viernes, 10 de enero de 2020

HISTORIA DE ESPAÑA

PREHISTORIA

El dolmen del Alto de la Huesera es un dolmen ubicado en el Alto de la Huesera, en el territorio del municipio alavés de Laguardia, en el País VascoEspaña. Está datado en el neo-eneolítico y bronce. Está considerado como el mejor dolmen de la Rioja Alavesa.
Fue descubierto en 1947 por Fernández de Medrano y excavado por él mismo al año siguiente. Entre los años 2010 y 2014 se excavó, estudió y reconstruyó. La excavación y estudio fueron encargados por la dirección del Servicio de Museos y Arqueología de la Diputación Foral de Álava a los profesores de la Universidad del País Vasco Javier Fernández Eraso y José Antonio Mujika Alustiza. Consta de un corredor de ocho metros de largo; está dividido en dos zonas, una adintelada y otra intratumular, y presenta una cámara poligonal formada por seis ortostatos y losa cobertera. Posee un recinto ceremonial y cuenta con una estela antropomorfa única en el ámbito vasco, una silueta humana con grabados que representan una mano, unos grabados que sustentan una alabarda y, a la altura del hombro, destacan dos puñales grabados. Llegó a albergar hasta ciento treinta y cinco cadáveres.1

Los trabajos de restauración se realizaron en dos fases. La primera, entre julio de 2010 y abril de 2011, fue realizada por la empresa Petra S. Coop. En ella se estabilizaron los ortostatos y se reforzaron para que soportaran el peso de la losa cobertera que se volvió a ubicar en su posición original, y se realizaron uniones entre ortostatos con morteros de cal y arena.2​ La segunda, entre 2014 y 2015, se encargó a una empresa de construcción no especializada en restauraciones. Esta segunda fase de la restauración ha sido criticada por los participantes en la excavación y estudio del monumento, ya que afirman que no se han atendido sus indicaciones y que no se pudieron determinar las dimensiones reales del mismo al no permitírseles finalizar la intervención en el túmulo. Se ignoraron las indicaciones en la reposición y ubicación de elementos desaparecidos o retirados en el estudio y se alteró la forma de construcción del túmulo, formado por piedras imbricadas, el cual fue reconstruido por el mero amontonamiento de material rodeando el mismo con un encintado de grandes piedras.






El Dolmen del Barranc es una construcción megalítica prehistórica situada en el municipio español de Espolla (Gerona). Forma parte del conjunto de los dólmenes de Espolla. Está situado en el paraje del Barranc, cercano a la línea divisoria con el término municipal de Rabós y en un lugar de paso muy antiguo, como indican los restos de un camino de trazado medieval que actualmente ha quedado en desuso, así como también este eje de comunicación en la sierra de la Albera. Fue construido entre el 3.200 y 2.700 a. C.
Se trata de un sepulcro megalítico de inhumación múltiple. Sus losas son de pizarra y presenta una cámara trapezoidal y corredor de pared seca con vestíbulo semicircular en la entrada. La losa de cubierta se encuentra partida por la mitad y en ella es posible observar numerosos grabados rupestres,1​ algunos de los cuales representan figuras humanas y otras formas geométricas y cruces antropomórficas. Fue restaurado en el año 1984 y consolidado en 1986 por Rafael Insa bajo la dirección de J. Tarrús y J. Chinchilla.









El Dolmen del Mellizo (también llamado Aceña BorregaAnta de la Marquesa o Data III) es un dolmen ubicado en las inmediaciones de la localidad española de La Aceña de la Borrega, en el municipio de Valencia de Alcántara, en la provincia de Cáceres.
Forma parte del conjunto arqueológico de los Dólmenes de Valencia de Alcántara, declarado bien de interés cultural en 1992.1
Es uno de los pocos dólmenes de Extremadura cuya cámara aún está cubierta por una horizontal que descansa sobre él, sobresaliendo de la cubierta. Si bien el dolmen está bastante desgastado, se conservan bien el breve pasillo (dos grupos de discos) y el acceso a la cámara a través de una piedra de umbral. El megalito se data en los milenios IV o III antes de Cristo y sigue el modelo megalítico que en la vecina Portugal se conoce como anta. Tiene losas de granito y cámara ovalada y se compone de ocho piedras de soporte o secundarias, varias de ellas ya rotas. Tiene un diámetro de alrededor de 3,0 m x 3,6 m y una Altura de unos 2,5 m.
Aunque el dolmen ya había sido saqueado, en la excavación arqueológica de 1985 de Primitiva Bueno Ramírez pudieron hallarse restos de ajuares funerarios como fragmentos de cerámica, puntas de flecha y otros objetos.
Hubo un dolmen de la misma especie en la zona, pero se perdió. A unos 300 metros de distancia se encuentran otros dos yacimientos arqueológicos: Data I y Data II. Este último está en mal estado, pero tiene una de las mayores cámaras.

Dolmen en Valencia.jpg







El dolmen del prado de Lácara es un monumento megalítico del tipo sepulcro de corredor.1​ Está situado al noroeste de la ciudad española de Mérida, en la provincia de Badajoz. Se ubica junto a la carretera EX-214, que une Aljucén con La Nava de Santiago, a cuyo término municipal pertenece. Se trata de un notable sepulcro megalítico, construido durante el Neolítico final, hacia el ocaso del IV milenio a. C. o inicios del III milenio a. C.2​ Es uno de los más monumentales conservados en el foco alentejano-extremeño, motivo por el que fue declarado bien de interés cultural en 19123​ y Monumento Nacional en 1931.

En consonancia con otros megalitos extremeños, el de Lácara se encuentra ubicado en un entorno natural de dehesa de encinas, de suave relieve, ocupando un pequeño cerro que se eleva sobre el paraje circundante y próximo a varias corrientes de agua, entre las que destaca el río Lácara, que discurre al este del monumento. En el entorno abundan los afloramientos graníticos que en su momento proporcionaron la materia prima necesaria para edificar el sepulcro.4​ Estas particularidades de su emplazamiento han hecho pensar a investigadores como Enrique Navascués que además de lugar de enterramiento y símbolo del pueblo que lo erigió, estos megalitos pudieron ser también demarcadores territoriales o hitos de referencia en la ordenación de este territorio en la prehistoria. También se ha especulado con su ubicación estratégica en relación con caminos y zonas de paso.5
A pesar de todas las teorías, lo cierto es que este megalito se halla relativamente aislado, pues los dólmenes más cercanos, como el de Carmonita o la Cueva del Monje, distan entre 13 y 15 km a vuelo de pájaro, lo que dificulta establecer que formara parte de un conjunto organizado de enterramientos colectivos. En cualquier caso, se suele considerar que los dólmenes de las cercanías de Mérida pueden constituir una prolongación oriental del denso núcleo megalítico de Alburquerque-Villar del Rey-La Roca de la Sierra, según se deduce de su posición geográfica.5

Descripción[editar]

Vista del dolmen.
Vista superior del corredor
El de Lácara es un dolmen del tipo más común en la comunidad extremeña, pues se trata de un sepulcro de corredor largo y bien desarrollado, el de mayores dimensiones que se ha documentado en la región. La cámara, o estancia destinada a los enterramientos colectivos, es un espacio de planta poligonal, cercano a la forma circular, con un diámetro de cinco metros. Está formado por siete grandes losas u ortostatos de granito hincados verticalmente, que apoyan unos sobre otros hasta llegar al central de mayor altura, que actúa a modo de clave y sostiene el entramado. El único ortostato que permanece íntegro porque resistió la voladura con dinamita tiene 5,2 m de altura, se sitúa justo a la izquierda de la única entrada y es un buen indicador de la enorme envergadura original de este espacio monumental. Los ortostatos fueron tallados con forma cóncava y además se colocaron con cierta inclinación hacia el punto central, de tal manera que se facilitara la colocación de una gran losa que servía de cubierta de la cámara, hoy perdida.6​ En el suelo de esta estancia se conservaron fragmentos del resto de bloques, actualmente ubicados unos metros a las afueras del dolmen.2
Vestíbulo del dolmen
La cámara y el corredor de acceso tienen casi veinte metros de longitud y están orientados en dirección este-oeste.7​ El corredor está dividido en tres tramos —un atrio y dos antecámaras—, bien delimitados mediante parejas de losas verticales a ambos lados, a modo de jambas que estrechan el paso entre ellas. El atrio junto a la entrada es una especie de vestíbulo de planta trapezoidal, probablemente sin cubierta en origen, que actúa como rampa de acceso a la primera antecámara y quizá también como espacio ceremonial destinado al depósito de ofrendas. Las dos antecámaras son estructuras adinteladas con una altura que varía 1,1 y 1,6 metros,que se estrechan ligeramente conforme nos aproximamos a la cámara final.82
Quedan todavía vestigios del túmulo de tierra que recubría casi todo el edificio descrito, por lo que es posible conocer su aspecto y dimensiones originales. Era por tanto un promontorio artificial de planta elíptica, elaborado a base de tierra rojiza y cantos rodados, en el que todavía se pueden observar algunas de las piedras que, a modo de muro anular de contención, rodeaban el borde exterior. Su diámetro oscila entre los 28 y los 35 metros, mientras que su altura actual es de 3,5 m, aunque en origen debieron ser bastantes más.72

Historia[editar]

La utilización continuada del dolmen y los diversos expolios que ha sufrido impiden establecer una estimación del número de cadáveres que llegó a albergar, o las características de los ajuares funerarios completos. Junto a pequeños fragmentos de hueso, carbonizados por los fuegos realizados con posterioridad, la excavación arqueológica del dolmen proporcionó diversos objetos, aunque descontextualizados. Se trata de piezas de ajuar habituales en estos sepulcros colectivos: recipientes cerámicos de forma esférica o semiesférica,9​ abundante industria lítica tallada como cuchillos y alabardas de sílex, un centenar de puntas de flecha de diversos materiales, objetos de adorno personal como colgantes y cuentas de collar o dos puntas de cobre.10​ Asimismo, se halló un interesante ídolo placa de pizarra, de forma rectangular con los bordes redondeados, decoración incisa en su cara anterior y tres perforaciones superiores.11​ Por último, las excavaciones también proporcionaron gran cantidad de trozos de ocre, probablemente utilizado en rituales funerarios.2
Todos estos elementos sitúan la creación de este enterramiento por parte de comunidades del Neolítico final, hacia el ocaso del IV milenio a. C. o inicios del III milenio a. C., con reutilizaciones en enterramientos posteriores del Calcolítico a lo largo del III milenio a. C., lo cual es testimonio de la enorme perduración de los ritos funerarios asociados al megalitismo. Incluso algunos elementos hallados, como restos de cerámica campaniforme, las puntas de palmela de cobre o las alabardas, apuntan a una ocupación todavía más tardía de este sepulcro de corredor.2
El conjunto megalítico ha sido reutilizado en diversos períodos históricos, pues fue usado como vivienda en época romana y medieval, algo que afectó irreversiblemente a los enterramientos y ajuares que se depositaron originalmente en su interior. De igual modo, su estructura pétrea ha sufrido diversos atentados, como servir de cantera y ser dinamitado a finales del siglo XIX, suceso que recoge José Ramón Mélida en su Catálogo Monumental y que ha dejado señales como los orificios para los barrenos o cuñas de rotura que se ven en varias piedras de la cubierta.12​ Afortunadamente, su robustez y el hecho de que estos eventos únicamente afectaron a algunas partes, como la sufrida cámara, han permitido que todavía hoy pueda imaginarse su imponenente aspecto primigenio.5
La existencia de este dolmen se conoce desde hace siglos y hay referencias bibliográficas del mismo desde finales del siglo XIX, la más antigua de las cuales se debe al erudito Vicente Barrantes, que dio noticia de su existencia en 1875 y afirmó que se trataba de «uno de los más raros y notables monumentos de la Edad de Piedra». Mélida lo visitó en 1908 y 1912, tras lo cual consiguió que en 1931 fuera declarado Monumento Nacional.12​ En 1950 los geólogos Ismael Roso de Luna y Francisco Hernández-Pacheco lo mencionaron brevemente en un estudio geológico de la zona, mientras que en 1956 el arqueólogo alemán Georg Leisner y su esposa Vera lo incluyeron en un catálogo de dolmenes.13​ Su excavación sistemática se produjo entre 1957 y 1958 bajo la dirección del arqueólogo turolense Martín Almagro Basch.

Dolmen de Lácara (6910004530).jpg









El dolmen Juan Rol I es un dolmen situado en el municipio español de Alcántara. Es uno de los dólmenes más conocidos del conjunto arqueológico de los dólmenes de Alcántara.
Es un dolmen construido en pizarra compuesto por una cámara que conserva seis de sus siete piedras laterales originales cortadas. Posee una boca ancha con once piedras (algunas con cuencos y grabados) parcialmente restaurada en 1997.
Las dimensiones son mucho más grandes que la del adyacente dolmen Maimón II. La cámara tiene un diámetro de 2,3 metros y una altura de 1,5 m. La longitud del pasillo es de alrededor de 5,0 m y su altura de 0,9 m. La colina, que esencialmente rodeaba la cámara (pero no completamente al corredor), tenía alrededor de 8 m de diámetro.
La cámara está saqueada, lo que explica el estado de algunos ortostatos. En el nivel original del suelo había varias puntas de flecha, un gran ídolo plateado con agujeros de ojo y tiras de triángulos como decoración. Se descubrieron algunos abalorios también.
Su último uso reconocible fue durante la temprana Edad del Bronce (entre 2200 a. C. y 1900 a. C.) por la cultura del vaso campaniforme. Sus últimos usuarios dejaron sus huellas en el pasillo, cerca de la cámara, colocando una piedra transversales. En este lugar fueron colocados una taza, una placa metálica y un recipiente. Se trata de una decoración clásica de la cultura del vaso campaniforme, con la peculiaridad de que los vasos aquí carecen de decoración.
Durante las excavaciones en el suelo, se descubrieron hachas dañadas pulidas, copas, abalorios y puntas de flecha, tipológicamente reflejados en grabados de la roca.

No hay comentarios:

Publicar un comentario