SIGLO XIII EN ESPAÑA
El Frontal de San Miguel es un frontal gótico de finales del siglo XIII procedente de la Iglesia de Sant Miquel de Soriguerola en el antiguo municipio de Urtx (Cerdaña). Obra anónima que da nombre al Maestro de Soriguerola al ser la más emblemática de las que se atribuyen a este autor. En la tabla se relaciona la Santa Cena con el arcángel san Miguel. Se conserva en el MNAC, fue adquirida en 1932 procedente de la colección de Lluís Plandiura.
Frontal de San Miguel | ||
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Año | finales del siglo XIII | |
Autor | Maestro de Soriguerola | |
Técnica | Pintura sobre tabla | |
Estilo | Gótico | |
Tamaño | 234,5 cm × 96,3 cm |
Datos de contexto[editar]
La tabla ha sido considerada como gótica y así ha sido catalogada por el MNAC pero, hay varios autores que creen que no aporta nada a la pintura románica, excepto un especial virtuosismo.
Aunque todavía hoy muchos historiadores consideran que las obras atribuidas al Maestro de Soriguerola oa su círculo son sin duda góticas y que se nieguen a discutirlo, el caso cierto es que, fuera quien fuera el mencionado pintor, no pudo aportar nada significativo, salvo su destreza, al desarrollo de la arte catalán de finales del siglo XIII, y aún menos a la introducción del gótico.2
La tabla se ha convertido en la pieza más emblemática para definir un conjunto de obras atribuidas al Maestro de Soriguerola. El grueso de esta pintura se concentra en la Cerdanya alrededor del 1300. Una de las características comunes del conjunto es la especial distribución de las escenas de la tabla así como el enmarcado. Aunque en ningún caso llega a ser tan excepcional como lo es en la Mesa de San Miguel.
Las dimensiones del frontal, donde la anchura resulta más del doble que la altura, impiden considerar la tabla como un frontal de altar.3 Por otra parte, no se reserva el espacio central para representar la figura a quien aboga la tabla, al tiempo que la disposición de las escenas rompen las normas usuales de simetría. Finalmente cabe destacar que queda subdividida en varios compartimentos sin mostrarse ninguna correspondencia entre los elementos superiores y los inferiores. Todo ello ha llevado a considerar la composición como arbitraria.
Descripción[editar]
La tabla queda dividida por una cenefa vertical con motivos vegetales. La separación entre el compartimento superior y el inferior, así como la división de los diferentes episodios se realiza por unas franjas que han perdido casi toda la decoración. Sucede lo mismo con las coronas de los seis personajes sedentes de la parte superior derecha. Por lo que se desconoce cómo eran los adornos de la mesa. Una fina línea de color negro, sobre la cual se aplican unos puntos blancos, delimita el perímetro de las escenas rectangulares y otros motivos de la tabla.
En la parte izquierda superior se han conservado dos de las tres escenas del arcángel san Miguel en el monte Gargano. La primera refleja el episodio de la caza del toro, la segunda el suceso del obispo de Sinopto. Los tres episodios suceden bajo arcadas trilobuladas. En el compartimento de abajo se encuentra la escena de la Última Cena.
A la derecha la escena de San Miguel y el demonio pesado almas, la psicostasis. En el mismo compartimento y a la derecha de San Miguel un ángel se dispone a entregar el alma de uno de los elegidos a San Pedro. La escena se ha relacionado con las figuras sedentes en un trono identificadas como los bienaventurados. En el registro inferior las almas de los condenados sucumben a los designios de los diablos en el infierno así como la lucha de San Miguel con el dragón.
El Maestro de la conquista de Mallorca es el nombre por el que se conoce el autor anónimo de varias pinturas realizadas a finales del siglo XIII, de estilo románico tardío o principios del gótico, activo en Barcelona y Mallorca.1
Este nombre le fue impuesto por los historiadores del arte Alomar Esteve, Rosselló Bordoy y Sánchez Cuenca, cuando le atribuyeron la obra del retablo de Santa Úrsula de la población de Artá —conservado en el Convento de San Francisco (Palma de Mallorca)—, y derivado del tema de las pinturas murales de la conquista de Mallorca del Palacio Aguilar de Barcelona, que representan diversos episodios de la conquista de Mallorca realizada por el rey Jaime I el Conquistador.1
Se cree que este artista podría ser también el autor de las pinturas al fresco del Palacio Real Mayor de Barcelona por su cronología y estilo similar. Estos murales guardan también, según Joan Ainaud de Lasarte, gran parecido estilístico con el retablo de Santa Úrsula, aunque este último tiene un cierto aire más hacia la pintura gótica.
Antón Sánchez de Segovia fue un pintor español de estilo gótico, activo en Salamanca en la segunda mitad del siglo XIII.
Pertenece a la fase del estilo gótico lineal o franco-gótico. Es conocido por el conjunto de pinturas murales realizadas en la capilla de San Martín, también llamada del Aceite, en la Catedral Vieja de Salamanca. Datan de 1262. Sánchez de Segovia pinta la pared como si fuera un retablo, dividiéndolo en cuadros en los que enmarca las escenas y las figuras. Son las pinturas firmadas más antiguas de Europa.
El Ábside de San Clemente de Tahull es una pintura románica perteneciente al conjunto de la decoración mural de la iglesia de San Clemente de Tahull en el Valle de Bohí, donde se encuentra la mayor concentración de arte románico de toda Europa, con una iglesia por cada 25 km².1 Actualmente, se expone en el Museo Nacional de Arte de Cataluña.
Esta es una de las obras maestras del románico europeo. Su genialidad reside en la combinación de elementos de diferentes visiones bíblicas –las del Apocalipsis, Isaías y Ezequiel– para presentarnos al Cristo del Juicio Final. Éste aparece desde el fondo provocando un movimiento centrífugo de la composición, en la que domina el sentido ornamental de los perfiles y la habilidad en la utilización del color para dar volúmenes. Por su excepcionalidad y fuerza pictórica, la obra del Maestro de Tahull se ha proyectado a la modernidad y ha fascinado a artistas de las vanguardias del siglo XX, como Picasso o Francis Picabia.
Ábside de San Clemente de Tahull | ||
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Autor | Maestro de Tahull | |
Creación | Hacia 1123 | |
Ubicación | Museo Nacional de Arte de Cataluña (Barcelona) | |
Estilo | Románico | |
Material | Fresco | |
Técnica | Fresco | |
Dimensiones | 620 x 360 x 180 cm |
Historia[editar]
La iglesia de San Clemente de Tahull fue consagrada por Ramón de Roda, obispo de Roda en el año 1123, fecha pintada en una de las columnas de la nave y a la cual se asocia la creación de la pintura mural del ábside central:3
ANNO AB INCARNACIONE
DNI: M: C: XX: III: III: IDUS: DBR
VENIT RAIMVNDUS EPC BARBASTRE
NSIS CONSECRAVIT HAC ECLESIA IN HONORE
SANCTI CLEMENTIS MARTIRIS ET PONENS RELIQUIAS
IN ALTARE SANCTI CORNELLI EPISCOPI ET MARTIRIS.El año de la Encarnación
del Señor 1123, el 10 de diciembre
vino Ramón, Obispo de Barbastro
consagró esta iglesia en honor
de san Clemente mártir y puso relíquias
en el altar de san Cornelio obispo y mártir.4
Según Joan Ainaud de Lasarte, se asocia la consagración de la iglesia con la reconquista definitiva de Barbastro y Zaragoza, y otros núcleos como Tudela, Daroca y Calatayud. Según esta teoría, el rey de Aragón, Alfonso el Batallador, recompensó económicamente a los ejércitos no aragoneses que participaron en la reconquista de estos territorios, entre los que se encontrarían personajes catalanes como el conde de Pallars y la familia Erill, bajo el dominio feudal de la que estuvo el Valle de Bohí y familia con la que el obispo Ramón de Roda mantenía una estrecha relación. De este modo, las pinturas murales de San Clemente de Tahull podrían haber sido consecuencia de estos favores.56
Con el paso del tiempo, las pinturas románicas quedaron escondidas detrás de retablos, encaladas o perdidas para siempre, hasta que a principios del siglo XIX, con el retorno de la razón sobre el oscurantismo por un lado, y la voluntad de recuperación de la cultura catalana con la Renaixença por otro, recobraron su importancia.1
Redescubrimiento[editar]
En 1907, el Instituto de Estudios Catalanes llevó a cabo una expedición a San Clemente de Tahull, que acabó con la publicación del trabajo resultante, con el objetivo de dar a conocer la obra. Años después, en 1915, se alertó sobre el interés en comprar pintura mural de los Pirineos catalanes que mostraban coleccionistas estadounidenses -como Hearst o John Davison Rockefeller- y del expolio al que estaban sometidas las obras.nota 1 Además, hay que tener en cuenta el hecho de que algunos párrocos de la zona ya habían vendido algunas piezas a coleccionistas y museos.17
Traslado y exposición[editar]
Ante esta situación y atendiendo a los principios de difusión y preservación del patrimonio catalán por los que se creó, la Junta de Museos de Cataluña realizó, entre 1919 y 1923, la primera campaña de arranque y traslado de pintura mural de los Pirineos, entre las que se encontraba el conjunto de San Clemente de Tahull.8 El ábside central se encontraba cubierto en gran parte por un retablo gótico, como lo demuestra la primera fotografía realizada en 1904 por Domènech i Montaner.9
La técnica de los arrancamientos, llamada strappo, fue introducida en Cataluña a través del restaurador italiano Franco Steffanoni, contratado para la campaña de salvaguardia de las pinturas murales de Tahull. Consiste en el desprendimiento de la capa pictórica sin mortero. Sobre la superficie pictórica limpia se aplican dos capas de telas de algodón con una cola orgánica en caliente. Una vez seca, la cola contrae la superficie, arrancando la capa pictórica de la pintura.101
Una vez arrancadas las telas se enrollaron y se embalaron en cajas de madera. Las pinturas murales de Tahull fueron transportadas con mulas hasta Puebla de Segur, desde donde se trasladarían en tren y camiones hasta Barcelona,1 donde quedaron custodiadas por el entonces Museo de Arte de Cataluña, con sede en el Parque de la Ciudadela. Posteriormente, en 1934 fueron trasladadas al Palacio Nacional, actual sede del Museo Nacional de Arte de Cataluña.11
Guerra civil[editar]
Debido a la guerra civil española y ante el peligro de sufrir un bombardeo, las obras fueron de nuevo trasladadas junto con algunos ábsides románicos a Olot y a otras pequeñas poblaciones como por ejemplo Darnius.11
Con motivo de la Exposición Internacional de 1937 en París, se organizó una exposición para denunciar la situación política del país. Bajo el título de L'art catalan du Xe au XVe siècle, se expusieron muchas de las obras del museo y entre ellas el ábside de San Clemente, del 18 de marzo al 10 de abril de 1937, en el Jeu de Paume de París. Posteriormente se expondrían también en Maisons-Laffitte hasta el 20 de mayo.11 Joaquim M. Folch i Torres, entonces director del museo, hizo una nueva propuesta de exposición de los ábsides románicos, que entonces ya constituían parte muy importante de las obras del museo. Se crearon unos falsos marcos arquitectónicos que evocaban el original de las iglesias.12
Una vez terminada la guerra, la colección volvió al Palacio en 1940, y se reinauguraron las salas de arte románico el 12 de junio de 1942, bajo la dirección de Xavier de Salas.12
Reproducción en su lugar de origen[editar]
Inicialmente, no se planteó la reproducción de la pintura mural de San Clemente de Tahull en la iglesia originaria. Sin embargo, debido al creciente reconocimiento del que gozó la iglesia y de las numerosas visitas que recibía desde la recuperación de las pinturas, en 1959 encargaron su réplica a Ramon Millet. El artista, que trabajó durante dos años, creó la réplica a una escala inferior respecto al original.113
Durante los años 2000 y 2001 fueron descubiertos algunos nuevos fragmentos de pinturas murales, que se conservan en su lugar, dentro de la iglesia de San Clemente de Tahull.4
Autor[editar]
Conocido como el Maestro de Tahull, en el mundo de la Historia del Arte, poco se sabe al respecto. Durante la Edad Media, los hoy considerados artistas eran artesanos que ponían al servicio de abades, obispos y señores sus capacidades artísticas, sin disfrutar su oficio de más renombre. Dos teorías sobre la procedencia del autor apuntan hacia direcciones diferentes. Por un lado, se trataba de un maestro extranjero, de procedencia italiana, que contaba con la ayuda de colaboradores de menos valía (como muestran las figuras de los serafines),)14y había adquirido y empleado técnicas hispánicas; por otro lado se cree que se trataba de un artesano local.15
Sin embargo, hay que tener presente la dificultad de establecer delimitaciones estilísticas con respecto a la pintura románica europea, dado que a menudo los artistas trabajaban para múltiples cortes y abadías con lo que aportaban y adquirían elementos de otros estilos. La fuerte expansión de manuscritos medievales y la falta de nuevas ideas propició también el traspaso estilístico de los libros en la pintura mural.16 El Maestro de Tahull es, según los expertos, una muestra de la convergencia de difusión de nuevas corrientes, de conocimiento de los maestros y de capacidad de adaptarse con una técnica y personalidad propias.17
Descripción[editar]
La pintura mural del ábside central de la iglesia de San Clemente de Tahull, forma parte del conjunto pictórico que comprende también la decoración de los arcos triunfales, la del ábside lateral, la inscripción de consagración y una ventana anterior. Hay más pintura "in situ".18
La cronología de las pinturas toma como referencia la inscripción pintada que se ha conservado sobre una columna del lado del Evangelio, la mencionada inscripción nombra la consagración de la iglesia en el año 1123 y presenta los caracteres del mismo tipo que en las diferentes inscripciones de las pinturas del ábside.19
La obra del ábside al servicio del tema religioso y su significado, está representada a través de medios antinaturalista y de abstracción, con rasgos simplificados y cambios hacia la modelación geométrica de las formas naturales humanas, fue también una de las características comunes del arte románico. Se trata de una Maiestas Domini o Pantocrátor, la epifanía del Dios legislador, todopoderoso, que viene a juzgar el pueblo.20
El ábside de San Clemente de Tahull presenta un colorido amplio de tonalidades y unas líneas con color negro que configuran los contornos de las imágenes representadas con un sentido monumental, así como una composición estructurada en varios registros:21
- Registro superior: representa «el Cielo», se encuentra el Pantocrátor entronizado dentro de una mandorla, con los pies sobre la bola del mundo y su mano derecha que bendice con dos dedos a la manera griega, en la mano izquierda lleva un libro abierto con la inscripción EGO SUM LUX MUNDI (Yo soy la luz del mundo), su rostro alargado de penetrante mirada está realizado con marcadas líneas, las cejas arqueadas, ojos, boca, barba y pelo de manera simétrica y aplicado el color con pintura plana, pero con dos tonalidades una clara y otra más oscura para conseguir un cierto modelado, que el pintor remarca en los amplios pliegues de las vestiduras, el tetramorfo, está representado mediante ángeles que llevan los símbolos de los evangelistas: san Mateo, el ángel o el hombre; san Marcos, el león; san Juan, el águila; san Lucas, el toro, y dos figuras simétricas flanqueando la composición representando un serafín y un querubín cada uno con tres pares de alas.22 La cuenca del ábside presenta un fondo dividido en tres bandas de diferentes colores, negro, ocre y azul.
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