SIGLO XV EN ESPAÑA
Leonor de Aragón (2 de mayo de 1402-19 de febrero de 1445), infanta aragonesa, reina de Portugal por su matrimonio con Eduardo I de Portugal y regente durante parte de la minoría de edad de su hijo Alfonso.
Orígenes familiares[editar]
Fue hija del rey Fernando I de Aragón y de la condesa Leonor de Alburquerque. Por vía de su madre era nieta de la infanta Beatriz de Portugal y, por tanto, bisnieta del rey Pedro I de Portugal y la noble gallega Inés de Castro. Tuvo cinco hermanos y una hermana: Alfonso, María, Juan, Enrique, Sancho y Pedro.
El 22 de septiembre de 1428 se casó en el monasterio de Santa Clara de Coímbra con el heredero del trono portugués, Eduardo, y fue reina consorte de Portugal desde la ascensión de Eduardo al trono en 1433 hasta la muerte de este en 1438. Concertaron las bodas su hermano Alfonso y Pedro de Noronha, arzobispo de Lisboa e hijo del conde Alfonso Enríquez. Según las crónicas:
Llevó esta princesa en dote docientos mil florines: los cien mil que le dio la reina, su madre, y los otros cien mil había de pagar el rey de Aragón, su hermano, en diez años. Y diéronsele en arras treinta mil florines de oro de Aragón, y señalósele por cámara la mitad de las rentas y tierras que tenía la reina doña Felipa, madre del infante, y en sucediendo en el reino, que tuviese enteramente aquel estado.3
Con este enlace se rubricaba la alianza de los infantes de Aragón con los infantes de Portugal contra el rey de Castilla y los que llevaban el cargo del gobierno de su persona y estado (o, lo que es lo mismo, contra el condestable Álvaro de Luna). Al paso del séquito de la infanta camino de Portugal por Valladolid, donde residía la corte en ese momento, se celebraron justas y corrieron lanzas con notable esplendor y boato en honor al acontecimiento hasta que se reemprendió la marcha el 21 de julio de 1428.
Regencia y últimos años[editar]
Tras la muerte de su esposo el rey Eduardo el 9 de septiembre de 1438 con 48 años, fue designada por las Cortes de Torres Novas de 1438 regente del reino durante la minoría del primogénito y heredero, Alfonso, que en ese momento tenía apenas seis años. Este hecho provocó recelos en los grandes del reino, quienes formaron un partido en torno al infante Pedro, al que atribuian mejor derecho para ejercer la regencia. En las Cortes de Lisboa de 1439, Leonor fue obligada a abandonar el cargo de regente del reino, que le fue encomendado a Pedro de Portugal, tío del niño.
Leonor se retiró a Castilla, junto con su hija Juana, y falleció en el monasterio de Santo Domingo el Real de Toledo el 19 de febrero de 1445, envenenada —en opinión de Jerónimo de Zurita— por el Condestable de Castilla. Su muerte se dio en extrañas circunstancias. Ella ingirió un té de hierbas y rápidamente se sintió mal. En solo una hora, su cuerpo se cubrió de manchas y falleció.
Fue enterrada en dicho monasterio donde descanso hasta 1455, cuando con ocasión de la boda de su hija Juana con el rey Enrique IV de Castilla, sus restos fueron trasladados a Portugal y recibieron sepultura en el Convento de Santa María da Vitoria en Batalha, junto a su marido.
Matrimonio y descendencia[editar]
De su matrimonio con el rey Eduardo nacieron nueve hijos:
- Juan, nacido en octubre de 1429 y muerto en la infancia;
- Felipa de Portugal (noviembre de 1430-24 de marzo de 1439);
- Alfonso (n. Sintra, enero de 1432), que reinaría en Portugal con el nombre de Alfonso V;
- María, nacida el 7 de diciembre de 1432 y fallecida el día siguiente.
- Fernando, (noviembre de 1433-1470), padre del rey Manuel I de Portugal;
- Leonor (n. Torres Vedras, 18 de septiembre de 1434), esposa del emperador Federico III de Habsburgo;
- Eduardo (Alenquer, 12 de julio de 1435)
- Catalina (n. 1436), religiosa y escritora. Había sido prometida para casar con su primo, Carlos de Viana y después con Eduardo IV de Inglaterra. Falleció soltera a los 25 años y recibió sepultura en el convento de Santo Elói en Lisboa.
- Juana (n. Almada, 31 de marzo de 1439), segunda esposa de Enrique IV de Castilla.
Orígenes familiares[editar]
Fue hija del conde Sancho de Castilla y de una dama de nombre desconocido. Sus abuelos paternos fueron el rey Alfonso XI de Castilla y su amante, Leonor de Guzmán. Fue hermanastra de Leonor de Alburquerque, reina consorte de Aragón por su matrimonio con el rey Fernando I de Aragón.
Leonor Sánchez de Castilla debió nacer antes de 1374, año en el que falleció su padre, el conde Sancho de Castilla. Contrajo un primer matrimonio con Sancho de Rojas, señor de Monzón de Campos, aunque no tuvo hijos con su primer marido. Su esposo, Sancho de Rojas, fue asesinado en 1393 por los criados del duque Fadrique de Castilla, hijo ilegítimo de Enrique II de Castilla. Algunos autores señalan la posibilidad de que Leonor Sánchez de Castilla hubiera mantenido una relación amorosa con el duque Fadrique de Castilla, y que por ello este último habría asesinado a Sancho de Rojas, a fin de poder casarse con su viuda.
Después de enviudar de su primer marido, Leonor Sánchez de Castilla estuvo comprometida con el asesino de su marido, Fadrique de Castilla. Dicho matrimonio no llegó a celebrarse, ya que el duque Fadrique fue encarcelado en 1394 por orden del rey Enrique III de Castilla y recluido en el castillo de Almodóvar del Río donde falleció ese mismo año. Además, el matrimonio no se celebró porque Leonor Sánchez de Castilla profesó como religiosa en el convento de dominicas del Sancti Spiritus de Benavente, actualmente desaparecido.
Tras haber permanecido varios años en el convento de dominicas del Sancti Spiritus de Benavente, Leonor Sánchez de Castilla se trasladó al monasterio de Sancti Spiritus el Real de Toro, a fin de reformarlo. Al llegar allí, cambió la primitiva advocación del convento y pasó a llamarse convento del Sancti Spiritus, a pesar de que la fundadora del convento, Teresa Gil, había dispuesto que se llamase de San Salvador. Además, Leonor Sánchez de Castilla impuso a la comunidad de monjas dominicas del convento la observancia de la regla de la Orden de Predicadores, y por ello es conocida como la primera priora de dicho convento, donde falleció en 1444.
Leonor Sánchez de Castilla fue sepultada en el coro de la iglesia del convento del Sancti Spiritus de Toro. Su tumba está en el suelo y está cubierta por un rectángulo de azulejos policromados, y junto a ella está el sepulcro de la reina Beatriz de Portugal, esposa de Juan I de Castilla.
Matrimonio y descendencia[editar]
Contrajo un primer matrimonio con Sancho de Rojas, señor de Monzón de Campos, aunque no tuvieron descendencia. Posteriormente, mantuvo una relación amorosa con su primo hermano el duque Fadrique de Castilla y fruto de dicha relación nació una hija:
Lope Vázquez de Acuña y Carrillo de Albornoz (m. ¿Castil de Acuña, 1487?), I duque de Huete y conde de Viana.
Lope Vázquez de Acuña y Carrillo de Albornoz |
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I duque de Huete y conde de Viana |
Escudo del linaje Acuña |
Información personal |
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Nacimiento | Primera mitad del siglo XV
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Fallecimiento | post. 10 de enero de 1487
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Entierro | ¿Monasterio de San Francisco de Huete? |
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Familia |
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Padre | Lope Vázquez de Acuña el Viejo |
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Madre | Teresa Carillo y Albornoz |
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Cónyuge | María de Mendoza en 1eras nupciasLeonor de Aragón en 2das nupcias |
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Era el menor de los hijos de Lope Vázquez de Acuña el Viejo (m. 1447), I señor de Buendía, y su esposa Teresa Carrillo y Albornoz, señora de Paredes. Camarero mayor de las armas, al parecer, desde 1453, con 4000 maravedíes anuales de quitación. El 10 de diciembre de 1462, por donación de Enrique IV, recibió la merced de 400 vasallos en tierra de Cuenca, y especialmente en Villanueva de Alcorcón, Piedralueche, Montiel, La Cereceda y La Puerta, la cual le sería confirmada en tres ocasiones: 14 de abril de 1463, 3 de septiembre de 1469 y —ya por los Reyes Católicos— el 20 de octubre de 1477. El 18 de octubre de 1464, desde Madrid, el mismo monarca le concedió la villa y monte de Anguix, con su castillo, lugar y términos.
En 1464 tomó posesión de la fortaleza de Huete por encargo de Juan Pacheco, marqués de Villena y tutor del infante don Alfonso. Seguidor de su causa, Alfonso le concedió la alcaidía del lugar —con una quitación de 60 000 maravedíes de salario— y diversas rentas en moneda entre 1465 y 1466, y además le nombró su primogénito oficial del cuchillo y alcalde de los hijodalgos. Los abusos de poder sobre los vecinos motivaron por entonces sendas incursiones militares por parte de las hermandades de Moya y Requena y del capitán García Méndez de Badajoz, ambas desbaratadas eficazmente por su hermano, el arzobispo de Toledo.
En noviembre de 1474 recibió del monarca Enrique IV el señorío de Huete, su tierra, fortaleza y vasallos en agradecimiento a su lealtad («leal y buen amigo») y a sus servicios, especialmente en la liberación del marqués de Villena, según le tenía prometido como «leal caballero», por juro de heredad, junto con el título ducal de la misma ciudad, que podría utilizar desde el día de Navidad, para él y sus sucesores.
Sin embargo, no llegó a ostentar esta dignidad por mucho tiempo, pues los Reyes Católicos lo presionaron para que el 16 de diciembre de 1476 entregara la ciudad de Huete a Gonzalo Dávila. A cambio de esto, por carta del 9 de junio de 1477, recibió un juro de 150 000 maravedíes para él y sus herederos en las rentas que quisiere señaladamente: 100 000 mrs. en el arzobispado de Sevilla —con el obispado de Cádiz— y 50 000 mrs. en el obispado de Córdoba. De los 50 000 mrs. del obispado cordobés, Lope Vázquez suplicó que 43 000 mrs. le fueran pagados antes que otros, 30 000 mrs. en las alcabalas y tercias de Azañón y Viana, y 13 000 mrs. en las alcabales y tercias de Mantiel, La Puerta, La Cereceda y Piedralveche. Los reyes aceptaron este acuerdo y situaron los 107 000 mrs. restantes en las alcabalas de Jérez de la Frontera.
Durante los años posteriores debió pleitar por el oficio de guarda mayor de Huete, que él alegaba tener en todo derecho por capitulaciones asentadas a la muerte de Enrique IV. Si en 1478 lograba que se revoque la provisión en favor de Alejo de Sandoval, hijo de su anterior poseedor, consta que en 1480 ninguno de los dos podía usar del oficio hasta que presentasen los títulos que cada uno tenía y se dilucidara sobre ello. A pesar de ello, Lope Vázquez de Acuña es mencionado como guarda mayor de Huete en la petición de una licencia para realizar la venta de unas casas en la ciudad de Cuenca. En 1495 parece que la cuestión estaba definitivamente zanjada en favor de los Sandoval.
Según muestran un par de documentos, también fue regidor de Cuenca hasta 1478, en que renunció el oficio y lo traspasó a Pedro de Barrientos. Previa autorización real fechada el 9 de diciembre de 1486, fundó mayorazgo el 10 de enero siguiente desde su fortaleza de Castil de Acuña y falleció poco después. Probablemente fue enterrado en el monasterio de San Francisco de Huete, donde había fundado una patronato sobre la capilla.
Matrimonio y descendencia[editar]
El duque casó en primeras nupcias con María de Mendoza, hija tercera de Diego Hurtado de Mendoza, señor de Cañete y guarda mayor de Cuenca, y su esposa Teresa de Guzmán. Viudo y con numerosa posteridad, contrajo segundo matrimonio con Leonor de Aragón, cuya línea se desconoce y con la cual no tuvo hijos.
De su primer matrimonio con María de Mendoza nacieron:
- Alonso Carillo de Acuña, que fue presbítero, arcediano de Moya, dignidad de la iglesia conquense, canónigo de la Sede Primada de Toledo y protonotario de la Sede Apostólica.
- Lope Vázquez de Acuña el Mozo, que continúa la sucesión como señor de Viana, Azañón y La Puerta, guarda mayor de los Reyes Católicos, casado con María de Contreras y Portugal, señora de la Puebla de la Horcada.
- Hernán Vázquez de Acuña, casado con Mencía de Villodre, ambos ya fallecidos en 1480.
- María de Mendoza, casada con Diego de Avellaneda, señor de la villa de Langa y lugar de Oradero, regidor de Toledo en 1465, trece de la Orden de Santiago etc.
- Inés de Acuña, monja profesa y priora del Real Monasterio de Santo Domingo de Madrid.
- Beatriz de Guzmán, casada con Antonio Ramírez de Sotomayor.
- Teresa de Acuña, casada con Juan de Guzmán, caballero de Toledo.
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