Santa Colomba de Sens (]], (Zaragoza) Hispania, h. 257- decapitada ¿en Meaux?, 273) fue una virgen mártir cristiana considerada santa y a la que se asocia con Sens en Francia y una fuente llamada d'Azon. Su fiesta se celebra el 31 de diciembre.
Toda su historia es bastante legendaria. Se dice que, a los dieciséis años de edad, huyó de Hispania para marchar a la Galia con la finalidad de escapar a las persecuciones del emperador Aureliano. No obstante, fue localizada y apresada. Mientras estaba en prisión, uno de los guardias de la prisión intentó violarla. Un oso que se usaba en un anfiteatro cercano atacó al guardia y la rescató. Sin embargo, más tarde fue martirizada en Meaux.
Cuenta la hagiografía católica que la condenaron a morir en la hoguera, pero que, al resistir a las llamas, la degollaron en un bosque cercano. Donde cayó su sangre creció un arroyo.
Se construyó una capilla en la tumba, seguida más adelante por la abadía de Sens. Otras iglesias de Francia llevan su nombre. También se dice que fue patrona de la iglesia parroquial de Chevilly, en la diócesis de París. Sus restos no están en Sens y se pensaba que sus restos se encontraban en Rímini (Italia). Se desconocen los motivos por los que los restos de Santa Columba no permanecieron en Sens (al menos en gran parte), sino que fueron enviados a Rimini, a la Catedral de Santa Columba. Sin embargo,la momia entera fue llevada a Bari, en cuya Catedral permanece expuesta.
En el arte, santa Colomba está representada como una doncella coronada encadenada. A veces puede:
- tener un perro o un oso encadenado
- sostener un libro y una pluma de pavo real,
- estar con un ángel sobre una pira funeraria
Santa Comba[editar]
La veneración hacia Santa Colomba («Santa Comba») en Galicia se remonta a la Edad Media; su culto, según Allyson M. Poska, fue "probablemente una combinación de los cultos de dos vírgenes mártires."2 Eran Colomba de Sens y Colomba de España.2 Santa Colomba de España o de Córdoba, fue una monja cordobesa muerta alrededor del año 853.
Una leyenda gallega sostiene que antes de ser una virtuosa mártir virgen, Comba era una bruja.2 Esta leyenda dice que un día, la bruja Comba, encontrándose con Jesucristo en un camino de Galicia, cambió su vida después de que Jesús dijera "Sigue adelante y sé una bruja, pero no entrarás en mi reino".3 El relato afirma que Comba se convirtió al cristianismo y fue martirizada por su fe después de negarse a renegar de ella, o después de rechazar insinuaciones sexuales de hombres. Se convirtió en la santa patrona de las brujas gallegas, actuando tanto como una intercesora en nombre de las brujas como contra las brujas.4
En Coimbra, según una guía de viajes del siglo XIX, había una capillita que se decía que marcaba el lugar donde Comba sufrió el martirio y que "hacia finales de la primavera, las jóvenes de Coimbra engalanan el santuario con coronas de rosas en recuerdo de la rosada corona del martirio que creían que ella llevaba."
La tabla central representa a Jesucristo, en las dos tablas de la izquierda aparecen San Juan Bautista y San Pedro Apóstol, y en las dos de la derecha San Juan Evangelista y Santa Columba de Sens.

Publio Cornelio Anulino a fue un senador romano de origen hispano que desarrolló su cursus honorum a finales del siglo II y comienzos del siglo III, sirviendo a los emperadores Marco Aurelio, Cómodo y Septimio Severo, de quien fue amigo personal.
Era natural del Municipium Florentinum Iliberitanum (la actual Granada, España), en la muy romanizada provincia Bética, y miembro de la prominente familia de los Cornelios.
Cursus honorum[editar]
Su carrera política se conoce a través de una inscripción erigida en Illiberris, su ciudad de origen,3 conservada en el Museo Arqueológico y Etnológico de Granada, cuyo texto se desarrolla de la siguiente forma:
P(ublio) Cornel(io) P(ubli) f(ilio) Gal(eria) AnullinoIliber(ritano) praef(ecto) ur[b]i co(n)s(uli) proco(n)s(uli)[ --------------]
prov(inciae) Africae p[ra]et(ori) trib(uno)
pleb(is) q(uaestori) leg(ato) prov(inciae) Nar
bonens(is) proco(n)[s(uli) pro]v(inciae) 5
[Ba]etic(ae) leg(ato) l[e]g(ionis) VII Gem(inae)
[P(iae) F(elicis) le]g(ato) Aug(usti) pr(o) pr(aetore) prov(inciae)
[Ra]et(iae) curat(ori) alvei Ti[be]
[ris et riparum]
[et cloacarum Urbis] 10
Época de Marco Aurelio y Cómodo[editar]
Su primer cargo, dentro de su cursus honorum, debió ser uno de los del vigintivirato y el tribunado laticlavio de una legión, pero se desconocen detalles más concretos en ambos casos. A partir de 158 fue nombrado sucesivamente cuestor, tribuno de la plebe y pretor, coincidiendo en este momento (161-162) con el futuro emperador Septimio Severo.4 Por último, fue nombrado curator alvei Tiberis et riparum et cloacarum Urbis en Roma, al cargo de controlar el estado de las orillas del río Tíber y de las alcantarillas de la ciudad.
En 170 fue nombrado gobernador de su provincia de origen, como Proconsul provinciae Baeticae, ya que la Bética era provincia senatorial. Pero el curso de su gobierno fue alterado bruscamente por la invasión de los mauri procedentes del norte de África en 171-172, hecho que obligó al emperador Marco Aurelio a agregar la provincia senatorial Bética a la provincia imperial Tarraconense y nombrar a Anulino legado de la Legio VII Gemina para combatir manu militari a los invasores.5
Derrotados los mauri, y como recompensa a su pericia militar, fue enviado como gobernador a la provincia de Recia, seriamente amenazada por cuados y marcomanos. En 175 fue nombrado consul suffectus y en 176 gobernador de la provincia consular de Germania Superior, cargo que ocupó hasta el final del imperio de Marco Aurelio.6
Durante el imperio de Cómodo, como sucedió con buena parte de los senadores que habían servido a su padre Marco Aurelio, su carrera se detuvo, retirándose discretamente de la vida pública para evitar la peligrosa conducta del nuevo emperador.
El año de los cinco emperadores y su carrera bajo Septimio Severo[editar]
Cuando Cómodo fue asesinado en 192, su sucesor Pertinax, en 193, nombró a Anulino gobernador de la provincia senatorial de África Proconsular con el título de procónsul. Una vez asesinado Pertinax, fue elegido por los pretorianos Didio Juliano, lo que provocó la sublevación de los gobernadores de las provincias consulares con mayores ejércitos: Clodio Albino en Britania, Pescenio Níger en Siria y Septimio Severo en Panonia Superior. Cornelio Anulino se decantó en su provincia por su amigo Severo y, en recompensa, éste lo nombró general del ejército que se dirigía hacia Oriente contra Níger, sustituyento a Tiberio Claudio Cándido, y obtuvo la victoria sobre Níger en la decisiva batalla de Issos de 194.7
En 195, participó en la segunda expedito Parthica de Septimio Severo combatiendo contra los reinos de Adiabene y Osroene. El premio a estos brillantes servicios fue ser designado cónsul ordinario del año 1998 y ocupar el importante cargo de prefecto de la ciudad entre 200 y 203, cargo que implicaba sustituir al propio emperador cuando se ausentaba de la Urbe.
Lucio Cornelio Balbo, llamado Balbo el Mayor, (en latín, Lucio Cornelius Balbus Maior; n. Gades, hoy Cádiz, 97 a. C. o 100 a. C.) fue un político y gobernante hispano que ocupó los más altos puestos en la República romana, siendo el primer no nacido en Italia en conseguir el honor de cónsul en el año 40 a. C. Pertenecía a una poderosa familia de origen púnico enriquecida por el comercio.
Origen de la familia[editar]
Desde que los romanos en sus guerras contra los cartagineses conquistaron la antigua Tartessos, entre los años 211 a. C., que entran en Cástulo, y 207 a. C. que toman Gades, los indígenas de la península pasaron de la dominación cartaginesa a la romana hasta que en el año 197 a. C. se produjo un levantamiento que duraría hasta que el general Catón, con nuevas legiones, acabó con la resistencia en 194 a. C. Desde la pretura de Tiberio Graco en 179 a. C. ya no se conocen más problemas romanos en la Turdetania.
Convertida en la provincia de Hispania Ulterior, y luego durante el reinado de Augusto en la Bética, destacará pronto dentro del mundo romano por sus aportaciones materiales y humanas al Imperio. En este ambiente se establecieron desde Gades importantes redes comerciales con el Mediterráneo, controladas algunas por familias de origen fenicio, como el clan Balbo.
La familia Balbo parecía tener una especial vinculación con el templo de Hércules-Melkart, hecho que hace suponer su origen fenicio (ratificable con las consonantes B-l de su apellido y de Baal, aunque no se ha podido probar la conexión fenicio-latina en esta cuestión lingüística). Otros creen que su familia procedía de cartagineses enriquecidos que, antes de Zama, habían huido con sus riquezas a Cádiz.
La guerra sertoriana[editar]
Durante la guerra sertoriana (80-71 a. C.), Gades, y con ella Balbo, se puso del lado de la legalidad vigente de Metelo frente a la oposición demócrata de Sertorio. Durante la guerra tuvo oportunidad de recorrer Lusitania y establecer importantes relaciones personales y mercantiles, además de estar presente en las batallas de Turia y Sucro.
Cuando Pompeyo se hace cargo del ejército republicano en el año 76 a. C., Balbo se une a él y, poco después, obtiene la ciudadanía romana extensible a toda su familia gracias a la Lex Gellia Cornelia,1 (72 a. C.) realizada por los cónsules de ese año; Gneo Cornelio Léntulo y Lucio Gelio Publícola. Tal concesión fue impugnada y luego defendida victoriosamente por el abogado e insigne retórico Cicerón. Balbo toma los gentilicios romanos de Cornelio y Lucio, en honor de los cónsules que habían ratificado su ciudadanía, aunque algunos autores suponen que su nombre deriva de L. Cornelio, cónsul en 199 a. C., que fue huésped de los habitantes de Gades.2
Al final de la guerra contra Sertorio, en 72 a. C., Balbo se trasladó a Roma, donde fue admitido en la tribu Clustumina. Debido a que había traído una riqueza considerable de Gades, y apoyado por Pompeyo, pronto fue una persona de gran influencia e importancia. Pompeyo le mostró un gran favoritismo, ofendiendo a no pocos nobles romanos, que estaban indignados de que un hombre de Gades alcanzara tal preferencia. Recibió regalos de Pompeyo como la concesión de tierras para propósitos recreacionales.
Posteriormente Balbo fue admitido en el Orden Ecuestre, donde se reunían los miembros más poderosos del segundo Estado, ya muy cerca en condiciones materiales y políticas del patriciado. Pertenecer a la clase alta de la sociedad romana, en la que se encontraban patricios, caballeros y aún plebeyos enriquecidos, resultaba fundamental para administrar las minas que eran, desde hacía tiempo, elementos fundamentales en el patrimonio de la familia.
Pero Balbo era demasiado prudente para limitarse a un solo patrón, por lo que busco la amistad de Julio César, y parece que aprovechó para este fin la ausencia de Pompeyo en Asia, en prosecución de la guerra contra Mitrídates.
Encuentro con Julio César[editar]
Balbo coincidió con Cayo Julio César, nombrado cuestor de la Bética, en el año 69 a. C. Este encuentro resultaría crucial para su futuro, ya que se convierte en consejero y amigo del futuro dictador. Es de la mano de Balbo que César va al templo gaditano de Hércules-Melkart a rezar ante la divinidad fenicia y, según Suetonio, «al contemplar una estatua de Alejandro Magno se echó a llorar, como avergonzado de su inactividad pues no había hecho todavía nada digno de memoria en una edad en la que ya Alejandro había conquistado el orbe de la tierra». La escena fue recreada al óleo por el decimonónico pintor vejeriego José Morillo.
La amistad se vio confirmada con la vuelta de César a la Bética, ahora como propretor de la Hispania Ulterior, en el año 61 a. C., proporcionando Gades un gran apoyo a la flota romana en la campaña de Lusitania, donde Balbo ya era oficial de la plana mayor de César; en el cargo de praefectus fabrum. En esa campaña es posiblemente cuando Balbo reafirmó una vieja relación, que iba a ser duradera, con la futura colonia luego llamada Cáceres. No sólo la colonia sino sus alrededores como, por ejemplo, Aliseda, donde había minas que pudieron ser propiedad de Balbo.
En 60 a. C., Balbo ya aparece en Roma como hombre de confianza de Julio César, y contribuyendo al acuerdo que facilitó el triunvirato entre César, Pompeyo y Craso. En esta época conoce a Cicerón, y al historiador Teófanes de Mitilene protegido de Pompeyo, lo protege y apoya. En 59 a. C. marcha junto a César a su campaña de las Galias, en su cargo de praefectus fabrum, siendo su enlace con Roma adonde viajaba continuamente para mantener informado a César de los acontecimientos políticos en la capital. Estos años de trabajo duro, de financiar con su fortuna las campañas romanas y de creación de un auténtico servicio secreto al servicio de Julio César, le proporcionan un papel fundamental en la política romana del momento, siendo el artífice del pacto entre Pompeyo, Craso y César en el año 56 a. C. (Convenio de Lucca). Sin embargo, tanto poder le acarreó problemas con los enemigos de César, que le acusaron de usurpar la ciudadanía romana y en 55 a. C. le sometieron a un proceso en el que Cicerón se encargó de la defensa, y con su famoso discurso Pro Balbo consiguió su absolución.
Influencia y legado[editar]
Balbo fue elegido patrono de Gades y en Roma heredó por testamento el patrimonio de Teófanes de Mitilene, debido a su gran prestigio. Siendo el encargado de la propiedad privada de César, administró el botín obtenido en Helvecia y Galia.
Durante la guerra civil del 49 a. C. permaneció en Roma y mantuvo la neutralidad, y aunque tuvo contactos con el cónsul Cornelio Léntulo que era partidario de Pompeyo, en realidad benefició más la causa de César. Conociendo el lado débil de Cicerón, primero le solicitó actuar de mediador entre César y Pompeyo, y después lo presionó para regresar a Roma, lo que hubiera sido equivalente a una declaración a favor de César. Cicerón, después de muchas vacilaciones, finalmente dejó Italia, pero regresó después de la batalla de Farsalia (48 a. C.), retomando su correspondencia con Balbo, y le pidió que utilizara sus buenos oficios para obtener el perdón de César.
Derrotados los pompeyanos en Munda (45 a. C.), César, por mediación de Balbo otorgó la ciudadanía romana a todos los gaditanos. En ese momento aparece en la historia su sobrino Balbo el Menor, también llamado Lucio Cornelio, que se distinguirá en el ejército romano.
De vuelta a Roma y tras el asesinato de César en marzo de 44 a. C., Balbo quedó en una posición crítica. Se ausentó de Roma por unos meses y fue uno de los primeros en reunirse con Octaviano en Neápolis. También se reunió con Cicerón, que sospechaba erróneamente que Balbo era favorable a Marco Antonio.
En esto, sin embargo, Cicerón se había equivocado; Balbo, cuya buena fortuna fue siempre la de ser partidario de la parte vencedora, acompañó a Octaviano a Roma, y posteriormente él lo recompensó con los más altos cargos del estado. No se sabe en qué año fue pretor; después fue propretor. Cuando Octaviano y Marco Antonio llegaron a un acuerdo en el año 40 a. C., Balbo fue honrado con el consulado, siendo el primer no itálico en conseguirlo.3 Poco después se retiró de la política activa para seguir apoyando a su sobrino, sin que se conozca la fecha de su muerte. En su testamento dejó a cada ciudadano romano veinte denarios por cabeza,4 lo que parece demostrar que no tenía hijos.
Balbo fue el autor de un diario titulado Ephemeris, el cual no se ha conservado, y que contenía los acontecimientos más notables de su vida y de la vida de César.
Lucio Cornelio Balbo (en latín, Lucius Cornelius Balbus; nacido en 80 a. C.), llamado Balbo el Menor para distinguirlo de su tío de idéntico nombre (Lucio Cornelio Balbo el Mayor), fue un militar y político hispano de la familia de los Balbos, originaria de Gades (actual Cádiz).
Biografía[editar]
Se distinguió en las campañas cesarianas de Egipto, Oriente, África e Hispania, fue cuestor de la Hispania Ulterior en el año 44 a. C. y luego quattorviro, propretor, ingresando después en el Senado y nombrado procónsul de África, donde obtendría una gran victoria sobre la tribu sahariana de los garamantes, llevando un gran botín a Roma en el año 19 a. C. siendo el primer general extraitálico en hacerlo, siéndole otorgado por ello el Triunfo.
Expedición al río Níger[editar]
Fue la primera expedición romana más allá del Sahara (según Plinio) y posiblemente llegó al río Níger, cerca de Tombuctú.1 Conquistó con diez mil legionarios la capital de los garamantes en Fezzan y mandó un pequeño grupo de legionarios más al sur, a través de las montañas del Ahaggar con la orden de explorar el "país de los leones". Estos legionarios encontraron un gran río (el Níger), el cual pensaron que desembocaba en el Nilo. En 1955 se encontraron monedas romanas y cerámica romana de la época en la zona de Mali. De hecho, existe una placa en los Musei Capitolini de Roma con los “fasti triumphalis”, en la que están inscritos los Triunfos otorgados por el Senado Romano a casi doscientos generales, desde el triunfo de Rómulo en el 752 a. C., hasta el obtenido por Lucio Cornelio Balbo.
Vida pública[editar]
Construyó varios edificios públicos en Roma y en Gades ensanchando la ciudad y su puerto, y escribió un tratado sobre cuestiones religiosas y una tragedia cuyos títulos se desconocen, aunque algunos historiadores apuntan a los nombres Exegeticon e Iter, respectivamente.
En Cáceres se ha localizado una lápida votiva dedicada a Lucio Cornelio Balbo, patrono de la Colonia Norba Caesarina,23 que había sido fundada por Gayo Norbano Flaco, casado con Cornelia, hija de Balbo El Menor, y que recibió como contributi la población de los asentamientos romanos anteriores de Castra Servilia y Castra Cecilia.
Como ocurre con su tío, no se conoce la fecha de su muerte.
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