La necrópolis megalítica de Panoría es un yacimiento arqueológico situado en el municipio español de Darro (Granada) que forma parte de una de las concentraciones dolménicas más importantes de la península ibérica.
Entorno[editar]
La necrópolis megalítica de Panoría se localiza en el piedemonte del cerro que le da nombre, cerro que pertenece al extremo más oriental de sierra Harana en su vertiente sureste, a 1,5 km de la localidad de Darro y a 2 km del yacimiento de Cueva Horá. Se sitúa en la margen izquierda a aproximadamente 900 m del denominado arroyo de Rambla Seca, tributario del río Fardes, formando parte de la depresión de Guadix. Se trata de la necrópolis más occidental de la comarca sumándose a los grupos megalíticos de Gor, Gorafe, Laborcillas, Huélago, Fonelas y Pedro Martínez en la cuenca de río Fardes.
Características de las sepulturas[editar]
Descubierta en el año 2012, la necrópolis consta de al menos 19 sepulturas de las que 5 fueron excavadas en el año 2015 por el Grupo de Investigación “GEA. Cultura material e identidad social en la Prehistoria Reciente en el sur de la Península Ibérica”12 del Departamento de Prehistoria y Arqueología de la Universidad de Granada. Se trata fundamentalmente de cámaras funerarias de forma poligonal o rectangular construidas con grandes losas de piedra a las que se accede mediante cortos y estrechos pasillos. Las sepulturas aparecen parcialmente enterradas en el subsuelo de forma que solo las partes superiores de las losas sobresalen. Originalmente, las tumbas debieron estar cubiertas por túmulos siguiendo el patrón habitual en este tipo de enterramientos. Según los estudios de caracterización geoarqueológica, todas las losas de piedra provienen de unas calizas nodulosas conocidas como Ammonitico Rosso que se localizan en el entorno de la necrópolis
Ritual de enterramiento[editar]
Las excavaciones han evidenciado que, efectivamente, se trata de lugares de enterramiento colectivo donde la mayoría de los restos antropológicos han perdido sus conexiones anatómicas apareciendo amontonados unos encima de otros. Solo en contadas ocasiones los restos esqueléticos aparecieron en posición articulada o semi-articulada. Asociados a los restos humanos se documentaron diferentes tipos de objetos como vasijas cerámicas, puntas de flecha, cuchillos de sílex o conchas marinas que formaron parte de los ajuares funerarios. Según el estudio antropológico, se enterraron individuos de ambos sexos y de todas las edades, llegando a documentarse en una sola sepultura hasta al menos 28 personas. Entre las enfermedades documentadas a partir de sus restos óseos destacan, muy especialmente, las de tipo degenerativo como la artrosis que aparece fundamentalmente en las extremidades superiores.
Cronología y temporalidad[editar]
Mediante la aplicación del método de datación radiocarbónica se han fechado 19 individuos seleccionados de entre los hombres y mujeres enterrados en las 5 sepulturas excavadas. El análisis de las 19 dataciones con novedosas herramientas estadísticas como el análisis Bayesiano ha permitido situar cronológicamente la construcción, periodo de uso, reutilizaciones y abandono de las sepulturas que componen la necrópolis. Así, los primeros enterramientos se realizaron entre el 3525-3195 a.C., aproximadamente hace unos 6000 años, y los últimos ocurrieron entre el 2125-1980 a.C., hace unos 5000 años. Por tanto, podemos afirmar que la necrópolis de Panoría estuvo en uso durante más de un milenio, entre 1055-1410 años según el análisis estadístico. Este hecho sitúa a Panoría como el espacio ritual y funerario más longevo de Granada y entre los lugares sagrados de mayor pervivencia de Europa.345
No todas las sepulturas fueron construidas a la vez. Las dataciones de las diferentes tumbas muestran diferencias cronológicas de cientos de años entre ellas. Durante los más de mil años de uso ritual y funerario, las sepulturas fueron construidas en diferentes momentos temporales por grupos sociales muy dispares y muy posiblemente no relacionados entre ellos. La necrópolis de Panoría no fue el lugar de enterramiento, como habitualmente se ha asumido, de grupos humanos que coexistieron en una región o que vivieron en un mismo poblado. De igual forma el periodo de uso difiere de unas sepulturas a otras. En ocasiones las sepulturas fueron utilizadas durante escasas décadas, no más de 2 generaciones, en otras durante siglos y en ocasiones se documentan reutilizaciones tras largos periodos de inactividad funeraria. Esta diversidad añade una enrome heterogeneidad y complejidad en las prácticas funerarias y rituales desarrolladas en esta necrópolis.
Orientación de las sepulturas[editar]
Para determinar la orientación de las sepulturas se ha medido el rumbo magnético y la altura sobre el horizonte de las direcciones de las cámaras y corredores. Tres de las tumbas megalíticas excavadas se orientan a la salida del sol en el entorno de los equinoccios. Este patrón es consistente con otras sepulturas no excavadas pero cuyas evidencias superficiales permiten una aproximación a sus orientaciones y con los estudios realizados para otras necrópolis de la comarca de Guadix. Solo el caso de la tumba 6 presenta una orientación anómala dado que es casi meridional. En este caso, parece tratarse de una orientación terrestre, hacia Sierra Nevada y en concreto hacia el Cerro Trevélez.
Las orientaciones hacia el orto solar o hacia determinados elementos del paisaje deben considerarse como parte de complejas y elaboradas prácticas rituales en las que se integraron aspectos diversos y no solamente funerarios. De esta forma, la montaña de Panoría se convirtió en un lugar sagrado en el que las comunidades que habitaron la cuenca de Guadix pudieron interactuar entre ellas y con los poderes de lo sobrenatural. Es precisamente la atracción y deseo de diferentes grupos sociales de integrarse en un paisaje sagrado lo que permite comprender la enorme pervivencia temporal de lugares sagrados como Panoría.

El Parque megalítico de Gorafe es un yacimiento arqueológico acondicionado para su visita localizado en el término municipal de Gorafe, provincia de Granada, Andalucía (España). Es uno de los mejores ejemplos del megalitismo del sur de la Península ibérica por su alto número de monumentos funerarios.1Se encuentra situado en los márgenes del valle del río Gor en un terreno formado por conglomerados y calizas fuertemente erosionados durante el Pleistoceno por los cauces fluviales. Los terrenos circundantes son denominados badlands del Negratín o desierto de Gorafe, zonas muy erosionadas y ocupadas por cultivos de cereales desde tiempos prehistóricos.
En la zona se han identificado hasta 11 necrópolis en los 20 kilómetros del cauce del río Gor y varios asentamientos de la Edad de Bronce. Un total de 242 dólmenes han sido encontrados con tipologías muy variadas desde los más simples enterramientos con planta pentagonal hasta grandes enterramientos con falsa cúpula. Las dimensiones de estos enterramientos son también diversos existiendo ortostatos de hasta 2,20 metros de altura y diámetros de la cámara de 2,5 metros. El ajuar funerario asociado a las inhumaciones ha permitido su datación desde el Neolítico hasta finales de la Edad del Bronce. Los esqueletos recuperados en los yacimientos han permitido reconstruir los rituales funerarios de estos pueblos, con enterramientos colectivos de varios clanes familiares.
El Parque megalítico fue creado en 1998 tras la constatación de numerosos expolios y destrucciones en los monumentos. Está formado por un centro de interpretación localizado en el mismo pueblo de Gorafe y tres rutas señalizadas donde 37 dólmenes fueron restaurados y 66 preparados para la visita.
Entorno[editar]
La zona circundante al valle del río Gor, el desierto de Gorafe, se encuentra dentro de las unidades geomorfológicas de los badlands del Negratín, dentro de la subcuenca de Guadix. Estos terrenos están formados por arcillas y arenas de tonos rojizos originados durante el periodo Turoliense y abarcan una extensión de unas 1 606 hectáreas.
Tras su elevación durante el periodo Cuaternario se formó una amplia cuenca endorreica (una cuenca cerrada) donde todos los cauces fluviales drenaban en numerosos lagos internos produciendo rocas del tipo conglomerados y calizas en el fondo de ellas.
Durante el Pleistoceno medio se produjo el contacto de esta cuenca con la cuenca del Guadalquivir de modo que sus aguas comenzaron a drenar hacia el oeste para desembocar en el Océano atlántico a través del río Guadiana menor. El drenaje de las aguas ocasionó un fuerte modelado en cárcavas y valles al tiempo que las zonas más elevadas formaban mesetas planas.23
De este modo el río Gor labró un profundo valle sobre conglomerados en medio de una amplia meseta que ha venido siendo utilizada para el cultivo de cereales desde hace al menos 6 000 años. El conjunto megalítico se encuentra situado en las laderas de este barranco. Los enterramientos presentes en la zona, unos 242 agrupados en 11 necrópolis (Baños de Alicún, La Sabina, Las Majadillas, Llano de la cuesta de Guadix, Llano de Olivares, Hoyas del Conquín, Llano del Cerrillo de las Liebres, Gabiarra, Llano de la Carrascosa, Torrecilla y Baul), representan una de las mayores concentraciones de estructuras de estas características presentes en Europa.
Características de los dólmenes de Gorafe[editar]
Véase también: Anexo:Dólmenes del Parque megalítico de Gorafe
Todos los dólmenes se encuentran concentrados en 20 kilómetros de valle, desde el poblado de Las Angosturas hasta el punto de confluencia del río Gor y el río Fardes. Los dólmenes han sido datados en el Neolítico medio (2 800 a. C.), relacionados con agricultores relacionados con la Cultura almeriense, hasta la Edad de Bronce asociados a sociedades ganaderas y agrícolas de la cultura de El Argar establecidas en diversos poblados a lo largo del río.45
Los monumentos funerarios de la zona de Gorafe están realizados en losas de piedra caliza o conglomerado obtenidas en los alrededores y labradas según las necesidades de construcción. Se conoce la presencia de un único grabado en los ortostatos, una figura antropomorfa situada en el dolmen 77.
Se diferencian cinco tipos constructivos según la forma de la planta de la cámara, dólmenes trapezoidales, rectangulares, pentagonales, cuadrangulares y poligonales (donde se incluyen muchos dólmenes incompletos). Los de mayor tamaño y menos frecuentes son los trapezoidales mientras que los más pequeños son los cuadrangulares. Los dólmenes pentagonales son los más frecuentes de la región, más de la mitad de ellos tienen esta estructura y presentan una gran uniformidad en cuanto a sus dimensiones. Se ha establecido relación entre el tamaño de las estructuras y el estatus social de las personas enterradas en ellas de modo que parece ser que los grandes dólmenes trapezoidales debían pertenecer a familias importantes dentro de la comunidad o tribu.
La cámara del dolmen está formada por losas verticales que incrementan su tamaño desde la entrada hasta el fondo siendo la de mayores dimensiones las del dolmen 134 con 2,20 metros. En algunos ejemplos se aprovechó la roca madre para una o varias paredes de la cámara como en los dólmenes 40, 124 y 141. Las losas de la cubierta de la cámara se han conservado en un buen número de sepulturas y en los dólmenes 6, 134 y 186 llegan a tener dimensiones superiores a los 2,5 metros. Se han descrito ejemplos de falsa cúpula en algunas de las investigaciones más antiguas pero en la actualidad ninguno de los dólmenes conservados la presenta.
A la entrada de la cámara suele situarse un corredor formado por losas verticales de longitud variable, el de mayor longitud está presente en el dolmen 132, y a veces cubierto como en los dólmenes 33, 36 y 84. Su orientación es en la mayoría de los casos sureste. En muy pocos ejemplos, dólmenes 42, 45 y 94, se conserva el cromlech alrededor.
Asociados a los monumentos funerarios se han encontrado multitud de objetos que permiten situarlos cronológicamente así como deducir los ritos funerarios que allí se produjeron. Entre los objetos más comunes se encuentran los realizados en sílex, especialmente puntas de flecha, cuchillos, hachas y pulidores aunque también se conocen numerosos punzones de hueso, cuentas de collar y conchas marinas perforadas. Menos comunes son los objetos metálicos tales como anillos y puñales y los restos cerámicos.
Los dólmenes eran enterramientos colectivos de modo que se han recuperado restos de hasta 224 individuos en 198 sepulcros. Los restos correspondían tanto a individuos infantiles, como a juveniles, adultos y seniles (64, 27, 126 y 7 individuos respectivamente) y muchos de ellos mostraban signos de cremación incompleta. Estos enterramientos múltiples inducen a pensar en la existencia de algún tipo de sacrificio ritual o quizás de epidemias que afectaban a la población.
Cronológicamente se han datado en tres periodos correlativos que abarcan varios miles de años. Los dólmenes más antiguos muestran una ejecución simple. Son estructuras poligonales sencillas de pequeño tamaño y sin apenas ajuar ni objetos asociados. Corresponderían estos enterramientos al periodo de transición del neolítico a la Edad de Bronce I (entre el 2 500 y el 2 300 a. C.).
De un periodo medio corresponderían la mayor pare de los monumentos. Su tamaño y tipología es muy variable y está caracterizada por la abundancia de material arqueológico asociado que muestran un momento de apogeo cultural de la sociedad que los construyó. Estos monumentos abarcan el periodo desde la Edad de Bronce I al Eneolítico (entre el 2 300 y el 1 800 a. C.). Los monumentos más tardíos se corresponden al momento de transición de la Edad de Bronce I a la Edad de Bronce II (entre el 1 800 y el 1 700 a. C.), presentarían asociados objetos de metal y cerámica con decoración incisa y falsa cúpula en la cámara.6
El parque megalítico[editar]
El proyecto de puesta en valor del parque megalítico de Gorafe comenzó en 1998 con la consolidación y recuperación de los dólmenes deteriorados por la acción humana y ambiental. Del total de 242 dólmenes inventariados desde las primeras excavaciones realizadas en 1868 hoy se conservan 125 y de ellos 37 han sido restaurados para su visita y pueden observarse en ellas.4 Tras la restauración de aquellos elementos más interesantes por su valor didáctico se establecieron tres rutas señalizadas para la visita, la ruta de las Hoyas del Coquín de 1 200 metros, del Llano de Olivares de 3 610 metros y de las Majadillas de 2 150 metros, con diversos paneles explicativos.7
Las dos necrópolis presentes en la ruta de Hoyas del Coquín (Umbría de las Hoyas y Hoyas del Coquín Bajo) están datadas en la Edad de Bronce I (entre el 2300-1800 a. C.). Poseen 20 dólmenes de los cuales 10 pueden visitarse, los de mayor tamaño de la zona llegando a alcanzar un alzado máximo de 2,20 metros y en los que se utilizaron losas de mayores dimensiones.8
La necrópolis del Llano de Olivares posee 23 dólmenes de los cuales 13 son visitables. La mayoría de ellos son pentagonales y se conservan las losas de cubierta en algunos de ellos. En el dolmen 84 de Las Majadillas se localizaron los esqueletos de 22 individuos, siendo el enterramiento más numeroso de la región.9
Por último la necrópolis de Las Majadillas, con 23 dólmenes y 14 de ellos visitables, es la que presenta una mayor concentración de enterramientos de la zona. En esta necrópolis se encuentran también dólmenes de gran tamaño, como el llamado La Cobertera con 3,4 metros de longitud o el número 69 con 4,4 metros.4
Dentro del mismo proyecto de puesta en valor de las rutas y dólmenes en el centro del municipio de Gorafe se construyó el Centro de interpretación del megalismo, un edificio circular de 634 m2 y cinco salas acondicionadas con técnicas expositivas modernas y parte del material arqueológico recuperado en los yacimientos. En este centro se proyecta un documental en 3D que explica el desarrollo de las diferentes culturas que habitaron el valle de Gorafe y se muestran las técnicas constructivas utilizadas para la construcción de los monumentos funerarios.
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