sábado, 25 de febrero de 2023

HISTORIA DE ESPAÑA

 IGLESIAS DE ESPAÑA

La Basílica de San Gregorio Ostiense es un edificio religioso situado en el municipio de Sorlada (Navarra), a la vera del Camino de Santiago, sobre la loma de un cerro, el Alto de Piñalba, y administrado por los Hermanos Maristas residentes en la vecina localidad de Ancín. El templo es una destacada construcción de estilo barroco donde sobresale su monumental portada. Está dedicado a San Gregorio Ostiense, que fuera obispo de Ostia (Italia), fallecido en la cercana ciudad de Logroño en 1044. La tumba, según la tradición, fue descubierta a mediados del siglo xiii por Pedro Ximénez de Gazólaz, obispo de Pamplona, y Sancho de Axco, obispo de Bayona, «gracias a unas milagrosas luces.»1

En la iglesia se conservan las reliquias de este obispo y, especialmente, un relicario, una cabeza de plata, del santo con gran devoción y arraigo popular en toda España, no sólo en las comarcas próximas, al considerar al santo como especial protector de campos y cosechas.


Basílica de San Gregorio Ostiense
Bien cultural protegido grado 1
Sorlada - San Gregorio Ostiense 03.jpg
Vista de la Basílica de San Gregorio Ostiense en el Alto de Piñalba.
Localización
PaísBandera de España España
ComunidadBandera de Navarra.svg Navarra
LocalidadSorlada
Coordenadas42°36′40″N 2°12′59″O
Información religiosa
Cultocatolicismo
DiócesisArchidiócesis de Pamplona y Tudela
AdvocaciónGregorio Ostiense
Fundaciónsiglo XIIIjuliano
Datos arquitectónicos
TipoBasílica menor
Estiloarquitectura barroca

Historia[editar]

A medio camino entre la historia y la leyenda, el cardenal y obispo de Ostia, bibliotecario apostólico del papa Juan XVIII en Roma,2​ fue enviado por Benedicto IX a tierras del Reino de Pamplona en 1039, durante el reinado de García el de Nájera, había muerto el 9 de mayo de 1044 en Logroño, durante una visita pastoral para contrarrestar exitosamente una plaga de langosta.34​ Cargados sus restos sobre los lomos de una borrica murió el animal sobre el Alto de Piñalba o Piñava.5​ Por ello se levantó un templo sobre el lugar donde se guardaron sus restos en un arca recia, cubierta de plata.6

Puerta meridional de la basílica, de estilo claramente barroco.

La devoción relacionada con el santo y su difusión[editar]

Este relato legendario fue creciendo y la propagación entre los feligreses de las virtudes milagrosas del relicario de plata, en forma de cabeza, traspasó las tierras cercanas iniciales, del Valle de la Berrueza, para extenderse por el resto de Navarra, Álava, La Rioja y el resto de España que enviaban a vecinos a recoger agua que les protegiera de «los terribles efectos de las plagas» que azotaban sus campos.7

Desde el siglo xiv en que se creó, la Cofradía de San Gregorio Ostiense, en palabras del investigador e historiador, Roldán Jimeno, “fue desde el siglo XIV hasta el siglo XIX el centro sociorreligioso más importante de Navarra y uno de los más destacados de la Península”. Contribuyó a tal alcance el hecho de que el benedictino fray Andrés de Salazar publicara en 1624 su Historia de San Gregorio de Piñava, Obispo de Ostia, Cardenal de la Santa Iglesia de Roma, y su Bibliothecario, y Legado à Latere,8​ «libro destinado básicamente a dar a conocer al santo, justificar la importancia de sus reliquias y ofrecer una explicación hagiográfica a los centenares de fieles que acudían a recoger su agua milagrosa. La impresión de 1.500 ejemplares, cifra nada despreciable para la época, supuso una inversión considerable y fue costeada por la propia cofradía.»9​ Pero la bibliografía sobre San Gregorio Ostiense «es muy copiosa» durante los siglos XVI, XVII y XVIII, donde destacan otros tratadistas, además de Andrés de Salazar, como Constantino Cayetano o Gaspar Miranda Argáiz, obispo de Pamplona, Juan Pedro Moreno Arias o Luis de Valdivia.10​ «En el siglo XIX la atención se desvía hacia su bella ermita de Sorlada y, desde que la descubrió don Pedro de Madrazo,Notas 1​ las historias del arte español la citan con la misma reiteración que lo hacían los escritores hagiográficos a su titular, en la centurias anteriores.»11

Toda esta creciente devoción por el santo y sus virtudes llegó al mismo trono real español, en el siglo xviii, y se tiene noticia del requerimiento de Fernando VI, en 1756, para que el relicario recorriera las regiones de TeruelValenciaAlicanteMurciaExtremadura y Andalucía como paliativo que ayudara a exterminar una pertinaz plaga de langosta que desolaba aquellos campos por tales fechas.1213714

A pesar de que en la actualidad ha perdido «peso e importancia devocional, sin embargo este santuario fue entre el siglo XVI y el XVIII el centro socio religioso más importante de Navarra, así como uno de los más activos de toda España gracias a la protección que el Santo desplegaba sobre los campos y las cosechas, en una sociedad eminentemente rural.»15

Descripción del edificio[editar]

Presenta en planta un edificio de cruz latina «con un curioso crucero trebolado.» En los siglos XVII y XVIII se adosa la imponente torre y su monumental portada.1

Torre en tres cuerpos empleando los órdenes clásicos

Exterior[editar]

La primera iglesia sería de estilo prerrománico, o románico temprano, y habría sido construida en el siglo xi. Pero fue reformada tan seriamente durante del siglo xvii y el siglo xviii, adquiriendo la forma actualmente conocida, que posiblemente han quedado enmascarados vestigios de elementos constructivos de reformas en épocas intermedias.16​ Con todo «presenta sólidos muros de sillería y unos interesantes juegos de volúmenes, aunque las estructuras curvas del interior se transforman en cuerpos poligonales.»1

Portada[editar]

Situada en el lado de la epístola, se sabe por la documentación que intervieneron entre 1694 y 1713 varios autores como Vicente Frías y su taller, continuado por Francisca de Larraona, su viuda, y Juan Antonio San Juan, que desde 1710 se ocupó de la parte escultórica.1​Recordando a la portada de la Iglesia de Santa María de Viana, de estilo renacentista, está «compuesta por cinco calles y dos cuerpos sobre basamento doble.» Estos últimos está enmarcados por características columnas salomónicas además de pilares de capitel compuesto. En las hornacinas laterales se presentan imágenes de San Pedro y San Pablo. La profusa ornamentación, realizada en yeso, con el paso de los años se ha ido perdiendo.17

Torre[editar]

Es una torre «grandiosa y monumental, más de lo que requería una iglesia ubicada en tal emplazamiento.» Levantada hacia 1718 por el maestro vizcaíno Juan de Larrea, residente entonces en Falces, en colaboración con el cantero Ignacio de Ondaiza y con Lucas de Mena, un retablista de Estella que se ocupó de la parte decorativa como pináculos y capiteles del último de los tres cuerpos que la componen. Es un cuerpo, además, octogonal, en contraste con los dos inferiores, rectangulares. En cada uno de los tres cuerpos se emplea uno de los órdenes clásicosdóricojónico y corintio, respectivamente, de abajo a arriba. En el entorno comarcal, posteriormente, se levantaran torres similares. Se pueden ver en Sorlada, Mues y Piedramillera.18

Interior[editar]

Planta[editar]

La nave esta dividida en cuatro tramos «con altos pedestales y capiteles compuestos de extraordinaria ejecución, asiento de una cornisa clásica» sobre la que descansa una bóveda de medio cañón con arcos fajones dobles, casetonados, «y ventanas terma entre ellos.»1​ El crucero es trebolado mientras que el ábside y los brazos son por dentro semicirculares mientras que se muestran poligonales por el exterior.19

Retablos[editar]

En el crucero del templo se alojan tres retablos de estilo rococó, atribuidos a Silvestre de Soria y realizados entre 1765-17691​ y dorados por Santiago Zuazo. El retablo mayor está presidido por el santo advocacional, colocado en una hornacina y sobre una peana que guarda la arqueta con los restos de San Gregorio Ostiense y el relicario de plata. Le acompañan dos santos muy jacobeos, Santo Domingo de la Calzada y San Juan de Ortega. Los otros dos retablos están presididos por San Isidro Labrador y San Joaquín. Las tres tallas principales son obra de Roberto Michel y están fechadas en 1768.20

Cabeza relicario de S. Gregorio realizada en 1728 por Joseph Bentura maestro platero vecino de la ciudad de Estella.10

Otros elementos[editar]

Situados en los machones del crucero hay sendos púlpitos en hierro realizados en 1777 por Miguel Barrera, un rejero de Pamplona.20

Relicario[editar]

El relicario, una cabeza de plata, presenta orificios en la parte superior e inferior. Utilizando un embudo aplicado al agujero superior, el agua es vertida para ser recogida y empleada como remedio contra las plagas más habituales en el entorno agrícola así como en algunas enfermedades.

Son muchos los pueblos, de Navarra y de fuera, que enviaban emisarios al santuario en busca del agua. A cambio, con cada limosna, recibían la acreditación sobre la autenticidad del agua portada.


















La Basílica de San Francisco Javier (Javier, Navarra) es una iglesia adyacente al Castillo de Javier realizada a finales del siglo xix y principios del xx en estilo ecléctico sobre parte del palacio donde vivió la familia Jaso-Azpilicueta.


Basílica de San Francisco Javier
Bien de Interés Cultural
24 de octubre de 1994
RI-51-0008672
Castillo de Javier. Basílica.jpg
Localización
PaísBandera de España España
DivisiónBandera de Navarra.svg Navarra
LocalidadJavier
DirecciónCastillo de Javier 31411
Coordenadas42°35′39″N 1°12′58″O
Información religiosa
CultoIglesia católica
DiócesisPamplona
PropietarioArchidiócesis de Pamplona
EstatusBasílica desde el 17 de diciembre de 19011
AdvocaciónSan Francisco Javier
PatronoFrancisco Javier
Dedicación19 de junio de 1901
Historia del edificio
Fundación1901
Primera piedra25 de mayo de 1896 (Cripta)2
Construcción1897-1901
ArquitectoÁngel Goicoechea Lizarraga
Otro artistaJerónimo Suñol (escultor), Marcelino de Santamaría (pintor), Salvador Bernal (escultor), José Alcoverro (escultor), M. Caparoni (pintor).
Personas relacionadasMaría del Carmen Azlor de Aragón e Idiáquez, XIV Duquesa de Villahermosa
Obras artísticasConjunto escultórico, pinturas murales, San Francisco Javier de Jerónimo Suñol
Datos arquitectónicos
TipoIglesia
EstiloNeorrománico-Arquitectura neogótica
Nave principalúnica Largo: 34 metros
Ancho: 9 metros
Alto: 14 metros

Obra[editar]

En el contexto de las obras de reconstrucción del castillo ejecutadas por la empresa del contratista tudelano Blas Morte, se levanta esta iglesia diseñada por el arquitecto Ángel Goicoechea Lizarraga, entre el 30 de agosto de 1897 y el 1 de diciembre de 1900,23​ por encargo de María del Carmen Azlor de Aragón e Idiáquez, XIV duquesa de Villahermosa, viuda de José Manuel de Goyeneche y Gamio, II Conde de Guaqui, descendiente de la familia de Francisco Javier. La basílica, de estilos neorrománicos y neogóticos, utiliza también elementos del arte bizantino.

El nuevo templo fue consagrado el 19 de marzo de 1901 y poco después, el 17 de diciembre, recibió del papa León XIII el título de basílica.1

Fachada[editar]

El templo que, presenta una monumental fachada, se accede mediante una gran escalinata. El pórtico, flanqueado por dos ángeles portando los escudos de Javier y de la duquesa de Villahermosa. Sobre el mismo hay un frontispicio con una inscripción donde se lee:

Basilica-inscripcion-exterior.jpg
«Para glorificar a Dios en este lugar, cuna de San Francisco Javier; y que bajo su amparo repose el II Conde de Guaqui; la viuda de este noble caballero, Duquesa de Villahermosa, descendiente del Apóstol de Oriente, mandó en 1896 erigir esta iglesia; concluída en 1900, consagrada en 1901, declarada Basílica por S. S. León XIII. Rogad a Dios por los que aquí yacen y por la fundadora»4

Esta inscripción separa un segundo cuerpo con un gran rosetón enmarcado en arcos góticos abocinados.3​ Sobre el mismo un tercer cuerpo, a modo de frontón, que tapa el tejado a dos aguas que cubre el edificio. Este elemento está rematado con un cruz de piedra y jalonado por sendas torrecillas en las esquinas.3

Parteluz y tímpano

Portada[editar]

La portada tiene unas dimensiones de 6,90 x 6,90 m. y está hecha en estilo neorrománico.4

Muestra un tímpano los nombres de los distintos lugares de EuropaÁfrica y Asia recorridos por Francisco de Javier durante su vida.

El parteluz se remata con una figura del santo, realizada por Salvador Bernal, sobre un pedestal que muestra el escudo de Javier, apoyándose en una columna en cuyo capitel se lee en latín:

«Quid prodest homini, si mundum universum lucretur, animae vero suac detrimentum patiatur?»
«¿Qué le aprovecha al hombre ganar el mundo, si pierde su alma?»( Francisco de Javier)

En los capiteles una representación de distintas escenas de su vida como:

  • la muerte de su hermana Magdalena, en Santa Clara de Gandía y Javier recibiendo la bendición de Ignacio de Loyola antes de partir a la Indias (ver capitel 1);
  • el crucifijo que se le cae al mar y el milagro del cangrejo (ver capitel 2);
  • conversión del agua salada del mar en dulce y predicando a los infieles (ver capitel 3);
  • atravesando el río en un madero y en el lecho de muerte (ver capitel 4).4

Interior[editar]

Interior del templo

El interior es una nave única neogótica. Se utilizó piedra gris de Gallipienzo, con mármo blanco en el suelo. Está compuesta de tres tramos, rematada con un ábside semicircular y cubierta de unas bóvedas de crucería que en el caso del ábside es pentagonal.

También en la parte del ábside se observan cuatro ventanales con vidrieras diseñadas por el pintor burgalés Marcelino Santamaría y ejecutadas en los talleres de la catedral de León por Juan Bautista Lázaro. En los laterales hay tribunas bajo arcos apuntados con antepechos calados.3

La vidriera del rosetón, con los doce apóstoles, fue realizada por Maumejean e ilumina un coro sobre el atrio situado a los pies del templo.

Sobre tres puertas de la iglesia se encuentran pinturas italianas que representan distintos momentos de la vida de Javier en el Castillo, obra del italiano M. Caparoni: El bautizo del Santo (puerta del presbiterio), despedida de su madre cuando parte hacia París en 1525 (puerta de bajada a la cripta) y el oratorio del Santo Cristo con toda su familia haciendo lectura espiritual (puerta de acceso a la escalera antigua).

Completan el decorado una gran lámpara con la inscripción "Dedicamos esta lámpara votiva José M. de Goyeneche y Gamio y María del Carmen Aragón de Azlor Idiáquez y Javier, condes de Guaqui, Grandes de España. Diciembre, 3 de 1886" y un artístico Vía Crucis, realizado en bronce esmaltado, que fue regalado por Doña Juana de la Puente, condesa de Guaqui, el día 31 de julio de 1898.

Bóvedas

Ábside[editar]

La zona del ábside está presidida por una escultura del escultor catalán Jerónimo Suñol representado al santo en una hornacina con forma de templete. A sendos lados, en una arquería románica, doce santos jesuitas obra también de Caparoni:

  1. En el lado del evangelio (comenzando desde Francisco Javier): Francisco de BorjaPedro ClaverFrancisco de RegisFrancisco de Jerónimo, el japonés Pablo Miki y el beato Ignacio Acebedo.5
  2. En el lado de la epístola (comenzando también desde el centro): Luis GonzagaJuan BerchmansEstanislao de KostkaAlonso Rodríguez, y los japoneses Juan de Goto y Diego Kisay.6

El altar mayor es un artístico trabajo decorativo, labrado en piedra con incrustaciones de mosaicos, bronces y esmaltes por la casa Biais de Paris. El sagrario se encuentra sobre un altorrelieve que representa a San Francisco bautizando y predicando y escoltado por dos ángeles orantes. La puerta del sagrario es de plata sobredorada y esmaltada con una gran cruz de piedras preciosas en el centro. Antes de la reforma litúrgica que siguió al Concilio Vaticano II, sobre el altar había un frontis con ostensorio en el centro y a cada lado sendos templetes con las imágenes de los Corazones de Jesús y de María de un metro de longitud, unidos al ostensorio por dos altorrelieves, así como dos placas de cobre con las figuras en esmalte de los doce Apóstoles.

En ambos extremos del presbiterio existen dos lámparas votivas decoradas con los escudos de Villahermosa y Goyeneche.

Capillas[editar]

Basilica de San Francisco Javier 03.jpg

Hay dos capillas:

  1. La capilla de San José, en homenaje al conde benefactor del mismo nombre. Esta capilla se abre en el lado de la epístola en la segunda arcada que queda debajo de las tribunas. Contiene un rico altar de mármol policromado labrado en Pamplona. El fondo de piedra es un calado de círculos que encierran siete corazones atravesados por una espada y otros siete coronados de rosas que representan los dolores y gozos de San José. Sobre una pilastra del altar se encontraba un grupo escultórico de San José con el niño Jesús de pie, tallado por José Alcoverro. En una obra reciente se retiró la escultura de San José de esta capilla sustituyéndola por otra de la Virgen del Carmen. Hay frente a esta capilla una placa que indica el lugar donde nació Francisco Javier.
  2. La capilla de la Virgen del Carmen, de cruz latina (de 11 x 8 m) en homenaje a la duquesa benefactora del mismo nombre. Estaba construida en el patio de armas y se accedía a ella a través de la primera arcada que queda bajo las tribunas. El altar estaba labrado en piedra policromada y se encontraba en la parte central del ábside, cuyos tres muros estaban decorados por vidrieras dibujadas por José Arija y ejecutadas por la casa Maumejean de Madrid: en el centro la Virgen del Carmen y a ambos lados las figuras orantes de la duquesa de Villahermosa, vestida con hábito de Calatrava bajo una imagen de San Miguel, y del conde de Guaqui, con el hábito de caballero de la Orden de Santiago bajo otra imagen de San Ignacio. En la parte baja de ambas vidrieras resaltaban las armas de Villahermosa y Goyeneche. La imagen de la Virgen del Carmen con el niño Jesús en brazos es obra del escultor Francisco Font. En una reforma reciente esta capilla fue eliminada y sustituida por confesionarios. La imagen de la Virgen fue trasladada a la capilla contigua sustituyendo con ella la imagen de San José.

Cripta[editar]

La cripta construida bajo la iglesia, para salvar el desnivel del terreno, contiene las sepulturas de los duques de Villahermosa y de la familia Goyeneche.

El 25 de mayo de 1896, con asistencia del Obispo de Pamplona, se colocó la primera piedra de la cripta, para cuya construcción se aprovechó la profundidad y cavidad de tres grandes depósitos de vino que se encontraban junto a la capilla del siglo xvii. La edificación duró ocho meses.

La cripta se comunica con la basílica a través de una puerta lateral de ésta, a mano izquierda, de la que arranca una escalera de piedra de calado barandal ilumninada por dos vidrieras de la casa Maumejean de Biarritz con dos medallones centrales: una imagen del Santo y otra vista de conjunto de iglesia y castillo sobre el Ave Fénix que resucita de sus cenizas simbolizando la restauración del castillo.

La cripta es un cuadrilátero oblongo cubierto por tres bóvedas de medio cañón, separadas por arcos ligeramente apuntados apoyados en sencillos capiteles y basas románicos. Al fondo, bajo el arco de medio punto, destaca un altar románico de mármol, tras el que luce haciendo de retablo una vidriera ejecutada en Zaragoza que representa el apostolado. El muro izquierdo está rasgado por tres grandes ventanales policromados, en cuyas vidirieras, debidas a la casa Maumejean de Madrid, aparecen los escudos de Villahermosa y Goyeneche.

Encierra la cripta cuatro mausoleos, a ambos lados del altar: dos del lado de la Epístola y otros dos del lado del Evangelio, cada uno con su respectiva inscripción y escudos de armas de los allí enterrados:

  1. Primer mausoleo del lado de la Epístola: Fue esculpido por el escultor madrileño Quintanilla en mármoles blancos y negros y encierra los restos mortales de Doña María del Carmen Aragón-Azlor, duquesa de Villahermosa y de su marido Don José Manuel de Goyeneche, conde de Guaqui.
  2. Segundo mausoleo del lado de la epístola: Fue obra del escultor catalán afincado en Madrid José Alcoverro. Es algo más recargado que el anterior en un estilo románico florido y contiene las sepulturas de Don José Sebastián de Goyeneche, su esposa Doña Valentina Camacho, primera marquesa de Casas Novas, y la madre de ésta.
  3. Primer mausoleo del lado del Evangelio: Fue obra del escultor barcelonés José Llimona, está esculpido en mármol blanco con una austeridad semejante al de los duques de Villahermosa y contiene los restos de Doña María del Carmen de Goyeneche, duquesa de Gamio. Este mausoleo fue trasladado en el año 2004 al muro opuesto del altar, previo consentimiento de su familia, para poder abrir una puerta de acceso al exterior.7
  4. Segundo mausoleo del lado del Evangelio: Está también esculpido en mármol blanco en un estilo muy similar al anterior por la casa Altuna de San Sebastián y encierra los restos mortales de Doña María Josefa de Goyeneche, duquesa de Goyeneche.

Todos los enterrados en esta cripta se encuentran allí por haber intervenido en la restauración del castillo y erección de la cripta y basílica que habían emprendido los duques de Villahermosa.

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