martes, 7 de enero de 2020

HISTORIA DE ESPAÑA

PREHISTORIA - CUEVAS

La cueva Negra (estrecho de La Encarnación, Caravaca de la CruzRegión de MurciaEspaña) es una cavidad de 12 m de ancho en su apertura que se extiende 12 m en su interior. En la misma se han hallado desde 1990 yacimientos con restos de homínidos que se remontan a un antigüedad no inferior a 780 000 años y que podría alcanzar los 990 000, en el Calabriense (Pleistoceno temprano), y numerosos indicadores climáticos y de la fauna y la flora de la época. Su importancia recae en el hallazgo de dos huesos y seis dientes humanos, probablemente de Homo heidelbergensis, antepasado directo de Homo neanderthalensis. Asimismo, se han hallado antiquísimos restos de una hoguera, que podrían corresponder, probablemente, al hogar más antiguo de Europa, según el arqueólogo Mariano López, uno de los directores de la excavación de 2013.12
Entre los hallazgos destacables se encuentra un bifaz en piedra caliza que podría ser el más antiguo de Europa con una antigüedad de entre 760 000 y 900 000 años y que, por tanto, se le atribuiría a un Homo sp., anterior a H. Heidelbergensis.345
Michael Walker, profesor de Antropología de la Universidad de Murcia, es el coordinador científico del proyecto de excavación de la Cueva Negra de 2013, así como el de la sima de las Palomas (Torre-Pacheco).







La cueva de la Encantada es una cueva ubicada en el municipio de Luque (CórdobaEspaña). Tiene una profundidad de 40 metros y se localiza en el centro de la ciudad, a unos pocos metros del castillo.
En el interior de la gruta se pueden encontrar reproducciones de pinturas rupestres encontradas en otras cuevas del término municipal, que por su ubicación resultan inaccesibles o poco recomendables para visitas turísticas, por lo que se pueden apreciar en esta cueva reunidas. La mayoría de las pinturas pertenecen al Neolítico o el Calcolítico.1
La cueva está abierta al público y se realizan visitas guiadas tanto para niños como para especialistas.

Cueva de la Encantanda, Luque.jpg
Cueva de la Encantanda, Luque 2.jpg








La cueva de la Higuera, también conocida como cueva de los Cochinos, es una caverna prehistórica situada en el término municipal de Cartagena (Región de Murcia), e integrada administrativamente en la diputación de Los Puertos de Santa Bárbara. Fue declarada Patrimonio de la Humanidad en 1998, incluida en el conjunto del arte rupestre del arco mediterráneo de la península ibérica.

La cueva se encuentra a una altitud de 50 metros sobre el nivel del mar en el piedemonte del cabezo de Hornos, que forma parte del espacio natural de la Sierra de la Muela. Consiste en un accidente kárstico de 40 m² cercano a la localidad de Isla Plana, que fue habitado de forma estacional.1
Fue descubierta en el año 1973,2​ y ha sido excavada en numerosas campañas por el arqueólogo Miguel Martínez Andreu, del Museo Arqueológico Municipal de Cartagena, que han revelado una ocupación que se extiende entre el periodo final del Paleolítico superior-Epipaleolítico y la época romana. Entre los materiales hallados destacan los correspondientes al Paleolítico superior, como la industria lítica (dos percutores y un raspador) y los restos de fauna (bivalvoscérvidosconejos y peces). Las etapas posteriores tienen una menor representación, sobresaliendo unos fragmentos de cerámica de decoración incisa.

Las pinturas[editar]

Las paredes de la cavidad acogen uno de los pocos ejemplos de pintura rupestre en España próximos a la costa (600 m), junto a la cueva de la Jorquera de Borriol y el Abrigo de la Tía Isabel de Benisa.1​ Asimismo es la única muestra conocida de arte esquemático ibérico en la comarca del Campo de Cartagena.
Las representaciones, hechas con ocre que fue hallado durante las excavaciones, siguen tres esquemas: antropomorfo con cabezamiembros superiores y tórax, figura femenina con falda y piernas, y cabra con cuernos largos.2

Protección jurídica[editar]

La cueva de la Higuera se asienta en unas parcelas de propiedad privada, debido a lo cual está cerrada al público. Su riqueza patrimonial logró que su entorno fuera protegido como Bien de Interés Cultural con categoría de Zona arqueológica por resolución administrativa de la Dirección General de Cultura de la Región de Murcia el 20 de abril de 1994, resolución que fue publicada primero por el BORM el 9 de mayo, y el BOE más tarde, el 14 de octubre.34
En 1998 fue declarada Patrimonio de la Humanidad incluida en el conjunto del arte rupestre del arco mediterráneo de la península ibérica durante la 22.ª sesión del Comité de Patrimonio de la Humanidad de la Unesco.







La cueva de la Hoz, o cueva de la Rata, es una cueva que contiene grabados y pinturas prehistóricas y restos arqueológicos, que se encuentra en el Parque Natural del Alto Tajo, más concretamente en el término municipal de Santa María del Espino, en las orillas del río Linares, a unos 1140 metros de altitud sobre el nivel del mar, en la provincia de GuadalajaraEspaña. Siguiendo río abajo, unos 14 kilómetros, por el valle de los Milagros se encuentra la Cueva de los Casares, mayor y con mayor densidad de arte rupestre.1
La cueva está protegida por una cancela metálica y no está permitida la visita a la misma para evitar el deterioro de los grabados y pinturas.

Acceso a la Cueva de la Hoz 09.JPG

Descripción física[editar]

Detalle de la roca caliza de la pared donde se encuentra la cueva.
Manantial convertido en fuente en la entrada de cueva, sin casi caudal debido a la persistente sequía en la época de la foto (agosto de 2012).
La cueva se encuentra en el paraje conocido «barranco de la Hoz», por formar esta geomorfología el río Linares, o río Salado, entre las paredes calizas de las montañas circundantes. La boca de la cueva está a media altura de la pared izquierda de la hoz, en lo que podría ser un sinclinal.12
Es una cueva kárstica activa, incluso se encuentran varios gours activos, además de los espelotemas más habituales (estalactitasestalagmitascoladas, etc.)3
Dispone, al menos, de dos entradas comunicadas, formando una Y con el pasaje de la cueva. La cueva tiene un desarrollo pequeño, rondando los 156 metros, en un corredor estrecho. Dispone de dos pisos, si bien la galería superior se ha hundido sobre la inferior. Más de la mitad de cueva, la parte más alejada de la entrada, se encuentra ocupada por un lago, que es parte del riachuelo subterráneo que circula por toda la gruta y que desemboca en forma de manantial en la entrada principal.4

Pinturas y grabados[editar]

Los restos artísticos de la cueva se componen de grabados, pinturas y trabajos sobre el barro o paredes blandas conocidos como macarroni, y que en esta cueva se puede destacar la figura de un caballo con trazo profundo.5
Los mejores grabados figurativos se encuentran en la derrumbada galería superior, a unos 80 metros de la entrada y antes de llegar al lago,3​ mientras que en la galería inferior, y ya a la altura del lago, se encuentran signos abstractos grabados en blando, grabados finos y pinturas rojas.6
Las figuras no abstractas son parciales o totales y cubren parte de la fauna local prehistórica, según indican Angulo y Merino (2011:128): équidos, bóvidos, cérvidos y cápridos.nb 1

Yacimiento arqueológico[editar]

La cueva fue encontrada por D. Juan Cabré en 1933 junto a la cueva de los Casares y se publica el estudio en 1934, pasando a ser reconocidas como monumento a proteger en 1935, y en ese año Hugo Obermaier la presenta a la Real Academia de la Historia. Ya no se hace ningún trabajo que involucre a la cueva hasta 1959, y especialmente en 1966-1968 cuando Antonio Beltrán Martínez la excava junto a la cueva hermana, publicándose una monografía en 1973. Ya hasta 1991, y siguientes años, no se vuelve a trabajar sobre ella, cuando se hacen excavaciones y dataciones de los estratos.7
A diferencia de la muy cercana cueva de Los Casares ésta no contiene restos paleontológicos ni paleoantropológicos, aunque sí restos arqueológicos. En 1994 Balbín Behrmann, Alcolea González y Cruz Naimí su excavación proporcionó cuatro placas decoradas, pero fuera de contexto, lo que no ayudaba a la datación, y hubo que hacerlo en base al estilo de los grabados sobre ellas. Los dibujos que se hallan son caballos, completos o parciales, una cierva, una vaca, un bóvido y un ojo ovalado. Se encontró otra placa en una excavación de la entrada, en este caso con équidos en ambas caras.896

Datación[editar]

Rodrigo de Balbín, en 1991, detectó niveles del Pleistoceno superior y Holoceno.7
Las pinturas, grabados y plaquetas no tienen contexto alguno por lo que no han podido ser datadas, por lo que solo se puede aplicar comparación de los estilos encontrados con otras cuevas que sí tienen contexto arqueológico.
En la galería superior el grabado del caballo que por comparación estilística con otros de la península ibérica y con algunos grabados en arte mueble se situaría entre el Solutrense final o el Magdaleniense inicial.10

Conservación[editar]

La estructura de la cueva, los derrumbes, el lago, etc. hacen que la visita sea difícil por lo que nunca ha estado abierta al público en general, encontrándose cerrada por una cancela que impide el acceso incontrolado.








Las cuevas de la Huesa Tacaña están situadas al sur de Villena (Alicante), en una zona de gran importancia estratégica por el que discurre el cauce del Vinalopó, así como la autovía A-31, cuyo recorrido en este punto seguía en la Antigüedad la Vía Augusta. Se trata de un conjunto de dos cuevas casi contiguas, la cueva Grande y la cueva Pequeña, que se hallan en las estribaciones SO de la Peña Rubia, a unos 2 km al este de la Colonia de Santa Eulalia. En ellas se han hallado restos arqueológicos desde el paleolítico al mesolítico.
Cerca de las cuevas, pero ya en el exterior, han aparecido puntasraederasperforadoresmuescas y denticulados. Estos hallazgos ampliaron hacia el sur la distribución geográfica y el conocimiento sobre este horizonte tecnológico y cronológico. Los hallazgos están conservados en el Museo Arqueológico de Villena.

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