La villa romana de Los Villares se ubica al sur de la localidad de Santervás del Burgo, en el término municipal de Fuentearmegil, (Provincia de Soria, España), en la margen derecha del camino de Valdealbín, muy próxima a la zona de influencia de las ciudades de Clunia y Uxama.
El conocimiento de la villa se debe al hallazgo de materiales en superficie. El complejo parece situarse sobre un yacimiento celtibérico anterior. Fue excavada en 1954, momento en el que se descubrieron las estructuras principales de la misma.
Declarada como Bien de Interés Cultural el 4 de febrero de 2004.1
La villa se distribuye alrededor de un peristilo central rodeado de galerías en torno a las cuales se organizan las habitaciones principales al sur (posible tablinum, triclinium, oecus, y una estancia con hornacinas posiblemente de uso religioso, pavimentada con un mosaico con un emblema con la diosa Ceres). Al norte parecen ubicarse las dependencias relacionadas con la vida económica de la villa, existiendo posiblemente un hortus entre ellas y el río. La planta cuenta con su paralelo más cercano en la villa "La Dehesa" en Las Cuevas de Soria). Destacan en ella sobre todo los mosaicos, en su mayoría con motivos geométricos y vegetales, así como alguno figurado con representaciones mitológicas o de animales. La cronología de los materiales hallados abarca desde mitad del s. II hasta el s. IV d. C.
La construcción de la villa puede llevarse por lo tanto a época altoimperial, aunque parece ser que fue objeto de una remodelación posterior entre el s. IV y V d. C., que afectó a varios de los pavimentos documentados.
En la actualidad los restos excavados aparecen cubiertos, situándose la parte nuclear del yacimiento en terrenos de propiedad municipal, mientras en las fincas adyacentes los trabajos agrícolas están provocando el deteriorado de mosaicos y estructuras.
El yacimiento arqueológico conocido como Villa romana La Tejada1 está situado en Quintanilla de la Cueza, municipio de Cervatos de la Cueza (Provincia de Palencia, España) y se localiza al pie de una ligera elevación, en el pago conocido como «Tejada», al noroeste del pueblo, a unos 500 metros de la margen derecha del río Cueza, que confluye con el río Carrión, cerca de Villoldo.
Declarada Bien de Interés Cultural el 2 de octubre de 1995.2 Recibe visitas y dispone de instalaciones para la atención al público desde marzo de 2015.13
En lo que se refiere a la cronología del yacimiento, parece clara la existencia de un hábitat desde el siglo II d. C., con un apogeo a finales del siglo III y durante el IV d. C., produciéndose a mediados del siglo V d. C., la decadencia y abandono progresivo de la villa. Desde su descubrimiento en 1970, se han ido produciendo sucesivas campañas de excavación, que han puesto en descubierto un posible recinto termal, perteneciente a una edificación residencial señorial, semejante a las existentes en la meseta en época bajoimperial.
El área excavada muestra, tan solo, una parte de la extensión total que ocuparía la villa, que al parecer se extendía al norte y oeste de las construcciones conocidas. Lo descubierto se agrupa en tres bloques diferentes:
- Habitaciones: Trece habitaciones dispuestas en un eje norte-sur, con muros de mampostería de caliza y mortero de cal, en alternancia con hiladas de ladrillo.
- Pasillo: Ancho pasillo orientado de este a oeste, en cuya zona norte se disponen seis habitaciones pavimentadas con mosaico.
- Otras dependencias: Lo forma un conjunto de departamentos, quizás almacén, con una orientación aproximada norte-sur.
En general, los muros maestros consisten en un asiento de cantos rodados sobre el suelo en que apoya la pared de mampostería. Sobre ella, iría un tapial de adobes. Los muros divisorios estaban formados por la base de cantos rodados y el tapial de adobe. En alguna habitaciones, normalmente las destinadas a hornos, se alterna el muro de mampostería con ladrillo, o este con núcleo de mortero de piedras y tejas.
Las estancias más nobles tenían, por lo general, estucos con pinturas murales de decoraciones geométricas, vegetales o imitando mármoles. De las estructuras arqueológicas halladas, destacan por su abundancia y variedad los hipocaustos y los mosaicos.
La Afrodita agachada de Córdoba es una copia romana de una escultura griega, la Afrodita agachada, de la que existen multitud de copias. La escultura griega original se atribuye a Doidalsas de Bitinia.12 Esta réplica es la única que se ha encontrado en la península ibérica.
Está tallada en mármol blanco procedente de la isla de Paros y tiene una altura de 89 cm.12 Le faltan ambos brazos y tiene la cara dañada.13 Debido a ciertos cambios de estilo realizados por el copista, se puede datar la pieza en el siglo II.13 La pieza se conserva en el Museo Arqueológico y Etnológico de Córdoba.

Historia[editar]
El Mitra de Cabra se descubrió alrededor del otoño de 1951 en la huerta de Francisco Castro Córdoba, a unos 70 cm de profundidad mientras su hijo estaba arando la tierra. Al no saber de qué se trataba, lo escondieron durante un tiempo. Tras haber recibido una serie de ayudas de Rafael Moreno La Hoz, secretario del ayuntamiento, le regalaron la escultura como muestra de agradecimiento. Dicho secretario donó la pieza al Museo Arqueológico de Córdoba en 1952, cuyo director era Samuel de los Santos y cuyos primeros artículos corrieron a cargo de Antonio García y Bellido.1 En dicho museo se restauró y donde ha permanecido desde entonces.2 La escultura fue restaurada en 2008 para una exposición temporal en Sevilla.3
En el lugar donde se encontró el Mitra se descubrieron otras estatuas de arte romano que acabaron en el Museo Arqueológico de Cabra. A la vez, se descubrió que el lugar en sí era una villa romana, a la que llamaron Villa del Mitra y que finalmente fue declarada Bien de Interés Cultural en 2016.4
Existe una réplica en el Museo Arqueológico de Cabra creada en 1975 por Pedro Ortega, perteneciente al Taller de Reproducciones Artísticas de la Ciudad Universitaria de Madrid, y otra en el ayuntamiento de la ciudad.
La pieza escultórica estuvo expuesta en el Museo Arqueológico Nacional por su 150 aniversario en la exposición El poder del pasado. 150 años de arqueología en España, que se celebró desde octubre de 2017 a abril de 2018.5
Representación[editar]
La escultura de bulto redondo representa al dios Mitra, dios del Sol, deidad proveniente de Persia que fue adoptada por el Imperio Romano. El dios lleva un gorro frigio mientras sacrifica al toro, símbolo de muerte y resurrección, cogiéndole por los ollares del morro y clavándole una daga en el cuello. Mitra tiene la cabeza hacia arriba y a la izquierda, evitando mirar al animal, pero apoya su pierna en él para inmovilizarlo. Aunque no se ha conservado en su totalidad, se observa la clámide sobre sus hombros. La base rocosa representaría la cueva mística donde se produce el sacrificio.
Es un proceso creador: de la sangre que mana del toro bebe el perro, guardando el alma; el escorpión aguijonea los genitales, creando los animales y humanos; y la serpiente lo mata, creando las plantas.
Esta representación probaría la influencia de las religiones orientales en la parte occidental del Imperio Romano en los tiempos de Adriano. Este culto se produciría en Hispania desde mediados del siglo II hasta principios del III, por lo que muchos autores coinciden que esta estatua estaría ubicada en el altar de un mitreo.
Niño con liebre es una escultura de estilo romano y rasgos helénicos encontrada en el municipio de Cabra (provincia de Córdoba), concretamente en la Villa del Mitra, expuesta en el Museo Arqueológico de Cabra. Data del siglo II, realizada en mármol blanco y con una altura de 41 centímetros.
Historia[editar]
La escultura fue hallada en la Villa del Mitra en el 1952, un yacimiento arqueológico romano a las afueras de la localidad de Cabra en la que también se halló la pieza Mitra de Cabra. La obra fue regalada por su descubridor, Francisco Castro Córdoba, al ministro franquista José Solís Ruiz nacido en la misma ciudad cuando todavía no se habían producido excavaciones arqueológicas oficiales.
Tras la muerte del político en 1990, la obra pasó por testamento hasta su hija María de la Sierra Solís. Durante la alcaldía de la socialista María Dolores Villatoro, se contactó con la propietaria tras rumores de que quería desprenderse de la pieza para que la donara a la ciudad y al museo. Sierra Solís se negó argumentando que deseaba venderla. En diciembre de 2008 se subastó por 45.000€, pero nadie la adquirió. Finalmente, el coleccionista Francisco Cabello Mohedano la compró directamente de la propietaria por 30.000€.1
El Ayuntamiento se puso en contacto con el coleccionista, que había vendido piezas tartésicas anteriormente al museo, y se abrió una negociación para la venta de Niño con liebre. En octubre de 2014 se compró la obra por 30.000€, el mismo precio que él había pagado a Sierra Solís, pasando desde entonces a estar en las colecciones del Museo Arqueológico de Cabra. Lleva expuesto desde la reapertura del museo en febrero de 2015.2
Representación[editar]
La escultura representa a un niño agarrando a una libre cuya boca tiene un agujero desde el que salía un chorro de agua, posiblemente estaría ubicado en alguna fuente o complejo acuático de la Villa del Mitra.

La Venus de Itálica fue esculpida en la que fue la primera ciudad romana en Hispania: Itálica, situada en el actual término municipal de Santiponce (provincia de Sevilla), en Andalucía (España), que fue fundada en el año 206 a. C.
La Venus de Itálica es una escultura tallada en el siglo II d. C., coincidiendo con el mandato de Adriano, emperador del Imperio romano (117-138), y que imita al modelo artístico de "Afrodita Anadyomene" que nace de las aguas; fue hallada en la localidad de Santiponce por una familia, semienterrada en su propia casa, en el año 1940. Como anécdota cabe comentar que durante muchos años solamente se encontraba al descubierto un hombro y la familia lo utilizaba para cascar nueces ignorando lo que se ocultaba a pocos centímetros.
Características técnicas[editar]
- Estilo: helenístico
- Altura: 2,11 metros.
- Porta una hoja de colocasia en la mano derecha.
Conservación[editar]
La Venus de Itálica se expone en el Museo Arqueológico de Sevilla, en Andalucía.
La Venus de Itálica es una escultura tallada en el siglo II d. C., coincidiendo con el mandato de Adriano, emperador del Imperio romano (117-138), y que imita al modelo artístico de "Afrodita Anadyomene" que nace de las aguas; fue hallada en la localidad de Santiponce por una familia, semienterrada en su propia casa, en el año 1940. Como anécdota cabe comentar que durante muchos años solamente se encontraba al descubierto un hombro y la familia lo utilizaba para cascar nueces ignorando lo que se ocultaba a pocos centímetros.
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