MONUMENTOS DE ESPAÑA
La Fontana es una obra pública con valor histórico artístico y monumental. Ubicada en la calle y barrio del mismo nombre, en las afueras de la villa asturiana de Pravia. Esta obra se sitúa cronológicamente a finales del siglo XVIII y estéticamente se enmarca dentro del estilo Neoclásico o Clasicismo Académico.
Las obras públicas asignadas al estilo Neoclásico son inseparables y al mismo tiempo consecuencia de las políticas reformadoras del Despotismo Ilustrado.
En España estas políticas se materializaron principalmente en el reinado de Carlos III y si bien se manifestaron en grandes obras públicas que contribuyeron al adorno y esplendor de la capital del reino, también las provincias más periféricas, como Asturias, contaron en menor medida, con obras más modestas en envergadura y propósitos como el ejemplo que nos ocupa, la Fontana de Pravia.
No podemos atribuir la fuente a ningún autor conocido, sin embargo es posible relacionarla estilísticamente con otras obras similares y coetáneas como la Silla del Rey, de Oviedo, de Manuel Reguera en 1776, la Fuente de la Manzaneda, de Benito Álvarez Perera en 1778 o los Canapés de Avilés de José B. de la Meana en 1786, entre otros.
Todas estas obras, así como la Fontana de Pravia se encuadran dentro de ese programa de construcciones edilicias mediante el que los monarcas ilustrados como Carlos III pretendían el embellecimiento, progreso y desarrollo económico de todos los rincones del reino así como hacer notar en la vida cotidiana de los súbditos, los efectos renovadores y benéficos de la iniciativa real.
Jovellanos, poco después de la construcción de la fuente, en 1792, la describe en sus diarios: Peñaullán, mala bajada al embarcadero; pásase el barco, y se halla un pedazo de nueva y buena carretera, por la cual se sube a la villa. A la izquierda de ella, una fuente llamada La Fontana, con asientos. Noche; llegada a la casa del Busto; buena cena y buena cama.1
También Bances y Valdés escribe, en 1806: ¨Desde esta puerta[la del Cai], entre Oriente y Sur, sigue el gran paseo de la fontana, con lnetas y capiés, que es el camino Real de Oviedo, y ha de pasar el rio por el Puente Grande. En él está la fuente así llamada, con dos caños de la mejor agua y un frontispicio de bien ideada arquitectura, con letrero que señala los años y reinado del Señor Carlos III¨2
En los últimos años y a causa de reformas urbanísticas, la Fontana ha sido desplazada unas decenas de metros de su emplazamiento original y tanto su nueva ubicación actual, un tanto descontextualizada, como un cierto deterioro y abandono de la propia obra, harían necesarias acciones de mejora del entorno y restauración del edificio.
Se trata de una fuente de reducidas dimensiones, que consta de una pileta adosada a una fachada en la que se ubican dos caños incrustados en sendas máscaras o rostros antropomorfos. Por encima de los caños, un entablamento clásico con su correspondiente cornisa proporciona a la fuente un aspecto monumental. El conjunto se ve coronado por un frontón mixtilíneo, que hace de marco a su vez a una pequeña lápida dedicatoria. Unas volutas o motivos vegetales sirven de ornamento a los extremos de dicho frontón. Todo el conjunto se ve flanqueado por una suerte de bancos o canapés muy al gusto clasicista de la época.
La lápida dedicatoria, deteriorada por el paso del tiempo y parcialmente ilegible, hace referencia al promotor de la obra, el propio rey Carlos III y al año de edificación de la misma, 1781.
La fuente de Pando es una fuente pública de piedra situada en la parroquia del mismo nombre en el concejo de Oviedo en Asturias.1 Se encuentra en las inmediaciones de la avenida de Pando. Se trata de una fuente que vierte agua minero medicinal de gran calidad rica en sulfatos y calcio por lo que, generalmente, hay cola para llenar recipientes grandes de agua para llevarla a casa.
La primera reseña sobre la fuente se remonta a la época de Ordoño II, que fue rey de León desde el año 914 hasta el 924, que la donó a la catedral de Oviedo. La fuente pública, probablemente se reconstruyó en el siglo xviii y está realizada en sillar de arenisca bien tallados en forma paralelepipédica. Tiene planta rectangular y alzado neoclásico.
El cuerpo de la fuente se articula en tres calles; la central, más ancha, con un medallón de forma oval, con la siguiente inscripción: «Reedificose...año 1820» Bajo el medallón, un altorrelieve de piedra sujeta el único caño de agua. Las otras dos calles discurren mediante dos curvas cóncavas de manera que la base por donde discurre el agua se va agrandando hacia el exterior. Se remata por un frontón triangular.
La fuente está adosada al terreno y enmarcada por una cerca de piedra que impide desprendimientos. A derecha e izquierda hay un banco corrido, de piedra de sillarejo que cubre prácticamente todo el perímetro de la fuente y sus laterales sirviendo a modo de asiento para los que esperar su turno para llevar agua. El suelo empedrado, algo resbaladizo pues siempre está húmedo, está dividido en dos partes simétricas por un pequeño canal que hace la función de rebosadero.
En 1936 sufrió varios desperfectos por lo que hubo de reconstruir lo afectado que eran, fundamentalmente, la parte inferior y el codo de piedra por donde afloraba el agua con cargo al Ayuntamiento de Oviedo, que es su titular. La Fuente de Pando es uno de los pocos ejemplos de fuentes públicas que se conservan en el concejo de Oviedo. Fue declarada monumento histórico-artístico el 17 de febrero de 19832 y Bien de Interés Cultural (BIC) el 26 de noviembre de 1992.1
Hoy en día la Asociación de Vecinos que lleva su nombre, Fuente Pando, celebra todos los años una fiesta coincidiendo con la entrada del verano, donde se reparte el clásico "bollu con chorizu y botella vino" diversas actuaciones culturales y se baila la danza prima.
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