La batalla de Cartagena fue un enfrentamiento militar naval ocurrido el 13 de mayo del año 4601234 (o 4615) entre la armada romana y la vándala, en el contexto de los intentos del emperador Mayoriano de reconquistar los territorios romanos perdidos. El encuentro, que tuvo lugar frente a las costas de la provincia romana de Carthaginiensis, se saldó con una victoria vándala.
Contexto[editar]
En 457, Mayoriano accedió al trono del Imperio romano de Occidente, limitado territorialmente, en aquel momento, a la península itálica, Dalmacia y algunas partes del norte de la Galia. Habiéndose propuesto restaurar las antiguas fronteras del imperio, invadió el sur de la Galia en 458 y derrotó a los visigodos de Teodorico II en la batalla de Arelate (la actual Arlés, en Francia). Tras vencer a los godos radicados en Hispania y Septimania e imponerles la condición jurídica de pueblo federado, Mayoriano comenzó a reunir una flota en Portus Ilicitanus1235 (como se conocía entonces a la actual Santa Pola), el puerto para Ilici (Elece, la actual Elche), cerca de Carthago Nova (Carthago Spartaria, actual Cartagena), con la que tenía la intención de invadir el reino vándalo, en el norte de África.
460: Eo anno captae sunt naves a Vandalis ad Elecem juxta Carthaginem Spartariam.Marius Aventicensis: Crónica del obispo de Aventicum
La batalla[editar]
En la primavera de 4601234 (o 4615), Mayoriano disponía de 30045 barcos ya construidos y esperaba algunas más para el otoño. Los vándalos decidieron golpear antes de que la armada romana se convirtiera en una fuerza insuperable. El 13 de mayo, una flota de los vándalos bajo el mando de Genserico atacó a los romanos por sorpresa. Muchos de los capitanes romanos habían sido sobornados, por lo que casi no hubo respuesta. La armada romana fue totalmente destruida junto a cualquier esperanza romana de reconquistar el norte de África.
Mense Maio Majorianus Hispanias ingreditur imperator: quo Carthaginiensem provinciam pertendente, aliquantas naves quas sibi ad transitum adversum Wandalos praeparabat, de littore Carthaginiensi commoniti Wandali per proditores abripiunt. Majorianus ita sua ordinatione frustratus ad Italiam revertitur.Hydatius: Chronicon
Cultura popular[editar]
El choque aparece listado como una de las batallas históricas que permite librar el videojuego de estrategia Total War: Attila (2015).
La batalla de los montes Nervasos fue un enfrentamiento militar ocurrido en el año 419 entre los suevos, dirigidos por su rey Hermerico y auxiliados por los romanos del comes Hispanorum Asterio, y los vándalos, acaudillados por su propio rey Gunderico y auxiliados por los alanos, en el contexto de las invasiones germánicas en la península ibérica. El encuentro, que tuvo lugar en la actual provincia de León (España), se saldó con una victoria sueva.
El reino suevo durante su máxima expansión (siglo VI). Sus posesiones están señaladas en verde, las zonas de influencia en rojo, y en amarillo los límites de las provincias romanas.
Antecedentes[editar]
Entre los años 409 y 411 d. C., los pueblos germánicos de los vándalos y suevos, así como los iranios alanos,1 penetraron en la península ibérica a través del Pirineo occidental, después de haber sometido la Galia romana a un régimen de saqueo y pillaje durante tres años.2 Los romanos no pueden dar una respuesta eficaz debido a las sublevaciones locales de Geroncio y Máximo, y con esto se abre el periodo de las invasiones germánicas en la península ibérica.3Los invasores pactaron entre sí, y a suertes, el reparto de los territorios hispanos: atravesando sin detenerse la Tarraconense, que permanece en su mayor parte en manos romanas,2 los vándalos silingos se asientan en la provincia romana de la Bética, los alanos en Lusitania y la Carthaginense, mientras que suevos y vándalos asdingos llegan a un acuerdo sobre la Gallaecia. Los suevos se quedarían con los conventos Lucense (con capital en Lucus Augusti, Lugo) y Bracarense (con capital en Bracara Augusta, Braga), y los asdingos el Convento Asturicense (con capital en Asturica Augusta, Astorga).3
En 416, Walia, rey de los visigodos de Tolosa, entra en la Península como aliado de los romanos para combatir a los invasores bárbaros. Estos prefieren no unirse para enfrentarse a la amenaza común, y para 418 ha aniquilado casi por completo a los silingos y dispersado a los alanos tras matar a su monarca Atax, que se refugian entre los asdingos (motivo por el que en adelante los reyes vándalos se nombraran «reyes de los vándalos y los alanos»).12
El caudillo suevo Hermerico, por su parte, consigue firmar un tratado con el emperador Honorio para que conceda a su tribu el estado legal de foederati (del que disfrutan también los visigodos), por lo que los hispanorromanos deben cederles tierras. Se establecen guarniciones en las ciudades y Braga empieza a ser considerada el centro de poder. El desagrado de los hispanorromanos por el tener que dar parte de sus tierras a los suevos se mostrará en el futuro como fuente de conflictos entre nativos y colonos, dándose varios tratados de paz incumplidos y el envío de una embajada indígena al general Aecio en la Galia, encabezada por el obispo Hidacio, que no conseguirá sus propósitos.3
En alianza con los romanos, Hermerico se dejaría llevar por los deseos expansionistas de su reino y entra en conflicto con sus vecinos vándalos, los más cercanos.4
La batalla[editar]
Los detalles del enfrentamiento entre los dos pueblos no están claros, pero podemos deducir que fueron los suevos los que llevaron la iniciativa al romper las hostilidades, ya que los montes Nervasos (llamados así o bien por el antiguo pueblo de los narbasos o por el general romano Erbasio),5 a pesar de su localización incierta, han podido ser situados en la comarca leonesa de El Bierzo, entonces el Convento Asturicense, que en virtud del pacto de 409–411 pertenecía a los vándalos asdingos de Gunderico.
Durante la invasión del territorio enemigo, Hermerico y su ejército son acorralados en los montes Nervasos por las tropas de Gunderico, y sólo la oportuna intervención romana salva a los suevos de una grave derrota.12 Es el comes Hispanorum Asterio quien al frente de un poderoso ejército romano levanta el asedio de las posiciones suevas y obliga al ejército vándalo a retirarse. No acabará aquí la campaña romana, pues Asterio acosará a los vándalos hasta obligarles a replegarse al sur, hacia Bracara Augusta donde espera su vicarius Maurocelo, que comandaba otro ejército para la ocasión, para interceptar a los asdingos y derrotarlos.12
Consecuencias[editar]
Forzado por la derrota, el rey Gunderico guiará a su pueblo a buscar el asentamiento en la Bética. Entre 421 y 422 derrotan al ejército imperial de Flavio Castino enviado contra ellos para recuperar lo perdido,1 y construyen una gran flota con la que logran el predominio naval de la región y conquistar buena parte del sudeste de Hispania, llegando a saquear ciudades como Hispalis (Sevilla) y Carthago Nova (Cartagena), entre otras localidades.
En 428 muere Gunderico y le sucede en el trono su medio hermano Genserico, que decide que el nuevo hogar de los vándalos está en el norte de África, en el que las disputas internas impedirán la resistencia romana.3 Pero mientras Genserico se encuentra ocupado con los preparativos que harán que 80.000 personas, 15.000 de ellos guerreros, crucen el estrecho de Gibraltar, las bandas suevas de Hermigario le atacan por la retaguardia tras haber saqueado la Lusitania.2 Los incursores serán derrotados cerca de Mérida y su líder se ahoga en el Guadiana mientras intentaba huir.2 Al año siguiente los vándalos desembarcan en Ceuta, desde la que en pocos años se harán con toda el África occidental romana para ser después barridos de la historia por Belisario, general de Justiniano I.
Respecto a los suevos, permanecerían en Gallaecia hasta la conquista visigoda de Leovigildo de su reino en 585, compartiendo la misma suerte que sus enemigos vándalos.
La batalla de Órbigo tuvo lugar en 456 y debe su nombre al río Órbigo que fue donde tuvo el enfrentamiento entre suevos y visigodos. Todavía en este mismo lugar, a lo largo de los tiempos, hubo varias otras batallas, entre ellas, la que fue trabada en el año de 900 entre el rey Alfonso III de Asturias, llamado el Magno (866-910), y las tropas cordobesas del emir 'Abd Allah (888-912). Más tarde (siglo XIII) se construyó un puente sobre este río, llamado Puente del río Órbigo y también Puente del paso honroso. Este nombre es debido a que según la tradición un noble de León, al haber visto rechazadas sus pretensiones por una dama, decidió enfrentarse solo a cientos de otros caballeros para dar pruebas de su honor[cita requerida]. Bien próximo al puente, en las márgenes del río donde se trabó la batalla entre suevos y visigodos, se edificó el Hospital de Órbigo para recordar la memoria de los heridos de ambos los lados[cita requerida] y que fueron tratados en aquel exacto lugar. Otras fuentes testifican que el referido hospital fue construido para ayudar a peregrinos y necesitados[cita requerida].
Historia y consecuencias[editar]
Los suevos ya habían sido convertidos al cristianismo. Gracias a sus campañas expansionistas y teniendo enfrente a un Imperio romano, a estas alturas muy debilitado por las derrotas sufridas, el Emperador Romano Avito, temiendo una represalia, pide ayuda a Teodorico II de los visigodos. Estos libran entonces una gran batalla contra los suevos en las márgenes del río Órbigo (próximo a Astorga), lo que culminó con la derrota de los últimos. Teodorico II se dirige después con sus soldados hacia Bracara Augusta (Braga), donde saquean la ciudad e infringen una nueva derrota a los suevos, concluyendo con la muerte de Requiario. Así refiere el cronista Hidacio:
(...) el Rey de los godos Teodorico, con fuerte ejército y por designio y orden del emperador Avito, y habiéndosele opuesto el Rey de los suevos, Requiario, junto al río Orbigo, es vencido en el combate entabladoHidacio; cron. a.456 -II.VI [852-865] ; SAYAS ABENGOCHEA & Garcia MOROCHO, op. cit., p. 261
Como consecuencia, el reino se fragmenta y, con las disputas internas, dos reyes gobernarán al mismo tiempo: Frantán (456-57) y Aguiulfo (456-57). En 457 Maldras (457-459) reunifica el reino pero dos años después es asesinado, víctima de una conspiración. El reino nuevamente se divide, ahora entre Frumario (459-63) y Remismundo (hijo de Maldras) (459-69). Éste pasa a reinar solo desde 463, mientras con las constantes derrotas y la muerte del sucesor de Maldras, Remismungo (459-69) en 469, el reino cae concluyentemente en un Período Oscuro, caracterizado por la falta de orden y por la escasez de registros. Existe sí una total disgregación y caos que solo tendrá fin en 550, con la ascensión de Karriarico.
Reyes probables del Período Oscuro[editar]
- Veremundo (469-508?)
- Requila II o Réquita II (484-490)
- Requiario II (508-?)
- Hermenerico II (?)
- Riciliano (?)
- Teodemundo (520-550)
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