ESCULTURAS DE ESPAÑA
Nuestra Señora de la Esperanza de Triana Coronada | ||
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La Esperanza de Triana en su paso de Palio. | ||
Origen | ||
País | España | |
Santuario | Capilla de los Marineros. | |
Datos generales | ||
Veneración | Iglesia católica | |
Festividad | 18 de diciembre | |
Simbología | Ancla marinera y un salvavida | |
Fecha de la imagen | Desconocida (Atribuida a Juan de Astorga, siglo XIX) | |
Nuestra Señora de la Esperanza también conocida como La Esperanza de Triana es una representación de la Virgen María que se venera en Sevilla en el barrio de Triana, considerada una de las devociones más importantes de Triana y de las imágenes marianas más veneradas de Sevilla.[cita requerida] Es la titular de la Pontificia, Real e Ilustre Hermandad y Archicofradía de Nazarenos del Santísimo Sacramento y de la Pura y Limpia Concepción de la Santísima Virgen María, del Santísimo Cristo de las Tres Caídas, Nuestra Señora de la Esperanza coronada y San Juan Evangelista. La Virgen recibió la coronación Pontificia el 2 de junio de año 1984, siendo la única imagen de la Virgen de la ciudad con tal distinción y la única de España mediante Bula Pontificia de San Juan Pablo II, esta distinción lo tienen la Esperanza Macarena, Virgen de los Reyes o la Virgen de la Amargura, distinguiendo así la devoción de Triana. Es venerada en su capilla de los Marineros, dedicada a Nuestra Señora de la Esperanza.
Es conocida como "La Reina de Triana" por la enorme devoción que despierta en su barrio.
Ha sido matriz y referente a lo largo de la historia de otras corporaciones fundadas a semejanza e inspiración de la Esperanza. Tal es el caso de la Cofradía de los Marineros de Alcalá Del Río o en el siglo XX en la localidad de Dos Hermanas, cuyas dolorosas toman la advocación como evocación a la Dolorosa trianera.
Tradicionalmente se atribuye a Juan de Astorga (siglo XIX). Ha sido sometida a diversas restauraciones debidas a las vicisitudes de la historia, entre ellas la de Antonio Castillo Lastrucci en 1930, que realizó nueva policromía y las manos de la Virgen, como se ha demostrado posteriormente. La primitiva imagen de la Virgen había sufrido anteriormente un incendio (2 de mayo de 1898), que obligó a una restauración por parte de Gumersindo Gómez Astorga, para ser nuevamente intervenida en 1913 por José Ordóñez, fijando sus facciones tal y como las conocemos en la actualidad.12
Luis Álvarez Duarte talló un nuevo candelero (1981), resanó y repolicromó la imagen (1989), y realizó labores de mantenimiento de la imagen (2007).
En 2022, Pedro Manzano efectuó una limpieza general a la Imagen.
Durante el año la Virgen de la Esperanza luce distintos trajes conforme al momento del culto en que se encuentra la imagen:
- Para el triduo y besamanos se le viste de reina.
- Para la Cuaresma se le viste de hebrea.
- En el mes de noviembre se le viste de luto.
- Para la festividad de la Inmaculada Concepción se le viste de azul.
- Para el tiempo estival se viste de Blanco.
- La familia real española visitó la capilla de los Marineros en la mañana del Viernes Santo de 1984, finalizada la estación de penitencia en la catedral de Sevilla para orar ante la imagen.
Nuestra Señora de los Dolores es la patrona de Camas, provincia de Sevilla, Andalucía, (España). Es de estilo neobarroco. Fue realizada en 1819 por Juan de Astorga. Es titular de la Hermandad Sacramental de Camas.
En el siglo XVIII se veneraba en este Camas a una Virgen de la Soledad, de fecha desconocida. A finales del siglo XVIII se le encargó a Cristóbal Ramos la sustitución del rostro. En 1817 la hermandad en torno a esta figura no estaba conforme con el cambio, por lo que destruyeron el nuevo rostro para que se volviese a poner el antiguo. Tras estos hechos, la hermandad desapareció y se refundó en 1819. En ese momento decidieron encargar una nueva talla a Juan de Astorga. A principios del siglo XX se decide cambiar la advocación de la Virgen por la de "los Dolores", por la mala situación política y económica. En 1966 fue levemente reformada por Francisco Buiza.1 Entre los años 2019 y 2020, fue restaurada por Pedro Manzano.
Es la patrona de la localidad por una bula del papa Pío XI del 13 de enero de 1926. Las fiestas patronales de Camas son en el mes de septiembre, realizando la Virgen procesión de gloria en la tarde del domingo.
Está en la parroquia de Nuestra Señora de Gracia.
La cofradía que la tiene como titular se conoce simplemente como Hermandad Sacramental de Camas, pero su nombre completo es Primitiva, Real, Muy Ilustre, Fervorosa y Franciscana Hermandad del Santísimo Sacramento, Santa Vera Cruz y Sangre de Nuestro Señor Jesucristo y Cofradía de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder, Nuestra Señora María Santísima de los Dolores Coronada y San Sebastián.
Jesús del Gran Poder y la Virgen de los Dolores procesionan el Jueves Santo por la localidad.2 En el mes de septiembre, con motivo de las fiestas patronales, la Virgen efectúa una procesión de gloria en su paso sin el palio.
El Ayuntamiento de Camas le concedió la Medalla de Oro de la Villa en 1972. Fue proclamada Alcaldesa Honoraria Perpetua de Camas en septiembre de 19991 y fue coronada canónicamente el 15 de junio de 2013 en la Catedral de Sevilla.3 Para ello, se trasladó desde Camas hasta la Capilla de los Marineros, de ahí salió en su paso de palio a la Catedral en la víspera de dicho día y posteriormente regresó de nuevo a Triana. El regreso a Camas tuvo lugar dos días después, tras visitar también la Real Parroquia de Santa Ana.
Virgen Comendadora de la Merced | ||
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Autor | atribuida a José Montes de Oca y a Jerónimo Hernández | |
Creación | 1584 o c. 1735 | |
Ubicación | Museo de Bellas Artes de Sevilla, Andalucía (España) | |
Estilo | barroco | |
Material | madera policromada | |
Dimensiones | 175 cm | |
La Virgen Comendadora de la Merced es una talla de los siglos xvi o xviii atribuida a José Montes de Oca y a Jerónimo Hernández. Está ubicada en la capilla del Museo de Bellas Artes de Sevilla, en Andalucía (España).
La Virgen Comendadora de la Merced fue originalmente emplazada en el coro de la Casa Grande de la Merced Calzada (actual Museo de Bellas Artes), siendo por ello denominada «Virgen del Coro»,1 aunque también acabaría siendo conocida como «Virgen del Rayo» debido a que durante una tormenta un rayo impactó en el coro y provocó serios daños en los bienes del convento, quedando intacta la imagen de la Virgen.2 La talla siguió conservándose en el mismo lugar tras la expropiación del inmueble en 1835 con motivo de la desamortización de Mendizábal,3 aunque no en su emplazamiento original, pasando a custodiarse en la capilla del museo.
El 15 de febrero de 1992 sufrió graves daños al romperse en varios fragmentos a causa de una caída fortuita desde el sitial donde se exhibía, siendo restaurada con éxito por Francisco Berlanga, quien durante el proceso de reparación descubrió en el interior de la figura un pergamino el cual interpretó como una restauración anónima acometida en el siglo xviii,1 lo que desencadenaría dudas sobre la autoría de la talla.
Actualmente son dos los escultores a quienes se atribuye la autoría de la imagen: José Montes de Oca2 y Jerónimo Hernández.4 La atribución a este último fue defendida en el siglo xx por el catedrático José Hernández Díaz en base a la tesis propuesta por el investigador Celestino López Martínez:
El erudito López Martínez fecha esta soberana imagen en 1584, y apunta la atribución a Jerónimo Hernández, clasificación que suscribo en plenitud. La monumentalidad compositiva, las perfecciones del dibujo, modelado y talla son las utilizadas en la producción de este excepcional imaginero. Su policromía corresponde al siglo xviii…5
Sin embargo, y pese a que también se llegó a postular al arquitecto Juan de Oviedo,6 Montes de Oca es considerado generalmente como el autor de la imagen,789 surgiendo esta atribución en 1800 de la mano de Juan Agustín Ceán Bermúdez,10 postura compartida por Antonio Torrejón Díaz, quien retrasó la ejecución de la talla hacia 1735,11 si bien el hallazgo de 1992 volvió a poner en duda esta atribución, habiéndose considerado ya anteriormente la posibilidad de que no fuese una pieza original sino el resultado de la remodelación de una obra precedente.11
La imagen, de 1,75 metros de alto y realizada en madera policromada, dorada y estofada, luce un rostro maduro aunque dotado de formas suaves y redondeadas, en el que destacan una boca entreabierta, un pequeño hoyuelo en el mentón, una nariz prominente y unos ojos casi cerrados con la vista dirigida al suelo. La melena presenta raya al medio y caída a ambos lados de la cara, posándose delicadamente sobre los hombros y el tórax, donde se forman marcadas ondulaciones. El brazo derecho de la Virgen está flexionado y la mano posada sobre el pecho, mientras que el otro brazo reposa casi a la altura del regazo al tiempo que la mano izquierda sostiene un Libro de las Horas a modo de acompañamiento del rezo litúrgico de la comunidad de mercedarios.5
Viste el hábito de la orden, compuesto por una túnica, un escapulario y una capa ricamente decorados con estofados barrocos, destacando a su vez el escudo de los mercedarios a modo de broche en el escote, donde se unen los extremos de la capa. Los ropajes presentan pliegues anchos de escaso volumen y cierto vuelo gracias a la doblez de una de las esquinas del escapulario, si bien la imagen destaca en su totalidad por su ausencia de movimiento, aunque sin llegar a caer en la estaticidad típica de muchas imágenes sedentes. La Virgen, quien parece inclinarse hacia delante, se halla sentada en un trono a imagen y semejanza del relato de la aparición experimentada por San Pedro Nolasco, ataptándose la capa a la hechura del asiento y del respaldo en vez de mostrar una caída libre.
El trono presenta una arquitectura típica del barroco: resaltan en la zona superior del respaldo motivos de rocalla y dos querubines de cuerpo entero enmarcando el rostro de María, hallándose dispuestos a su vez los rostros en relieve de tres serafines bajo el arco de medio punto sobre el que reposan los querubines. A los pies de la Virgen, a modo de escabel, se hallan las cabezas aladas de varios serafines, algunas de frente, otras de perfil y otras giradas hacia abajo, lo que dota de mucho movimiento a la obra, creando la sensación de que los ángeles están revoloteando a los pies de María. De acuerdo con Álvaro Dávila-Armero del Arenal, las figuras angelicales, el hoyuelo del mentón de la Virgen y la madurez de su rostro son los detalles que han permitido atribuir la imagen a Montes de Oca.
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