viernes, 10 de febrero de 2023

HISTORIA DE ESPAÑA

 IGLESIAS DE ESPAÑA

La iglesia de Nuestra Señora de las Maravillas es un templo de culto católico en MadridEspaña.1​ Con pórtico a la calle de la Palma, un costado a la calle del Dos de Mayo, y la parte más antigua del recinto del monasterio de san Antón dando a la plaza del Dos de Mayo.2

Historia[editar]

La primitiva parroquia, situada en la calle de San Justo, ya se mencionaba en el fuero madrileño del año 1202. Era un edificio de estilo mudéjar con "torre cuadrada y de ladrillo, ventanas en cuatro alturas y chapitel". El lugar de este templo medieval lo ocupa la actual iglesia barroca de San Miguel, mientras que la parroquialidad y la advocación de los Santos Niños fueron trasladados en el siglo xix a la iglesia de las Maravillas, de la que se tratará a continuación.

La actual iglesia formaba parte del antiguo monasterio de san Antón de religiosas carmelitas, construido en el siglo xvii según el estilo de Juan Gómez de Mora, a quien se han atribuido las trazas.3​ Refundado y puesto bajo patrocinio real por orden de Felipe IV, fue muy popular en él la imagen de Nuestra Señora de las Maravillas, que aún preside el altar mayor.4

Aspecto del interior del templo

Edificio de líneas sencillas y clasicistas, con planta de cruz latina, cúpula sobre el crucero, hoy en día sin tambor, amplio presbiterio y cubierta de bóveda de cañón con lunetos. Entrada original en la calle de la Palma, a los pies del templo, concebido como una fachada plana y esquemática, en ladrillo, simplificando el modelo jesuítico de Vignola, con unos monumentales jarrones rematando los aletones. El pórtico de granito y una marcada severidad, formado por un arco de medio punto con edículo coronado por un frontón triangular, con triglifosmetopas y pilastras toscanas desornamentadas.

En el siglo xviii, la iglesia sufrió una gran reforma, según los cánones del Neoclasicismo entonces imperante. Se eliminó gran parte de la decoración barroca del interior, se colocó un nuevo retablo mayor y se rehízo la fachada principal, antes descrita. El acceso normal al templo fue desplazado a un costado, donde existía un pórtico o lonja con cinco arcos de medio punto, hoy cerrados con rejas salvo el central, que sirve de entrada.

El edificio sufrió mucho durante la Guerra de la Independencia por su vecindad con el Cuartel de Monteleón, donde se desarrollaron algunas de las escaramuzas más violentas. Debido a las leyes desamortizadoras, en 1869 las monjas carmelitas tuvieron que abandonar el convento, que fue demolido. Sólo quedaría la iglesia, convertida en 1891 en nueva parroquia de los santos Justo y Pastor, trasladándose allí -como ya se dijo- la antigua parroquia del mismo título desde la calle de San Justo, donde había tenido su sede. Desde 1969 el título oficial de la iglesia fue Nuestra Señora de las Maravillas y los santos Justo y Pastor.

En julio de 2016 la parroquia fue fusionada con la de San Ildefonso, que pasó a llamarse San Ildefonso y los Santos Justo y Pastor. La actividad parroquial fue trasladada a la iglesia de San Ildefonso en la calle Colón.5​ Al mismo tiempo, por decreto de 16 de julio de 2016 del Arzobispo de Madrid, la iglesia de Nuestra Señora de las Maravillas fue confiada a la Comunidad de Sant'Egidio.


Iglesia de Ntra. Sra. Maravillas
Madrid - Iglesia de los Santos Justo y Pastor (o de las Maravillas) 3.jpg
Localización
PaísEspaña
DivisiónMadrid
Universidad
DirecciónMadrid Bandera de España España
Coordenadas40°25′35″N 3°42′16″O
Información religiosa
DiócesisMadrid
Datos arquitectónicos
EstiloBarroco










La hoy conocida como iglesia de las Calatravas es un templo católico de la ciudad española de Madrid. Pertenece a las religiosas de la Orden de Calatrava y a sus caballeros en un porcentaje menor. Se trata de la única parte subsistente del antiguo convento de la Concepción Real, de las monjas comendadoras de la Orden de Calatrava, situado al comienzo de una de las vías más importantes de Madrid, la calle Alcalá, a escasa distancia de la Puerta del Sol.

Esta privilegiada ubicación, unida al patrocinio de la realeza e importantes personalidades, convirtieron al convento en uno de los más importantes de la capital, a raíz de su establecimiento en la misma en el siglo xvii, razón por la cual la iglesia actual conserva un rico patrimonio artístico.


Iglesia de la Concepción Real de Calatrava
Bien de Interés Cultural
Madrid - Iglesia de la Concepción Real de Calatrava 13.jpg
Fachada del edificio
Localización
PaísBandera de España España
DistritoCentro
LocalidadMadrid
DirecciónCalle de Alcalá, 25, 28014
Coordenadas40°25′06″N 3°41′57″O
Información religiosa
Cultocatolicismo
DiócesisArchidiócesis de Madrid
OrdenCalatrava
Historia del edificio
Construcción1670-1678
ArquitectoFray Lorenzo de San Nicolás
Datos arquitectónicos
Estiloarquitectura barroca

Historia[editar]

La historia del convento está inseparablemente unida a la de la Orden Militar de Calatrava, fundada en el siglo xii para defender las posesiones cristianas del sur de la península de los ataques musulmanes, en el marco de la Reconquista.

Las órdenes militares, pese a su carácter guerrero y masculino, tuvieron pronto equivalentes femeninos, de carácter monacal, con el fin de acoger en los monasterios a las esposas e hijas de quienes partían a la guerra, y la vocación de ayudar mediante la oración y la penitencia a la misión de los caballeros cristianos. Surgieron de este modo las religiosas Comendadoras de Calatrava, como rama femenina de la Orden del mismo nombre. Por su propia naturaleza, los conventos de Comendadoras acabaron convirtiéndose en prestigiosos centros educativos para las hijas de la nobleza, y favorecidos de este modo por potentados de todo género.

Convento de las Comendadoras de Calatrava en el tercer tomo de Historia de la Villa y Corte de Madrid (1863)

Las religiosas de Calatrava de Madrid habían ocupado primeramente un convento en Almonacid de Zorita (Guadalajara), localidad muy ligada a la historia de la Orden, pero en 1623, buscando cercanía de la Corte, trasladaron la casa a la capital por mandato de Felipe IV. Los edificios del convento y la iglesia se construyeron en esa época, convirtiéndose pronto en uno de los centros religiosos más populares y concurridos de Madrid. Como narra el periodista Ricardo Sepúlveda:

El convento de las Calatravas (que así le llaman las gentes), fue muy pronto un palacio de la Corte, por no decir un albergue suntuoso de la grandeza, donde se discutían, en capítulos de Caballeros, los asuntos de la Orden y se resolvían algunas cuestiones laicas, que tenían más que ver con las intrigas de las gentes que con las necesidades de la religión. El locutorio llegó a ser el primer salón de la Corte, y las Calatravas las primeras señoras que supieron recibir con modales finos a sus amigos. El trato era honesto y aristocrático. Olía a incienso y a ropa limpia, sin perder el dejo de los perfumes de las viviendas nobles.
Ricardo Sepúlveda en La Ilustración Española y Americana en 18881

Todo ese esplendor duró apenas dos siglos. Durante el Sexenio Democrático (1868-1874), se propuso derribar convento e iglesia, toda vez que desde la desamortización de Mendizábal (1836) la mayor parte de casas religiosas habían quedado vacías. Finalmente, aunque el edificio del convento fue destruido, se optó por conservar la iglesia, parece que gracias a la intervención de Manuel Silvela, aunque hay noticias confusas sobre este episodio, ya que no falta quien atribuye la acción a la duquesa de Prim1​ o incluso a un militar caballero de la Orden, que mandó paralizar el derribo.2​ A pesar del contenido romántico de las otras versiones, solamente existe constancia fehaciente de la sesión de Cortes de fecha 9 de marzo de 1870 en la que, tras un agrio debate, Manuel Silvela consiguió obtener del Gobierno la resolución de respetar la iglesia.

Salida de misa en Calatravas (La Ilustración Española y Americana, 1887)

Lo cierto es que de esta manera, se consiguió salvar una de las iglesias barrocas más destacadas del Madrid del siglo xvii, si bien, tras la desaparición del convento adyacente, el edificio quedó embutido en un cúmulo de edificaciones posteriores que rompen la armonía estética del exterior.

Convertida ya la iglesia conventual en parroquia, la suerte quiso que no sufriera demasiado los avatares de la Guerra Civil, conservando su interior casi intacto. Sin embargo, la falta de mantenimiento y el olvido institucional llevaron al monumento a un estado de grave deterioro durante las últimas décadas del siglo xx. Finalmente, gracias a la intervención de la Orden Militar de Calatrava, recién iniciado el siglo xxi, se acometió un ambicioso programa que contemplaba la intervención tanto en la parte externa del edificio (remodelación de cubiertas, limpieza de fachadas y recuperación del revoco original) como en el interior, que fue totalmente restaurado. La iglesia en su mayoría propiedad de las religiosas de la Orden Militar de Calatrava y de los caballeros en un porcentaje menor ha experimentado una reforma integral y se ha mantenido gracias a la labor de administración y gestión de los miembros . Actualmente, la iglesia se puede visitar fuera del horario de celebraciones litúrgicas.

El edificio[editar]

La iglesia responde a la tipología conventual del barroco español, caracterizada por la simplicidad volumétrica y decorativa. Parece que las trazas fueron obra de fray Lorenzo de San Nicolás, uno de los arquitectos más destacados del barroco cortesano del siglo xvii. El edificio fue concebido como parte de un conjunto de edificaciones, destacándose del mismo los volúmenes de la cúpula y el crucero, éste muy poco saliente. La destrucción de las estancias contiguas nos ha privado de una lectura comprensible del edificio, y de este modo la iglesia aparece hoy empequeñecida y casi anulada por el entorno, muy lejos de la concepción original en la que se preveía que la cúpula destacase poderosamente en la perspectiva de la calle Alcalá, como muestran algunas fotografías antiguas.

En planta, el edificio presenta una solución intermedia entre la solución basilical y el plan central. Esto se debe a que el transepto está enormemente desarrollado en anchura (aunque apenas se trasdose al exterior) y en altura (por la prominente presencia de la cúpula), dominando de este modo el espacio interior, que se organiza según el esquema de nave con crucero y capillas. Es llamativa la preferencia de las órdenes militares por los espacios centralizados, quizá como demanda o necesidad de ciertos ritos o ceremonias de los que se tiene constancia, como la investidura de nuevos caballeros.

Exterior[editar]

Detalle de la fachada de la calle de Alcalá

Es patente la influencia de los modelos escurialenses en la sobriedad general del edificio; la severidad original del exterior, sólo rota por sencillas molduras y decoración de placado, se transformó radicalmente en el siglo xix, cuando el rey consorte Francisco de Asís mandó decorar todo el exterior de la iglesia a la moda romántica, según diseños del arquitecto Juan de Madrazo y Kuntz.3​ De este modo, la fachada principal, recayente a la calle Alcalá, presenta hoy un recargado aspecto, con pilastras agrutescadas, veneras, almohadillado, esgrafiados, y un curioso cornisamento con grifos tenantes, todo ello de estilo neoplateresco que contrasta de modo chocante con la arquitectura. Muy llamativo es también el enfoscado de color carmesí que recubre las paredes, repuesto tras la última restauración. Omnipresente tanto al exterior como en el interior de la iglesia aparece la Cruz de Calatrava, muy visible en el rosetón que corona el ingreso, formado éste por un arco de medio punto flanqueado por pilastras muy planas con grutestos, rematando el conjunto una hornacina con una estatua de la Virgen.

Interior[editar]

El retablo mayor, obra maestra del Barroco, obra de José de Churriguera.

El interior de la iglesia se caracteriza por su luminosidad y exuberancia decorativa. La nave se cubre con bóveda de cañón con lunetos. Preside el espacio la cúpula, que si bien presenta tambor octogonal al exterior, es circular en el interior, sostenida por pechinas pintadas al fresco, y coronada por una media naranja con nervaduras. El coro se sitúa a los pies, en alto. La nave se estructura en tramos separados por elegantes pilastras que recuerdan al orden corintio; corona la misma una cornisa muy saliente sostenida por ménsulas pareadas. Es singular el espacio del crucero opuesto a la entrada principal, con una portada formada por vano y moldura quebrada, rematada por un magnífico escudo real sobremontado a la cruz de Calatrava y sostenido por dos ángeles mancebos, con dos leones a sus pies portando orbes, todo ello rodeado de guirnaldas de flores y el collar del Toisón de Oro. Se trata de una alegoría de la monarquía en su calidad de protectora del convento a la vez que administradora de la Orden.

El espacio de la capilla mayor es quizá la parte más destacada del templo. Ocupa el testero de la misma un espectacular retablo de madera dorada y policromada, que hace pendant con dos más pequeños situados en los machones del crucero, siendo todos ellos obra de José de Churriguera, realizados en la segunda década del siglo xviii, y sin duda una de las obras más señaladas de este gran arquitecto. El retablo mayor constituye por sí solo una de las cumbres del Barroco español, al ser un perfecto ejemplo de la corriente denominada Barroco exaltado o churrigueresco.

La arquitectura de retablo presenta una gran simplificación, desechando la tradicional división en calles y cuerpos o incluso cualquier ordenación geométrica estricta. En su lugar, el arquitecto dispone una monumental estructura en arco de triunfo, totalmente recubierta por una recargada decoración. En la zona inferior, destaca el tabernáculo, con forma de templete, flanqueado por dos ménsulas muy características del estilo de Churriguera. En el centro de la pieza, cobran protagonismo dos pares de columnas, enmarcando una especie de doselete con la imagen de san Raimundo de Fitero, fundador de la Orden de Calatrava, rodeada de banderolas y trofeos en alusión al carácter militar de esta. Culmina este espacio una escultura de la Inmaculada Concepción, patrona del convento, en una gloria de ángeles con la paloma del Espíritu Santo. Rematando el retablo, una imagen de Cristo con el orbe, acompañado de ángeles volanderos, querubines, ráfagas y guirnaldas. La inspiración de Churriguera en la arquitectura efímera, tan habitual en las fiestas de la Corte, se aprecia en el empleo de paños simulando telones, en el buscado contraste de volúmenes y en la confusión visual que genera la ausencia de límites espaciales. De esta manera aumenta el impacto estético, envolviendo al espectador en un juego perceptivo muy típico del Barroco que puede definirse con el adjetivo de teatral.







La iglesia de san Martín de Tours es un templo católico de la ciudad de MadridEspaña. Se encuentra situada en la calle del Desengaño, dando vista a la Plaza de Santa María de Soledad Torres Acosta (más conocida como plaza de Luna, de la Luna o de los Luna), siendo de esta manera una de las iglesias más céntricas de la capital, ya que se encuentra a escasos metros de la Gran Vía y de la plaza de Callao. Por su valor arquitectónico, fue declarada Monumento Bien de Interés Cultural en 1995.

Iglesia de San Martín
Monumento B.I.C. (1995)
España - Madrid - Iglesia de San Martín - Fachada.JPG
Fachada de la Iglesia de San Martín.
Localización
PaísEspaña
DivisiónMadrid
DirecciónBandera de España MadridEspaña
Coordenadas40°25′16″N 3°42′16″O
Información religiosa
CultoIglesia católica
DiócesisMadrid
AdvocaciónSan Martín de Tours
PatronoMartín de Tours
Historia del edificio
ConstrucciónMediados del s. XVIII.
ArquitectoEugenio Valenciano1
Datos arquitectónicos
TipoIglesia
EstiloBarroco.

Historia[editar]

La parroquia de san Martín fue una de las más antiguas de Madrid. Se encontraba situada originariamente en la plaza de las Descalzas, frente al Real Monasterio del mismo nombre, habiendo sido fundada en el siglo xii como monasterio benedictino.

El conjunto aquitectónico del convento y la iglesia llegó hasta el siglo xix sin grandes vicisitudes. Durante el reinado de José I Bonaparte, y cumpliendo el mandato del rey de que se abrieran espacios diáfanos en el centro de la ciudad, fue derribada la iglesia. El nombre y la tradición de la parroquia se trasladaron al actual edificio en 1836, durante la desamortización de Mendizábal, ocupando lo que hasta entonces había sido el Convento de Portacoeli de la Congregación de los Clérigos Regulares Menores, fundado en 1648. Previamente (1809) se habían fusionado en éste los dos conventos que esta orden tenía en Madrid, es decir, el del Espíritu Santo de la Carrera de san Jerónimo (ocupa su lugar el Palacio del Congreso) y el propio de Portacoeli.2

Edificio[editar]

Aspecto del interior del templo

La iglesia sigue los cánones de la arquitectura madrileña del siglo xvii. Se trata de un edificio de planta de cruz latina, transepto de brazos cortos, capillas laterales y profundo presbiterio. La intersección del crucero se cubre por cúpula ciega con chapitel al exterior, sustentada por pechinas; la nave presenta bóveda de cañón con lunetos. No se conoce con exactitud el autor de las trazas del edificio, aunque se han señalado los nombres de José de ValdemoroJosé de Churriguera (a quien se atribuye la portada) e incluso Pedro de Ribera. En cualquier caso, es un ejemplo prototípico de iglesia barroca del foco cortesano, apreciándose la influencia de Pedro de la Torre y Francisco Bautista, dos de los arquitectos más señalados de esta escuela, en el diseño general.

El interior es sencillo y diáfano, aunque con detalles de gran elegancia, como el juego de ménsulas que sostiene la cornisa, las pilastras o las tribunas con forma de balcón que asoman a la nave. Del mobiliario original es poco lo que subsiste. El altar mayor se decora con un retablo neorrenacentista, presidido por un relieve representando a san Martín de Tours y el mendigo, obra de Ricardo Bellver. Varias imágenes y retablos, la mayoría de factura moderna, se reparten por las capillas.

Interior de la iglesia.

La fachada principal recae a la calle Desengaño. Presenta un fuerte carácter monumental, aun dentro de los cánones escurialenses que imperaban en el sigo XVII en la arquitectura madrileña. Se estructura esta fachada en dos cuerpos, rematando la sección central un frontón triangular y las laterales sendas torres prismáticas. Llama la atención el empleo masivo del ladrillo en los paramentos y su desnudez decorativa, en claro contraste con la portada, en la que se emplea el granito y un abigarrado diseño. La antedicha portada se compone a modo de retablo, con dos columnas exentas sobre altos plintos flanqueando el ingreso y un cuerpo superior, muy decorado, con una hornacina que aloja un grupo escultórico representando al venerable Agostino Adorno, fundador de los Clérigos Menores, ante la Virgen de Portacoeli, antigua advocación del convento.

Es ésta una de las más destacadas fachadas barrocas que se conservan en Madrid, después de la destrucción de muchas de las que existían en diversos avatares, como la Desamortización o la Guerra Civil, y a pesar de ver alterada en cierta medida su imagen por la adición de una moderna fachada en el edificio contiguo.

Personajes relacionados[editar]

En esta iglesia está enterrada la niña Alexia González-Barros (1971-1985), proclamada venerable por la Iglesia católica. Se dio a conocer de una manera más amplia por la película española Camino (2008), la cual está inspirada en su vida.

También en esta iglesia fue bautizado el escritor Ramón Gómez de la Serna en 1888.

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