SIGLO XV EN ESPAÑA
Petrus Dolese o Pedro Dolese o Pere d'Olesa i Rovira, (Palma de Mallorca, ca. 1460 - Valencia, 1531), médico y físico atomista español del siglo XV.
Biografía[editar]
Hijo de un conseller de la ciudad de Palma de Mallorca, estudió Artes y Medicina en las Universidades de Pisa (1490-1495), Montpellier y Lérida. Pasó de Pisa a Montpellier a causa de la invasión del ejército francés de Carlos VIII, y a Lérida por el mismo motivo. En 1497 concluyó sus estudios con los títulos de doctor en Artes y Medicina y marchó a la Universidad de Valencia, donde fue catedrático de medicina y examinador de Teología desde el 14 de noviembre de 1514. Su fama como médico debió ser grande, cuando lo cita Lorenzo Palmireno en 1562. Se publicó póstuma su Summa totius philosophiae et medicinae (Valencia, 1536) en que sigue el atomismo de Demócrito y defiende sus opiniones acerca de los "principios mínimos" naturales, los átomos, y la incorruptibilidad de los elementos. Es un compendio de Filosofía natural, Biología y Medicina. Dolese es el más antiguo de los atomistas españoles modernos según uno de sus seguidores, el médico del siglo XVII Isaac Cardoso, quien le elogia y sigue en su Philosophia Libera (Venecia, 1673). Al igual que este último, Vallés y Gómez Pereira, fue un antiaristotélico, pero en esta obra, aunque sigue la estructura del Canon de Avicena, se muestra más bien crítico con el Avicenismo y el Galenismo según los principios de su radical atomismo corpuscular, que aplica a toda disciplina. La obra fue publicada por su discípulo el médico Francesc Jeroni Pujades, futuro catedrático de Cirugía en el curso 1544-1545.
Abraham Simuel fue un rabino, teólogo, filósofo y médico judío del siglo XV, conocido por haber llenado la sinagoga de cristianos viejos.
Biografía[editar]
Se desconoce la fecha de su nacimiento, y se tienen sus primeras noticias en los años 1470, cuando los cristianos viejos de Cuéllar, entre los que se encontraban la tía de Beltrán de la Cueva, duque de Alburquerque y valido de Enrique IV de Castilla, o Diego de Alba, corregidor de la villa y otros caballeros principales, acudían a la sinagoga a escuchar sus sermones filosóficos acerca de Santo Tomás de Aquino y otros temas.
Se sabe que era el médico y físico particular de Beltrán de la Cueva, duque de Alburquerque. Fue íntimo amigo de Isaac Ben Yehuda, rabino portugués afincado en Castilla, y es de suponer que también lo fuera del rabino segoviano Abraham Senior.
Pedro Azlor fue un médico e inventor español del siglo XV.
Primera patente[editar]
Azlor era médico de Isabel I de Castilla, Isabel la Católica, y fue el primero en España (entonces el Reino de Castilla) en recibir un título de protección a un invento (o privelegio, como se denominaba entonces), hoy más conocido como patente en 1478.
El título protegía un nuevo método para moler el grano y le otorgaba explotación exclusiva durante 20 años y fijaba a la vez una cantidad de 50 000 maravedís para aquellos que hicieran uso de la invención.1
No consta si el invento de Pedro Azlor fue importado desde fuera de Castilla o inédito, pero es evidente su temor a ser copiado, algo normal entonces y que dio lugar a las patentes para proteger a los inventores, como consta en el texto original del título:
... redundará en qran provecho y utilidad de la cosa pública de mis reinos y señoríos, y que él (el inventor) se teme y recela que él, después de haber inventado y mostrado las dichas moliendas, que algunas personas, viendo su industria y orden que él en ello tiene, quieran hacer luego en ello otro tanto de la forma que él lo había hecho, siendo el primero que en estos mis reinos lo haya traído y creado.1
Este título fue otorgado pocos años después de que, por primera vez, se otorgaran este tipo de derechos en el mundo, en este caso en la Italia durante el Renacimiento para evitar que inventos de utilidad no vieran la luz por el recelo de sus inventores, tal y como ocurrió con Leonardo Da Vinci.
Información personal | ||
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Nacimiento | valor desconocido | |
Fallecimiento | valor desconocido | |
Nacionalidad | Reino de Castilla | |
Información profesional | ||
Ocupación | Médico e inventor |
Andrés Bernal1 o Andrés Bernáldez, (Fuentes de León, Badajoz, hacia 1450 - Los Palacios y Villafranca, 1513), conocido como el cura de los Palacios, fue un eclesiástico e historiador español.
Fue capellán de Diego de Deza, arzobispo de Sevilla.
En su Historia de los Reyes Católicos don Fernando y doña Isabel recoge aspectos importantes de la Castilla de finales del siglo XV: la Guerra de Granada, la expulsión de los judíos y las vicisitudes de Cristóbal Colón (del que recoge haber sido amigo personal, haberle alojado varias veces en su casa de Los Palacios y Villafranca, y trabajar sobre testimonios y documentos proporcionados por él mismo de primera mano; siendo una de las fuentes que más claramente recoge su origen genovés [1]).
Sus restos se creen enterrados en la Parroquia Mayor de Santa María la Blanca de la sevillana localidad de Los Palacios y Villafranca, donde ejerció su cargo parroquial. En esta Parroquia son sus libros parroquiales los más antiguos que se conservan.
Dejó escrito sobre los conversos: "E comúnmente por la mayor parte eran gente logrera e de muchas artes e engaños, porque todos vivían de oficios holgados, e en comprar e vender no tenían conciencia para con los cristianos. Nunca quisieron tomar oficios de arar ni cavar, ni andar por los campos criando ganados, ni lo enseñavan a sus fijos; salvo oficios de poblado, e de estar asentados ganando de comer con poco trabajo".
Pedro Carrillo de Huete (antes de 1380 - antes de abril de 1448) fue un político e historiador español de la primera mitad del siglo XV, correspondiente a los reinados de Juan I y Juan II.
Biografía[editar]
Pedro Carrillo fue un político e historiador español de la primera mitad del siglo XV natural de la Noble y Leal ciudad de Huete. Sirvió a don Fernando de Antequera y, con ocasión de una campaña contra los musulmanes previa a la conquista de Antequera, fue armado caballero por este infante castellano en Setenil de las Bodegas (Cádiz) el 19 de octubre de 1407; pero cuando Fernando fue elegido rey de Aragón en 1412 por el Compromiso de Caspe, Pedro Carrillo decidió seguir en Castilla y no acompañar a su señor. Contrajo matrimonio con Guiomar de Sotomayor, dama de la corte femenina de Leonor de Alburquerque, esposa de Fernando de Antequera, pero la marcha a Aragón del nuevo rey obligó a los esposos a entrar al servicio de Juan II de Castilla e ingresar en su séquito. Allí desempeñó el cargo de oficial desde 1408 y de Halconero mayor desde 1415. Como oficial compiló entre 1420 y 1441 numerosas notas y documentos oficiales con los cuales luego elaboró su Crónica. Como en 1420 `participó activamente en el rescate del rey, prisionero en Montalbán por orden de su primo el infante Enrique de Aragón, el monarca lo recompensó con la tenencia de las fortalezas de Alcañabate y Zafra. Desde entonces, ganada la confianza del rey, este lo utilizó en delicadas misiones diplomáticas, en especial en la entrega de mensajes y despachos regios que exigían cuidadosa interpretación.
Por ejemplo, en 1421 el Halconero, junto a los maestresalas Fernán Pérez de Illescas y Fernando de la Maleta, llevó una negociación al infante Enrique de Aragón sobre la ocupación que había este hecho del marquesado de Villena. En esta negociación conoció al mensajero del infante Enrique, que era el famoso escritor Fernán Pérez de Guzmán, señor de Batres.
En 1423 medió en solucionar el incumplimiento por parte del obispo de Segovia Juan de Tordesillas de lo pactado en Montalbán con el rey: realizar un inventario del Tesoro regio contenido en los alcázares segovianos; aunque el rey había conseguido del Papado la mediación del obispo de Zamora Diego de Fuensalida, prefirió enviar a Pedro Carrillo con treinta caballeros armados por si la amonestación del papa no fuera suficiente.
El 22 de septiembre de 1427 fue a Tudela (Navarra) para capturar a Abraham Benveniste, un rico judío que financiaba las empresas militares de los infantes de Aragón, que al parecer había aprisionado a al tesorero Fernán Alonso de Robles, enemigo del valido de Juan II, el condestable Álvaro de Luna. El Condestable, que no simpatizaba con el Condestable, se limitó a cumplir su misión. Un año más tarde presenció los más fastuosos festejos de la época, las famosas justas celebradas en Valladolid durante el mes de mayo de 1428 que cantó Jorge Manrique; su Crónica los describe denotando su admiración. Él mismo fue uno de los jueces que dictaron sentencia en el torneo caballeresco. En 1429 el rey le encomendó la escolta de dos misioneros del Reino de Aragón de Burgos hasta Miraflores, donde los recibió el monarca castellano. Su prestigio era entonces notable: el poeta Juan de Valladolid lo incluye entre los cortesanos ilustres en un poema del Cancionero de Baena (ed. cit, pp. 805-806). El 28 de febrero de 1477 los Reyes Católicos distinguieron a Huete con el título de ciudad gracias a la intercesión de Pedro Carrillo.
Su testamento data del 19 de marzo de 1446 en Cañaveras, provincia de Cuenca, y mandaba que lo sepultaran en el Coro del Monasterio de San Francisco de Huete, provincia de Cuenca, lo que ocurrió antes del 20 de abril de 1448.
El cronista y halconero de Juan II de Castilla, Pedro Carrillo de Huete, contrajo matrimonio con Guiomar de Sotomayor, hija de Luis Méndez de Sotomayor, señor de El Carpio (Córdoba) y de Jódar y Bedmar, próximas a la frontera con el reino nazarí de Granada (ambas en la actual provincia de Jaén).
Obras[editar]
Es autor de la llamada Crónica del Halconero, que relata sin comentarios los hechos del reinado de Juan II de Castilla hasta el año de 1450, utilizando fuentes oficiales de la cancillería (protocolos y registros), además de ser él mismo testigo presencial hasta alrededor de 1440. Esto le da una gran veracidad histórica, pues aporta casi doscientos documentos, cuarenta de ellos en versión íntegra. Asimismo hace gala de una gran precisión en los detalles y en las fechas, aunque no destaca por la belleza de su estilo, que es el de un mero funcionario de cancillería. Los documentos recogidos van desde 1420 hasta 1441. De la Crónica se conservan tres versiones: la propiamente llamada Crónica del Halconero de Juan II, una versión algo más breve que se conoce como Abreviación de la Crónica del Halconero y una tercera más completa y de estilo más cuidado, con añadidos efectuados por el obispo de Cuenca Lope de Barrientos (Medina del Campo, 1382 - †Cuenca, 1469) conocida como Refundición de la Crónica del Halconero. Pedro Carrillo aparece citado en la composición 109 del Cancionero de Baena, de Alfonso Álvarez de Villasandino:
- Mi señor Adelantado,
- aquí tengo un anillo
- que me dio Pero Carrillo
- en grant preçio apodado
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