ESCULTURAS DE ESPAÑA
La Puerta Real, también llamada de Carlos III, es un conjunto monumental del último tercio del siglo XVIII, que se encuentra en el Paseo del Prado, en la ciudad española de Madrid. Forma parte del cerramiento del Real Jardín Botánico.
La puerta fue diseñada en 1773 por Francesco Sabatini, dentro del proyecto del Real Jardín Botánico, que el rey Carlos III encomendó inicialmente al citado arquitecto. Se inauguró oficialmente en 1781, junto con el conjunto ajardinado.
Fue concebida como la entrada principal del recinto, si bien perdió esta función pocos años después de su apertura, a favor de la Puerta de Murillo, emplazada en la plaza homónima, junto a una de las fachadas del Museo del Prado. Este segundo acceso es obra de Juan de Villanueva, a quien se debe el trazado definitivo del jardín (1785-1789). La Puerta Real permanece cerrada en la actualidad.
La Puerta Real es de inspiración clasicista y está dedicada al rey Carlos III. Está realizada en sillarejo de piedra de granito, aunque algunos de sus elementos están hechos en caliza.
Guarda similitudes con la Puerta de San Vicente, ubicada también en Madrid, que Sabatini finalizó en 1775. Al igual que ésta, consta de un cuerpo central, formado por un arco de medio punto y coronado por un frontón, y de dos postigos adintelados, situados a cada lado.
En la cara que da al Paseo del Prado, la Puerta Real exhibe un panel rectangular, que descansa sobre dos columnas dóricas, en el que reza una inscripción alusiva a Carlos III y al año en que fue inaugurada (1781).
La Puerta de Recoletos fue un acceso en el tramo norte de la cerca de Madrid.1 Denominado puerta y portillo indistintamente por los cronistas,2 estuvo situado en el Paseo de Recoletos, con ligeras variaciones de ubicación y aspecto.3
La primera puerta que tuvo este nombre se construyó en 1626, no pasando de ser un simple portillo abierto en la cerca, entre el vecino portillo de Santa Bárbara, al oeste, y la Puerta de Alcalá al este. Este paso estuvo inicialmente en Recoletos frente al solar que siglos después ocuparía la Biblioteca Nacional de España.3
La segunda puerta, situada un poco más adelante –en la plaza de Colón, a la altura de la calle Génova– fue levantada «en 1756, al levantar la cerca de las Salesas por mandato de Fernando VI, con diseños de don Francisco Carlier y bajo la dirección de don Francisco Moradillo».2 El médico higienista Pedro Felipe Monlau describe del siguiente modo la puerta: «Consiste en un arco de medio punto con archivolta y en la clave un mascarón de mujer dentro de una concha. Decoran este arco cuatro medias columnas dóricas pareadas, que sientan sobre un primero y segundo zócalo. Sobre el correspondiente cornisamento se eleva un frontispicio triangular con escudo de armas reales en la cumbre, y a los lados dos figuras alegóricas algo inclinadas, que al parecer representan la Abundancia. En cada lado hay una puerta pequeña de arco a regla, coronada con una balustrada [sic], bien inútil por cierto, y debajo de la misma y encima de la puerta se ve un tarjetón en cada una con inscripciones tan pretenciosas como ridículas. La decoración es totalmente igual en ambos frentes; y la materia piedra de Colmenar en los adornos, y granito en lo demás.»a4
Su cierre se llevaba a cabo con rejerías que desaparecieron en 1826.3 En 1863 la puerta se desmontó y los restos de piedra se emplearon en otras obras municipales.
La Puerta de San Vicente es una puerta monumental situada en la Glorieta de San Vicente en Madrid (España).1 Ocupa desde 1995 el espacio en el que entre 1775 y 1892 estuvo la puerta original, obra del arquitecto Francesco Sabatini.
A lo largo de la historia madrileña han existido varias puertas que han recibido el mismo nombre. En 1726, el marqués de Vadillo, corregidor de la villa encargó a Pedro de Ribera que construyera una puerta monumental en la cerca de la ciudad, para sustituir una puerta anterior, que se encontraba en estado ruinoso y se denominaba "del Parque". La puerta, que constaba de tres arcos, estaba adornada con una estatua de San Vicente, por lo que recibió dicho nombre, aunque también sería conocida más tarde como puerta de La Florida.
Derribada en 1770, debido a la remodelación de la Cuesta de San Vicente (1767-1777), como parte de la reordenación de los accesos occidentales al Palacio Real y su conexión con el Camino de El Pardo. Poco después, el rey Carlos III le encargó a Francesco Sabatini la construcción de una nueva puerta para sustituir a la anterior como entrada a la ciudad desde el nuevo paseo de La Florida. Las obras terminaron en 1775 y Sabatini colocó junto a ella una fuente ornamental, popularmente denominada Fuente de los Mascarones.
La nueva puerta se encuentra en su localización actual, más cerca del río que la anterior. Constaba de un arco y dos postigos (o portillos) y estaba construida de granito y piedra caliza de Colmenar de Oreja. El arco se encontraba ornamentado con dos columnas dóricas en su parte exterior y dos pilastras, también dóricas, en la interior. Lo coronaba un frontispicio triangular rematado con un trofeo militar. Los postigos laterales estaban coronados también por trofeos militares. Frente a ella estuvieron dos construcciones también desaparecidas: la referida fuente de los Mascarones, entre 1775 y 1871, y el Asilo de Lavanderas impulsado por María Victoria dal Pozzo, desde 1872 a 1938.
En 1890 la puerta fue desmontada para mejorar el tráfico en la zona (otras fuentes dan la fecha de 1892).1 Sin embargo, se perdió la pista de sus restos, que permanecen en paradero desconocido (existen teorías que afirman que de su piedra se hicieron adoquines; otras que fueron llevados a los almacenes municipales de la Casa de Campo y que luego, ante el desinterés por ellos, fueron enterrados, pero nunca fueron encontrados a pesar de ser buscados en las décadas finales del siglo xx).23
En la década de 1990 el ayuntamiento de Madrid decidió reponer la puerta en el mismo sitio en el que se encontraba. Para ello, se realizó una réplica bajo la dirección del ingeniero Juan A. de las Heras Azcona, siendo situada en posición inversa a la original, o sea mirando a la ciudad. La nueva puerta de San Vicente desplazó entonces a la fuente de Juan de Villanueva, que se encontraba en dicha ubicación desde 1952, y que fue trasladada al parque del Oeste.45
Para la réplica, en hormigón chapado en granito gris y caliza,1 se aprovecharon las molduras de las cornisas superiores que todavía se conservaban de la original, además de la referencia de los planos originales y una fotografía de 1890 de Laurent. Entre los elementos reproducidos destacan los ornamentos obra de José Luis Parés Parra.
Puerta de Tierra | ||
---|---|---|
Bien de interés cultural | ||
Ubicación | ||
País | España | |
División | Andalucía | |
Provincia | Cádiz | |
Localidad | Cádiz | |
Coordenadas | 36°31′34″N 6°17′19″O | |
Características | ||
Tipo | Monumento y Fortificación | |
Parte de | Muralla moderna y Sitio histórico de los lugares de las Cortes y la Constitución de 1812 en San Fernando, Cádiz y La Bahía | |
Bien de interés cultural Patrimonio histórico de España | ||
Categoría | Monumento | |
Código | RI-51-0007570 | |
Declaración | 22 de junio de 1993 | |
Mapa de localización | ||
Ubicación en Cádiz | ||
La Puerta de Tierra es un reducto de la que fuera muralla de entrada a la ciudad de Cádiz, Andalucía, España. Levantada en el siglo XVIII por Torcuato Cayón, la portada está labrada en mármol y está concebida más como retablo religioso que como fortificación militar. Está catalogado como Bien de Interés Cultural.1
Es uno de los monumentos más significativos de la ciudad y separa en la actualidad, el Casco Antiguo (conocido popularmente como "Cádiz" o "Cádiz Cádiz") y la zona moderna (conocida popularmente como "Puerta Tierra" o "Extramuros") de la ciudad.
En el siglo XVI se construyó la primera muralla en esta zona y en 1574 se realizó una ampliación para protegerla con dos baluartes. En el siglo XVIII adquirió su fisonomía definitiva. En el centro de la construcción se abre una portada de mármol diseñada por José Barnola, en 1756. Concebida más como retablo religioso que como fortificación militar, fue ejecutada bajo la dirección de Torcuato Cayón. Para la fachada que conduce al interior de la ciudad se construyó un pórtico de mármol a modo de arco de triunfo.
El Torreón de Puerta de Tierra fue erigido a finales de 1850 para que sirviera como la torre n.º 57 de la línea de telegrafía óptica de Andalucía de José María Mathé, que podía enviar mensajes desde el Ministerio de la Gobernación (en Madrid) hasta Cádiz en casi dos horas, si las condiciones atmosféricas lo permitían. Hay muchas imágenes y algunos textos escritos que demuestran que este telégrafo óptico empezó a funcionar a partir de 1851 hasta finales de 1857, en que fue sustituido por la estación de telegrafía eléctrica, en el antiguo Palacio de la Aduana de Cádiz. Los partes telegráficos estaban destinados al gobernador civil de la provincia de Cádiz, pero a veces se publicaban en los periódicos locales, como El Nacional o el Boletín Oficial de la Provincia. El Torreón de Puerta de Tierra, aunque actualmente se haya olvidado, era conocido a finales del siglo XIX como la "Torre Mathé", en recuerdo del director de las Líneas de Telegrafía Óptica (que además creó el Cuerpo de Telégrafos en 1855). No tiene el típico diseño de las torres ópticas del brigadier Mathé (como Torrechica, en San Fernando).
En la primera mitad del siglo XX, ante el crecimiento de la ciudad por las áreas extramuros, se barajó la posibilidad de demoler todo el conjunto y permitir un mayor acceso a los vehículos al centro de la ciudad. Finalmente se decidió el relleno parcial de los fosos y la apertura de dos nuevos arcos en el lienzo de la muralla. Los trabajos fueron dirigidos por el arquitecto Antonio Sánchez Esteve. Sobre sus murallas ondea la bandera morada de su cantón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario