió de servir para dar luz a la caja de las escaleras que llevaban del primero, piso residencial, al camarote. De cualquier forma pueden verse varias piezas de sillería reaprovechadas aquí y allá, que sin duda pertenecerán a los vanos desmantelados en el siglo XVII para instalar todos los huecos descritos.
Como en el piso anterior, un mirador y varios ventanucos de escasa calidad se abren en la prolongación zaguera.
La cara principal, la más pública, aparece rematada por un grueso cornisón que se extiende algunos centímetros por las fachadas laterales. Su perfil en gola es idéntico al de la cornisa de la cercana parroquia, realizada entre 1621 y 1629. En la cara derecha se ha remedado torpemente esta cornisa con argomasa.
La cubierta ha debido ser siempre a cuatro aguas, aunque lógicamente con motivo de la ampliación hubo de ser replanteada. Los canes recogen modelos populares, a base de un roleo sencillo y un par de cuñas laterales.
La casa de Begoña, en Salvatierra (Álava, España) es un edificio de fines del Siglo XVI y comienzos del Siglo XVII que pertenece a la tipología de casa señorial vasca.
Presenta planta rectangular, no perfecta, sobre la que se levantan tres alturas y sobrado bajo cubierta. El tejado es a dos aguas con caballete paralelo a la fachada principal. Los materiales constructivos son, esencialmente, de piedra de sillería y mampostería, aunque es necesario destacar la utilización de madera y hierro en elementos ornamentales.
El edificio presenta jardines en torno a sus fachadas posterior y lateral izquierda.
Es un edificio exento, cuya fachada principal es la más interesante. En ella se abre una gran portada en arco de medio punto con grandes dovelas, portada un tanto desplazada hacia la izquierda. A la derecha de la puerta se abren dos ventanas cuadradas, cerradas con rejas sencillas. En la primera planta, se observan dos huecos que se corresponden en vertical con las ventanas de la planta inferior, un balcón con plataforma de madera y hierro y una estrecha ventana abalconada. En el extremo izquierdo de esta fachada, sobre la tapia del jardín lateral, aparece el frente de una galería corrida de madera y cristal que recorre toda la fachada sur del edificio en sentido horizontal. En la segunda planta de la fachada principal, se abren tres huecos, una ventana rectangular, balcón y balcón en esquina, este último adovelado, cuyos salmeres descansan sobre impostas molduradas. Dicho balcón presenta un cierto derrame hacia el interior. Entre los dos huecos primeros y este último balcón, se sitúa el escudo de armas de los Ordañana, Vicuña y Lazarraga. La fachada principal se remata con cornisa moldurada.
La fachada posterior, al oeste, presenta huecos irregularmente repartidos. En la planta baja, portada adintelada y dos ventanas estrechas y altas, enrejadas. En la primera planta hay tres ventanas, dos de ellas cerradas con reja tipo «jaula». La segunda planta se abre a través de dos ventanas rectangulares. El desván cuenta con dos ventanitas enmarcadas en madera.
La fachada lateral sur, tiene en la parte inferior un pasadizo subterráneo y, en la primera planta, la galería corrida anteriormente mencionada. En la segunda altura, se observan tres huecos, ventanas enrejadas y balcón con plataforma de piedra y barandilla de hierro. En la parte superior, se abren tres ventanas.
La fachada lateral norte tiene huecos distribuidos de forma irregular, debido a que la escalera interior se adosa a esta zona de la casa y su iluminación requiere un sistema diferente de aperturas. En la planta baja se observa una portada en arco de medio punto con grandes dovelas y una ventana enrejada. En la primera altura tiene dos ventanas enrejadas. En la segunda y desván se abre, respectivamente, un hueco. Entre la primera y la segunda planta se han abierto dos huecos para la iluminación de la citada escalera.
El interior de la casa conserva los rasgos fundamentales de su estructura primitiva. En la planta baja destaca un amplio espacio dedicado a portal, cuyo suelo está recubierto por grandes losas de piedra. Una escalera en escuadra, que arranca del zaguán, con dos tramos por planta, sirve de nexo entre las distintas alturas del edificio.
En la primera planta, el espacio se organiza en torno a un vestíbulo central, que recibe iluminación directa de la galería. La segunda planta está dedicada a los dormitorios y un salón. La última altura presenta la misma distribución que su inmediata inferior y en ella destaca el techo, enteramente de madera.
Casa de las Ciencias | ||
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Ubicación | ||
País | España | |
Comunidad | Galicia | |
Provincia | La Coruña | |
Localidad | La Coruña | |
Dirección | 15005 | |
Coordenadas | 43°21′43″N 8°24′45″O | |
Tipo y colecciones | ||
Tipo | Museo científico y Casa museo | |
Historia y gestión | ||
Creación | 1983 | |
Inauguración | 1 de junio de 1985 | |
Sitio web oficial | ||
La Casa de las Ciencias es un museo cultural de carácter científico ubicado en el Parque de Santa Margarita de la ciudad de La Coruña (Galicia, España). Fue creada en 1983 por acuerdo plenario del ayuntamiento a propuesta del Alcalde Francisco Vázquez Vázquez.
Su objetivo es la divulgación, comunicación y educación científica y tecnológica de los ciudadanos de todas las edades. Organiza exposiciones, conferencias, premios, cursillos, proyecciones, ediciones, y colabora con los medios de comunicación en tareas de difusión científica. También participa en el desarrollo y creación de reuniones, foros y congresos. Su director técnico es Marcos Pérez Maldonado.
El filósofo italiano Umberto Eco calificó a la Casa de las Ciencias como el museo más formidable del mundo.1
La Casa de las Ciencias fue el primero de los tres Museos Científicos Coruñeses (=mc²). Aunque fue creada en 1983, la Casa de las Ciencias fue inaugurada por los reyes de España el 1 de junio de 1985 y se convirtió en el primer centro interactivo de titularidad pública creado en ese país.2 Está financiada exclusivamente por el Ayuntamiento de La Coruña.
El diseño de contenidos y su plan museológico fue redactado por Ramón Núñez Centella, quien fue su director hasta 2008, cuando fue nombrado para el mismo cargo del Museo Nacional de Ciencia y Tecnología de España (MUNCYT) Coruña, hasta su jubilación.
A continuación del mismo nacieron la Domus y el Aquarium Finisterrae, museos científicos divulgativos donde está prohibido "no tocar", para facilitar la interactividad con los visitantes. El primer presidente de la Asociación de Amigos de la Casa de las Ciencias, Manuel Toharia, se inspiró en ellos para crear y dotar de contenido a los museos de la Ciudad de las Ciencias de Valencia. La Casa de las Ciencias de La Coruña tuvo el segundo planetario existente en España, donde se pueden programar todas las noches imaginables de todos los tiempos. Estos museos tienen al año un importante número de visitas de escolares de toda España.
El museo está instalado en un antiguo Palacete del Parque de Santa Margarita. El edificio tiene una planta octogonal, cuya base exterior es un pórtico de piedra, que se comenzó a construir en la década de los 50 y que se finalizó según el proyecto del arquitecto Felipe Peña Pereda.3 Este moderno edificio tiene una superficie de exposición de 1000m². El acceso a todas las plantas se realiza mediante una escalera central, que describe una amplia hélice, y que llega hasta el planetario.
En el interior de la Casa de las Ciencias se ubican cuatro salas dedicadas a exposiciones y un planetario:
- En la planta baja destaca el Péndulo de Foucault, pero también alberga un espacio para una exposición fotográfica y una incubadora, donde se pueden ver nacer polluelos de gallina.
- La primera planta contiene una sala de experiencias sobre el entorno físico.
- La segunda planta alberga una exposición sobre péndulos.
- La tercera contiene una exposición sobre la astronomía en los medios de comunicación.
- La cúpula semiesférica del edificio alberga el planetario, que cuenta con un proyector analógico y otro digital.
Con el lema "prohibido no tocar", y calificado por Umberto Eco como el museo más formidable del mundo, contiene, entre otras cosas, módulos para experimentar fenómenos sorprendentes, exposiciones y un planetario que ofrece programas en directo y grabados.
La Casa de las Ciencias se enmarca en el servicio municipal los Museos Científicos Coruñeses (=mc²), que engloban a este museo, la Domus y el Aquarium Finisterrae, dedicados al ser humano y al mundo marino, respectivamente.
El 11 de marzo de 2005, el Ayuntamiento plantó un manzano frente a este museo. El árbol, de la variedad Flower of Kent, es un ejemplar clónico del que existe en la casa donde nació Isaac Newton, en Woolsthorpe, en el condado inglés de Lincolnshire, descendiente a su vez del que allí existía en 1665 cuando, según la tradición, la caída de una manzana provocó que el joven Newton se formulara una pregunta: ¿Por qué se cae la manzana y no se cae la Luna?4
Cerca de la Casa de las Ciencias (enfrente de la biblioteca) se encuentra la Fuente de la bola, una pieza maciza de granito orbicular, del que se conoce como estructura rapakivi y de forma perfectamente esférica para que pueda funcionar. Con 97 centímetros de diámetro y una masa de unos 1500 kilos (más que un automóvil de turismo), puede hacerse girar sin esfuerzo sobre la base cilíndrica sobre la que se apoya gracias a los principios físicos de la presión.
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