martes, 7 de enero de 2020

HISTORIA DE ESPAÑA

PREHISTORIA - CUEVAS

La cueva de los Hornucos está situada en Suano, municipio de Hermandad de Campoo de Suso (CantabriaEspaña).

Primeras exploraciones documentadas[editar]

La caverna de Los Hornucos, o de Suano es una gruta en la Hermandad de Campoo de SusoCantabria, en la que se han encontrado restos históricos y prehistóricos que evidencian su uso por el hombre como cámara sepulcral y como refugio o vivienda. Su existencia ha sido conocida desde tiempo inmemorial por los vecinos de los pueblos aledaños, aunque las primeras exploraciones documentadas de las que se tiene constancia, son las de Luis de Hoyos Sainz de 1901, cuando dibujó un plano y envió al Museo de Historia Natural alguno huesos que allí encontró.12
Estos hallazgos despertaron la curiosidad entre los habitantes del valle por los posibles tesoros que la cueva pudiese ocultar, y en 1934 un grupo de mozos de Villacantid y alrededores, Daniel Fernández Ortega, Manuel Hoyo García, Víctor Fernández, Joaquín Fernández, Tomás López, Eduardo Muñoz, Emiliano Villanueva y Adrián Sainz de los Ríos,3​ penetraron en la cavidad, y tras una excursión de varios cientos de metros, hallaron diversos objetos de cerámica, estalactitas, y cráneos y otros restos humanos.4
Por las mismas fechas, D. Carlos Navarro Morenés, D. Ricardo García Díaz, y D. Antonio Fernández Carpio, entran en la cueva, donde encuentran cenizales con carbón y restos de huesos de aves, y trozos de vajillas cerámicas a mano; días más tarde vuelve en compañía del padre Jesús Carballo, director del Museo Prehistórico de Santander, y el antropólogo Juan Uría. En esta exploración descubren un enlosado de piedras en la entrada que tapa el cauce del arroyo de Ricueva que de esta caverna surge, y que interpretan como evidencia del uso de la cueva como vivienda. Además de nuevos restos humanos y más piezas cerámicas, encuentran diversas piezas metálicas, como punzones, mangos y trozos de puñal.4
Entre septiembre y octubre de 1936, se hace cargo de las investigaciones y excavaciones el citado Jesús Carballo, a resultas de las cuales aparecieron nuevos objetos, que sumados a los ya encontrados, conforman la siguiente relación sintetizada:
  • Diversos fragmentos de cerámica roja "a mano", encontradas en cenizales como restos de ajuar, y en lechos arcillosos sobre cráneos humanos, como piezas oferentes viáticas, de origen calcolítico.
  • Varias hachas y punzones de cobre, de origen calcolítico.
  • Un mango de asta del siglo 111 antes de J. C.
  • Cucharillas, cazillos y otros objetos de bronce de datación romana.
  • Un fragmento cerámico de origen romano o precristiano.
  • Restos de piezas cerámicas decoradas, de origen supuesto visigodo o medieval.
  • Prendedores, hebillas, y otros objetos de bronce de época visigoda.
  • Treinta y cuatro cráneos humanos marcadamente dolicocéfalos, de datación calcolítica.1
De las exploraciones referidas se puede deducir que esta gruta ha sido usada por el ser humano desde tiempos no posteriores al calcolítico, con una continuación en su uso por lo menos hasta la época medieval, y aún posteriormente, como refugio de circunstancias para pastores. Las cámaras más próximas a la boca son las que presentan evidencias de uso habitacional, mientras que galerías más alejadas fueron las destinadas a enterramientos o cámaras mortuorias.

Geología[editar]

La boca de la gruta se encuentra en la falda del monte Endino, en una zona que llaman el Rozadío, a unos 1000 msnm. Se abre en un afloramiento o isleo calcáreo en la capa sedimentaria de la sierra, cubierto por la vegetación y dentro de un hayedo. La galería se desarrolla en un área aproximada de 600 por 200 m, entre carniolas y calizas del Jura. La meteorización de estos materiales ha causado la aparición de un sistema kárstico por el que discurre el agua procedente de manantiales y deshielos de cotas superiores. Estos conductos han ido profundizándose y creando nuevas galerías según ha ido avanzando la erosión química con el paso del tiempo. En la actualidad, el agua discurre por niveles inferiores inaccesibles hasta salir al exterior en la misma entrada de la caverna, formando el arroyo Ricueva.
Dentro de la gruta se abren 3 salas en las que se aprecian derrumbes centrales de bloques de piedra. El suelo está cubierto por una gruesa capa de arcilla, producto de la meteorización.

Hornucos.jpg









La Cueva de los Marranos se encuentra en Venta de Fresnedo, dentro del municipio de LamasónCantabria. Para acceder a ella hay que seguir un sendero que lleva directamente a estar surgencia de dos bocas. Geológicamente es algo así como un desagüe en épocas de inundaciones, aunque posee un amplio vestíbulo con arte rupestre.
Fue descubierta en la década de los 50 del siglo XX, y en ella se encuentran restos del Paleolítico representados fundamentalmente por lítica tallada en cuarcita. Por otro lado hay una hebilla de bronce de finales de la Edad Media, que indica la posibilidad de que la cueva podía haber servido de abrigo a viajeros.






La cueva de La Meaza se encuentra dentro del término de Ruiseñada, en el municipio cántabro de Comillas, entre Cabezón de la Sal y San Vicente de la Barquera. Pertenece al Gobierno de Cantabria, y para su mejor conservación se encuentra cerrada al público siendo solo accesible a especialistas como arqueólogos, palinólogos o espeleólogos.
Para llegar a ella hay que tomar la carretera Cabezón de la Sal - Comillas. Al llegar a este pueblo, se toma el desvío al barrio de La Molina y antes de llegar a él hay un sendero que conduce a la cavidad. Ésta fue descubierta en 1907 por Hermilio Alcalde del Río, y fue excavada en la década de los 40 de ese mismo siglo. En las campañas se encontraron restos de SolutrenseAziliense e incluso algunos indicios del llamado Asturiense, enterramientos de prehistoria reciente y algunos restos de la Edad Media.
El hecho de que tenga tantas épocas de ocupación se explica por la configuración de la cueva, que cuenta con una amplia entrada y un vestíbulo cómodo para su habitación. Al fondo de la cavidad se encuentran algunos restos de arte rupestre paleolítico enmarcados dentro del estilo III de Leroi-Gourhan, aunque por desgracia no se han conservado excesivamente bien.







La Cueva de Micolón es un enclave arqueológico que se encuentra al borde del Embalse de Palombera, cerca de Cueva de Chufín, en Cantabria (España).
La cueva fue descubierta en 1976 por un grupo de espeleólogos, para ser estudiada posteriormente por el director del Museo Regional de Prehistoria y Arqueología de Cantabria de la época (Miguel Ángel García Guinea). Se trata de una cavidad de 500 metros con un trazado laberíntico especialmente angosto, en la cual se ha encontrado algo de talla en sílex (como algunos nódulos con signos de haber sido explotados y un buril). Los restos de ocupación pertenecen al Solutrense, es decir, serían de entre 20000 y 17000 años de antigüedad.
En cuanto a arte rupestre, Cueva de Micolón posee 22 grabados incisos y algunas pinturas rojas, fundamentalmente encuadradas en una sala cercana a la entrada. Hay cérvidos, caballos y algunos signos tectiformes, todos ellos de estilo III de Leroi-Gourhan.
Actualmente el yacimiento está cerrado al público, siendo propiedad del Gobierno de Cantabria.







La cueva de Morín o cueva del Rey se encuentra en el municipio de Villaescusa (CantabriaEspaña). Se han hallado yacimientos arqueológicos datados en el período Châtelperroniense, perteneciente al Paleolítico Medio. Igualmente se han encontrado vestigios de aquellos que la habitaron, como el famoso vaciado corporal del llamado hombre de Morín. Gracias a los testimonios en esta caverna se han logrado estudiar las costumbres de los anteriores homínidos.
Aquí se descubrieron los restos de una estructura de forma rectangular separada de un espacio de enterramientos por varios agujeros de postes. También se encontraron varias fosas en las que había algunos cuerpos conservados como moldes en proceso de fosilización. En esta cueva realizó importantes excavaciones el arqueólogo e historiador santanderino Joaquín González Echegaray.







La Neocueva es la reconstrucción científica de la cueva de Altamira que se encuentra en una de las salas de la exposición estable "Los tiempos de Altamira" del Museo Nacional y Centro de Investigación de Altamira, en Santillana del MarCantabriaEspaña. Inaugurada en 2001 con el fin de poder mostrar las pinturas paleolíticas sin que se afectase a las originales.1
La réplica fue realizada por la profesora de dibujo Matilde Múzquiz y el fotógrafo Pedro Saura, ambos especializados en sus respectivos campos en la pintura prehistórica.23
La Neocueva muestra cómo era la cueva de Altamira hace 15 000 años, en el Paleolítico Superior, la época en la que fue habitada por bandas de cazadores-recolectores, en el inicio de nuestra época. Junto a la entrada de la cueva se ubicaba el campamento, organizado alrededor de hogares, y hacia el interior, en la zona de penumbra y oscuridad, se reservaron espacios para el arte. En la "Sala de Polícromos" se concentra la manifestación más espectacular del arte de las cavernas, la obra de un artista genial del Paleolítico que convierte a la cueva de Altamira en Patrimonio Mundial.










La cueva de El Pendo es una cueva prehistórica situada en la comunidad autónoma de Cantabria, en España. Está incluida en la lista del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco desde julio de 2008, dentro del sitio «Cueva de Altamira y arte rupestre paleolítico del Norte de España» (en inglésCave of Altamira and Paleolithic Cave Art of Northern Spain).1​ Ha sido objeto de numerosas excavaciones arqueológicas que han puesto de manifiesto la existencia en el yacimiento de una estratigrafía relevante.
Entrada a la cueva de El Pendo.
En 1907 Alcalde del Río descubrió en el fondo de la gruta unos grabados que tradicionalmente se vienen situando en el Magdaleniense Inferior y que representarían un ave y un posible caballo. Las campañas de Jesús Carballo sacaron a la luz una de las mejores colecciones de arte mueble peninsular, entre cuyos objetos se encontró el famoso bastón perforado. Durante los años cincuenta, la cueva registró sucesivas excavaciones que fueron dirigidas por el profesor Martínez Santaolalla y fue sede del II Curso Internacional de Arqueología de Campo en el verano de 1955.
Situada en el Barrio de El Churi en Escobedo de Camargo en Camargo, la cueva de El Pendo es uno de los yacimientos más citados en la historiografía arqueológica y una de las referencias obligadas en el estudio del Paleolítico peninsular.
Entre 1994 y 2000 los arqueólogos Ramón Montes y Juan Sanguino reactivaron los trabajos en la parte más antigua de la secuencia (Paleolítico medio).2​ En agosto de 1997 descubrieron de forma casual un conjunto de pinturas rupestres situadas en un gran friso con una antigüedad aproximada de unos 20 000 años y que habían pasado desapercibidas por la existencia de una costra de suciedad que las enmascaraba. En su mayoría son ciervas, pero también hay un caballo, un posible uro y una cabra, además de diversos signos. Aparecen pintados en óxido de hierro, utilizando las técnicas de tamponado y tinta plana.
El valor del descubrimiento estriba en la espectacularidad del conjunto, en la información que aporta sobre el arte rupestre paleolítico y en el hecho de que se produce en uno de los yacimientos del suroeste de Europa imprescindible para el conocimiento de este periodo.

Las ciervas de la Cueva del Pendo.JPG

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