SIGLO XIII EN ESPAÑA
Crònica d'Espanya es el nombre dado a la adaptación catalana escrita entre 1267 y 1268 de la obra De rebus Hispaniae del arzobispo de Toledo Rodrigo Ximénez de Rada. La adaptación se ha atribuido a Pere Ribera de Perpinyà, atribución puesta en duda actualmente.1 De esta traducción, que fue interpolada, adaptada y ampliada, se conservan siete manuscritos en catalán y latín. Las interpolaciones atribuidas a Pere Ribera tienen como fuente la Historia Romanorum y la Historia Arabum, también del arzobispo Rodrigo Ximénez de Rada, un Pasionario hispánico, el Cronicón de Moissac, el Codex Calixtinus, la Gesta comitum barchinonensium y los recuerdos personales del monje, que añadió los sucesos comprendidos entre 1243 y 1266. Su influencia se advierte en el anónimo Flos mundi de hacia 1407.
La Crónica de Benifasar (en latín, Chronicon Benifassani) es una Crónica de la serie de Crónicas Rivipullensis redactadas en latín y que tuvieron origen en el Monasterio de Ripoll. Esta parece tener un recorrido parecido al Chronicon Dertusense II, pero este fue trasladado al Monasterio de Benifassà en 1233, donde continuó hasta 1276. Posteriormente le fueron añadidas varias efemérides desordenadas comprendidas entre el 1148 y el 1319, y otras anotaciones fechadas en 1348, 1358, 1373, 1374, y 1411.
La Crónica de Bernat Desclot es una crónica histórica, una de las Cuatro grandes crónicas de la literatura catalana. Titulada originalmente Llibre del rei en Pere d'Aragó e dels seus antecessors passats (en castellano Libro del rey Pedro de Aragón y de sus antecesores pasados), actualmente es más conocida por el nombre de su autor: Bernat Desclot. En esta crónica, Desclot habla «de los grandes hechos y de las conquistas que hicieron, sobre sarracenos y sobre otras gentes, los nobles reyes que hubo en Aragón que fueron del alto linaje del conde de Barcelona»,1 desde Ramón Berenguer IV y Petronila de Aragón hasta Pedro el Grande, siendo este último el protagonista del núcleo principal de esta crónica.
Fecha de redacción[editar]
La fecha de redacción de esta crónica no se menciona, si bien parece que el hecho desencadenante de su composición es la conquista de Sicilia por parte de los reyes de Aragón Pedro III, Alfonso III y Jaime II, que comenzó en 1282, con lo que se supone que habría estado escrita entre esa fecha y el decenio posterior.
El autor[editar]
De Bernat Desclot apenas se sabe lo que él mismo comenta en su obra. Sabemos que es el autor de la crónica, pero es, de los cuatro autores de las grandes crónicas catalanas, el que menos patente se hace en ella, a diferencia, por ejemplo, de Jaime I en el Llibre dels fets o de Ramón Muntaner en su crónica. Solo una vez se menciona a sí mismo como testigo directo de los hechos que está narrando, procurando desaparecer detrás de la narración.
Al parecer, Desclot habría sido un cronista de oficio, alguien cercano al rey y a los hechos que narra. Eso ha hecho que los historiadores busquen en los archivos de la Corona, para encontrar información. Una de las hipótesis que ha tenido más aceptación ha sido la de Miquel Coll i Alentorn, quien propuso la idea de que el apellido Desclot fuera una deformación de de Es Clot, siendo ese Clot al que se refiere un barrio de la actual Barcelona, donde se ha documentado a un tal Bernat Escrivá, oriundo del Rosellón y que habría sido escribano del rey Pedro III el Grande y posteriormente camarero del rey Alfonso III, su hijo y sucesor. La fecha de su muerte, en 1289, hace posible la hipótesis.
Desarrollo de la obra[editar]
Senyor, los richs-homens d'Arago... presenten vos lo regne de Arago, e que prenats la donzella per muller de qui es lo regne, e ells preguen vos que siats llur senyor e llur rey. Certes, dix lo comte; aci ha bell present, e tal que no fa a rebujar. Yo, dix lo comte, reb la donzella en aytal manera que, aytant com yo viva, no vull esser apellat rey; car yo son ara hu dels millors comtes del mon, e si era apellat rey, no seria dels majors, ans seria dels menors.—La princesa Petronila de Aragón es ofrecida en matrimonio a Ramón Berenguer IV, según la Crónica de Bernat Desclot, edición digital a partir de la edición de Josep Coroleu (Barcelona, 1887), Capítulo III. |
La crónica se articula en 168 unidades narrativas, y aparece dividida en tres secciones perfectamente discernibles:
- Del capítulo 1 al capítulo 10. Desclot recuerda de forma cronológicamente desordenada acontecimientos reseñables de la Corona de Aragón antes del reinado del padre de Pedro III, Jaime I: la leyenda de Guillermo Ramón I de Montcada, quien fuera Senescal de Barcelona, la de la concepción de Jaime I, la narración de la batalla de Las Navas de Tolosa y la leyenda de Ramón Berenguer III, conocida como la del buen conde de Barcelona y la emperatriz de Alemania.
- Del capítulo 11 al capítulo 73. En esta parte más amplia se trata la vida de Jaime I el Conquistador, padre de Pedro el Grande.
- Del capítulo 74 al capítulo 168. Parte en la que se narran los hechos ocurridos entre 1276 y 1285, años del reinado de Pedro III el Grande. Esta última parte es claramente, por volumen, detalle e intensidad, la más importante; en ella se narran los hechos que preceden a la expedición a Alcoy y Sicilia, con la conquista de esta última y la victoriosa campaña frente a la invasión francesa de Cataluña, expresada como una lucha frente a la injusticia. En la pacífica conquista de Sicilia, Desclot suple la falta de acción con una gesta novelesta, llevada a cabo por el rey y que está documentada, el conocido como el desafío de Burdeos. Al final, se habla del sitio de Gerona y la espera de los refuerzos que habían de llegar de Sicilia. La llegada de las tropas sicilianas acaba con la victoria sobre los franceses y significa en esta narración la victoria de la lealtad. Pedro III el Grande muere de peste el año 1285 en Villafranca del Penedés.
Características de la obra[editar]
En los primeros capítulos hay además prosificaciones de canciones de gesta.
La Crónica de veinte reyes es el nombre con que se denomina una familia de crónicas alfonsíes cuyo contenido comprende la historia de los reyes de León desde Fruela II hasta Fernando III el Santo. Se compone de varias secciones, de las cuales la primera, hasta el reinado de Fernando II de León, coincide con la llamada Versión crítica de la Estoria de España, elaborada entre 1282 y 1284, en lo relatado hasta el reinado de Bermudo III de León, completada con la Crónica de Castilla. Según ello, la Crónica de veinte reyes no es sino un subarquetipo de la Versión crítica de la Estoria de España, pero que incluye más materiales hasta el reinado de Fernando III.
Desde lo narrado en el reinado de Alfonso IX (la sección que en la edición de Menéndez Pidal de 1906 que tituló Primera crónica general comprende los capítulos 802 a 1052), coincide con la Crónica de Castilla, y con esta comparte un prototipo común anterior. En esta parte de la crónica se historian los sucesos de Fernán González y del Cid, entre cuyos materiales se incluyeron fuentes épicas, como una prosificación del Cantar de mio Cid que ha permitido reconstruir pasajes del folio inicial perdido del códice único del Cantar.
Inicialmente Menéndez Pidal pensó que la Crónica de veinte reyes databa de c. 1360, pero la crítica, desde la década de 1990, concuerda en que el texto de esta crónica refleja el de la Versión crítica de la Estoria de España, redactada por el escritorio de Alfonso X el Sabio entre 1282 y 1284, que rehacía y ampliaba una Versión primitiva de 1274. Ya estudiosos como Henry Lang (1926),1 Theodore Babbitt (1936)2 y José Gómez Pérez (1963)3 defendieron que la parte inicial de la Crónica de veinte reyes, que comprende hasta el reinado de Alfonso VI, constituía la redacción más antigua de la Estoria de España. Finalmente, y tras los trabajos de Diego Catalán, la crítica ha aceptado la identificación de la Crónica de veinte reyes con la Versión crítica en la sección que llega hasta el reinado de Bermudo III.
Códices[editar]
La Crónica de veinte reyes se ha transmitido en un conjunto de doce códices manuscritos:
- X Biblioteca de la Universidad de Salamanca: 1.824 (olim. 2-C-2 Real Biblioteca, Madrid) olim. = signatura antigua
- N o E1 Biblioteca del Monasterio de El Escorial (Madrid); Y-I-12 (olim. II.N.7 y I.D.ll)
- N' Real Biblioteca (Madrid): 11-2347 (olim. 2-K-8)
- J Biblioteca del Monasterio de El Escorial: X-I-6 (olim. I-N.7 y I.D.11)
- Min Biblioteca de la Universidad de Minnesota (Mineapolis): Z946.02/fc881 Digitalizado
- K Biblioteca de la Universidad de Salamanca: 2.211 (olim. 2-M-1 Real Biblioteca)
- L Biblioteca del Monasterio de El Escorial (Madrid): X-II-24 (olim. V.Ξ.14 y Y.B.16)
- Ñ Biblioteca Menéndez Pelayo (Santander): 159
- F Biblioteca Nacional de Madrid: 1.501 (olim. F-132 y F-113) Digitalizado - atención no corresponde en páginas tamaño y otros con lo indicado por CAMPA, sin embargo encaja conphilobiblon ficha
- G Biblioteca Nacional de Madrid): 18.416 (olim. 1.079) Digitalizado ficha
- B Biblioteca Menéndez Pelayo (Santander): 549 (olim. R-jj-11-8)
- C Biblioteca Nacional de Madrid: 1.507 (olim. F-124) Digitalizado ficha
notas:
- hay muy diversas formas de referenciar a los códices. Por ejemplo, Cervantesvirtual llama a la F como VR-F enmarcando los códices de la crónica en los códices de la Estoria de España - CV-Cronica Veinte Reyes
- lista de códices e información detallada en Philobiblon
- Este que escribe no ha localizado una transcripción abierta de la crónica per se, pero en lo que pueda coincidir coincide con la crónica de Castilla se puede ver en "Crónica de Castilla" editada por la Catedrática Patricia Rochwert-Zuili, si bien no he revisado a que códice pueda corresponder.
La Crónica latina de los reyes de Castilla o Chronica latina regum Castellae (también llamada Crónica de Castilla) es una historia de los reyes castellanos escrita en latín durante el reinado de Fernando III que comprende desde la muerte del legendario conde Fernán González hasta la conquista de Córdoba por aquel rey en 1236. Fue escrita con toda probabilidad por el obispo de Osma Juan de Soria,1 canciller del rey Fernando III entre 1217 y 1239, desde el segundo cuarto del siglo XIII.
La crónica se detiene fundamentalmente en el relato de los hechos de Alfonso VIII y Fernando III, los monarcas a quienes de forma prioritaria se pretende ensalzar en esta obra, concebida como un speculum principis (espejo de príncipes) y destinada a los intelectuales de la corte.
Charlo Brea afirma que la historia, en una primera versión, se interrumpía de modo abrupto con la muerte de Alfonso IX y a partir de ahí, y en una segunda etapa, otro autor2 —o el propio Juan de Soria, según Francisco J. Hernández—3 continuara la obra hasta la conquista cordobesa entre 1236 y 1239. Inés Fernández-Ordóñez, en 2006, postula una redacción en tres etapas entre 1223 y 1237 y reafirma la autoría única del obispo de Osma.4
La crónica, a diferencia de sus contemporáneas Chronicon mundi y De rebus Hispaniae, está redactada de modo fluido a partir de la documentación de la cancillería real (propia de su oficio como escribano real) y los conocimientos memorísticos del autor (que fue testigo de muchos de los hechos que narra), sirviéndose escasamente de la compilación de fuentes escritas, método central de las historias de Lucas de Tuy y Rodrigo Ximénez de Rada respectivamente mencionadas.
Juan de Soria, por tanto, defiende con su obra los intereses de la dinastía real castellana (a la que, lógicamente, sirve por su cargo) frente a los de León. Para situar al reino de Castilla en el contexto internacional, introduce de modo sincrónico noticias del Magreb, del Imperio bizantino o del Reino de Francia. Esta característica (que no aparece en las obras del Tudense y el Toledano), será seguida en la segunda mitad del siglo XIII por la General estoria y la Estoria de España de Alfonso X el Sabio.
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