El Caserío de Santonge pertenece al municipio de Vélez-Blanco, provincia de Almería, España.
En las inmediaciones de esta aldea tiene sus fuentes el arroyo de la Cañada del Salar, considerado según estudios recientes como el nacimiento del río Guadalquivir.
Véase también: Discusión sobre el nacimiento del Guadalquivir
En sus alrededores también se encuentran manifestaciones de arte rupestre, situadas en distintos abrigos y cuevas, declaradas patrimonio de la humanidad.
Legislación sobre el régimen de protección de este monumento[editar]
La protección abarca un conjunto de ocho abrigos y cuevas en las que se conservan manifestaciones de arte levantino y arte esquemático, destacando la Cueva de los Letreros como el conjunto de arte esquemático más importante de la Península Ibérica.
Zonas protegidas[editar]
Existen ocho zonas protegidas: Abrigo de las Tejeras; Abrigo de las Colmenas; Abrigos del Estrecho de Santonge; Abrigo del Gabar; Abrigos de los Lavaderos de Tello; Cueva de Ambrosio; Abrigos del Maimón y Abrigos de la Sierra de María, donde el paisaje pasa a desempeñar un papel fundamental en la concepción y entendimiento de las pinturas, todo ello en un contexto natural que por su importancia ambiental ha merecido su declaración como Parque Natural de Sierra de María-Los Vélez, por Decreto 236/1987, de 30 de septiembre.
El arte paleolítico Ibérico tiene uno de sus principales y mejores exponentes en el sitio arqueológico al aire libre de Siega Verde en la provincia de Salamanca (España). Localizado en las pedanías de Serranillo (Villar de la Yegua), en la que se encuentra el aula de interpretación y parte del enclave rupestre, Martillán (Villar de Argañán) y Castillejo de Martín Viejo.
Este yacimiento rupestre fue descubierto en octubre de 1988 por Manuel Santonja, director del Museo de Salamanca en aquel momento, en la vega del río Águeda, gracias a un pastor del entorno cercano. Las figuras inventariadas fueron realizadas por piqueteado, incisión y abrasión; representaciones de équidos, uros, ciervos y cabras, entre los más comunes, y otros como renos y bisontes, especies hoy extinguidas en estas latitudes, o rinocerontes lanudos, propias de climas fríos, y que denotan el carácter Paleolítico de estos grabados.
Estructura[editar]
Desde entonces se han llegado a catalogar más de 500 grabados figurativos zoomorfos y no figurativos o signos abstractos del Paleolítico superior tanto del periodo Solutrense (hace 20 000 años) como del Magdaleniense (hace 17 000-11 500 años BP), en 91 paneles, a lo largo de más de 1 km, a orillas del río Águeda. Declarada la zona arqueológica, en la que se encuentra el sitio rupestre, como Bien de Interés Cultural por la Junta de Castilla y León en 1998, es hoy, sin duda, uno de los hallazgos más importantes en el arte paleolítico peninsular.
Localización[editar]
El yacimiento se puede encontrar a lo largo del río Águeda y para acceder a él se ha de llegar al puente de La Unión, sobre el mencionado río, en la carretera entre Castillejo de Martín Viejo y Serranillo. Se ha construido en el lugar un aula de interpretación arqueológica que ofrece a los visitantes, que visitan el enclave, una amplia información sobre la vida en la zona de estas poblaciones de cazadores-recolectores y pescadores del Pleistoceno tardío. Los grabados están protegidos con un vallado que asegura su conservación.
Valor cultural[editar]
El Comité del Patrimonio Mundial de la Unesco, que celebró en Brasilia (Brasil) su 34ª reunión, aprobó la extensión del sitio de arte rupestre prehistórico del Valle del Côa (Portugal) con la inscripción del sitio arqueológico de Siega Verde (Castilla y León) en la Lista de Patrimonio Cultural de la Humanidad.1
Este conjunto paleolítico de Siega Verde, representa a juicio de la Unesco el conjunto más excepcional al aire libre del arte paleolítico en la península ibérica, que se incorpora a la ya reconocida como Patrimonio Mundial, del Valle del Côa en Portugal. Ambos ilustran de forma extraordinaria los temas iconográficos y de organización del Paleolítico superior, mostrando las relaciones sociales, económicas y espirituales de nuestros primeros ancestros.2 Un hecho ratificado, de nuevo, en el mes de mayo de 2018, tras la concesión del distintivo ‘Patrimonio Rupestre Europeo’, el primero de España, por parte del Itinerario Cultural del Consejo de Europa.
El vaso campaniforme de Ciempozuelos es un recipiente de cerámica realizado a mano. Presenta una decoración exterior bruñida con incisiones en todo el contorno con motivos geométricos, debiendo su color negro a la técnica de cocción reductora.nota 1 Debe su nombre a la forma de campana invertida típica de la cultura campaniforme. Fue realizado a finales del tercer milenio a. C. en el Bronce Inicial de la Península Ibérica.
Esta pieza forma parte de la colección de cerámicas campaniformes del Museo Arqueológico Nacional.
Hallazgo[editar]
La pieza aparece en mayo de 1894 durante las obras de construcción de la carretera de Cuesta de la Reina a San Martín de la Vega (M-404), en el municipio de Ciempozuelos (Madrid). Es al extraer la tierra para el allanado cuando aparecen una serie de restos humanos y vasijas. Ante esto, la Real Academia de la Historia auspicia dos campañas de excavación de urgencia bajo la dirección de Antonio Vives.1
Posiblemente procediesen estos hallazgos de una necrópolis cercana.
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