domingo, 5 de enero de 2020

HISTORIA DE ESPAÑA

HISTORIA ANTIGUA

El monte Bernorio es una elevación situada junto a la localidad de Villarén de Valdivia, al norte de la provincia de Palencia (España) en la que se han localizado importantes vestigios arqueológicos, además de restos de una ciudad fortificada cántabra, que superando las 120 ha es una de las más grandes halladas en España y también en Europa.1​ Este oppidum es uno de los yacimientos arqueológicos más importantes de la época prerromana en la península, también conocido como Castro de Monte Bernorio.

Ubicación[editar]

El Monte Bernorio es una montaña de 1170 msnm cuya cima tiene una forma plana que se extiende en unas 28 ha.3​ Dominando una gran llanura, se encuentra junto a la localidad de Villarén de Valdivia, que pertenece al municipio de Pomar de Valdivia, en la Montaña Palentina, a 7 km de Aguilar de Campoo y próximo a la autovía Cantabria-Meseta. Su ubicación exacta es 42°47′38″N 4°11′34″O.4

Conservación[editar]

A pesar de atesorar la historia de más de 1400 años en su cumbre, de su carácter emblemático en la historiografía de la Edad del Hierro y de haber sido declarado Bien de Interés Cultural en 1992, el yacimiento de Monte Bernorio se ve amenazado por la agresión que supondría, de llevarse a cabo, el proyecto de instalación de un parque eólico con 24 aerogeneradores. Este es el motivo por el que ha sido incluido en la Lista roja del patrimonio en peligro de España, de la asociación Hispania Nostra. Este proyecto ha sido objeto de un importante rechazo popular, considerándolo una agresión patrimonial de máximo nivel.5

Yacimiento arqueológico[editar]

Fíbula anular hispánica proveniente del castro de Monte Bernorio conservado en el Museo de Prehistoria y Arqueología de Cantabria.
Ubicado en un lugar estratégico desde el que se domina una gran llanura, ocupada en la actualidad por unas 40 poblaciones, este impresionante cerro ha sido utilizado como castro y fortaleza.
Las primeras extracciones arqueológicas fueron llevadas a cabo en 1890, por encargo de Claudio López Bru, segundo Marqués de Comillas. A lo largo de las diversas campañas arqueológicas realizadas han sido localizadas buena cantidad de construcciones y utensilios que atestiguan los sucesos allí acaecidos, que abarcan desde la Edad del Bronce a la Edad Media,6​ Los últimos trabajos de investigación han sido financiados por entidades públicas, principalmente la Diputación de Palencia, y en los mismos han colaborado entidades como la Universidad Complutense de Madrid, la Universidad de Frankfurt y la Universidad de Oxford.7
Según estas investigaciones, el monte fue ocupado ininterrumpidamente desde el siglo VIII a. C. hasta el siglo I a. C., aunque existen indicios de ocupación durante el Calcolítico y la Edad del Bronce (3000-2000 a. C.).3​ Durante la prospección de 2006 fueron halladas cerámicasarmamento y elementos de adorno de la Edad del Hierro, además de restos óseos de un bebé.7
El perímetro de la montaña se hallaba rodeado por una muralla, algunos de cuyos restos han sido encontrados, además de otra interior que protegía la acrópolis. En la campaña de 2007, aparecieron los primeros muros de piedra y adobe cocido de las viviendas, además de objetos personales, armamento y restos de fauna. También fueron encontrados los restos de otro bebé.8
El yacimiento se completa con los restos de un campamento romano de más de 18 ha (el más grande hallado en la península ibérica) ubicado a 2 km, en el alto de Castillejo (Pomar de Valdivia), desde el que previsiblemente dos legiones acometieron el asedio. En su interior se han encontrado numerosos restos de material militar: puntas de flecha, tachuelas de caligae, regatones de postes de tienda de campaña, un pilum, restos de bronce del equipamiento legionario y algunas monedas.9
El yacimiento fue declarado, en 1992Bien de Interés Cultural, con la categoría de Zona Arqueológica.10​ A pesar de que la Junta de Castilla y León cesó en 2004 sus aportaciones económicas para subvencionar las excavaciones, éstas han continuado gracias a las ayudas de la Diputación de Palencia y los ayuntamientos de la comarca. Gracias a estos apoyos, se creó el Instituto Monte Bernorio de Estudios de la Antigüedad del Cantábrico, que proyectó en 2009 la creación de un centro de interpretación de este yacimiento.11
Los últimos hallazgos realizados en el Bernorio confirman este yacimiento como uno de los más importantes de Europa.11

Castro cántabro[editar]

El Castro de Monte Bernorio ha sido identificado por algunos autores como la ciudad cántabra de Bergida, que fue la primera atacada por las legiones romanas durante las guerras cántabras, cuyos habitantes se supone que huyeron al Monte Vindio, aunque a esta mítica ciudad le han sido atribuidas otras varias localizaciones.12
Algunas partes del castro se encuentran deterioradas a causa de la erosión, las labores agrícolas, y a combates durante la Guerra Civil Española, en octubre de 1936, en que el monte fue también utilizado como fortaleza. En su interior se han encontrado restos de viviendas y fragmentos de cerámica.3
También se encontró una reja de arado, y otros instrumentos para la agricultura que indican la importancia que tuvo esta práctica dentro del enclave.13

Batalla del monte Bernorio[editar]

En el siglo I a. C., el Imperio romano comenzó su asalto definitivo a los territorios dominados por cántabros y astures, llevado a cabo por el emperador César Augusto. En las proximidades de Pomar de Valdivia se hallaron los restos de un campamento romano de grandes dimensiones, uno de los más grandes de Europa, estudiado por Eduardo Peralta Labrador, desde el cual se llevó a cabo el ataque y destrucción de la fortaleza de Monte Bernorio, parece ser que a cargo de la poderosa Legio IIII Macedonica.14​ Por las dimensiones de este campamento, Peralta mantiene que tuvo que ser ocupado, como mínimo, por dos legiones.9​ La gran cantidad de proyectiles de artillería romana hallados en la zona dejan constancia de que el asedio a que fue sometido el castro se produjo a gran escala, como lo prueban las puntas de flecha, puntas de proyectil de ballesta y bolas de piedra de distintos calibres encontrados.15​ También se han encontrado evidencias de que el núcleo principal fue destruido por un incendio, posiblemente provocado tras su toma.3

Acrópolis[editar]

Tras el sometimiento definitivo de los cántabros, los romanos aprovecharon las cimentaciones ya existentes para convertir la zona de la Acrópolis, en un castellum, que ocuparon desde el siglo I a. C. hasta el siglo I, aprovechando su situación estratégica para ejercer el control de todo el territorio adyacente.








El Monte Cildá es una montaña situada junto a la localidad de Olleros de Pisuerga, al norte de la provincia de Palencia (España), en el municipio de Aguilar de Campoo, en la que se han localizado importantes vestigios arqueológicos, como los restos de poblamientos cántabrosromanos y visigodos, y algunos investigadores sitúan en él la ciudad cántabra de Vellica. Es un importante yacimiento de época prerromana, conocido como Castro de Monte Cildá.

Olleros de Pisuerga - Monte Cildá 001.JPG

Ubicación[editar]

El monte Cildá es una montaña con una altitud máxima de 975 msnm, dividida en dos mesetas, una a 920 msnm y la superior a 950 msnm. En la pared O de la inferior se encuentra la iglesia rupestre de Olleros de Pisuerga, y toda la parte E está bordeada por el río Pisuerga, que forma en esta zona el Cañón de la Horadada, que lo separa del Espacio Natural de Las Tuerces y lo convierte por esta zona en un importante baluarte, desde el cual se domina una gran llanura. Se encuentra junto a la localidad de Olleros de Pisuerga, que pertenece al municipio de Aguilar de Campoo, del que dista 7 km, junto a la autovía Cantabria-Meseta.2

Campañas arqueológicas[editar]

Vista del monte Cildá desde Olleros de Pisuerga. Se puede apreciar en su parte inferior el campanario de la iglesia rupestre de Olleros.
Estela funeraria hallada en el monte Cildá, y que se conserva en el Museo Arqueológico de Palencia. La inscripción reza:
D(iis) M(anibus)/EL(a)ESUS PINETIS UM(a)E CONIU(gi)/SU(a)E MIMO/RA(m)AN(n)OR(um) NUMERU
traducido como: "A los dioses infernales Manes. Elaesus a la memoria de su piadosísima esposa en su aniversario".
Las primeras prospecciones en este oppidum fueron llevadas a cabo en 1891 por encargo de Claudio López Bru, Marqués de Comillas, que también se interesó por el cercano Yacimiento de Monte Bernorio en busca de objetos antiguos.3​ Se hallaron una treintena de estelas funerarias del s. III.4
Posteriormente, y desde 1963, la Diputación de Palencia financió estudios llevados a cabo por el arqueólogo Miguel Ángel García Guinea.5​ En esta época fueron descubiertas las murallas defensivas y hallados multitud de objetos (la epigrafía encontrada es la más numerosa de toda la zona: estelas sepulcralesaras e inscripciones honoríficas) que atestiguaban la presencia ininterrumpida de asentamientos en la zona, depositados en el Museo de Prehistoria y Arqueología de Cantabria y el Museo Arqueológico de Palencia.
El principal hallazgo arqueológico fue la primera tésera cántabra conocida, una Tésera de hospitalidad encontrada por un particular y estudiada por Eduardo Peralta Labrador. Se encontraba en buen estado y tenía una inscripción en celta.6
Es un yacimiento prácticamente por descubrir, ya que las catas arqueológicas realizadas en el mismo han sido escasas, y su conservación corre el riesgo de deterioro, debido a lo cual se encuentra en la Lista Roja de patrimonio en peligro.7​ A partir de 2002 se reanudaron las excavaciones, financiadas por la Junta de Castilla y León. Su objetivo es recabar el mayor número de datos posible, para aseverar las épocas exactas de cada construcción y adaptar el yacimiento para su exhibición pública.4

Período cántabro: Castro de Monte Cildá[editar]

Cildá fue habitado por los cántabros desde el siglo I a.C. Fue Claudio Ptolomeo (II,6,51) el primero en mencionar Vellika entre los pueblos cántabros.3
Importantes autores, como SchultenGarcía Guinea e Iglesias Gil han situado en Monte Cildá la ciudad de Vellica.7​ También según Joaquín González Echegaray esta ciudad correspondería con la fortificación de Monte Cildá, «donde apareció una inscripción que cita al clan de los Vellicum», y que «tuvo que ser conquistada por los romanos al penetrar desde el sur, después del castro de Peña Amaya y antes de Monte Bernorio».8
Igualmente se ha sugerido que Vellica y Bergida son la misma ciudad, con diferentes interpretaciones.9​ Otra opción aceptada es la de que la ciudad se encontraba en el llano contiguo (Mave) y el castro era un puesto defensivo.10

Batalla del Monte Cildá[editar]

Vista de una parte de la muralla romana en el Monte Cildá. Al fondo se pueden apreciar Las Tuerces y Villaescusa de las Torres.
En el siglo I a. C., el Imperio romano comenzó su asalto definitivo a los territorios dominados por cántabros y astures, llevado a cabo en persona por el emperador César Augusto, las denominadas guerras cántabras.
Según las narraciones de Floro y Orosio, a los pies de Vellica, en el llano, se desarrolló en el año 25-26 a.C. una monumental batalla entre romanos y cántabros que culminó con la toma de la ciudad, en la que intervino el propio emperador.1112​ Otros historiadores sitúan la batalla en la llanada de Mave.13
Esta conquista fue llevada a cabo por la poderosa Legio IIII Macedonica, establecida en Pisoraca (Herrera de Pisuerga) como antesala del asalto al Castro de Monte Bernorio, cuyo asedio, en función de los vestigios hallados, guarda algunas diferencias con el de Cildá. Es posible que también interviniera en la batalla, dada su envergadura, la Legio IX Hispana.14​ A la conquista de la ciudad siguió su destrucción por parte de las fuerzas romanas.7

Ocupación romana[editar]

Vellica figura como Villegia en el Itinerario de barro, atravesada por la Via Legione VII Gemina ad Portum Blendium, una calzada romana que tenía como punto de partida Legio VII Gemina (León), y final en Portus Blendium (Suances).
Tras desalojar a los cántabros del enclave, los romanos fortificaron fuertemente la zona, para aprovechar su alto valor estratégico. Algunos autores afirman que fue convertida en acrópolis. Esta fortificación fue reforzada hasta tres veces, empleándose no sólo restos de antiguos edificios sino también lápidas sepulcrales, la última en el s. V, en piedra de sillería, para protegerla de las invasiones bárbaras.3​ Algunos restos de esta muralla permanecen aún en el lugar.

Período visigodo[editar]

En el s. V comenzaron las invasiones germánicas en la península ibérica, y en 574 Leovigildo, rey de los visigodos, conquistó la Cantabria romana. Cildá pasó a ser habitada entonces por los visigodos,15​ que la abandonaron tras el derrumbamiento del Estado visigodo.

Período postvisigodo[editar]

En 754, la zona fue tomada por los musulmanes, lo que obligó a huir a la población, pero estos no utilizaron el asentamiento, recuperado durante la Reconquista, y que ya no volvería a ser habitado.4
Algunas de las piedras de sus fortificaciones fueron aprovechadas para construcciones cercanas.









El asedio del monte Medulio corresponde a uno de los últimos episodios bélicos acaecidos en el transcurso de las guerras cántabras. Tras la victoria de Antestio sobre los cántabros en Aracelium (posiblemente Espina del Gallego1​, y de Publio Carisio sobre los astures en Lancia2​, ambas en el año 25 a.C, Augusto regresa a Roma en el 24 a.C. y ordena cerrar las puertas del templo de Jano dando por finalizada la contienda.
Sin embargo, y según las fuentes clásicas, en el año 22 a.C. los astures se sublevaron contra Carisio, hartos de su arbitrariedad y crueldad. Los cántabros tenían un nuevo legado, Cayo Furnio, que parecía torpe e inexperto, por lo que no tardaron en secundarles. Pero Furnio tenía experiencia en la guerra de montaña y no tardó en derrotar a los cántabros, que tuvieron que refugiarse en el monte Medulio, cerca del mar y del río Minio (que no tiene porque ser el actual Miño gallego) y del que los cántabros decían que antes llegarían las olas del mar que las legiones romanas . Furnio lo rodeó con un foso de 15 millas (unos 23 kilómetros), y después de un asedio que los cántabros no pudieron romper, atacó por todos lados a la vez. Siendo ya imposible la resistencia, los cántabros celebraron un último banquete, tras el cual acudieron al suicidio masivo, ingiriendo veneno extraído de las hojas del tejo, arrojándose al fuego o matándose entre ellos, de tal modo que Furnio apenas hizo prisioneros. Los astures, en cambio, habían sorprendido a Carisio, que estuvo a punto de ser derrotado. Furnio acudió en su ayuda, y encontró a los astures asediando algún campamento romano, de donde les expulsó y más tarde volvió a derrotarles en una nueva batalla campal, con lo cual se acabó definitivamente la guerra contra los astures.

Ubicación[editar]

Su situación geográfica hoy en día es todavía controvertida, siendo múltiples localizaciones y montes de la geografía norpeninsular, candidatos a haber albergado el histórico monte, el cual se ha convertido en un icono de tintes cuasi-mitológicos. En todo caso, es evidente que en atención a las operaciones bélicas que se enmarcan dentro del bellum cantabricum, el lugar ha de encontrarse dentro de territorio cántabro, posiblemente en la parte más occidental circunscrita entre el mar y los picos de Europa.

En Cantabria[editar]

En 1982 el jesuita Eutimio Martino, en su obra Roma contra Cántabros y Astures, señala a la Sierra de Peña Sagra, en Cantabria, como posible localización del citado monte. Peña Sagra se encuentra en el centro geográfico del territorio cántabro y relativamente próxima al mar desde donde éste es visible3
A ello le suma el argumento toponímico, cuya mayor objeción sería el ya mencionado Minium flumine inminentem. Martino afirma que el nombre original del río Deva (en Cantabria) era Minius. Para ello recoge un punto colindante al Deva, llamado Rumenes, lo que considera una contracción de "Rius Minius"; además del nacimiento de dicho río en "Peña Remoña" (antiguamente Remoño), topónimo documentado desde 1081 que lo acercaría a "río Miño"; el autor aduce que en muchos de los nacimientos de ríos es precisamente donde se conserva el nombre original del mismo.4
A estos argumentos, se le unen lo que parecen ser restos de un foso de asedio romano.5
Asimismo Joaquín González Echegaray señala otras tres posibles ubicaciones en Cantabria: la Sierra del Escudo de CabuérnigaPeña CabargaSierra de Peña Sagra o el macizo del Dobra (con el que coincidiría la extensión de quince millas romanas del foso de asedio).6

En Asturias[editar]

Sólo podría ubicarse en los actuales concejos de Llanes y Peñamellera a lo largo de la sierra del Cuera. El Río Cares, que rodea el Cuera por su vertiente sur es conocido, en alguno de sus tramos como Miñances < *minia-ntis.

El suicidio colectivo[editar]

Según cita el historiador romano Floro sobre la batalla:
... "Por último tuvo lugar el asedio del Monte Medullio, sobre el cual, después de haberlo cercado con un foso continuo de quince millas, avanzaron a un tiempo los romanos por todas partes. Cuando los bárbaros se ven reducidos a extrema necesidad, a porfía, en medio de un festín, se dieron la muerte con el fuego, la espada y el veneno que allí acostumbran a extraer de los tejos. Así la mayor parte se libró de la cautividad, que a una gente hasta entonces indómita parecía más intolerable que la muerte ..."78
Lucio Anneo Floro.
El foso que sirvió para el asedio también aparece citado por Orosio;
"Pues también cercaron con asedio el Monte Medullio, que se alza sobre el río Minio, y en el que se defendía gran multitud de hombres, después de rodearlo con un foso de quince millas de longitud"9
Paulo Orosio












La Batalla de Vellica se disputó en el año 25 a. C., en el marco de las guerras cántabras, entre los Cántabros pobladores de la zona y varias legiones romanas comandadas por el emperador César Augusto. Su ubicación más aceptada se encuentra en una llanura junto al Monte Cildá, en Olleros de Pisuerga (Palencia).

Localización[editar]

Cildá fue habitado por los cántabros desde el siglo I a. C. Fue Claudio Ptolomeo (II,6,51) el primero en mencionar Vellika entre los pueblos cántabros.1
Importantes autores, como SchultenGarcía Guinea e Iglesias Gil han situado en Monte Cildá la ciudad de Vellica.2​ También según Joaquín González Echegaray esta ciudad correspondería con la fortificación de Monte Cildá, «donde apareció una inscripción que cita al clan de los Vellicum», y que «tuvo que ser conquistada por los romanos al penetrar desde el sur, después del castro de Peña Amaya y antes de Monte Bernorio».3
Igualmente se ha sugerido que Vellica y Bergida son la misma ciudad, con diferentes interpretaciones.4​ Otra opción aceptada es la de que la ciudad se encontraba en el llano contiguo (Mave) y el castro era un puesto defensivo.5

La batalla[editar]

En el siglo I a. C., el Imperio romano comenzó su asalto definitivo a los territorios dominados por cántabros y astures, llevado a cabo en persona por el emperador César Augusto, las denominadas guerras cántabras.
Según las narraciones de Floro y Orosio, a los pies de Vellica, en el llano, se desarrolló en el año 25-26 a. C. una monumental batalla entre romanos y cántabros que culminó con la toma de la ciudad, en la que intervino el propio emperador.67​ Posiblemente este emplazamiento se refiera a la llanada de Mave, que es donde otros historiadores sitúan la batalla.8​ A diferencia de otros enfrentamientos, en esta ocasión los cántabros decidieron enfrentarse al enemigo en campo abierto, quizás por carecer de armas y víveres para resistir el asedio del castro.
Esta conquista fue llevada a cabo por la poderosa Legio IIII Macedonica, establecida en Segisama Iulia (actual Sasamón) como antesala del asalto al Castro de Monte Bernorio, cuyo asedio, en función de los vestigios hallados, guarda algunas diferencias con el de Cildá. Es posible que también interviniera en la batalla, dada su envergadura, la Legio IX Hispana.9​ A la conquista de la ciudad siguió su destrucción por parte de las fuerzas romanas.

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