jueves, 23 de enero de 2020

HISTORIA DE ESPAÑA

PREHISTORIA

Las salas hipóstilas son un tipo de edificio de época talayótica de Menorca y Mallorca de los cuales se tiene muy poca información. Su nombre se debe al hecho de que en su interior hay una o varías columnas que sostienen un techo construido a partir de grandes losas planas de piedra. Las más destacadas son la de Torre d'en Galmés, la de Torralba, la de Talatí de Dalt y la des Galliner de Madona.

Aspectos generales[editar]

Se han documentado un número relativamente importante de este tipo de monumentos, pero debido a las pocas excavaciones antiguas y a la reutilización de estos espacios a lo largo de la historia por diferentes usos, poca es la información arqueológica que nos han proporcionado. Su cronología es incierta, pero parece que se situarían entre el inicio del Talayótic y el Talayótic final. Se trata generalmente de edificios de un solo cuarto, construidos a partir de la técnica ciclópea con una o varias columnas que sostienen un techo construido a partir de grandes losas planas, formando un techo que podría ir cubierto por una capa de barro y restos vegetales. Se diferencian dos tipos, las que se encuentran dentro de poblados y las que se encuentran aisladas. A pesar de estas dos tipologías, como pasa en otros tipos de edificios talayóticos, su diversidad tipológica es muy grande y puede ser que se considerara como lo mismo, edificios que podrían tener una funcionalidad diferente1​ 2​.
Dentro de las que se encuentran en asentamientos talayóticos podemos nombrar las tres que se han documentado en Torre de en Galmés (2 visibles, una pendiente de excavación). Las tres parecen seguir un mismo patrón y se encuentran adosadas a un círculo de habitación. Este hecho hizo plantear a algunos investigadores que se tratase de lugares dedicados al almacenamiento.
En Talatí de Dalt también se ha documentado una sala hipóstila muy diferente a las documentadas en Torre de en Galmés. Se trata de un aposento de planta cuadrangular, casi subterránea, con una columna que sostiene un techo de losas de piedra con un grueso considerable de techo vegetal (tierra) 3​.
Otros como la sala hipóstila des Galliner de Madona es un edificio aislado y exento, construido con grandes piedras. Su planta de forma semicircular contrasta con las otras salas descritas hasta ahora. En su interior sigue el mismo patrón constructivo que las otras, un conjunto de columnas (la mayoría pol·lilíticas) que sostienen un techo de losas planas de piedra.
La gran mayoría de investigadores están de acuerdo en darle a este tipo de construcción una función de almacenamiento o de resguardo para el rebaño, pero la falta de resultados arqueológicos y la gran diversidad tipológica hace difícil concluir que estos edificios respondan todos a una misma función y cronología. Seria oportuno realizar excavaciones en alguna de estas estructuras para aportar nueva información 4​.

Candidatura de la Menorca Talayótica a patrimonio mundial[editar]

Actualmente, una selección de yacimientos prehistóricos de Menorca optan a ser declarados patrimonio de la humanidad por la UNESCO, bajo el nombre de Menorca Talayóticahttp://www.menorcatalayotica.info/portal.aspx. Los yacimientos seleccionados son: necrópolis de Cala MorellNaveta des TudonsEs Castellàs des Caparrot de FormaSes Roques LlisesTrepucó, poblado talayótico de Torralba d'en Salortcueva des CàrritxTaula de Torrellisarhipogeo de Torre del Ramhipogeos de Biniai NouSa Comerma de sa GaritaNaveta de Biniac OrientalNavetas de Rafal Rubí, necrópolis y Castellet de Cales Covespoblado de Son Mercer de Baixpoblado talayótico de Binissafúllerpoblado talayótico de MontefíSa Cudia Cremadapoblado talayótico de Sa Torretapoblado talayótico de Sant Agustípoblado talayótico de Torrellafudapoblado talayótico de Torretrencadasala hipóstila des Galliner de MadonaSo na Caçanasepulcro de Son Olivarettalayot de Torellótalayot de Trebalúgerpoblado de Cala MorellTorre d'en GalmésCornia Nou.









El sepulcro de Son Olivaret (Ciutadella - Menorca) es un Bien de Interés Cultural que se ubica dentro de la batería militar del mismo nombre, en el sur-oeste del municipio de Ciutadella. Se trata de una construcción funeraria colectiva, que corresponde a la tipología de las protonavetes o sepulcros de triple paramento y que conserva toda la base del monumento. Las excavaciones arqueológicas que se han realizado han localizado un interesante conjunto funerario formato por restos humanos, cerámicas y objetos de hueso.


El edificio y los materiales documentados[editar]

La cámara es casi circular u oblonga y conserva una gran losa vertical en la parte opuesta a la entrada. La mayor parte de las piedras que forman el monumento no son de dimensiones excesivamente grandes, lo que lo diferencia claramente de los edificios conocidos como sepulcros megalíticos. La excavación de la cámara proporcionó el registro completo de los contextos funerarios, con los restos humanos y el ajuar formado por objetos cerámicos, metálicos, óseos y líticos. En el exterior del sepulcro, y ante el corredor de entrada, también se localizaron numerosos fragmentos de cerámica prehistórica de Menorca. En el interior del sepulcro se recuperaron los restos de casi un centenar de individuos, que fueron depositados durante un largo periodo de tiempo. Aunque algunos carbones han sido fechados hacia el 2.000 aC, los restos humanos mas antiguos corresponderían al período a partir del 1.600 aC. Parece que, después, estuvo en uso durante todo el resto de la edad del bronce, hasta el 800-600 aC, e incluso sería reutilizado durante el periodo talayótico final o periodo Postalayótico, entre el 350 y el 150 aC. Los esqueletos estaban en muy mal estado, debido en parte a la naturaleza ácida de la tierra, que los había dañado, pero también a la forma en que fueron depositados: parece que, a medida que se iban introduciendo nuevos cadáveres, los huesos de los anteriores se iban empujando hacia el fondo, para dejar espacio a los nuevos enterramientos. Es por esto que en muy pocos casos los esqueletos se encontraron en conexión anatómica. Además, se pudieron recuperar gran parte de los objetos del ajuar que acompañaba a los difuntos, conformados por vasos cerámicos (de diversa tipología y cronología), objetos de bronce y elementos líticos. En el exterior del sepulcro, y ante el corredor de entrada, se localizaron numerosos fragmentos cerámicos de la edad del bronce, correspondientes al naviforme I (1700-1400 aC) y naviforme II (1400-1200 aC aprox.).
Cámara funeraria del sepulcro de Son Olivaret

El estudio antropológico[editar]

El estudio dental, sin embargo, ha permitido determinar un número mínimo de 91 individuos, 64 recuperados en los estratos del período talayótico en Menorca y 27 en el periodo pretalayótico. Entre los talayóticos había 58 mayores de siete años y 6 menores de esta edad. En cuanto a los individuos de época pretalayótica, 24 tenían más de siete años en el momento de la muerte, y 3 eran más jóvenes. Todo esto se puede saber determinando si los dientes conservadas son dientes de leche o forman parte de la dentición definitiva. El desgaste de los dientes permite calcular también, de forma aproximada, la edad de la persona. En Son Olivaret, los dientes se encuentran muy poco desgastados, por lo que podemos afirmar que la mayor parte de los individuos enterrados no eran muy mayores cuando murieron. La esperanza de vida, por tanto, no sería muy elevada. Se han podido detectar también, a través del estudio de los dientes, dos patologías: caries e hipoplasia. El porcentaje de caries, un 3'5%, es bajo, como corresponde a las poblaciones de esta época. Las hipoplasias son defectos del esmalte dentario, que se pueden relacionar con carencias de alimento, infecciones, etc. La baja proporción de esta patología demuestra que la población de Son Olivaret no sufría, normalmente, problemas de desarrollo.

Intervenciones arqueológicas[editar]

El monumento fue excavado por parte de un equipo del Museo de Menorca, dirigido por el arqueólogo y entonces director del museo, Lluís Plantalamor junto con la arqueóloga Silvia Villalonga y el también arqueólogo Josep Marqués. En 1999 se conoció la existencia del sepulcro y un año después se realizó un primer levantamiento planimétrico seguido de una prospección electromagnética para comprobar posibles cavidades internas. Finalmente el yacimiento fue excavado entre los veranos de 2003 y 2005.







Los toros de Costitx1​ (en catalánbous de Costitx) son tres piezas de bronce de la Cultura talayótica, datadas en torno a los siglos V y III a.C. Estas esculturas fueron encontradas en 1895 en el santuario de Son CorróCostitx (MallorcaEspaña), y actualmente se exponen en el Museo Arqueológico Nacional de España (Madrid), donde llegaron después de que el propietario del terreno de Son Corró, Juan Vallespir, las vendiera al museo por 3500 pesetas.

Museo Arqueológico Nacional - 18455 - Toro de Costitx 02.jpg

El toro: culto en la religión Talayótica[editar]

En el Mediterráneo la fertilidad era un factor vital para la supervivencia, ya que estaba vinculado con la abundancia y las buenas cosechas, y por ello el toro fue admirado por su vitalidad y su fuerza, encarnando esa fortaleza, poder y virilidad para las civilizaciones de Anatolia, Mesopotamia, Egipto y toda la zona del Egeo. En la Edad del Bronce el culto al toro ganó peso, quedando ligado a la Civilización minoica y a su forma de vida, representaciones artísticas y creencias.
Esta tradición de culto llegó a la Península con los griegos y fenicios, cobrando gran relevancia en el pueblo hispano y sus tradiciones, destacando la zona del sur y sudeste. En los templos talayóticos es habitual ver la representación de toros con distintos materiales como bronce, barro, y en ocasiones estas figuras aparecen acompañadas por una paloma, símbolo de la diosa Tanit. El toro en esta cultura simbolizaba la fuerza, la fecundidad, y se asocia con antiguos ritos astrales, siendo ejemplo de ello los restos de ofrendas y sacrificios encontrados en los lugares dedicados al culto de estos animales. En el caso del santuario de Costitx, se encontraron las tres cabezas iluminadas por lámparas de aceite, con escasa luz, y rodeadas de ofrendas.

Descripción[editar]

Las tres cabezas están elaboradas en bronce, con el interior hueco, y destacan por su considerable tamaño, por sus prominentes morros y profundas fosas nasales.
Todas las cabezas tienen varios elementos que se han insertado en la pieza mediante pasadores y técnicas de fundición, como las orejas y las astas, siendo estas últimas muy elevadas y con una forma similar a la de una lira. Las cuencas oculares se encuentran huecas, y se sabe que en su momento estuvieron rellenas de pasta vítrea para recrear globos oculares.
El detallismo de estas piezas muestra una excelente manufactura, ya que repararon en detalles como arrugas que se pueden percibir en el hocico, cuello o papada; dando una gran sensación de naturalidad, destacando por ello la cabeza más pequeña, que incluye detalles como las venas que se observan en las orejas, el lacrimal, o incluso pestañas y pelo rizado del testúz, y que se está realizado mediante trazos de buril.3

Retorno a Mallorca[editar]

Desde Mallorca y desde Costitx se ha pedido repetidamente el retorno de las tres piezas. En abril de 2008, el senador Pere Sampol presentó una moción ante la Comisión de Cultura del Senado para solicitar la devolución.4​ La moción fue aprobada en octubre de aquel mismo año con los votos a favor de todos los grupos parlamentarios a excepción del PSOE.








Torralba den Salord es un poblado prehistórico de época talayótica localizado en la isla de Menorca (BalearesEspaña) en el municipio de Alayor. Cronológicamente se sitúa entre el año 1300 a.C. y la época romana, y perduró hasta la Edad Media. Torralba den Salord es el yacimiento por excelencia de Menorca por la perfección de su taula y su recinto.

Partes del poblado[editar]

Aparte de la taula, se conservan los elementos característicos de los asentamientos prehistóricos menorquines tales como los talayots o la sala hipóstila. También se pueden ver algunas cuevas excavadas en el subsuelo y otros restos constructivos que conformaban los lugares de hábitat.
Lo que destaca a primera vista es el talayot principal. En sus orígenes tenía forma troncocónica, aunque actualmente se observa sólo la parte superior, de planta circular. La base está cubierta por bloques desprendidos. En su cumbre parece insinuarse un cuerpo macizo rodeando la columna. Este talayot aún no ha sido objeto de ninguna excavación arqueológica.
El segundo talayot se encuentra detrás del recinto de la taula y está construido encima de una casa pretalayótica de planta ovalada, con muros construidos con piedras de pequeño tamaño. En su interior se halló un recipiente de cerámica que contenía cereales carbonizados de alrededor del 1300 a.C., de acuerdo con la datación por radiocarbono realizada. Después de que el talayot entrara en desuso, parte de las piedras se utilizaron para construir el recinto de la taula. Se estima que hay un tercer talayot escondido por la vegetación.1
La parte más espectacular de Torralba la constituye sin lugar a dudas su recinto de Taula, cuya pieza central se ha convertido en uno de los símbolos de la Prehistoria menorquina. La Taula, de gran elegancia, alcanza los 5 m de alto por 2 y medio de ancho aproximadamente, y demuestra a la perfección cómo los hombres talayóticos supieron combinar en ella el peso y la rotundidad de la piedra con una noción casi aérea de las formas. Entre los años 70 y 80 del siglo XX, Manuel Fernández-Miranda y William Waldren excavaron el recinto. En él se encontró un altar de piedra que en su parte superior conservaba los restos de una esculturita de bronce que representaba un caballo. Al lado de este altar se encontró otra escultura en forma de toro fundida en bronce, al que se le dio el nombre de Toro de Torralba y que se puede contemplar en el Museo de Menorca. Durante la excavación se pudo documentar también una capa de cenizas con restos óseoas de animales domésticos, especialmente cabras y/o ovejas.2​ Tanto los muros internos como los externos que forman el recinto en forma de herradura del santuario, como la taula en sí misma, están construidos con piedras muy bien talladas.
La sala hipóstila de Torralba, sustentada por columnas, es la única de la isla que conserva la capa de tierra, muy bien delimitada, sobre su cubierta de piedra. Es una de las mejor conservadas de la isla y mantiene íntegra la cubierta.3
En este yacimiento se encuentra también toda una serie de hipogeos, cuevas naturales y cisternas. En la parte este del poblado se encuentra un conjunto de posibles viviendas talayóticas. Rodeando el asentamiento se pueden contemplar algunos fragmentos de muralla, sobre todo en la parte más próxima a la carretera.

Pou de na Patarrà[editar]

Cerca del poblado se encuentra el Pou de na Patarrà, casi invisible desde el exterior debido una gran higuera que crece en su boca. Tiene casi 50 metros de profundidad, con 8 tramos de 199 escalones.4​ Servía posiblemente para recoger el agua de las capas freáticas. Resumiendo, una obra de arte que nos ha dejado la prehistoria menorquina, de la cual se han inventado numerosas leyendas. Cerca del pozo, se encuentra una necrópolis de hipogeos postalayótica donde se encuentra la conocida cueva de los Cinco Portales.

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