MONUMENTOS DE ESPAÑA
Monumento al Doctor Robert | ||
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Monumento al Doctor Robert | ||
Autor | Josep Llimona (escultura), Lluís Domènech i Montaner (arquitectura) | |
Creación | 1910 | |
Ubicación | Plaza de Tetuán, Distrito del Ensanche, Barcelona, España | |
Estilo | Modernismo | |
Material | Bronce sobre piedra caliza (parte frontal), arenisca (grupo posterior) | |
Técnica | Escultura | |
Dimensiones | 12,60 x 9,26 x 11,25 | |
Coordenadas | 41°23′42″N 2°10′32″E | |
El monumento al Doctor Robert es un conjunto escultórico situado en la plaza de Tetuán de Barcelona, en el distrito del Ensanche. Está dedicado a Bartolomé Robert, médico y político catalanista, alcalde de Barcelona entre marzo y octubre de 1899. El monumento está considerado como Bien Cultural de Interés Local (BCIL) en el Inventario del Patrimonio Cultural catalán con el código 08019/1598.1
El doctor Robert fue alcalde durante un breve lapso de tiempo, entre marzo y octubre de 1899, pero se hizo popular por su oposición a las tasas al comercio y la industria propugnadas por el Gabinete de Francisco Silvela y su ministro de Hacienda, Raimundo Fernández Villaverde, que originó una serie de protestas conocidas como el cierre de cajas. Debido a ello tuvo que dimitir, pero siguió en política, y en 1901 fue nombrado presidente de la Lliga Regionalista. Sin embargo, al año siguiente falleció de forma repentina, e inmediatamente surgió la idea de efectuar un monumento en su honor, que fue encargado al escultor Josep Llimona. En su diseño intervino el arquitecto Lluís Domènech i Montaner, aunque un año después abandonó el proyecto. El emplazamiento elegido fue la plaza de la Universidad, donde se puso la primera piedra el 31 de enero de 1904. Los trabajos duraron seis años, y finalmente el monumento fue inaugurado el 13 de noviembre de 1910.2
En 1940, tras la guerra civil española, las nuevas autoridades franquistas decidieron retirar el monumento, que fue desmontado y guardado en el almacén municipal de la calle Wellington. Allí permaneció durante todo el periodo de la dictadura, aunque desgraciadamente dos figuras de bronce (un hombre a quien el segador da la mano y una bandera) habían sido fundidas en los años 1940 para efectuar la imagen de la Merced situada en la basílica homónima.3
En 1977, con la llegada de la democracia, se empezó a plantear la restitución del monumento en su emplazamiento original, pero unos informes técnicos desaconsejaron esta ubicación debido a la presencia de la subterránea estación de metro de Universidad. Finalmente se escogió su colocación en la plaza de Tetuán, situada en el cruce entre la Gran Vía de las Cortes Catalanas y el paseo de San Juan, un lugar céntrico de la capital catalana. Allí se situó en medio de unos jardines que fueron bautizados igualmente como jardines del Doctor Robert, y junto a la popular fuente de la Sardana, obra de Frederic Marès de 1921. Para su reconstrucción intervinieron el arquitecto Josep Miquel Casanovas, el industrial de la piedra artificial Josep Peraire y el escultor Enric Devenat. El restaurado monumento fue inaugurado el 15 de mayo de 1985 por los reyes de España, Juan Carlos I y doña Sofía, y el alcalde de Barcelona, Pasqual Maragall.4
El monumento tiene forma ligeramente piramidal, y se emplaza sobre un basamento de bloques de piedra de formas organicistas, semejantes a la arquitectura practicada por aquel entonces por Antoni Gaudí, como en la Casa Milà. En la base, que tiene también la función de fuente, figura el nombre del homenajeado y sus fechas de nacimiento y defunción (1842-1902). El conjunto escultórico frontal está realizado en bronce, y presenta una serie de figuras de todos los estamentos sociales, como campesinos y obreros, políticos, intelectuales y clérigos —una de las figuras portando la señera catalana—, además de alegorías de la Música y la Poesía, así como referencias a la medicina. Por encima figura el busto del doctor Robert, realizado en piedra, junto a una alegoría de la Gloria que le da un beso. En la parte posterior figura otro grupo realizado en arenisca, que representa una visita médica, con varias figuras alrededor de una central de mujer, con aspecto maternal, que representa la Medicina. Las figuras, especialmente las de carácter popular, podrían estar inspiradas en la obra de escultores como Auguste Rodin o Constantin Meunier, aunque también podrían reflejar el influjo de escultores modernistas como Manuel Fuxá o Miguel Blay.
Niños cabalgando sobre peces | ||
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Autor | Frederic Marès | |
Creación | 1928 | |
Ubicación | Barcelona, España | |
Estilo | Novecentismo | |
Material | Bronce | |
Técnica | Escultura | |
Dimensiones | 0,58 x 5,04 -diam.- (total) 1,15 x 1,30 x 0,50 m (niño 1) | |
Coordenadas | 41°23′19″N 2°10′01″E | |
Niños cabalgando sobre peces (en catalán: Nens cavalcant peixos) es un conjunto escultórico situado en la confluencia de la Gran Vía de las Cortes Catalanas y la Rambla de Cataluña, en Barcelona. Obra de Frederic Marès, fue realizada en 1928.
La fuente fue concebida para la Exposición Internacional de Barcelona de 1929, que tuvo lugar en la montaña de Montjuïc, aunque supuso numerosas reformas e intervenciones urbanísticas en varios puntos de la ciudad. Uno de ellos fue la plaza de Cataluña, actualmente uno de los centros neurálgicos de la ciudad, pero que antiguamente era una explanada a las afueras del núcleo antiguo, que no empezó a urbanizarse hasta 1902. Con motivo precisamente de la Exposición se llevó a cabo una reurbanización de todo el espacio de la plaza, con un proyecto de Francesc Nebot. Para decorar la plaza se organizó un concurso público en 1927, en el que se decidió la instalación de veintiocho esculturas. Entre ellas había dos fuentes: la Fuente de los seis putti, de Jaume Otero, y Niños cabalgando sobre peces, de Frederic Marès.1
Frederic Marès (1893-1991) se formó como escultor en la Escuela de la Lonja y amplió sus estudios en París, becado por el Ayuntamiento de Barcelona. Trabajó como ayudante en el taller de Eusebi Arnau, hasta que formó un taller propio. También ejerció como profesor de escultura en la Escuela de la Lonja y como catedrático de modelado y composición en la Escuela Superior de Bellas Artes de San Jorge, de la que fue también director entre 1947 y 1964. Su producción abarca esculturas, imágenes, bustos y monumentos, en un estilo realista a caballo entre el clasicismo y el novecentismo de inspiración mediterraneísta. Después de la Guerra Civil efectuó numerosas restauraciones y reconstrucciones de monumentos destruidos durante la contienda y recibió numerosos encargos oficiales. En 1948 creó en Barcelona el museo que lleva su nombre.2
La obra le fue encargada a Marès en mayo de 1928 y fue colocada e inaugurada en mayo de 1929. Fue ejecutada en los Talleres y Fundición Judas, de Barcelona.3
La fuente se encontraba en la parte alta de la plaza, en la terraza donde ahora se hallan las dos fuentes monumentales realizadas por Fernando Espiau Seoane en 1959. Por dicho motivo fue retirada la obra de Marès, que dos años más tarde, en 1961, fue trasladada al cruce de Gran Vía y Rambla de Cataluña, en el lugar donde había estado el Monumento a Joan Güell i Ferrer antes de la Guerra Civil, que fue situado unos metros más adentro de la Gran Vía, en dirección al paseo de Gracia.4
Es una fuente con un surtidor central de agua y cuatro figuras de niños o amorcillos situadas sobre sendas figuras de peces, que vierten agua por su boca. Las figuras son dinámicas y dotadas de una personalidad propia, cada una con un sello diferencial: hay dos niños y dos niñas, los primeros despeinados, mientras que, de las niñas, una lleva coletas y otra el pelo recogido. Los niños aparecen uno con un tridente y otro con los brazos en alto, mientras que las niñas, una se encuentra soplando una caracola y la otra sujetando una serpiente con la mano derecha, mientras que, con la izquierda, sujeta un velo que lleva atado al cuerpo con una cinta.4
En 1993, dos años después del fallecimiento de Marès, se colocó en el paseo marítimo de Portbou, su localidad natal, una copia de una de las figuras.3
La fuente ha sufrido diversos percances debido al tráfico, ya que se encuentra en el cruce de dos calles muy concurridas de la ciudad. El más grave se produjo el 30 de julio de 2002, cuando un camión —cuyo conductor dio positivo en la prueba de alcoholemia— irrumpió en la pequeña rotonda donde se ubica la fuente y destruyó totalmente dos de las figuras de niños, que tuvieron que ser sustituidas partiendo de los originales que se conservan en el Museo Frederic Marès. En 2007 se hizo una amplia restauración de todo el conjunto.
Fuente de la Plaza de España | ||
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Fuente de la Plaza de España (Barcelona) | ||
Autor | Josep Maria Jujol (arquitectura), Miguel Blay, Frederic Llobet, Miquel Oslé y Llucià Oslé (escultura) | |
Creación | 1929 | |
Ubicación | Plaza de España, Distrito de Sants-Montjuic, Barcelona, España | |
Estilo | Ecléctico | |
Material | Piedra, mármol, hierro y bronce | |
Técnica | Escultura | |
Dimensiones | 25 x 33 m | |
Coordenadas | 41°22′30″N 2°08′57″E | |
La fuente de la Plaza de España es un monumento escultórico situado en el distrito de Sants-Montjuic de Barcelona. Fue creada en 1929 para la Exposición Internacional, con un diseño del arquitecto Josep Maria Jujol y una decoración escultórica de Miguel Blay, Frederic Llobet y los hermanos Miquel y Llucià Oslé. Esta obra está inscrita como Bien Cultural de Interés Local (BCIL) en el Inventario del Patrimonio Cultural catalán con el código 08019/1757.1
La Plaza de España fue proyectada por Ildefonso Cerdá en su proyecto de Ensanche como vía de comunicación entre Barcelona y las poblaciones del Bajo Llobregat. Antiguamente se encontraba aquí la cruz de término de la ciudad, en la antigua carretera que conducía a Madrid. Después de un primer proyecto para urbanizar la plaza de Josep Amargós en 1915, finalmente se encargaron de las obras Josep Puig i Cadafalch y Guillem Busquets, continuadas por Antoni Darder desde 1926. Diseñaron un conjunto monumental de forma circular, en torno a un hemiciclo formado por una columnata de estilo barroco, influida en la Plaza de San Pedro del Vaticano de Bernini. En el acceso de la plaza que conduce a la Avenida de la Reina María Cristina se situaron dos altas torres en forma de campaniles, obra de Ramon Reventós, inspirados en el campanile de San Marcos de Venecia.2
En el centro de la plaza se colocó una fuente monumental diseñada por Josep Maria Jujol, con una ornamentada decoración escultórica obra de Miguel Blay, Frederic Llobet y los hermanos Miquel y Llucià Oslé. De inspiración clásica, el sentido iconográfico de la obra representa una alegoría poética a España, según el programa establecido por Jujol. Sobre un estanque de planta triangular se sitúa un edículo con tres nichos con grupos escultóricos que simbolizan los ríos que desembocan en los tres mares que rodean la península ibérica: el Ebro para el mar Mediterráneo, el Guadalquivir y el Tajo para el océano Atlántico y unas figuras de adolescentes para los ríos del mar Cantábrico, todos ellos obra de Blay. En los vértices del estanque se hallan tres grupos que representan los frutos y dones de las aguas: la Abundancia, la Salud Pública y la Navegación, obra de los hermanos Oslé. Alrededor del cuerpo central se encuentran tres columnas corintias con diversas figuras y emblemas que simbolizan la Religión (una cruz con Ramon Llull, Santa Teresa de Jesús y San Ignacio de Loyola), el Heroísmo (una espada con Don Pelayo, Jaime I de Aragón e Isabel la Católica), y las Artes (un libro con Ausiàs March y Miguel de Cervantes), todo ello diseñado por Jujol. Remata la obra un pebetero de fuego con tres Victorias, obra en bronce del escultor Frederic Llobet.3 Por otro lado, al pie del monumento se sitúan seis cartelas con la inscripción en latín Senatus Populusque Barcinonensis (Senado y Pueblo de Barcelona), en imitación del SPQR romano.4
Jujol otorgó al diseño de la fuente la monumentalidad de la arquitectura clásica grecorromana y la grandilocuencia de la arquitectura barroca, a la vez que diversos aspectos de la composición relativos a la escala y la métrica recuerdan la obra de Antoni Gaudí —del que era discípulo Jujol— y de Lluís Domènech i Montaner. Todo ello reinterpretado con la óptica jujoliana, como se denota en su gusto por el contraste en los diversos elementos compositivos del conjunto. La organización estructural recuerda una fuente barroca, formada por una base, un cuerpo central que aglutina elementos de la columna conmemorativa clásica y del arco de triunfo, y un ático que combina elementos en piedra y en metal, para enfatizar la divergencia de materiales. La composición se basa en la conjugación de dos figuras geométricas básicas, el círculo y el triángulo, presentes en la tradición iconográfica cristiana.5 En cuanto a la decoración escultórica, al ser obra de varios autores presenta diversas tendencias estilísticas: las obras de Miguel Blay corresponden a un realismo de corte clasicista, las de los hermanos Oslé se acercan más al novecentismo, y las de Frederic Llobet al art déco de moda en el momento.6
- Elementos de la fuente
Nombre | Autor | Material | Dimensiones | Descripción | Foto |
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Ríos del Mediterráneo | Miguel Blay | Mármol blanco | 5,05 x 2,50 x 2 | Los ríos del Mediterráneo están representados por el Ebro, personificado en un joven desnudo, ataviado únicamente por un pañuelo aragonés en la cabeza. A su lado se hallan dos niños que representan sus afluentes, y que sostienen unas vasijas que vierten el agua a la fuente. Al fondo se aprecia la figura de una mujer, como símbolo de la Tierra, que recoge el agua en un cesto que hace fructificar el cuerno de la abundancia que sostiene el personaje principal. En el nicho figuran las inscripciones Tarrac y Caesar, que aluden al pasado romano de esta región, conocida en época clásica como Tarraconensis. El grupo está orientado al este, hacia la Avenida del Paralelo.7 | |
Ríos del Atlántico | Miguel Blay | Mármol blanco | 4,60 x 2,32 x 2 | La vertiente atlántica está simbolizada por el Tajo y el Guadalquivir, representados por dos figuras masculinas: el primero es un hombre maduro con barba, que está sentado sobre una piedra y sostiene una gran jarra en el brazo derecho; el segundo es más joven, y se halla de pie, con una gran concha con la que recoge el agua que le vierte desde arriba un niño que personifica un afluente del Guadalquivir, el Guadalimar. A su vez, otro niño se encuentra de rodillas bajo la gran concha, mirando hacia el otro personaje, por lo que sin duda simboliza el Guadiana, río situado entre los dos. Este grupo está orientado hacia el sur.8 | |
Ríos del Cantábrico | Miguel Blay | Mármol blanco | 5 x 2,38 x 2,10 | Los ríos del Cantábrico están plasmados en una serie de figuras de niños y adolescentes: en la parte superior, un niño que prefigura el Nervión vierte agua sobre una gran concha que sostiene un adolescente situado en la parte izquierda del nicho, que cabría interpretar como la gran ría de Bilbao, donde desemboca el Nervión; a la derecha de la hornacina, una muchacha y dos niños sujetan varias jarras sobre sus hombros, en alusión a la fuente que nutre los ríos Nalón y Narcea; por último, en la parte inferior una mujer recoge todas estas aguas que fluyen a ella, simbolizando el mar septentrional de la península. Este grupo mira hacia el oeste, a la calle Tarragona.9 | |
Salud Pública | Miquel y Llucià Oslé | Bronce | 7,15 x 3,20 x 3,20 | Una de las alegorías de los frutos y dones de las aguas es la Salud Pública (o Higiene), situada en el vértice de la calle Tarragona. Colocada sobre un pedestal con la inscripción latina Salus, es una figura femenina coronada por hierbas medicinales y que porta una jarra sobre el hombro izquierdo, junto a una oca y un niño con una concha en la mano. Se trata de la diosa Higía (la Salus romana), hija de Esculapio, que vela por la salud del ser humano. La oca —o el ganso— es un símbolo de la vigilancia, de la atención siempre constante que requiere la salud. Por su parte, la concha que lleva el niño simboliza el agua, un factor fundamental para la higiene.10 | |
Abundancia | Miquel y Llucià Oslé | Bronce | 7,09 x 3,20 x 3,20 | Otro don es la Abundancia, ubicada hacia el sur, con la inscripción Abundantia. De nuevo es una figura femenina, con un cesto de frutas en el brazo derecho y una rama en el izquierdo, mientras que a sus pies se halla un haz de trigo y una cabra, probablemente Amaltea, la cabra que amamantó a Zeus y cuyo cuerno rebosaba exuberante de toda clase de frutos. En esta escena también figura un niño, como en los otros dos grupos de los hermanos Oslé.11 | |
Navegación | Miquel y Llucià Oslé | Bronce | 7,41 x 3,20 x 3,20 | El último don es el de la Navegación, encarado a la Avenida del Paralelo y con la inscripción Navegatio. Como las anteriores, presenta una figura femenina y un niño: la mujer camina sobre las olas y alza en sus brazos un barco con la vela desplegada, en representación de la Navegación; por su parte, el niño aparece con un pez en la mano derecha y una red en la izquierda, simbolizando la Pesca. Junto a ellos se encuentra un ave marina, seguramente una gaviota. La interpretación iconográfica podría ser la de la ninfa Tetis, una nereida; estas ninfas, hijas de Nereo, habitaban los mares interiores y solían acudir en socorro de los marineros en peligro. Tetis, para evitar su matrimonio con Peleo, adoptó sucesivamente la forma de un pez, de un ave marina, de unas olas y de una llama.12 | |
Pebetero y Victorias | Frederic Llobet | Bronce con armadura de hierro forjado | 5,88 x 3,83 (pebetero), 5,37 x 1,53 x 0,90 (Victorias) | La fuente está coronada por un pebetero de fuego y tres Victorias, en forma de figuras femeninas vestidas con túnicas clásicas. Al estar situado sobre las columnas que representan la Religión, las Artes y el Heroísmo, el fuego sintetizaría esos valores, a la vez que supone un contrapunto al elemento al que está dedicada la fuente, el agua. Según el Diario Oficial de la Exposición, el fuego del pebetero simbolizaba «el sacrificio constante de España por la civilización». Este conjunto, del escultor Llobet, está diseñado en un estilo cercano al art déco, el estilo de moda en aquel momento, por lo que es el más moderno de toda la fuente. |
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