viernes, 10 de enero de 2020

HISTORIA DE ESPAÑA

PREHISTORIA

El conjunto del arte rupestre de Terras de Pontevedra es un conjunto de yacimientos y vestigios de arte prehistórico situados en el noroeste de la Península Ibérica, concretamente en la parte central de la provincia de Pontevedra, una zona que destaca por la elevada presencia de este tipo de manifestaciones artísticas, una de las mayores concentraciones de arte rupestre tanto de España como de toda Europa.
Su denominación alude a la mancomunidad de ayuntamientos que forman los municipios de PontevedraCampo LameiroBarroCotobadMarínPoyoPuentecaldelas y Vilaboa, todos ellos situados en el ámbito de influencia de la capital de la provincia. En todos ellos existen numerosos vestigios que se remontan al Neolítico y al Megalítico lo que, sumado a los restos de arte castrense y romano, ofrecen una gran oferta cultural y patrimonial.
Son múltiples los petroglifos que podemos encontrar en las colinas de Campo Lameiro, Barro, Cotobade, Marín, Poio, Puentecaldelas, Pontevedra y Vilaboa; además de los sepulcros megalíticos y los castros que se alzan en todo el territorio que ocupa la mancomunidad. Algunos de estos conjuntos, como los situados en Campo Lameiro, Mogor (Marín) o Poio, están declarados como Monumento Histórico Artístico.


Los petroglifos son grabados rupestres prehistóricos que, en Galicia, integran el denominado Grupo Galaico de Arte Rupestre al aire libre y representan un fenómeno cultural único, por su interés como documento histórico, sus valores estéticos y su originalidad. Aparecen principalmente en un territorio bien definido, las Rías Baixas, y también es significativo el tipo de roca en la que aparecen: el granito.
Los investigadores han llegado al consenso de que los petroglifos de Terras de Pontevedra fueron realizados al final de la época neolítica, en la transición entre la Edad del Cobre y la Edad del Bronce, es decir entre el 3.000 y el 2.000 A.C. Es una de las máximas expresiones artísticas realizadas por las primeras comunidades de aldeanos que se asentaron en Galicia y que tiene, en el conocido como valle del Lérez, gran parte de sus principales referencias.
La temática de los grabados situados en Terras de Pontevedra es variada.1​ Se pueden dividir en dos grandes grupos: el naturalista, donde se representan tanto figuras antropomórficas y utensilios de caza como animales (especialmente cérvidos, caballos o serpientes) y huellas; y el geométrico, donde predominan fundamentalmente formas y dibujos abstractos como cazoletas, combinaciones circulares, laberintos o espirales.

Localización[editar]

El conjunto del arte rupestre de Terras de Pontevedra abarca yacimientos en cada uno de los ayuntamientos que forman esta mancomunidad: Campo Lameiro, Barro, Cotobade, Marín, Poio, Puentecaldelas, Pontevedra y Vilaboa. Los petroglifos que se encuentran en estos municipios aparecen, en su gran mayoría, sobre rocas de granito, generalmente situadas en montes de altitud baja y media y en zonas cercanas a la costa. También es destacable la conservación de numerosos vestigios funerarios prehistóricos como dólmenes y túmulos.

Lugares de interés[editar]











El conjunto de grabados rupestres de Fentáns es un área arqueológica formada por cerca de trescientos grabados al aire libre, una cifra que la convierte en una de las principales referencias del Grupo Galaico de Arte Rupestre. Está situado en San Xurxo de Sacos, una parroquia del ayuntamiento de Cotobadeprovincia de Pontevedra (España). Forma parte del conjunto de arte rupestre de Terras de Pontevedra.
La mayor parte de los petroglifos que se encuentran dentro de este conjunto se atribuyen a la Edad de Hierro y a la Edad de Bronce. Los investigadores creen que los más antiguos se hicieron golpeando las rocas con cuarzo, mientras que los otros ya se tallaron haciendo uso de algún utensilio metálico. Los motivos abstractos y geométricos son muy numerosos, aunque son más los grabados que recrean figuras antropomorfas y animales.


El conjunto de Fentáns acoge cerca de 300 grabados, si bien tres destacan sobre los demás.
  • La Pedra das Ferraduras es una de las estaciones más conocidas. En la parte superior de esta roca se representa uno de los mejores ejemplos de huellas de cérvidos y bóvidos que se conservan, que parecen caminar hacia una combinación de círculos concéntricos. La parte sur está dominada por una escena de caza o acoso, formada por siete figuras antropomorfas muy esquematizadas que portan arma y rodean a los ciervos. La roca contiene además tres diseños de los denominados ídolos-cilindros.
  • La Laxe dos Cebros sobresale por su diseño laberíntico con un gran cazoleta central. Alrededor de este diseño se disponen varios cérvidos y diferentes combinaciones circulares, con la peculiaridad de que todas las figuras están unidas entre sí en mayor o menor medida.
  • El Couto do Rapadoiro está localizado en una pequeña roca en la que se aprecian cuatro combinaciones circulares. En la parte inferior se distingue lo que podría ser un posible ídolo, una combinación circular y un cérvido acompañado de una figura humana que parece herirlo. En la parte derecha está representado otro cérvido.
Además, esta área incluye otros grabados y petroglifos, entre otros, los conocidos como Chan do Rapadoiro, Outeiro da Besta, Portela das Rozas Vellas, Laxe dos Cebros, Coto da Braña, Outeiro Morcego, Coto dos Porros, Tras a Rasa o Quenlla do Lixo.

Otros grabados rupestres en Cotobade[editar]

Junto con la Pedra das Ferraduras, el otro gran conjunto rupestre de Cotobade es el situado en el Outeiro do Lombo da Costa, también en San Xurxo de Sacos. Acumula más de la mitad de los petroglifos del Monte Arcela en sus más de treinta metros cuadrados y sus cerca de 20 rocas grabadas. En este conjunto se sitúan, por ejemplo, el petroglifo conocido como Laxe das Rodas, con unas cincuenta combinaciones de círculos concéntricos de variada tipología y numerosos cérvidos de pequeño tamaño, y el Laxe do Cuco, una roca plana que representa figuras de cérvidos, combinaciones circulares y cazoletas
Además, en la parroquia de Viascón está situada la estación de Portela da Laxe, integrada por un conjunto de rocas que presentan un gran repertorio de motivos como paletas o esvásticas soliformes, o Laxe das Coutadas, una roca de granito en donde se combinan círculos concéntricos con figuras zoomórficas. Y en Aguasantas se conserva la estación de Porteliña da Corte, un conjunto de grabados divididos en cinco rocas y que presenta un gran número de cazoletas, alrededor de veinte combinaciones circulares y un cuadrúpedo.







El conjunto megalítico de Chan de Castiñeiras es uno de los campos de mámoas más importantes de Galicia. Está situado en las inmediaciones del Parque de Cotorredondo y del Lago de Castiñeiras, entre los ayuntamientos de Vilaboa y Marín, en la provincia de Pontevedra. Forma parte del conjunto de arte rupestre de Terras de Pontevedra.
Estas manifestaciones, a las que se les atribuye una función funeraria, se alzaron durante el Neolítico y el Calcolítico, especialmente en la franja atlántica europea.
Entre todos ellas destaca el conocido como Mámoa do Rei, impresionante por sus enormes dimensiones. Se trata de un dolmen con cámara poligonal y corredor de acceso, con tres tramos perfectamente diferenciados. Fue restaurado y reconstruido en el año 2003.
Completan el conjunto otros ocho dólmenes, en diferentes estados de conservación, construidos también alrededor el año 3.000 A.C., y situados en los alrededores del lago de Castiñeiras.

Otros ejemplos[editar]

En el mismo municipio se descubrieron túmulos en las parroquias de Figueirido y Vilaboa. También en el ayuntamiento de Marín, que comparte este conjunto megalítico, hay otros dólmenes en buen estado de conservación. Entre ellos, destacan los situados en Chan da Armada, en Santo Tomé de Piñeiro; Chan da Lagoa, en San Xián de Marín; y Pastoriza, en Ardán.








Se llaman marcas fusiformes a unas incisiones realizadas con algún instrumento cortante o afilado sobre las rocas de abrigos de montaña o en las entradas de pequeñas cuevas. Se las denomina así debido a su forma de "huso", más profundas en el centro que en las extremidades. Este tipo de marcas se presentan en pequeños grupos, separadas entre sí o unidas por alguno de sus extremos.
Los fusiformes han sido poco estudiados debido a su naturaleza y al poco entusiasmo que despiertan entre los eruditos que ni siquiera se ponen de acuerdo en clasificarlos como arte y mucho menos se han puesto de acuerdo en la edad de los mismos, asignándoles criterios muy dispares para su cronología que va desde algunos que los consideran paleolíticos, hasta los más excépticos que los datan desde el medievo e incluso más modernos. Sea como fuere, se trata de un arte parietal desligado por completo de todo lo hasta ahora conocido.


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