Alonis o Alonís (en griego antiguo, Ἀλονίς) es una antigua ciudad de las costas alicantinas, fundada alrededor del siglo V a. C. como colonia de Massalia (Marsella). Actualmente se la suele identificar con Villajoyosa (Alicante), aunque todavía se barajan otras posibilidades.1
Historia[editar]
Se han hallado vestigios de un núcleo de población ibérica desde al menos el siglo VII a. C., con fuerte presencia de materiales de procedencia griega. Las primeras menciones a la ciudad datan del siglo I a. C. El geógrafo Artemidoro de Éfeso la describió como «isla y ciudad de Massalia», lo que retrotrae la existencia del establecimiento al siglo V a. C. Estrabón, por su parte, no la cita directamente en su Geografía, pero sí habla de «tres fundaciones massaliotas [de las cuales] [...] la más conocida es Hemeroskopeion» (Geografía, III, 4, 6), por lo que se acepta sin dudas que Alonis y Akra Leuké serían las otras dos.1
Se ha discutido mucho sobre las características de las colonias griegas de Iberia y su relación con los pueblos ibéricos, así como sobre la propia helenización de estos últimos. Parece bastante posible que este tipos de poblamientos, en los que se incluiría Alonis al menos en una primera fase, se tratara de barrios helénicos de carácter comercial inmersos en mayor o menor grado en poblaciones ibéricas de la costa.1
Aunque la epigrafía todavía no ha desvelado su nombre, se cree que es Alonis la ciudad que hacia el año 74, bajo el emperador Vespasiano, alcanzó la categoría de municipium.1 De ésta, situada a unos 3 km de la actual Villajoyosa, se han encontrado menciones a cargos municipales (duumvires y flámines), así como una mensa cuya inscripción conmemora la reconstrucción del mercado municipal (macellum).2 Bajo el casco urbano de la propia Villajoyosa se han excavado recientemente distintas villas y dos grandes necrópolis de la época, asociadas al puerto histórico conocido como «Playa de la Vila», que probablemente constituía un gran barrio industrial y comercial de Allon.2 Independientemente de su ubicación exacta, Alonis debió ejercer un papel central en la región de la actual comarca de la Marina Baja.1
Ubicación[editar]
Ya desde el siglo XIX se ha propuesto la localización de Alonis en diversos lugares de la provincia de Alicante, en especial Villajoyosa, Guardamar del Segura3 y Santa Pola.1 Las fuentes de época imperial mencionan la ciudad : Pomponio Mela en su Chorografia (libro III) habla de Ilice Alone, denominándola Claudio Ptolomeo (II, 6, 4) «Ἀλοναί» (Alonai) en griego. Este mismo autor menciona en el mismo texto un lugar llamado «Ἰλλικιτάνος Λιμήν» (Illikitános Limḗn, Puerto Ilicitano), puerto de Ilici, que ha sido fielmente identificado con Santa Pola.1 Dada la contradicción de que se mencione en el mismo texto a Santa Pola con dos denominaciones distintas, se refuerza la reducción de Villajoyosa.1
Además, los recientes hallazgos en las necrópolis de Poble Nou y Les Casetes en Villajoyosa ilustran el mundo funerario de una ciudad, al menos desde finales del siglo VII a. C. hasta el siglo IV, encontrándose entre los más antiguos numerosas piezas griegas. En ésta destaca la cerámica de figuras negras, que da testimonio de una presencia griega temprana.1
En 2007, se descubrieron unas termas públicas romanas a apenas 180 m de la necrópolis de Les Casetes.
Ampurias (en catalán Empúries; del gr. ant. Ἐμπόριον,1 que significa «mercado», «puerto de comercio»;2 en latín Emporiae; también llamada por algunos Blaberura)3 fue una ciudad griega y romana situada en el noreste de la península Ibérica, en la comarca gerundense del Alto Ampurdán. Fue fundada en 575 a. C. por colonos de Focea como enclave comercial en el Mediterráneo occidental. La salida al mar de Ampurias estaba abierta para todos.4 El motivo era que los hispanos, ignorantes de la navegación, se alegraban del comercio y deseaban comprar mercancías extranjeras que las naves transportaban, y vender los productos de sus cosechas. El interés del comercio hacía que la ciudad hispana fuese accesible a los griegos.5 Posteriormente fue ocupada por los romanos, pero la ciudad fue abandonada en la Alta Edad Media, excepto el núcleo de San Martín de Ampurias, que continúa poblado en la actualidad.6
Los yacimientos arqueológicos de Ampurias se encuentran sobre el golfo de Rosas, en el municipio de La Escala (Gerona) y son unos de los restos griegos más importantes de España. La zona está conformada por una llanura hundida por donde pasan los ríos Ter y Fluviá. No se trata de un único núcleo sino de tres diferenciados: Palaiápolis, Neápolis y Ciudad romana.
- La Palaiápolis (en griego παλαιάπολις, «ciudad antigua») la encontramos citada por Estrabón como fundación de los foceos de Masalia, que adoraban a la diosa Ártemis de Éfeso.7 Esta primera colonia se instaló en una isla frente a la costa, lo que hoy sería San Martín de Ampurias.
- El término Neápolis (en griego νεάπολις, "ciudad nueva") es el término comúnmente aplicado por los griegos para la zona de crecimiento de una ciudad, y le fue dado en este caso por Puig i Cadafalch para designar al asentamiento situado al sur de la Paliápolis, ya tierra adentro. Este asentamiento nace como resultado del crecimiento demográfico que no puede soportar la ciudad antigua.
- La Ciudad romana es una antigua fortaleza (praesidium), asentada en un promontorio más al oeste de la Neápolis. Es un rectángulo de 750x350 metros delimitado por una muralla que acoge un sistema urbano desarrollado en torno a varios cardos y decumanos.
Ampurias durante el Imperio Romano[editar]
La primera presencia romana en Ampurias supuso la construcción de un campamento romano estable del ejército, donde hoy en día se halla la ciudad romana, aunque la existencia de éste campamento no supuso la sumisión de la ciudad griega a la República, sino que ambas eran iguales. Esto ocurrirá con la venida a Hispania del cónsul Marco Porcio Catón. Tras desembarcar en Rosas, su ejército ( estimado entre 52.000 y 70.000 hombres)9 se dirige a Ampurias. Tito Livio hace referencia a este hecho describiéndonos la ciudad:
«Ampurias estaba formada por dos ciudades separadas por una muralla. Una ciudad habitada por griegos de Focea, como los massaliotas, y la otra por hispanos. La ciudad griega, próxima al mar, estaba rodeada por una muralla de menos de 400 pasos. La ciudad hispana, más alejada de la costa, tenía una muralla de 3.000 pasos de perímetro (...) La parte de la muralla que miraba a tierra, bien fortificada, tenía una sola puerta vigilada por un magistrado por turno. Por la noche montaban la guardia en las murallas la tercera parte de los ciudadanos (...).»Tito Livio, Ab urbe condita, XXXIV, 9.
En torno al 100 a.c, se construyó una ciudad romana de nueva planta, que convivió en pie de igualdad con la vieja colonia focense. Con el tiempo, la presencia de Roma influyó tanto al pequeño núcleo griego que los propios griegos se fueron romanizando, hasta que durante el principado de Augusto se les fue concedida la ciudadanía romana, haciendo que el núcleo griego y el romano acabaran físicamente unidos.
Conocemos también, gracias a algunos pasajes de Estrabón y Tito Livio, sobre un núcleo indígena Indika siendo parte del complejo. Ellos explican que la comunidad grecorromana y la indígena vivían separadas por un muro.
La ciudad mantuvo sus instituciones hasta la guerra civil entre Pompeyo y Julio César, cuando el partido pompeyano gana en la ciudad, lo que supuso, tras la victoria de César, la anulación de su independencia y el establecimiento de una colonia de veteranos a su lado.10
A partir del siglo i d. C., tras la conquista total de Iberia por Roma, Ampurias entró en decadencia, ensombrecida por el poder de Tarraco y Barcino. Tarraco, convertida en capital, hizo que las antiguas ciudades romanas de origen republicano entraran en un proceso de decadencia.[cita requerida] A finales del siglo i d. C. comienza el abandono de Ampurias.
Ampurias durante la tardoantigüedad[editar]
En el siglo iii d. C. la población se va hacia la antigua Palaiápolis, que estaba mejor fortificada. La ciudad griega pasó a ser un cementerio, mientras que la romana pervivió como población hasta la invasión normanda del siglo ix. La continuidad de la importancia de esta pequeña ciudad, quedó demostrada por el hecho de que, después de la reconquista del norte de Cataluña por Carlomagno en el 785, Ampurias fuese la capital del condado carolingio del mismo nombre, siendo ésta una condición que la vieja ciudad mantuvo hasta el progresivo traslado de los condes en el siglo xi, al avecina localidad de Castellón de Ampurias. Este desplazamiento comenzó a raíz del aviso que supuso para su seguridad la destrucción a la que se vio sometida Ampurias en el año 935 a manos de una escuadra árabe fletada y enviada desde Almería por Abderramán III.
Evolución de la investigación arqueológica[editar]
Inicio de la excavación. Puig i Cadafalch y Gandia. 1908-1936[editar]
A pesar de que se conocía el emplazamiento exacto de la ciudad desde el siglo xv, las excavaciones no comenzaron hasta finales del siglo xviii, pero no fue hasta principios del siglo xx cuando se iniciaron las primeras investigaciones arqueológicas con una metodología con carácter científico. Estas empezaron en 1908 a iniciativa de la Junta de Museos de Barcelona, de la cual formaban parte la Diputación Provincial de Barcelona, actual propietaria del yacimiento, y el Ayuntamiento de la ciudad del mismo nombre. El impulsor de dicho proyecto fue Josep Puig i Cadafalch, aunque los trabajos de campo los dirigió Emili Gandia, quien tuvo que desarrollar un método arqueológico estratigráfico propio. Sin formación previa en Arqueología, Gandia regitró detalladamente todos los detalles de sus excavaciones, que anotaba a medida que se producían y luego traspasaba a limpio en sus famosos Diarios, que permanecen inéditos a pesar de haber sido utilizados en todos los trabajos posteriores sobre el yacimiento.
La guerra y reanudación bajo el trabajo de Martín Almagro. 1936-1965[editar]
La Guerra Civil española frenó en seco las investigaciones, las cuales no se reanudaron hasta 1939, bajo la dirección del profesor Martín Almagro Basch, quien con ayuda del ejército comenzó la investigación de la ciudad romana. De 1940-1965 se descubren tramos de la muralla romana, la domus y el foro. En los 40 realizan algunas catas en la ciudad griega. Se llevan a cabo publicaciones de poca entidad, salvo sobre las necrópolis. Eran unos de los más importantes de las guerras.
La dirección de Ripoll. 1965-1981[editar]
A partir de 1965 la dirección recayó en el prehistoriador Eduardo Ripoll (entre 1965 y 1981), alumno de Almagro, el cual, desde 1961-1981 hace catas estratigráficas en el área del foro y zonas circundantes. Se excava extramuros con el fin de encontrar el poblado indígena indiketa. La ciudad griega no se toca y, en cuanto a la romana, sólo se halla una instalación militar romana del segundo cuarto del II a. C.
Reinterpretación de los santuarios y excavación en el foro (1990-2018)[editar]
A partir de 1981 y hasta fechas recientes el director de la excavación ha sido Enric Sanmartí, durante las últimas dos décadas gracias al incremento de los recursos humanos y económicos se ha incrementando notablemente la información sobre la ciudad romana y la Neápolis, en este último caso se ha logrado conocer gran parte de la evolución de dicho lugar desde el siglo v a. C. Actualmente la investigación arqueológica del yacimiento, que es una de las sedes del Museo Arqueológico de Cataluña es desarrollada por un equipo formado por Pere Castanyer, Marta Santos, Quim Tremoleda i Xabier Aquilué.
Las piezas encontradas son principalmente griegas, romanas e iberas, y se conservan en el Museo Arqueológico de Cataluña, en sus centros de Ampurias (entre la ciudad griega y la romana) y Barcelona. Se trata fundamentalmente de vasijas de cerámica, mosaicos, esculturas, sarcófagos, joyas y herramientas.
La Palaiápolis[editar]
La isla donde se situaba la Palaiápolis se encuentra en la actualidad unida a tierra firme. Sobre esta isla se encuentra el pueblo medieval de San Martín de Ampurias, mientras que la parte que anteriormente fue el puerto y que fue sepultada de sedimentos se encuentra cubierta de huertas. Esta zona apenas ha sido excavada debido a que desde la antigüedad ha permanecido habitada. Parece ser que tras la fundación de la Neápolis, la Palaiápolis se utilizó como acrópolis (fortaleza y templo). Estrabón habló de un templo dedicado a Artemisa situado en esta isla.11
La Neápolis[editar]
En este apartado se comentarán los edificios más representativos de la Neapolis, y la cual fue fundada al parecer en el 550 a. C., conviene tener en cuenta que casi todo lo que se observa a simple vista, corresponde a las épocas republicana e imperial, e incluso, al principio de la alto medieval. Por lo que, lo que hay estrictamente griego, tanto de las épocas arcaica y clásica como de la época helenística, se halla en el subsuelo y solamente es visible en ciertos sondeos realizados antes de 1939, y en las zonas excavadas a partir de los años 80, especialmente en la zona sur de la ciudad.
Murallas y edificaciones defensivas[editar]
La Neápolis consistía en un recinto amurallado formando un rectángulo muy irregular de 200 m por 130 m, situándose el puerto al norte. El sur de la Neapolis está delimitado por una muralla con aparejo ciclópeo construida en la segunda mitad del siglo ii a. C., siendo gran parte de los bloques de caliza que la conforman, provenientes de una muralla griega anterior, del siglo iv a. C., cuyos restos han sido hallados a unos veinticinco metros hacia el interior de la ciudad. Al desplazar la muralla sus piedras sirvieron como se ha comentado para construir la muralla exterior, mientras que lo que quedaba fue sepultado bajo una gran aportación de tierra que elevó el nivel de la ciudad de manera considerable.
La muralla se desplazó en el siglo ii a. C., seguramente debido a la necesidad de ganar espacio para construir un conjunto de nuevos templos. La nueva muralla, la del siglo ii a. C., está flanqueada por dos torres cuadrangulares y el ángulo sudoccidental estaba protegido por un importante baluarte. Si bien se ha comentado la existencia de una muralla del siglo iv a. C. y otra del siglo ii a. C., diversas intervenciones arqueológicas han constatado la existencia de un parapeto o Proteichisma de la segunda mitad del siglo iii a. C., que actualmente se sitúa debajo del recinto de Serapis que evitaría que la maquinaria de guerra se acercara más de lo conveniente a la muralla
En cuanto a la muralla que cerraba la Neapolis por el oeste, se ha documentado la existencia de una torre de vigilancia o atalaya de gran tamaño, la cual ha sido datada en el siglo v a. C.; esta fortificación y la torre del mismo siglo hallada en la zona sur de la ciudad debieron formar parte de un complejo defensivo anterior a la edificación de la muralla del siglo iv a. C. Por último, el muro del oeste separaba Neápolis de la ciudad ibérica de Indika.
El recinto de Asclepio[editar]
En el espacio ganado con la ampliación de la muralla hacia el sur de la ciudad en el siglo ii a. C. se construyeron diversas construcciones de carácter religioso que, en parte pueden ser identificadas con un Asklepieion, con la ampliación de la muralla, el primitivo recinto de Asclepio, del siglo iv a. C., fue totalmente modificado, quedando a partir de ahora intramuros. El Asklepieion era un centro terapéutico y religioso consagrado al dios de la Medicina, Asclepio
El recinto parece ser que estaba conformado por los tres templos que se encuentran al oeste del conjunto, junto a unas cisternas, un pozo hallado, y por último un edificio porticado o αβατον (abaton), un edificio donde los enfermos experimentaban el sueño sagrado a partir del cual los sacerdotes establecían el tratamiento terapéutico a seguir. En cuanto a las cisternas eran el lugar donde se almacenaba el agua necesaria para llevar a cabo los ritos de purificación a los que debía someterse el enfermo, y el pozo abierto quizás albergaba las serpientes consagradas al dios
El recinto de Serapis[editar]
A mediados del siglo ii a. C., al mismo tiempo que se construía la muralla externa de la ciudad y se demolían la muralla griega del siglo iv a. C. y el parapeto del siglo iii a. C., en Ampurias se decidió construir una plaza porticada en el espacio ganado al desplazar la muralla. Más adelante probablemente en la primera mitad del siglo i a. C., ésta sufrió una importante transformación, al ser construido en su zona occidental un templo tetrástilo, dórico y con escaleras laterales, consagrado seguramente a la divinidad de Serapis. De la existencia de este recinto a Serapis, se presupone la importancia que tuvieron en Ampurias en los períodos helenístico y republicano, los cultos procedentes del Mediterráneo oriental, debido seguramente al efecto que tuvo en la ciudad la llegada de mercaderes y negociantes de Oriente, quienes aprovecharon la existencia de una ciudad portuaria, abierta al exterior, para establecerse en ella y transformarla en los siglos ii y i a. C., en un emporio comercial y cultural de gran influencia.
Edificios civiles[editar]
Las excavaciones han sacado a la luz un centro urbano helenístico compuesto por un ágora, una stoa, y un mercado, edificios situados en la zona central de la Neápolis, donde confluyen las dos vías principales de la misma, siendo construidos estos edificios a mediados del siglo ii a. C. Para ello hubo que destruir parte del barrio existente en aquella zona. El conjunto de los edificios ocupa la mitad de una hectárea, situándose en torno a una plaza porticada de 52 x 40 metros.
Arquitectura doméstica[editar]
La mayor parte del espacio excavado correspondiente a la ciudad griega, constituyen recintos domésticos de cronología variada. Conviene destacar, sin embargo, que a pesar de la gran cantidad de casas estudiadas, apenas se tiene información sobre cómo eran las casas entre el siglo vi y el siglo iii a. C., mientras que del siglo ii a. C. en adelante la información es bastante más completa. En la Neapolis nos encontramos dos tipos de casas, por un lado las casas llamadas de peristilo, de clara tradición griega, mientras que por otro lado nos encontramos con las casas llamadas de atrio, las cuales se desarrollan tras la llegada romana a Ampurias en el 218 a. C.
Andelo1, o Andelos23, fue una antigua ciudad romana, ubicada en el actual Muruzábal de Andión, un paraje del municipio de Mendigorría (Navarra, España). Estaba en territorio de los vascones, y fue un importante centro comercial y de transporte de las Hispania romana.
Descripción[editar]
Antes del asentamiento romano, había un pequeño poblado perteneciente a la cultura la Edad de Hierro, de los siglos IV y III a. C. Las casas estaban decoradas con opus signinum piso del primer siglo, la ciudad I y II.
El complejo hidráulico de la ciudad es uno de los restos más destacados. Está formado por la presa de Iturránduz (en realidad dos, halladas en 1980 y 1983), un canal, y un castellum aquae o depósito de distribución del agua.4
Se expone en el museo del yacimiento el mosaico del Triunfo de Baco y se ha encontrado una placa de bronce dedicada a Apolo. Sin embargo, el descubrimiento más notable es una inscripción hallada en 1993, que contiene la frase "Likine abuloRaune ekien bilbiliaRs" escrita en ibero.5
El mayor conocimiento de la ciudad se debe a las excavaciones de la década de 1980, dirigidas hasta el año 2000 por la arqueóloga María Ángeles Mezquíriz Irujo.6 Se pueden visitar los restos de la ciudad en el Museo Arqueológico de Andelo.

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