Las cuevas de la Lluera son dos cavidades naturales de pequeñas dimensiones (a veces se utiliza la denominación cueva de la Lluera para la principal, obviando la pequeña, y desde el punto de vista arqueológico cueva de la Lluera I y cueva de la Lluera II). Contienen representaciones prehistóricas del Paleolítico, que se encuentran en la parroquia de San Juan de Priorio, en el municipio de Oviedo, Asturias (España). También se han encontradon restos arqueológicos de época Solutrense (21 000 a 17 000 AP) y del Magdaleniense Superior final. Los primeros asociados con parte de los grabados.
La cueva principal fue descubierta en 1979 y consiste en dos cortas galerías que se unen por el interior y comparten una misma boca orientada al sur-sureste y contiene una serie de grabados, concentrados en la galería occidental, la más amplia, iniciándose en el porche y penetrando unos cinco metros hacia el interior.
Las representaciones comienzan en la pared oeste del pórtico con la de un caballo solitario. Progresando hacia la galería hallamos la representación de un uro o gran bóvido, un caballo, una cierva y un macho cabrío.3nb 1 Este conjunto, obra de un mismo momento, destacan otras figuras inacabadas de animales.
Ya en el interior de la galería, y en zona de menor iluminación, una concavidad bautizada como la Gran Hornacina reúne el repertorio figurativo más elaborado y sugestivo de la caverna. Frente a la confusión de lo precedente, aquí reina el orden en un bestiario dominado por la fórmula característica caballo-bóvido. Dos uros, la indicación del sexo es notable en ambos, se disponen inclinados de derecha a izquierda con la cabeza orientada hacia el exterior de la cavidad. Ambas figuras están completas, con las cabezas extendidas hacia delante como una prolongación de los cuerpos poderosos apoyados en cortas patas. Algún bóvido más, caballos incompletos, algunas ciervas, bisontes forman parte también del contenido de esta zona.
En la pared oriental, en el denominado Friso Anterior, dos grandes ciervas, una de las cuales se acerca al metro y medio de longitud, fragmentos de figuras inacabadas, etc. En el Friso Medio aparecen, entre otros, unas ciervas y un macho cabrío. En la Pequeña Hornacina, dos animales que podrían ser mamuts.
Cincuenta metros aguas arriba se abre otra pequeña cueva, cuyos muros acogen una quincena de figuras geométricas realizadas con la misma técnica que en la anterior, aparece el triángulo sexual femenino.
Estas cuevas podrían haber actuado como santuarios exteriores complementarios, resultando de la suma de los contenidos artísticos de ambos, figurativismo en la primera y abstracción en la segunda, el modelo iconográfico característico de las fases de madurez del arte rupestre paleolítico.
Acceso[editar]
Se llega por la carretera de Grado-Oviedo (N-634), tomando la desviación hacia Las Caldas y a la derecha por la AS-322 desde la que se asciende a San Juan de Priorio.
La cueva de las Maravillas, es una cueva situada en el municipio de Gandía (Valencia), con un importante yacimiento del paleolítico superior. Están presentes las industrias gravetienses, solutrenses y de epigravetienses. Tras el paleolítico, la cueva presenta diversos materiales hasta la época del vaso campaniforme. Los materiales encontrados en la cueva de las Maravillas, se conservan en el Museo de Prehistoria de Valencia.
Historia[editar]
Los primeros hallazgos en la cueva de las Maravillas se descubrieron en los años 50. La cueva de las Maravillas junto a la cueva del Parpalló, son de gran importancia dentro del conjunto del arte rupestre levantino, teniendo en cuenta que no son muchos los hallazgos que se han encontrado y conservado de una época tan antigua. Restos anteriores a 15.000 años son más habituales, pero a partir de esa fecha, se reduce mucho la documentación. En la Comunidad Valenciana se conocen 425 lugares repartidos en 94 municipios. De todos ellos, solo cinco pertenecen al periodo del Paleolítico Superior, y dos de ellos son la cueva de las Maravillas y la del Parpalló, en Gandía. En la cueva de las Maravillas se han encontrado quince representaciones parietales: caballos, uros, bueyes, cabras, ciervos ...
Por la apariencia del lugar se puede saber que aquí se encontraba en años atrás el mar.Su fauna cuenta con murciélagos y cangrejos.El clima es tibio y húmedo
Cuenta esta cueva, desde hace tiempo, con una valla protectora que impide el paso de la gente y todavía no existe, a diferencia de la del Parpalló, un proyecto de apertura al público. La Unesco revisa desde 2008 los hallazgos de la cueva de las Maravillas y del Parpalló para declararlas Patrimonio de la Humanidad.
La cueva de El Mirón12 es una cavidad situada en el municipio de Ramales de la Victoria, comunidad autónoma de Cantabria (España) que contiene un importante yacimiento arqueológico y paleoantropológico, además de representaciones de arte parietal, del Paleolítico Superior. Es de gran importancia por recoger de forma ininterrumpida restos entre la actualidad y el Musteriense. Se encuentra dentro de la zona arqueológica de Ramales, declarada Bien de Interés Cultural desde 2006. Fue descubierta en 1903.
La campaña de excavaciones realizada en el verano de 2010 en la cueva del Mirón permitió descubrir el que podría ser el primer enterramiento del Magdaleniense encontrado en la península ibérica.
Se trata de un enterramiento secundario, en el que parte de los huesos del esqueleto aparecen desordenados y recubiertos de ocre, práctica, esta última, común en los rituales funerarios del Paleolítico Superior, y detalle que ha conducido a los investigadores a pensar en la posible datación de los restos hallados, pertenecientes, probablemente, a un adulto joven y de pequeña talla.
El catedrático de la Universidad de Cantabria (UC), Manuel González Morales, fue el director de las excavaciones del Mirón, quien trabajó junto a Lawrence G. Straus, de la Universidad de Nuevo México además de otros. González Morales realizó campañas desde el año 1996 hasta 2011, con la financiación de la Consejería de Cultura, Turismo y Deporte del Gobierno de Cantabria, el Ministerio de Educación, la Fundación Marcelino Botín y las fundaciones estadounidenses Leakey y Nacional para la Ciencia, además de donaciones realizadas por la novelista Jean M. Auel, autora de El clan del oso cavernario, y el apoyo logístico y técnico del Instituto Internacional de Investigaciones Prehistóricas de Cantabria.3
Los huesos hallados (mandíbula completa, numerosos restos del esqueleto postcraneal, vértebras, costillas y varias falanges) aparecieron cubiertos de un bloque de piedra con grabados junto a una pared de la cueva y rodeados de pequeñas hogueras. La datación por carbono-14 arrojó una edad de unos 18 500 años de antigüedad para los restos.4 El hallazgo tiene una «gran relevancia científica», ya que permitirá «obtener información sobre las poblaciones humanas que habitaban la zona cantábrica a finales del Paleolítico Superior, incluyendo datos sobre ADN, características antropológicas, alimentación y posibles patologías, así como rituales de enterramientos». Todos los elementos encontrados alrededor, especialmente las hogueras y el color ocre pintado de los huesos, llevaron a pensar en «un enterramiento ritual del Magdaleniense (hace entre 15 000 y 8000 años)», de similares características a la dama roja de Paviland, encontrada en el Reino Unido, según declararon los descubridores. De igual forma, se expuso al hipótesis de que los restos no estén completos se debe a que éstos hubieran sido devorados en parte por animales y alterados por haber estado ubicados junto a una antigua excavación hecha por «caza tesoros». Aun así, el director indicó que el yacimiento estaba «casi intacto», ya que las técnicas empleadas por el equipo de investigadores eran «mucho más selectivas» que las realizadas en otros yacimientos de similares características en Europa.
Las investigaciones en la cueva del Mirón, considerada uno de los yacimientos más importantes de la Cornisa Cantábrica, arrojaron en los años de excavación «una importante cantidad de datos y conocimiento» sobre los asentamientos humanos del Paleolítico (hace entre 42 000 y 4000 años), en un yacimiento al que González Morales definió en 2011 como una inagotable fuente «que no terminará en generaciones».

Las cuevas de Seriñá (en catalán coves de Serinyà) es un yacimiento arqueológico del Paleolítico, ubicado en Seriñá, en la comarca gerundense de Pla de l'Estany (España). Fue descubierto a finales del siglo XIX y se le consideró un lugar de asentamientos humanos estacionales y de enterramientos.1
El farmacéutico y prehistoriador español Pere Alsius i Torrent fue quien inició las excavaciones. Las principales cuevas que pertenecen al yacimiento son : cueva Reclau Viver, cueva l'Arbreda, cueva Pau y cueva del Mollet. Todas ellas forman parte del actual Parque de las cuevas prehistóricas de Seriñá.
El registro arqueológico y paleontológico va desde hace 200 000 años, con Homo heidelbergensis (se ha encontrado un molar juvenil) en la cueva del Mollet, pasando por Homo neanderthalensis (90 000 a 39 000) en la cueva de l'Arbreda, hasta hace 11 000 Homo sapiens sapiens (cuevas de l'Arbreda, el Reclau Viver y Pau).
La cueva de las Ventanas, también de la Ventanilla o de la Campana, es una cueva prehistórica y turística situada en el sur de España, en el término municipal de Píñar de la provincia de Granada (Andalucía). Se ubica justamente bajo los restos del castillo árabe que se alza sobre esta localidad.
El 23 de noviembre de 2001 fue declarada monumento natural, con un área protegida de 27.91 ha.
Descripción[editar]
Se trata tanto de una cueva turística como de un yacimiento arqueológico. Se encuentra en la última estribación de sierra Arana, a unos 1.000 metros de altitud. La temperatura en su interior es de unos 13 grados durante todo el año.
En la cueva de las Ventanas se han encontrado restos arqueológicos de distintas épocas, empezando por industria musteriense, propia de los neandertales en el Paleolítico medio. Abundan más los restos del Neolítico y también de época histórica.
Además, la parte más profunda de la cueva se ha acondicionado como auditorio de música, consiguiéndose una sonoridad realmente excepcional. En este auditorio se realizan bodas civiles, la primera el 12 de junio de 2010.
Cerca de esta cueva se encuentra la Cueva de la Carihuela (o Carigela), otro yacimiento que es de gran importancia en los estudios de neardentales. No es accesible de forma fácil para el público.
Accesibilidad[editar]
Actualmente la cueva se encuentra acondicionada para su visita, incluso por discapacitados en una gran parte del recorrido. La visita se realiza desde el pueblo de Píñar donde existe un servicio organizado de traslado a la misma, ya que no es posible acceder con vehículos privados al entorno de la cueva. El tiempo de visita estimado es de una hora.

El yacimiento de Kukuma es una cueva del Magdaleniense superior-final ubicada junto a la localidad de Araia (Álava) al pie de la sierra de Alzania. Es de carácter calizo, este tipo de piedra es el que dado lugar a diferentes cavidades que hicieron posible una serie de asentamientos humanos. Es una cueva de pequeñas dimensiones cuyo descubrimiento se llevó a cabo en el año 1975 por D. Juan Antonio Madinabeitia.
Es una cueva de dimensiones reducidas, la apertura tiene unos 3 metros de ancho y 1,5 metros de alto y esta da paso a un portal orientado de S. a E. por el que se accede a una galería con un recorrido de S.E. a N.O. La longitud de la cueva es de unos 7 metros de profundidad y según se va avanzando se van reduciendo en anchura y altura hasta llegar a los 2 metros de anchura y 1 metro de altura.1
Registro estratigráfico[editar]
La cueva de Kukuma se encuentra en una zona de calizas de aspecto masivo. El yacimiento consta de un único nivel arqueológico de aproximadamente 10 cm, que se sitúa por encima de un sedimento arenoso:
- nivel inferior (nivel II), con un gran porcentaje de arenas. Este nivel se sedimenta en un episodio en el que el agua cargada de sedimentos penetra en la cueva, depositándose en la misma al perder energía. Se trata de un nivel arenoso estéril de color amarillento.
- nivel superior (nivel I), con una gran proporción de limos y arcillas y la aparición de materiales de litología caliza, tras el secado de la cavidad. Se trata de un nivel orgánico, de color oscuro, de aproximadamente 10 cm de potencia (es el nivel arqueológico).
Materiales arqueológicos[editar]
La mayor parte de los restos óseos que se acarrean a la cueva corresponden a partes anatómicas que apenas tiene interés cárnico (maxilares, metacarpos…) con la excepción de dos fragmentos de fémur de cabra. Los restos en sílex no son abundantes, su análisis permite su adscripción al Magdaleniense superior-final: segmentos de círculo, láminas de borde abatido, puntas, truncaduras, raspadores, buriles, así como una sierrita. Además de estos útiles se han encontrado un canto de arenisca con señales de haber sido utilizada.
Clima y medio ambiente[editar]
A través de los análisis de polen se ha reconstruido un paisaje vegetal constituido por un bosque mixto bastante cerrado compuesto por especies de hoja caduca (roble, abedul y tilia) y de hoja perenne (pino).
Capturaban tanto especies de roquedo como de bosque o de espacios abiertos. La mayor cantidad de restos corresponden a ungulados salvajes, entre los que predomina la Capra pirenaica (cabra) seguida de Rupicapra rupicapra (sarrio), seguidos de Sus scrofa (jabalí) y de Cervus elaphus (ciervo).
Dataciones absolutas[editar]
Existen tres dataciones de carbono-14, dos de ellas son demasiado jóvenes para la ocupación prehistórica y la tercera, del 11 550 ± 130 BP nos situaría en el límite entre el Magdaleniense y el Epipaleolítico (obtenida mediante una vértebra lumbar y costilla de sarrio).
Para datar la época no se puede obviar la laminilla en forma de sierra que apareció en dicho lugar y que hoy permanece expuesta en el museo de arqueología BiBat de Vitoria-Gasteiz. Dicha laminilla en forma de sierra es un fósil director que determina que estamos en el Magdaleniense final.
No hay comentarios:
Publicar un comentario