ESCULTURAS DE ESPAÑA
Guerrero de la doble armadura | ||
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Escultura | ||
Material | Piedra calcarenita | |
Tamaño | 105 x 17 x 32 cm | |
Civilización | Íberos | |
Descubrimiento | 1975 | |
Procedencia | Cerrillo Blanco (Porcuna, Jaén) | |
Fecha | Siglo V a. C. | |
Ubicación actual | Museo Íbero de Jaén, Jaén | |
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El Guerrero de la doble armadura es una escultura ibérica de la primera mitad del siglo V a. C. realizada en «piedra de Santiago de Calatrava», una calcarenita blanca de grano fino. Procede del conjunto escultórico del yacimiento de Cerrillo Blanco (Porcuna, Jaén, España), excavado desde 1975 y que se exhibe actualmente en el Museo Íbero de Jaén. El Guerrero solo conserva la cabeza, el torso y parte del brazo izquierdo y del muslo derecho, y sus dimensiones son 105 x 17 x 32 cm.
La escultura representa a un guerrero aristócrata en combate, ataviado con armadura, casco —que poseía piezas metálicas integradas—, escudo circular o caetra, que llevaría en la mano izquierda, y espada desenfundada en la derecha. El rostro está esculpido sobre un cuadrado, tratado en grandes planos rectilíneos; muestra rasgos de un joven sereno, de proporciones armoniosas, con una boca fina de labio inferior algo carnoso, esbozando una leve sonrisa, y ojos rasgados con pupilas y párpados fuertemente marcados. Estas características permiten relacionar la obra con el final de la escultura griega arcaica y el comienzo del periodo clásico relacionado con los artistas de Focea.
Se trata de la única escultura del conjunto de Cerrillo Blanco que conserva la cabeza. La escultura fue destruida y sus fragmentos enterrados poco después del 400 a. C., fecha ante quem. Al parecer, el vandalismo afectó en mayor medida a los rostros, por lo que esta estatua tiene un gran valor documental.
Se puede conocer a través del estudio de esta pieza la indumentaria de un guerrero ibero aristócrata del siglo V a. C.. Probablemente la estatua incorporó otros adornos en forma de piezas metálicas que se han perdido, puesto que quedan las huellas rectangulares en relieve rehundido en los lugares donde se situarían estos apliques.
La cabeza se halla protegida por un casco de textura lisa en su cara visible, semejando cuero, que cubriría las orejas y llegaría hasta la nuca, estando la parte posterior destruida. En el centro del mismo, una cinta dispuesta de frente a nuca serviría de base a una cimera que representaría a un felino, del que sólo se conserva una parte de las patas. En el temporal derecho se distingue un adorno en forma de cuerno vuelto o espiral, en cuyo centro se aprecia una caja rectangular y profunda con bordes salientes bien terminados, que podría alojar alas o algún otro tipo de adorno metálico. Se aprecian asimismo orificios que servirían para la aplicación de cuernos u otros ornamentos postizos.
El torso está vestido con túnica muy ajustada, con escote en forma de «V» por delante y por detrás, y sobre ésta se dispone el peto que se aprecia parcialmente sobre el hombro izquierdo, y las correas que lo sujetan, que pasan sobre los hombros y se cruzan por la espalda. Sobre el peto se disponen las grandes fáleras (discos de bronce), que cubren casi completamente el pecho y la espalda, con otras dos menores sobre los hombros, como señala el hombro izquierdo. Las fáleras van unidas con correas anchas y fuertemente sujetas por otras que pasan bajo los brazos; por encima de ellas se aprecia un ancho bálteo de donde cuelga, sujeta con anillas y hacia la izquierda, una vaina vacía. En el brazo izquierdo, a partir del codo, aparece un brazalete en espiral con cuatro vueltas por delante y cinco por detrás.
La túnica queda ceñida por un cinturón ancho de tres refuerzos, cuya hebilla queda oculta parcialmente por la fálera delantera y la vaina, aunque se aprecia un cuadrado inciso a la altura de una de las anillas que une la vaina con el bálteo. Hacia el costado izquierdo sale del cinturón lo que podría ser un fajín. De la vaina sólo se aprecia con claridad la boca con rebordes, mientras que el resto se ha perdido, aunque parece claro que serviría para alojar una espada de gran tamaño, como una falcata.
Lobo de El Pajarillo | ||
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Escultura | ||
Material | Piedra caliza | |
Tamaño | 96 x 54 x 54 cm | |
Civilización | Íberos | |
Descubrimiento | 1975 | |
Procedencia | Huelma, Jaén | |
Fecha | Siglo IV a. C. | |
Ubicación actual | Museo de Jaén, Jaén | |
Ficha oficial | ||
El Lobo de El Pajarillo, o Cabeza de lobo de El Pajarillo, es una escultura de piedra caliza que representa la cabeza de un lobo y que forma parte del conjunto escultórico de El Pajarillo, que data de la primera mitad del siglo IV a. C., que fue esculpida por los iberos y cuyo hallazgo se produjo en el Cortijo El Pajarillo, situado en la pedanía de Cabrita, localidad de Huelma, provincia de Jaén, Andalucía.1 La pieza se expone de forma permanente en el Museo Íbero de Jaén, Andalucía.
Se trata de una escultura de un lobo en actitud agresiva y amenazante, como se deduce al comprobar que tiene las orejas inclinadas hacia atrás, el hocico arrugado y la boca entreabierta.
Sarcófago paleocristiano de Martos | ||
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Material | Mármol blanco | |
Tamaño | 214 x 61 x 66 cm | |
Civilización | Arte paleocristiano | |
Descubrimiento | 1896 | |
Procedencia | Martos, Jaén | |
Adquisición | 1975 | |
Fecha | Siglo IV | |
Ubicación actual | Museo de Jaén, Jaén | |
Ficha oficial | ||
El sarcófago paleocristiano de Martos es un sarcófago que fue descubierto en la ciudad jiennense de Martos a finales del siglo XIX, concretamente en 1896, durante unas obras de remodelación del antiguo molino del Rey, edificio que fue destruido y en su lugar se construyó el antiguo mercado de abastos de la plaza del Llanete.1
Se trata de un sarcófago que data de principios del siglo IV, y el cual presenta, en la parte inferior, figuras del nuevo Testamento con escenas de distintos milagros llevados a cabo por Jesucristo, entre siete pórticos columnados con siete nichos. La tapa está decorada con figuras del antiguo Testamento, aunque si bien esta se encuentra cortada y sólo se conserva la parte inferior de la misma (aproximadamente un 33% del tamaño total). El sarcófago está elaborado en mármol y es de factura italiana y estaría destinada a un obispo de la antigua diócesis de Tucci. Fue donado al Museo de Jaén en el año 1975 donde se encuentra en depósito desde entonces.1
En la tapa se representan las siguientes escenas:
- Escena de los hebreos en el horno de Babilonia: Situada en la parte izquierda de la tapa, de ella solo se conserva únicamente la parte inferior del horno, con tres bocas para el fuego que aparece en forma de estrías oblicuas en las dos primeras y casi verticales en la última. Según Recio, la originalidad de esta frecuentísima composición está aquí en la presencia de un árbol junto al cual se halla un personaje vestido con túnica palio y sandalias. Con la mayor probabilidad, este personaje es el profeta Daniel, que aparece ligado a esta escena en otras ocasiones.
Escena de Jonás: Situada en la parte derecha, está tan destruida y mal conservada, que apenas pueden distinguirse sus elementos. A. Recio escribe:"...Todavía se distinguen en este lado dos grandes cetáceos o mejor monstruos marinos, envueltos entre las ondas, colocados uno detrás de otro, con dirección hacia la derecha. De ambos se perciben parte del cuerpo, cuello largo y retorcido, cabeza con la clásica barba espinosa bajo las fauces y sus extremidades delanteras del lado derecho o patas del animal fabuloso con uñas, no quedando en cambio en cambio ningún rastro de la escena de Jonás". Entre los dos monstruos marinos se ve todavía parte del mar, no quedando rasgos apreciables ni de la barca con los marinos que arrojan al mar a Jonás, para que lo engulla el primero de los monstruos ni de Jonás, ya devuelto por este y que probablemente aparecería en el extremo derecho de la tapa.
El frente de la caja del sarcófago está dividido por ocho columnas en siete compartimentos en los que se han esculpido otras tantas escenas bíblicas. Las columnas son estriadas en espiral; sobre pequeños plintos se apoyan las basas con molduras decoradas: los toros con una decoración que parece imitar los rosarios de los astrágalos, y la escocia (casi plana) decorada con puntadas de trépano. Los capiteles son de orden compuesto: tres hojas de acanto que llegan hasta el borde del cálathos; sobre este borde el equino decorado con perlas y ovas; las volutas han sido labradas como rosetas; el ábaco es curvo y presenta como ornamento una incisión horizontal a todo el largo de su cara, en cuyo centro hay una rudimentaria roseta. Las columnas sostienen alternativamente frontones (cuatro) y arcos rebajados (tres); los frontones están embellecidos con lirios estilizados; los arcos, con hojas de acanto. Las dos enjutas extremas están ocupadas por sendos tritones sonando las caracolas, las demás, por coronas de laurel con lemniscos muy gruesos y extendidos. A continuación describiremos las escenas representadas empezando por la escena de la izquierda y continuando hacia la derecha:
• La resurrección del hijo de la viuda de Naim: Cristo se vuelve de tres cuartos hacia su izquierda para poder extender hacia ese lado y hacia abajo el brazo derecho y la vara taumatúrgica que empuña (hoy rota) con la que toca la pequeña momia que yace a sus pies. La momia (cabeza rota) apoya la parte superior de la espalda sobre una piedra. En la mano izquierda Cristo sostiene en posición casi vertical un gran volumen enrollado por ambos extremos. Por el antebrazo izquierdo le cae el palio formando un rudimentario pliegue en "y" invertida y una terminación redondeada. Hay un personaje más; un apóstol, sin duda, que acompaña Cristo en el Milagro; es un personaje imberbe que mira a Cristo; viste túnica y palio; el palio le deja libre el hombro y brazo derecho (tapado por Cristo) y le pasa después por encima del antebrazo izquierdo; el brazo izquierdo extendido hacia abajo, asomando en parte de las vestiduras y sosteniendo un volumen en la mano, en posición horizontal.
• La curación del ciego: Cristo tiene en la mano izquierda un volumen en la posición de "lectura interrumpida"; extiende hacia abajo el brazo derecho; con los dedos índice y corazón toca el ojo izquierdo del ciego y con el pulgar la cabeza. El ciego extiende los brazos hacia delante y abre las manos en gesto suplicatorio; viste túnica manicata suelta; camina descalzo. Un apóstol barbado extiende su brazo izquierdo hacia abajo y con la mano apoyada en la espalda del ciego lo acerca hacia Cristo.
• La curación de la mujer Hemorroisa: Cristo con las puntas de los dedos índice y corazón toca la cabeza velada de la Hemorroisa quien a su vez, postrada con una sola rodilla ante Cristo, coge el borde de su palio. Junto a él, un apóstol imberbe con el brazo izquierdo extendido sujeta un volumen en su mano.
• Negación de San Pedro: También denominada "la Fe de Pedro" o la "escena del gallo". El primer personaje es Pedro, en buena parte cubierto por Cristo. Vuelve la cabeza de perfil hacia su izquierda para mirar a Cristo. Tiene el brazo derecho extendido verticalmente hacia abajo y con el índice señalando al gallo que tiene a sus pies. El gallo vuelve la cabeza hacia atrás, hacia Cristo. Pedro está peinado de atrás hacia delante con leves mechones de poco relieve, sin trépano. Cristo en posición frontal, con la rodilla izquierda ligeramente doblada se vuelve muy levemente hacia su derecha y mira a Pedro. Con la mano derecha hace el gesto de hablar y en la izquierda tiene un volumen plegado por ambos extremos.
• Milagro de la curación del paralítico: El primer personaje de izquierda a derecha es un apóstol imberbe y casi calvo (los cabellos están señalados con leves incisiones) oculto en gran parte por el cuerpo de Cristo y por el paralítico. El brazo derecho lo tiene extendido hacia abajo; también tiene extendida la mano derecha, amparando y presentando con ella al paralítico. Cristo impone la mano derecha sobre la cabeza de éste. El paralítico está sentado en su camilla, de la que se ve una pata delantera y un lado del respaldo y brazo (en forma de delfín); tiene túnica manicata suelta, extiende los brazos y abre la mano izquierda en gesto suplicante.
• La multiplicación de panes y peces: Está construida según la forma asimétrica. Cristo a la derecha, en posición frontal, vuelve la cabeza hacia su derecha mirando al Apóstol que lo acompaña. Está vestido con túnica y palio; éste le deja libre el hombro y el brazo derecho, la mano está rota (falta todo el antebrazo); por la dirección del brazo se ve que ciertamente se dirigía hacia abajo, empuñando la vara taumatúrgica con la que tocaba uno de los cinco cestos con panes que hay a los pies del Apóstol. Éste es barbado, con el brazo izquierdo tapado por la figura del Señor. El brazo y la mano derecha están libres del palio y sostiene un recipiente con dos peces.
• Milagro de las bodas de Cana de Galilea: Un Apóstol imberbe, en segundo plano, vuelve la cabeza (de perfil) hacia su izquierda para mirar a Cristo. El palio le cubre el hombro y el brazo derecho, asomando únicamente la mano en "cabestrillo" con el gesto de hablar. Tiene tapados los pies por cinco tinajillas de agua (tres en primer plano y dos esbozadas detrás). Cristo de frente, vuelve la cabeza hacia su derecha para mirar al Apóstol. El brazo derecho (libre del palio) lo extiende hacia abajo, empuñando la vara taumatúrgica (en parte rota) para tocar con ella una de las hidrias. En la mano izquierda tiene un volumen en "lectura interrumpida".
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